Además no tiene una velocidad constante, como hasta ahora se creía, revela un estudio
Hasta ahora, se pensaba que la velocidad de rotación del núcleo interno de nuestro planeta era constante. Sin embargo, un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad Nacional Australiana (ANU) ha revelado que no es así: esta parte del planeta frecuentemente acelera y desacelera y, además, no se mueve en sincronía con la corteza y el manto.
Hrvoje Tkalcic, profesor de la Escuela de Ciencias Físicas y de Matemáticas de dicha Universidad, junto con un grupo de colaboradores, utilizaron terremotos dobletes para medir la velocidad de rotación del núcleo interno de la Tierra en los últimos 50 años.
Así descubrieron no sólo que este núcleo gira a una velocidad distinta a la del manto – que es la capa situada entre el núcleo y la corteza y que constituye la mayor parte del interior del planeta – sino que, además, su velocidad de rotación es variable.
Más acelerado en los últimos años
“Esta es la primera evidencia experimental de que el núcleo terrestre gira a diversas velocidades”, explica Tkalcic en un comunicado de la ANU.
“Hemos descubierto que, en comparación con el manto, el núcleo interior giró más rápidamente en las décadas de 1970 y 1990, y que su velocidad se redujo en los años 80. La aceleración más drástica posiblemente se produjo en los últimos años, aunque se necesitan más pruebas para confirmar esta observación”, sigue diciendo el científico. “Curiosamente, Edmund Halley, científico por el que recibió su nombre el cometa Halley, ya especuló que las capas internas de la Tierra giran a una velocidad distinta en 1692″.
Los científicos habían asumido hasta ahora que la velocidad de rotación del núcleo interno de nuestro planeta es constante, ya que carecían de métodos matemáticos adecuados para la interpretación de los datos disponibles, señala Tkalcic.
El nuevo método aplicado a terremotos dobletes – seísmos casi idénticos que pueden darse en intervalos temporales de entre un par de semanas a 30 ó 40 años- ha proporcionado una solución a esta carencia científica.
“Es impresionante ver que, incluso con 10, 20 ó 30 años de diferencia, estos terremotos son muy similares. Cada par difiere muy poco, pero esa diferencia se corresponde con el núcleo interno. Hemos sido capaces de usar esa diversidad para reconstruir la historia del giro del núcleo interno en los últimos 50 años “, explica.
Tkalcic añade que el nuevo método podría ayudar a entender el papel del núcleo interno en la creación del campo magnético que ha hecho posible que la vida haya evolucionado en la Tierra, ya que actúa como un escudo contra la radiación cósmica.
“Lo que hemos desarrollado es una fórmula muy potente para entender la estructura interna y la dinámica de nuestro planeta”, concluye. Los resultados de su investigación han aparecido publicados en la revista Nature Geoscience.
Hrvoje Tkalčić, Mallory Young, Thomas Bodin, Silvie Ngo y Malcolm Sambridge. The shuffling rotation of the Earth’s inner core revealed by earthquake doublets. Nature Geoscience (2013). DOI: 10.1038/ngeo1813.