Tan sólo el 3% de las mujeres que se definen a sí mismas como amas de casa tiene menos de 35 años. El 99% de quienes se dedican en exclusiva a las labores del hogar son mujeres. Entre las amas de casa hay mayor porcentaje de mujeres católicas y de derechas que en el resto de la población.
El término “ama de casa” tiene muy mala prensa, continuamente tachado de machista por ser usado siempre en femenino, pero lo cierto es que el 99% de quienes se dedican en exclusiva a las labores del hogar son mujeres. El Instituto Nacional de Estadística (INE) define como ama de casa a toda persona entre 16 y 64 años que, sin ejercer ninguna actividad económica, se dedica a cuidar su propio hogar.
“Aunque poco a poco los hombres van considerándose parte en las tareas domésticas, el número de ellos que se dedica únicamente a las labores del hogar es residual”, señala Josep Lobera, profesor de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid y autor del Perfil político y religioso de las amas de casa en España junto con Xavier Coller, catedrático de Sociología de la Universidad Pablo de Olavide.
El estudio, difundido por la Federación Española de Sociología, revela que el 67% de las mujeres que se definen a sí mismas como amas de casa tiene más de 54 años. Tan sólo el 3% no supera los 35. “Es evidente que el modelo tradicional de pareja formada por un hombre ‘proveedor’ que gana el dinero y una mujer que se queda en casa se está transformando”, apunta Josep Lobera.
“La participación de la mujer en el mercado de trabajo es una realidad, la necesidad de contar con dos sueldos para sacar adelante una familia y la autonomía que da a la mujer el poder contar con sus propios ingresos” son algunas de las razones que explican el cambio sociológico que ha experimentado en este sentido la sociedad española, según Pablo Vidal, del Instituto Universitario de Antropología de la Universidad Católica de Valencia.
Meil: “La incorporación de un ama de casa al ámbito laboral depende de su grado de cualificación y de los niveles de renta de la familia”
Para ellas también es innegable que el modelo estereotipado de mujer que se dedica exclusivamente al cuidado de los niños y el hogar tiende a desaparecer. “Las circunstancias económicas han conllevado un cambio de mentalidad y cada vez hay más parejas en las que ambos trabajan”, sostienen en Tyrius, la Asociación Provincial de Amas de Casa y Consumidores de Valencia. “Con la crisis, muchas familias se han visto abocadas a buscar nuevas fuentes de ingresos y muchas mujeres han decido salir a buscar un trabajo remunerado fuera de casa”, agregan.
La grave coyuntura económica no siempre aboca a las amas de casa a entrar en el mercado laboral, sino que, en ocasiones, las aleja de él. Así lo creeGerardo Meil, catedrático de Sociología en la Universidad Autónoma de Madrid especializado en el análisis de la vida familiar y conciliación de vida laboral y privada. “La incorporación de un ama de casa en este ámbito depende de su grado de cualificación y de los niveles de renta de la familia. Hay parejas que, para conciliar vida familiar y laboral, deben echar mano de una guardería o de alguien que les ayude y, si los ingresos no son muy altos, puede no compensarles económicamente”, explica Meil.
“Muchas mujeres abandonan el mercado de trabajo con la maternidad y cuando los hijos se han hecho mayores y deciden volver han perdido cualificación profesional y experiencia laboral, lo que dificulta la reincorporación”, explica el catedrático, convencido de que la categoría social de ama de casa, aunque en descenso, no va a desparecer.
Según datos de la empresa de recursos humanos Adecco, la crisis económica ha empujado a más de medio millón de amas de casa aincorporarse al mercado laboral. Unas 100.000 lo hicieron en el 2009, 170.000 en 2010, 195.000 en 2012 y 60.000 en los dos primeros meses del presente año.
Por otro lado, no se puede obviar la animadversión de las más jóvenes hacia este roll. “Antes era la función que les tocaba, pero ahora las mujeres se ven a sí mismas con otro papel en la sociedad y cada vez serán menos las que elijan ese camino”, destaca Josep Lobera. “La mayoría ni siquiera sabe lo que significaron las siglas SL para referirse, hasta hace sólo unos años, a las mujeres que se dedicaban a Sus Labores. Eso es historia”, añade Vidal.
El escaso porcentaje de mujeres menores de 35 años entre las amas de casa españolas corrobora el cambio que ha experimentado la sociedad, pero también responde a una entrada cada vez más tardía en la madurez, tanto personal como familiar. “La menor proporción entre las generaciones más jóvenes se debe al retraso a la hora de formar una pareja estable y de entrar en la maternidad, debido a la crisis económica. Es pura estrategia de supervivencia”, señala Meil. Hoy, todo se retrasa, incluida la decisión de ocuparse en exclusiva al hogar, que suele tomarse cuando se tienen hijos o se presenta la necesidad de cuidar de un familiar mayor.
La crisis económica ha empujado a más de medio millón de amas de casa a incorporarse al mercado laboral
Católica, de derechas y sin estudios
Además del envejecimiento de las amas de casa, el Perfil político y religioso de las amas de casa en España revela que el 72% de ellas no tiene estudios por encima de la secundaria obligatoria.
Por otro lado, el antropólogo Pablo Vidalrecuerda que las mujeres, desde el punto de vista sociológico, son siempre más conservadoras, “son las que preservan las tradiciones, las más reacias al cambio, las que educan a los hijos en la continuidad”. En este sentido, cabe destacar el alto pocentaje de ellas que se declara católica practicante, un 41% frente al 19% en el resto de españoles. Únicamente el 6% de ellas afirma ser no creyente, frente al 21% de la población.
En el plano ideológico, el 39% de las amas de casa votaron al Partido Popular en 2011, unos diez puntos porcentuales más de lo que les votaron las demás mujeres.