Europa es La Meca de las corrientes seudoecologistas, de la Agenda 2030 y la transición energética, cuyo mascarón de proa es el coche eléctrico, un nuevo dispositivo que debería acabar con los viejos motores de combustión para respirar un aire más limpio.
Más allá de la transición energética, el objetivo real era preservar el dominio de las grandes potencias occidentales sobre las nuevas tecnologías que estaban llamadas a ser el futuro corazón industrial de los mercados internacionales. Los países emergentes se quedarían con las energías “sucias” y los europeos con las “limpias”. Seguir leyendo Un símbolo del fracaso europeo de las políticas verdes: Northvolt/Alemania crea una base de datos para militarizar a la sociedad