Para cualquier persona que todavía tenga dudas al respecto, la creación de la Unión Europea no fue motivada por los supuestos deseos de poner fin a las guerras en el continente europeo, ni para promover el crecimiento económico, haciendo que sea más fácil para los países europeos comerciar entre sí, tal y como nos han vendido hasta ahora.
En realidad, la Unión Europea fue una creación de los Estados Unidos.
Después de finalizar la segunda guerra mundial, EEUU vio la oportunidad de transformar un continente devastado por la guerra. Quería que Europa fuera complementaria a la política estadounidense, convirtiendo el federalismo estadounidense en un modelo político ideal que debía reproducirse en el viejo continente.
EEUU quería asimilar a Europa, e implementó diversas operaciones encubiertas para minar cualquier resistencia firme a las ideas federalistas, especialmente por parte del gobierno laborista británico.
EEUU buscaba crear un super-estado títere lleno de hombres obedientes para el comercio y la manipulación de los mercados globales estratégicos y lo que no es menos importante: quería convertir a Europa en una zona defensiva contra su nuevo enemigo: los rojos de Rusia y China.
Los historiadores diplomáticos han desenterrado pruebas sobre operaciones encubiertas apoyadas por Estados Unidos, diseñadas para socavar las influencias comunistas en Europa. Funcionarios estadounidenses trabajaron en un plan en 1950 para dar lugar a los Estados Unidos de Europa. Aquí es cuando vemos el surgimiento del Grupo Bilderberg y del Comité de Acción para unos Estados Unidos de Europa. Winston Churchill fue uno de los cinco presidentes del Consejo de Europa, una organización que instaba a una rápida unificación europea.
</ Curiosamente, estos documentos particulares no se han encontrado en los archivos en los Estados Unidos o de Gran Bretaña, sino en Bruselas, la capital de facto de la Unión Europea.
Además, Washington temía la aparición de mercados emergentes y de algo remotamente parecido a una alianza del Este entre Rusia y China, que se ha transformado desde entonces en el grupo económico BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y en la Organización de Cooperación de Shanghai. A finales del año pasado el FMI incluso añadió el yuan a su canasta de monedas de reserva, un sello internacional de aprobación a los avances que China ha hecho a la hora de integrarse a un sistema económico mundial dominado durante décadas por los EE.UU., Europa y Japón.
El BRICS fue acuñado originalmente en 2003 por Goldman Sachs, que especularon que en 2050 estas economías serían las más dominante del mundo. En los últimos treinta años Estados Unidos ha visto evidencias de los avances de los países emergentes experimentando una enorme disminución en la producción y la exportación de sus propios productos y servicios. El comercio internacional ha disminuido un 30% en sólo tres décadas, y se ha reducido a la mitad desde la segunda guerra mundial. EEUU ya sabía que su dominio económico estaría bajo amenaza en la década de 1940 y quería unos Estados Unidos de Europa para proporcionar un enorme cojín protector ante tales eventualidades.
En el año 2000, documentos desclasificados del gobierno estadounidense, muestran que el servicio de inteligencia de Estados Unidos comenzó una campaña a gran escala en los años cincuenta y sesenta para impulsar una Europa unida. También financió y dirigió totalmente el movimiento federalista europeo, algo a lo que muchos estados miembros de la UE se resistieron, aunque muchos finalmente capitularon bajo la amenaza de “o estás con nosotros o contra nosotros”.
Los documentos muestran que el Comité Americano para una Europa Unida (ACUE) financió las operaciones del Movimiento Europeo, la organización federalista más importante en los años de la posguerra. En 1958, proporcionó más de la mitad de los fondos del movimiento.
Estas operaciones fueron manejadas por la CIA, pero como los documentos muestran, recibieron órdenes directas del Departamento de Estado de Estados Unidos. Las operaciones incluyeron fomentar grupos políticos aliados a los valores estadounidenses y a sus políticas, minando los sindicatos e influyendo en las tendencias culturales e intelectuales de Europa. Se fue incluso más allá, con operaciones que buscaban provocar deliberadamente la disonancia en aquellos estados no conformes y se crearon las redes Gladio diseñados para entrenar a las fuerzas especiales, a las redes de espionaje y a equipos de interrupción para detener cualquier posible incursión soviética en Europa occidental.
Los líderes del Movimiento Europeo (Jozef Retinger, Robert Schuman y el ex primer ministro belga Paul-Henri Spaak), fueron tratados como peones por sus patrocinadores estadounidenses. La financiación encubierta de la ACUE provino de las fundaciones Ford y Rockefeller, así como de grupos empresariales con estrechos vínculos con el gobierno de Estados Unidos y la CIA.
Reunión del comité de Acción por unos estados unidos de Europa, 6 y 7 mayo 1957
Paul-Henri Spaak
Ha sido un proceso realizado paso a paso, y extremadamente planificado. Todo comenzó con el Tratado de Bruselas de 1948 y a partir de ahí con el Tratado de París de 1952. A continuación, el proceso continuó con el Tratado de Bruselas modificado de 1955 y luego con el Tratado de Roma de 1958. Todo esto llevó luego a una fusión de los Tratados en 1967 que se llamaba el Mercado Común, y que terminó como la Comunidad Económica Europea (CEE).
Muchos ciudadanos y diputados británicos se mostraron profundamente desconfiados con las intenciones de este nuevo club. Los conservadores empujaron para la entrada en 1973. En oposición, los laboristas realizaron un manifiesto en el período previo a las elecciones de 1975 para renegociar los términos y condiciones de entrada; ganaron y tuvo lugar un referéndum en junio de 1975. El Partido Laborista en sí votó abrumadoramente en favor de abandonar la CEE antes del referéndum, pero el público votó por un 65% a favor.
El Tratado de Maastricht de 1992 sentó los cimientos reales de la Unión Europea que se vio reforzada por el Tratado de Amsterdam de 1997. El tratado de Niza de 2003 fue el siguiente paso y, finalmente, el Tratado de Lisboa (inicialmente conocido como el Tratado de Reforma), se convirtió en un acuerdo que modificaba los dos tratados para formar la base constitucional de la Unión Europea (UE). El Tratado de Lisboa fue firmado por los estados miembros de la UE el 13 de diciembre de 2007, y entró en vigor el 1 de diciembre de 2009 y sigue vigente en la actualidad.
En este punto es fundamental tener en cuenta que la Unión Europea no tiene una constitución. Algunos dicen que no la necesita ya que todos los tratados combinados constituyen una. Los intentos anteriores han fracasado y la UE todavía no es un Estado federal de facto.
Originalmente, la UE, que se debía caracterizar por la solidaridad y la confianza mutua entre los ciudadanos europeos, ha visto como sus cimientos se erosionan de forma espectacular. Irónicamente, es EEUU el que está causando tanto daño a esta unión que quería crear para sus fines geopolíticos y monetarios. La participación en guerras impopulares, una banca estadounidense psicótica, unos fondos de cobertura parasitarios que se aprovechan de las naciones susceptibles tales como Grecia, España y Portugal, la interrupción de las relaciones internacionales, en particular con Rusia y algunas de sus propias naciones, el espionaje, la vigilancia masiva, las devaluaciones monetarias y muchos asuntos más, han llevado a muchos ciudadanos europeos a la propia UE y a su implicación con Estados Unidos.
La UE y Estados Unidos son las mayores potencias económicas y militares en el mundo, a pesar de la falta de una política común de defensa de la UE. Ambos dominan el comercio mundial y desempeñan los papeles principales en las relaciones políticas internacionales, y todo lo que dicen tiene una gran importancia para la mayor parte del resto del mundo.
Ambos bloques tienen poblaciones similares, una composición religiosa casi idéntica y ambos tienen economías de 18 billones de dólares de PIB, pero Estados Unidos todavía quiere conseguir la dominación total.
Un memorando del Departamento de Estado de Estados Unidos con fecha de 11 de junio de 1965, informaba al vice-presidente de la Comunidad Económica Europea, Robert Marjolin, que persiguiera la unión monetaria a hurtadillas. Le recomendaba suprimir todo debate al respecto hasta que se llegara al punto en que “la adopción de este tipo de propuestas se convirtiera en algo prácticamente ineludible”.
Robert Marjolin
La visión de esta dominación económica estadounidense total, se muestra claramente en la actualidad con el acuerdo comercial que pronto será forzado, conocido como TTIP.
Este acuerdo representa un ataque masivo contra la soberanía de los gobiernos elegidos democráticamente y muestra claramente las intenciones norteamericanas desde sus principios en 1950.
Estados Unidos quiere armonizar las normas entre la UE y los EEUU, algo que es percibido por los opositores como algo que golpeará duramente las políticas europeas relativas a la protección en seguridad alimentaria o seguridad química (por ejemplo, en el campo de los cosméticos, los insecticidas y los pesticidas), y que afectará gravemente a las políticas medioambientales y a los derechos de los trabajadores europeos. La agroindustria estadounidense está presionando duro para que Europa acepte importar productos Genéticamente Modificados actualmente ilegales y para que la UE acepte la importación de carne que no se ajusta a las normas de la UE, como el ganado criado con hormonas de crecimiento (esta prohibición continúa, pero sólo con un acuerdo para comprar adicionalmente 48.000 toneladas anuales de carne de vacuno estadounidense sin hormonas de crecimiento).
El fracking y la privatización de la seguridad social también son objetivos de las corporaciones estadounidenses.
La razón por la que las negociaciones del TTIP son tan secretas es porque los estadounidenses recomiendan volver a repetir la misma técnica que ya aconsejaron a Robert Marjolin en la década de 1960: “suprimir cualquier debate público hasta que se llegue al punto en que la adopción del tratado sea ineludible”.
La razón por la que se creó el secreto Grupo Bilderberg, definido como un grupo ultra-selecto de lobistas de élite formado por políticos, jefes corporativos estadounidenses, funcionarios de la UE, grandes industriales, jefes de organismos de inteligencia y miembros de la realeza Europea, es que todos los grandes negocios bajo el TTIP estarán bajo el mismo techo.
Lo que hemos estado presenciando con el TTIP, es un golpe de Estado Corporativo en Europa, realizado por EEUU…algo que ya estaba previsto desde hace décadas…
Una Europa unida siempre me pareció un peligro para la hegemonía estadounidense. Y a la larga ¿no lo será?