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Para leer varias veces, aprender y aprehender -De Facundo Cabral

 

Una colaboración de  Adriana Babè
«Nacemos para encontrarnos. La vida es el arte del encuentro.

 Somos Hijos del Amor, por lo tanto nacemos para la Felicidad,

y debemos ser felices tambièn por nuestros hijos,
porque no hay nada mejor que recordar padres felices.
Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el otro,
lenta, misteriosa, sensualmente…
uno más, el que continùa la lìnea que será un círculo que abarcará el planeta.
Esta es la revolución fundamental: el revolucionarse constantemene para armonizar con la vida, que es cambio permanente. Por eso nos vamos encontrando, para iluminar cada rincón.

Nunca es tarde. Siempre se puede empezar de nuevo.
 Ahora mismo, le puedes decir basta a la mujer/hombre que ya no amas,
al trabajo que odias, a las cosas que te encadenan, a la tarjeta de crédito,
a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida.
Ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste,
porque la vida es aquí y ahora mismo.
Tienes el poder para ser libre en este mismo momento,
el poder está siempre en el presente.
Pero no digas «No puedo» ni en broma, porque el inconsciente no tiene sentido del humor,
 lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes.
Vacìa la copa cada noche, para que Dios la llene de agua nueva en el nuevo día.
Vive de instante en instante, porque eso es la vida.
Si estás atento al presente, serás siempre nuevo.

Que nada te distraiga de ti mismo. Debes estar atento,
porque todavía no gozaste la más grande alegría ni sufriste el más grande dolor. 
Perdónate ,acéptate, reconócete y ámate.
Tienes que vivir contigo mismo por la eternidad.
Borra el pasado para no repetirlo, para no tratarte como te trataron otros.
Pero no los culpes, porque nadie puede enseñar lo que no sabe.
Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella.
Perdónalos y te liberarás de esas cadenas. No hay liberación mas grande que el perdón.

Me costó 57 años llegar hasta aquí, ¿cómo no gozar y respetar este momento?
Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere.
Y si la historia es tan simple, ¿por qué te preocupas tanto?
No te sientas aparte y olvidado: todos somos la sal de la tierra.
En la tranquilidad hay salud, como plenitud dentro de uno.
Si quieres recuperar la salud, abandona  el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica,
responsables de nuestras enfermedades. 
No te quejes: naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas ya son ganancia.  
El bien y el mal viven dentro de tí. Alimenta más al Bien,
para que sea el vencedor cada vez que tengan que enfrentarse.
Lo que llamamos problemas son lecciones,
por eso nada de lo que nos sucede es en vano.
Libérate de la ansiedad: lo que deba ser, será y sucederá naturalmente…»