La restauración de la rueda dentada que se encuentra en Olbia (Cerdeña, Italia) en el año 2006 por la Superintendencia de Patrimonio Arqueológico, de fecha entre mediados del siglo segundo y el final del siglo 3 aC, ha revelado una sorpresa muy importante: los dientes tienen un especial curva que los hacen extraordinariamente similar al perfil matemáticamente perfecta utilizado en los engranajes modernos. Además, la composición inusual de la aleación (latón) fue completamente inesperado. Como resultado, el engranaje está muy científicamente avanzado a pesar de estar construidos antes del resto de mecanismos conocidos hasta la fecha. Teniendo en cuenta la correlación perfecta entre la evidencia científica y los estudios históricos, literarios y arqueológicos, no parece aventurado concluir que el fragmento de Olbia fue una parte integral del Planetario de Arquímedes (Planetario).

El Planetario de Arquímedes

El Planetario de Arquímedes fue uno de los logros técnicos más admiradas en la antigüedad. La mejor información sobre este aparato está dada por Cicerón, que escribe que en el año 212 aC, cuando Siracusa fue saqueada por las tropas romanas, el cónsul Marco Claudio Marcelo trajo un aparato construido por Arquímedes a Roma que reproduce la bóveda del cielo en un esfera, y otra que predice los movimientos aparentes del Sol, la Luna y los planetas, correspondiendo así a un planetario moderno. Cicerón, en referencia a las impresiones de Cayo Sulpicio Gallus, que había sido capaz de observar el objeto extraordinario en persona, señala que el genio de Arquímedes fue capaz de generar los movimientos de los planetas, cada uno de manera diferente de la otra, con una sola rotación. Arquímedes había descrito la construcción del Planetario en el trabajo en la esfera de decisiones. Noticias de la obra, que ahora se considera perdido, fue reportado por Pappus de Alejandría.

Un bosquejo proponer lo Planetario Arquímedes parecía (Museo Galileo)

Conocimientos antiguos del cosmos

El descubrimiento del Antikythera Planetario en 1902, un dispositivo de engranajes que se remonta a la primera mitad del siglo primero antes de Cristo también muestra cómo los antiguos desarrollaron mecanismos diseñados para representar el movimiento de las estrellas, que a su vez ha reavivado el interés del Archimedes Planetario.

El mecanismo de Anticitera / planetario descubierto en 1902 (dominio público)

Con el descubrimiento en 2006 en Olbia del fragmento de un engranaje antiguo, científica y técnicamente más avanzado que el engranaje de Antikythera, y después de profundos estudios, cuidadosas y minuciosas considerados parte de un planetario diseñado por Arquímedes, que ha arrojado un nuevo e inesperado luz sobre la magnitud del pensamiento científico del genio de Siracusa. Los estudios científicos y matemáticos del hallazgo han demostrado que muchos inventos que consideramos moderno tenían, de hecho, ya se han desarrollado y diseñado por Arquímedes más de dos mil años antes.

La importancia del hallazgo, también, está en el hecho de que hasta la fecha sólo unos pocos trabajos escritos por Arquímedes nunca se han recuperado (códices A, B y C) a través de transcripciones y traducciones en griego, árabe y latín. Codex C es la más antigua de Arquímedes Codex, la única que sigue escrito en griego sobre un papel de pergamino con las líneas establecidas en el 975, y que se convirtió en Palimpsesto en Jerusalén en 1229, y sigue siendo objeto de estudios en los Estados Unidos. De máquinas de Arquímedes, nada, sin embargo, se pensaba había sobrevivido. El hallazgo, aunque pequeña, no es una simple pieza de vajilla, pero en su lugar un gran testimonio y por lo tanto un nuevo, único e inesperado aporte al conocimiento científico de la gran Arquímedes.

El Palimpsesto de Arquímedes reveló obras de Arquímedes cree que se han perdido (dominio público)

El conocimiento del movimiento epicicloidal, también conocido como el movimiento planetario, necesaria para el diseño del engranaje planetario en el Planetario de Anticitera y en el perfil de los dientes del engranaje de Arquímedes, nos permite suponer que algunos antiguos científicos griegos conocían el movimiento planetario de cuerpos celestes y había logrado los mismos resultados más tarde atribuidas a los científicos modernos 2000 años más tarde. Supongo que el engranaje planetario podría haber sido utilizado, dada la similitud cinemática especial, como un modelo matemático para el cálculo del movimiento de los planetas en el cielo.

El descubrimiento de los artes de Olbia

En julio de 2006, durante una excavación de urgencia en la plaza del mercado municipal de la ciudad de Olbia, se encontró un fragmento de una rueda dentada de 43 mm (1.6929 pulgadas). La Superintendencia de Patrimonio Arqueológico de Cerdeña, que dirigió la excavación, dio la debida importancia a un fragmento de metal aparentemente insignificante y oxidado. El hallazgo parece similar a los engranajes del Mecanismo de Antikythera, descubierto en Grecia, conservada en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas, y habla mucho en ese período debido a un mayor análisis tomográfico moderna se está llevando a cabo en Atenas. La datación correcta del hallazgo de Olbia en el registro arqueológico de la capa, sellado por el ya antiguo superior, se determinó por la Superintendencia de Patrimonio Arqueológico. El hallazgo, y toda la capa de la excavación, se datan de finales del tercio a la mitad del siglo segundo antes de Cristo, por la presencia de otros hallazgos fácilmente datables, todos pertenecientes a la misma época.

El día después del descubrimiento del Superintendente me invitó a estudiar científicamente el artefacto mecánico en virtud de mis cuarenta años de conocimientos y experiencia en el diseño y construcción de los engranajes modernos, y sobre todo después de haber estudiado durante mucho tiempo y también publicó trabajos sobre otros mecanismos de engranajes antiguos, incluyendo Antikythera.

El estudio de la marcha de Olbia

Los dientes de los engranajes de Olbia, en el momento del descubrimiento, parecía tener un perfil triangular, como la calculadora de Antikythera, que data del siglo primero antes de Cristo, y otros mecanismos similares realizados en los siglos posteriores, cuyas mallas, sin embargo, es muy grueso.

Después de la restauración, sin embargo, una sorpresa muy importante surgido: los dientes no eran triangulares en forma, pero los flancos tenía una curvatura especial. Cuando examiné las fotografías de alta resolución del hallazgo, con una limpieza dental de óxido, vi la similitud extraordinaria con los dientes curvos de engranajes modernos, cuyo «perfil conjugado» es el resultado de estudios matemáticos precisos y profundos formulado por científicos eminentes el siglo 18. Otra sorpresa fue el resultado de del análisis instrumental por SEM, realizado por la Superintendencia sobre el hallazgo, que mostró que la aleación no era de bronce, como era de esperar, ya que era muy común en la antigüedad, sino de latón, una aleación de cobre y zinc mucho más raro y precioso que el bronce debido a dificultades en la fabricación, pero más adecuado para la construcción de los engranajes gracias a mejores propiedades mecánicas y tecnológicas. El engranaje es por lo tanto más científicamente avanzado, que es en términos de la metalurgia y la matemática, a pesar de que se hizo antes de que todos los demás mecanismos que hemos visto hasta ahora. Esto significa que los que había creado el perfil tenían conocimiento matemático y también se aprendieron en la tecnología de metal, por lo menos 20 siglos por delante de su tiempo. Este perfil único hace que el mallado matemática técnicamente perfecto y esto sólo puede ser el resultado de una mente brillante. El primer pensamiento del autor en relación con la marcha fue a Arquímedes de Siracusa, tanto porque fue el matemático más apreciado de su tiempo, y también porque sabemos por las fuentes literarias clásicas (Cicerón, Ovidio, Lactancio, Claudio) que él había construido un planetario, presumiblemente con engranajes. Dada la correlación perfecta entre la evidencia y los datos históricos, literarios y arqueológicos, y del que hablaré más adelante, parece seguro concluir que el fragmento era una parte integral de Olbia en el Planetario de Arquímedes.

Top: Arquímedes pensativo por Fetti, 1620 (dominio público). En pocas palabras: la ilustración del engranaje Olbia (imagen suministrada por el autor)

Como puede observarse a partir de los numerosos artículos publicados, los resultados extraordinarios observados en el estudio matemático del perfil de los dientes fueron puestos en libertad de inmediato en forma impresa, en línea y en otras conferencias científicas nacionales e internacionales. La evidencia científica irrefutable extraordinario y era cierto que la construcción de la pieza era obviamente científicamente superior a todos los otros mecanismos de engranajes que somos conscientes de, hecho en los veinte siglos siguientes. Sin embargo, a pesar de que el estudio científico y la ingeniería del hallazgo realizado por el escritor tomó varios años de trabajo intenso y exigente, la decisión sobre su atribución no fue llevado inmediatamente temerariamente, superficialmente o incluso la ligera. No fue fácil porque estaba consciente de la enorme responsabilidad que se deriva de las observaciones finales. Precisamente a causa de los hallazgos inesperados que, como he dicho, han surgido de la primera análisis matemático comparativo, se necesitaba una confirmación adicional y conocimiento con el fin de llegar a la decisión de la atribución al Planetario de Arquímedes al final de un largo y reflexivo y la ruta de estudio e investigación sufrido.

Los hallazgos del estudio fueron publicados en algunas líneas esenciales en las actas del Congreso Internacional XVIII de estudios sobre «África romana», celebrado en Olbia en 11 hasta 14 dic 2008. Debido a la gran cantidad de trabajo en comparación con el espacio disponible en la publicación mencionado anteriormente, no era posible informar todo el estudio y se eliminaron los aspectos científicos y de ingeniería. Después de mucho pensarlo me sentía que se necesitaba una publicación especial para presentar un estudio completo del hallazgo. Esto es porque sentí el deber de la cultura universal y la historia de la ciencia para dar una visión completa de la marcha del estudio, especialmente los aspectos científicos y de ingeniería que fueron fundamentales y decisivas para la atribución de la marcha a la Arquímedes Planetario. En mi libro La Arquímedes Planetario recuperado, todas las razones y textos científicos se enumeran lo que me llevó a atribuir el fragmento del engranaje que se encuentra en Olbia en el Planetario de Arquímedes.

Imagen destacada: El tren de Olbia. Imagen suministrada por el autor.

Este artículo ha sido extraído de La Arquímedes Planetario recuperado y ha sido reeditado con el permiso. Para obtener más información, por favor visite: http://www.giovannipasto