Saif al Islam (hijo de Muamar al Gadafi): «un energético campeón del cambio», según el medio corporativo The Guardian, que llevó, inconscientemente, a su país al desastre.
En la imagen dando una conferencia en la LSE (London School of Economics). *
De su discurso en esta institución, la London School of Economics, podemos entender su pensamiento ya moldeado y no en el interés real de Libia, sino de otros que lo embaucaban y agasajaban:
Para los jóvenes libios en particular, este cambio ha parecido como un sueño hecho realidad, un cambio espectacular, y muy bienvenido.
En esta nueva etapa, comenzamos a mirar para encontrar nuestro propio camino, para desarrollar nuestra economía y reformar nuestro sistema político, además de adaptarse a un mundo interdependiente globalizado. *
De todo acontecimiento de la vida se pueden aprender lecciones.
Aprender es tiempo ganado, no aprender es tiempo perdido que finalmente se paga caro.
De la invasión mercenaria con el apoyo de los servicios de inteligencia y los bombarderos occidentales sobre Libia se debe extraer valiosa información con la que poder entender mejor como funciona el mundo y prepararnos en consecuencia para comprenderlo y para afrontar posibles sucesos futuros.
Veamos alguna de estas lecciones. Para ello tendremos en cuenta la sabia información que nos aporta uno de los más finos y objetivos analistas políticos del mundo, Dan Glazebrook.
Si miramos a la Libia de los años 2005 hasta el mismo 2011 y su aparente buena relación con las potencias occidentales, nos resultará difícil entender cómo pudo suceder lo que aconteció a partir de febrero de 2011.
Cómo una sociedad próspera, en paz y con un portentoso futuro por delante se pudo convertir en un verdadero infierno albergando la violencia más cruel y despiadada, donde se rompió el estado y las estructura social, convirtiéndose en un nido de sectarismo, destrucción y terror.
Es este cambio, aparentemente inverosímil, en Libia el que nos debe hacer comprender las lecciones que de todo esto se derivan.
La primera es que hay que ser muy cauto con la aproximación y el acercamiento en principio amistoso que hacen los dirigentes de estas potencias occidentales.
Por su propia historia deberíamos ser lo suficientemente prudentes para no ser tan ingenuos en creer que quienes por costumbre e historial se han comportado de un modo egoísta y cruel, de repente van a cambiar a posturas de respeto y tolerancia.
Esto no puede ser creíble, por muy almibaradas y propagadas que sean sus palabras y discursos.
Ya por experiencia propia sabemos que las personas que no se caracterizan por su bondad y su generosidad, si se muestran demasiado afectuosas y cordiales normalmente albergan no buenas intenciones con fines no confesados y ocultos. Por tanto, la primera lección es ser prudente y no dejarse llevar por falsas apariencias o palabras.
Sin duda el líder libio, por propia experiencia vital, desconfiaba de quienes se convertirían en sus verdugos, pero en su contra jugaban la edad, el ya superaba los 70, y su punto débil, gente como su hijo Saif al Islam, que se creyó a pies juntillas la historia de la nueva era de progreso y de cooperación, que ponía fin a un pasado de enemistad.
Hasta tal punto fue engañado Saif que incluso contribuyó a la liberación de las cárceles libias de los mercenarios que a partir de 2011 arrasarían Libia. Creyó en sus palabras y en sus firmas comprometiéndose con un rechazo a los métodos violentos y creyó la propaganda occidental que hablaba de imaginarios presos políticos, de tolerancia, paz y democracia. 2, 3
De lo que no eran conscientes es que la Administración estadounidense hizo un viraje en su política exterior ya en el año 2007. Viraje ya comentado por el experimentado periodista Seymour Hersh ese mismo año y conocido como La Redirección. 4
Este cambio consistía en que los dirigentes estadounidenses en vez de apoyarse principalmente en su ejército, iban a promover la violencia mercenaria y sectaria, buscando dividir y enfrentar a las diferentes facciones de sus países rivales. En realidad, como un país no es tan fácil de dividir promoviendo solo ideas, se recurriría a la violencia más brutal, volviendo a hacer uso de Al Qaeda, los mercenarios empleados en los países musulmanes.
También se recurriría a unos aliados del mismo modo violentos e intolerantes de las potencias de occidente, losHermanos Musulmanes.
Así, en Libia, una organización mercenaria y violenta como el Grupo Combatiente Islámico Libio se fusionaba, no por casualidad, con Al Qaeda ese año 2007. A partir de este momento se ve un claro incremento en los miembros de Al Qaeda que llegan a Irak procedentes de Libia, convirtiéndose este país en el que mayor número de militantes per capita aportaba, de acuerdo a los registros de Sinjar de la propia Al Qaeda y estudiados por el Combating Terrorism Center del Ejército de los Estados Unidos. 5
Como topos extendían sus redes ocultas y se preparaban para el asalto final. Los dirigentes libios de la Yamahiriya y los propios libios parecieron no percibir el peligro que acechaba sobre ellos.
Hablando de topos, la tolerancia excesiva e imprudencia con los presos de Al Qaeda o de grupos similares o vinculados a ella no se debe solo al hijo de Gadafi, sino que tiene un papel clave Abdul Jalil, que fue Ministro de Justicia (Secretario del Comité General Popular de Justicia) y que tras la insurrección violenta traicionó enseguida a su país y se puso al frente, como jefe, del Consejo Nacional de Transición, una organización títere y colonial para destruir al Estado libio. Su función fue esa y preparar un marco legal al saqueo que se avecinaba y del que él saldría, por supuesto, bien remunerado.
Abdul-Jalil fue capaz de usar su posición para ayudar a preparar el marco legal para la toma de poder de los recursos libios por las corporaciones, que fue rápidamente promulgado después de la creación del CNT. Aunque su papel oficial era de jefe de la judicatura, una gran parte del diálogo entre Abdul-Jalil y los representantes de EE.UU. grabado en los cables diplomáticos de EE.UU. filtrados se centraba en la privatización de la economía.
Estos informaban sobre el entusiasmo de Abdul-Jalil por la «participación del sector privado» , y revelaban que su creencia de que esto requeriría de cambio de régimen, o como los cables eufemísticamente lo ponían, «ayuda internacional», para conseguirlo completamente. 6
El acercamiento de Libia a políticas neoliberales se debía también a personas infiltradas trabajando para el mundo corporativo occidental y preparando el país desde un punto de vista más directamente económico.
Aquí tenemos a Mahmoud Jibril, que ocupó el cargo de jefe del Consejo de Planificación Nacional y posteriormente Jefe de la Junta Nacional de Desarrollo Económico. Como en el caso de Jalil, tras los sucesos de 2011 rápidamente se apartó del gobierno de su país y se convirtió en el Primer Ministro del ya mencionado Consejo Nacional de Transición (de marzo a octubre de 2011). No es casual que este elemento se preparase en una universidad estadounidense, en la de Pittsburgh en Pensilvania.
… de acuerdo a los cables de EE.UU., él también ayudó a «preparar el camino» para la privatización de la economía de Libia y «dar la bienvenida a las compañías estadounidenses». 6
Así, cuando alguien les venga con el cuento de que lo ocurrido en Libia fue una revuelta espontánea y ya no digo pacífica y popular, alguien les está tomando a ustedes por algo peor que tontos.
Como en el caso de la primera lección, sean cautos y despiertos con este tipo de gentes, porque el que les ha intentado engañar una vez intentará volver a hacerlo si ustedes no se muestran como lo suficientemente listos para exponer el fraude.
Las restantes lecciones que nos muestra Glazebrook son consecuencia de no haber aprendido y puesto en práctica la primera. Son la consecuencia trágica con sus perniciosos resultados de haber sido lo suficientemente imprudente, demasiado imprudente, por no haber tomado las medidas preventivas que hubiesen evitado el desastre. Estas son las siguientes:
2- Para occidente el llamado «cambio de régimen», utilizando el término régimen para descalificar a los gobiernos no amigos, es un eufemismo para una intención real de destrucción total de la sociedad del país objetivo.
3- Una vez que occidente se ha puesto en marcha con este proceso de ataque y ha comenzado, no parará hasta que logre la total destrucción. El caso de Libia es un buen ejemplo, la falsa excusa de una zona de exclusión aérea por motivos igualmente falsos y calificados como «humanitarios», sirvió de puente para lanzar un ataque total y sin restricciones sobre un país soberano. Vulnerando toda la legalidad internacional.
4- Para la destrucción de un país es necesaria la presencia de tropas en el terreno, no solo mercenarios, sino los servicios de inteligencia y los cuerpos especiales actuando en coordinación con el poder destructor aéreo.
Que los magnates occidentales persigan la destrucción de sociedades prósperas y tolerantes, como era la libia y la siria, se entiende porque sociedades independientes y libres no pueden ser explotadas; en cambio, aquellas destruidas y sometidas se las puede exprimir a merced.
Para comprender en esta desorientada y desinformada sociedad occidental como los países musulmanes no deben su «atraso» a su cultura o a su religión o a su naturaleza «étnica» o «racial» les recomiendo el siguiente artículo: ¿Por qué no se desarrolla el mundo musulmán como debiera?
Notas:
*. Ian Black. Gadafi the younger looks to consign Libya´s pariah status to the past. The Guardian. 28.05.2010
1. Dan Glazebrook. The Lessons of Libya. Black Agenda Report. 12.03.2014.
2. Libya: scores of prisioners released from jail. adnkronos internacional, 9.4.2008.
3. Ex-islamists walk free from Libyan jail. Reuters, 1.9.10.
4. Seymour Hersh. The redirection. New Yorker. March 2007.
5. Al-Qa´ida´s foreign fighters in Iraq. Combating Terrorism Center, West Point, New York. Enlace
El estudio del Combating Terrorism Center está basado en los llamados Registros de Sinjar, que son la base para la publicación Al Qaida foreign fighters in Iraq, y donde se expone y explica el flujo de miembros de Al Qaeda hacia Iraq en los años 2006 y 2007. Posteriormente este centro del Ejército de los Estados Unidos publicó una ampliación de este estudio en 2008: «Bombers, Bank Accounts and Bleedout: al-Qa’ida’s Road In and Out of Iraq.»
6. Dan Glazebrook. NATO has been cultivating its libyan allies since 2007. Divide and Ruin. Liberation. 2013, p. 59-63.