“Artur Mas se ha convertido en un obstáculo”. Así de contundente se ha expresado uno de los máximos dirigentes políticos de Junts pel Sí en una conversación informal con periodistas. Según filtraciones recogidas por este periodista, Raül Romeva y Oriol Junqueres habrían puesto en marcha la sustitución del actual presidente en funciones de la Generalitat. La gota que habría colmado el vaso ha sido la firme posición de las CUP al no querer investir a Mas. El líder cupaire, Antonio Baños, no ha dejado de decirlo. “Sin Mas, ya tendríamos gobierno en Cataluña”. Pero Mas se niega a no ser candidato. O él o nada. Uno de sus hombres de confianza, Jordi Turull, ha sido muy explícito al afirmar que, sin Mas al frente del Ejecutivo catalán, habrá que convocar elecciones.
El obstáculo
El líder de Esquerra y, hasta ahora, socio de Mas, Junqueras contempla la posibilidad de, caso de convocarse, acudir en una candidatura separada. Es lo que no dice la encuesta del CEO, el CIS catalán, de este viernes, que presenta unos resultados en los que JxS aparece formando un bloque sólido. Mas y sus asesores saben perfectamente que una CDC sola con algunas personalidades “independientes” como Carme Forcadell, expresidenta de la Asamblea Nacional Catalana, o Muriel Casals, ex de Ómnium Cultural, no obtendría más de una veintena de diputados autonómicos.
La presunta corrupción pasaría factura a los convergentes. El caso Pujol, en el que están imputados todos los hijos del expresidente Jordi Pujol o el caso del tres por ciento, en el que se hallan presuntamente implicados dos tesoreros de Convergència. Que CDC haya pagado una fianza de 200.000 euros para que Viloca, el último tesorero, pueda salir en libertad ha sido otro elemento de indignación entre los socios de Mas.
Romeva y Junqueras saben que Mas, sobre el que pesa el lastre de todo esto, aparte de los recortes sociales, jamás será aceptado por las CUP o por Catalunya Sí que és Pot que, sin ser independentista, es partidaria de la celebración de un referéndum y podría llegar a acuerdos en materia de gobierno con otro candidato.
Otro elemento de la presente crisis fue la oferta de Mas a las CUP de una Presidencia compartida. Junqueras y Romeva ocuparían dos vicepresidencias, la primera económica y la segunda de carácter internacional, incluyendo también la Conselleria de Interior – “un marrón”, decía una persona afín a Romeva, “lo quiere lejos de él, paseándose por el mundo y, a la vez, teniendo que controlar a los Mossos d’Esquadra, ya me dirás cómo se hace eso” -, reservando a Neus Munté la de Asuntos Sociales.
Las últimas tentativas de Mas para seguir siendo el inquilino del palacio de la Generalitat se han demostrado inútiles. La pregunta que se hace todo el mundo es ¿y ahora, qué pasará?
Lo que podríamos ver en los próximos días
Los asesores de Mas le aconsejan dilatar al máximo las negociaciones con las CUP y dejar pasar el tiempo, hasta que se celebren las elecciones generales de diciembre. Creen que, con un cambio de escenario y con el PSOE en el Gobierno, tendrían más oportunidades para ser influyentes en la política española y hacer valer su posición en Cataluña. “Ya vendrán”, ha dicho Mas.
Ese cálculo, según algunas fuentes convergentes, es totalmente irreal. En primer lugar, si bien es cierto que todas las encuestas no dan mayoría absoluta a PSOE y PP, no lo es menos que, estando como partidos bisagras Ciudadanos y Podemos, el papel de formación bisagra que ejercían hasta ahora tanto PNV como CIU queda diluido.
En segundo lugar, Duran Lleida tiene muy claro que quiere ser el único interlocutor ante el Gobierno de la nación en lo que al tema catalán se refiere. Y goza de las suficientes simpatías como para hacer valer su agenda de contactos, que empiezan en el mismo rey.
Mas se ha quedado solo. Junqueras y Romeva ya han empezado a activar su relevo, aplicando la solución que explicamos en su día desde este medio; las CUP no quieren verlo ni en pintura, la oposición le ha pedido en bloque que se vaya, los poderes económicos hace tiempo que lo han dejado solo.
Su agonía va ligada a la de un proyecto, el convergente, que está llegando a su fin, ahogado en casos de presunta corrupción, caos, desbandada y entrega a la extrema izquierda. Paradojas de la vida.
http://www.elplural.com/2015/11/13/la-agonia-de-artur-mas/