Microscópico e hiperresistente, así es el nuevo robot diminuto capaz de desplazarse a cuatro patas. El prototipo lo desarrolló un equipo de investigadores, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Nature.
Su utilidad
Los investigadores produjeron más de un millón de estos robots que “podrían inyectarse mediante agujas hipodérmicas. Esto ofrece la posibilidad de explorar entornos biológicos”, afirmaron. O bien, pueden ser útiles por ejemplo para la reparación de materiales a escala microscópica.
“50 años de reducción de electrónica nos condujeron a tecnologías extremadamente minúsculas: se pueden construir captores, ordenadores, memoria, todo en espacios muy reducidos. Pero si uno quiere también robots, necesita accionadores, piezas que se muevan”, sin necesidad de una fuente de energía demasiado pesada ni voluminosa, explica Miskin.
Por ahora, estos están lejos de ser perfectos: son lentos e incontrolables. Pero asociados a componentes microelectrónicos podrían convertirse en micro-robots totalmente autónomos.
Los ejemplares fabricados “pueden considerarse como una plataforma sobre la cual se podrían fijar cerebros“, explican Allan Brooks y Michael Strano. Ambos son expertos del Instituto de Tecnología de Massachussets.
Pero “para llegar a la fase de aplicaciones, todavía queda mucho trabajo”, afirma Miskin.