“Hay razones que la razón no entiende”.
Son nuestros Conceptos de lo que nos rodea, de lo que somos, de la relación de cuanto nos rodea y sus funciones, lo que poco a poco, ha definido lo que debe de ser la vida que nosotros hemos deseado vivir.
Esos Conceptos han establecido el Bien y el Mal, lo Correcto y lo Incorrecto, lo Justo y lo Injusto, lo humano, lo terrenal y lo divino.
Todo ello cimentado en la razón, en el pensamiento y estudio de las circunstancias y las condiciones de cuanto es manifestado y la abstracción de lo desconocido o no manifestado para nuestra percepción.
Pero la razón, caminando a la pata coja, olvida al corazón, ese que sin saberlo nos recuerda que somos fruto y semilla del Amor.
Cuando nos miramos, cuando estudiamos o tratamos de conocer lo que algo o nosotros somos, olvidamos que hay razones que la razón ignora, y que el Amor es incapaz de razonar.
“Hay razones que la razón no entiende”.
Son nuestros Conceptos de lo que nos rodea, de lo que somos, de la relación de cuanto nos rodea y sus funciones, lo que poco a poco, ha definido lo que debe de ser la vida que nosotros hemos deseado vivir.
Esos Conceptos han establecido el Bien y el Mal, lo Correcto y lo Incorrecto, lo Justo y lo Injusto, lo humano, lo terrenal y lo divino.
Todo ello cimentado en la razón, en el pensamiento y estudio de las circunstancias y las condiciones de cuanto es manifestado y la abstracción de lo desconocido o no manifestado para nuestra percepción.
Pero la razón, caminando a la pata coja, olvida al corazón, ese que sin saberlo nos recuerda que somos fruto y semilla del Amor.
Cuando nos miramos, cuando estudiamos o tratamos de conocer lo que algo o nosotros somos, olvidamos que hay razones que la razón ignora, y que el Amor es incapaz de razonar.
“Hay razones que la razón no entiende”.
Son nuestros Conceptos de lo que nos rodea, de lo que somos, de la relación de cuanto nos rodea y sus funciones, lo que poco a poco, ha definido lo que debe de ser la vida que nosotros hemos deseado vivir.
Esos Conceptos han establecido el Bien y el Mal, lo Correcto y lo Incorrecto, lo Justo y lo Injusto, lo humano, lo terrenal y lo divino.
Todo ello cimentado en la razón, en el pensamiento y estudio de las circunstancias y las condiciones de cuanto es manifestado y la abstracción de lo desconocido o no manifestado para nuestra percepción.
Pero la razón, caminando a la pata coja, olvida al corazón, ese que sin saberlo nos recuerda que somos fruto y semilla del Amor.
Cuando nos miramos, cuando estudiamos o tratamos de conocer lo que algo o nosotros somos, olvidamos que hay razones que la razón ignora, y que el Amor es incapaz de razonar.
https://yuishinsan.blogspot.com/2020/09/razonemos.html