Concibo a la «libertad» como la expresión libre (sin trabas, sin obstáculos, sin represión, sin impedimentos) de la naturaleza y la voluntad «no electivas» bajo cuya determinación actuamos. Así, un ave es libre cuando se le permite volar y pierde su libertad al ser enjaulada. La libertad es una característica de todos los seres, de la que, sin embargo, se les puede privar por agentes que se le opongan, anulando la expresión de su naturaleza-voluntad no electiva.
Concibo el «libre albedrío» como la capacidad de elegir entre diversas alternativas y ser agente consciente en dicha elección. Creemos tener ésta facultad en contraste con los animales, a quienes atribuimos actuar por «instinto». Ahora bien, considero que el libre albedrío es una ficción, una ilusión cognitiva, dado que, respondiendo todo efecto a una causa o a una multicausalidad, cada «elección» está previamente condicionada, de forma tal que no se da elección alguna.