El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) dijo haber recibido información de que al menos 800 personas murieron esta semana en la ciudad de Duekoue, en el oeste de Costa de Marfil, producto de los enfrentamientos entre las fuerzas leales a los dos hombres que aseguran haber ganado la presidencia en los comicios de noviembre pasado.
El jefe de la delegación del CICR en ese país dijo que es un caso particularmente sorprendente por su magnitud y brutalidad.
El CICR también informó que su personal viajó el jueves a esa ciudad para recoger pruebas de la matanza, que se cree que tuvo lugar el martes.
«No hay duda de que algo a gran escala tuvo lugar», le dijo a la agencia de noticias AFP la portavoz del CICR, Dorothea Krimitsas.
Entre tanto, continúan los combates en Abiyán, la ciudad más importante del país de África occidental, donde las milicias a favor de Alassane Ouattara, reconocido internacionalmente como el presidente electo, intentan sacar del poder a Laurent Gbagbo, quien se niega a dejar el cargo.
«Temen por sus vidas»
Desde que empezaron los enfrentamientos violentos por el poder, organizaciones internacionales han denunciado masacres, miles de personas atrapadas en fuego cruzado y desplazamientos masivos.
En Duekoue, los representantes de la Cruz Roja aseguran haber visto «un gran número de cuerpos».
«Todo parece indicar que se trataba de violencia interétnica», expresó en un comunicado Dominique Liengme, jefa de la delegación de la CICR.
La organización con sede en Ginebra dijo que, desde el lunes, decenas de miles de hombres, mujeres y niños han huido de los combates en esa ciudad.
Por su parte, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dijo que muchos residentes de Duekoue se dirigen a Guiglo, cerca de la frontera con Liberia, «temiendo por sus vidas».
Por su ubicación, Duekoue se encuentra en una encrucijada estratégica, que desde el martes ha estado bajo el control de las fuerzas leales a Ouattara.
Gbagbo «no va a ninguna parte»
El ejército nacional no ha puesto casi resistencia, después de que el lunes partidarios de Ouattara lanzaran una ofensiva para derrocar a Gbagbo.
«Laurent Gbagbo no se va a ninguna parte. Él es el presidente electo de Costa de Marfil y va a gobernar durante los próximos cinco años»
Portavoz del Frente Popular (FPI)
Desde el norte empezaron a ganar terreno hasta ocupar la capital, Yamoussoukro, y el puerto de San Pedro, clave para la exportación de cacao.
Sin embargo, Abiyán se les resiste. No han podido derrotar a los todavía leales a Gbagbo.
Frente al palacio presidencial y en la sede de la televisión estatal se han registrado fuertes enfrentamientos.
Si bien no hay cifras oficiales de muertos y heridos, Médicos sin Fronteras informó que ha tratado a al menos 80 personas en los últimos dos días, en su mayoría con heridas de arma de fuego.
Los residentes de Abiyán dicen que tienen miedo de salir de sus casas.
«Laurent Gbagbo no se va a ninguna parte. Él es el presidente electo de Costa de Marfil y va a gobernar durante los próximos cinco años», dijo un portavoz del Frente Popular (FPI), partido del mandatario.
La comunidad internacional incrementó su presión sobre Gbagbo con una serie de llamadas pidiéndole que se hiciera a un lado.
El bloque de África Occidental instó a Gbagbo a «poner fin al sufrimiento de su país», mientras que la misión de la ONU en Costa de Marfil dijo que estaba dispuesta a «facilitar su salida si ese era su deseo».
Según un corresponsal de la BBC en Costa de Marfil, John James, diplomáticos occidentales aseguran que para Gbagbo ahora es imposible escapar de la derrota, lo que no tienen claro es si esa salida será con vida, dada la magnitud de los combates que se realizan en la casa presidencial.