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Los Nefilim – El pueblo de los cohetes ígneos

Los textos sumerios y acadios no dejan lugar a dudas de que las gentes del Oriente Próximo de la antigüedad tenían por cierto que los Dioses del Cielo y de la Tierra eran capaces de elevarse en el aire y ascender a los cielos, así como de recorrer los cielos de la Tierra a voluntad.
En un texto que trata de la violación de Inanna/Ishtar por parte de alguien no identificado, éste justifica su acción de este modo:

Un día mi Reina,
después de cruzar el cielo, de cruzar la tierra-
Inanna,
después de cruzar el cielo, de cruzar la tierra-
después de cruzar Elam y Shubur,
después de cruzar…
La hieródula llegó cansada, se durmió.
La vi desde el extremo de mi jardín;
la besé, copulé con ella.

La misma Inanna, de la que se dice aquí que recorría los cielos de muchas y lejanas tierras -hazaña que sólo podría haber realizado volando-, habló en otra ocasión de su vuelo. En un texto que S. Langdon (en Revue d’Assyriologie et d’Archéologie Oriéntale) tituló «La Liturgia Clásica de Innini», la diosa lamenta su expulsión de la ciudad. Siguiendo las instrucciones de Enlil, un emisario, que «me trajo la palabra del Cielo», entró en la sala del trono de la reina, «sus sucias manos puso sobre mi» y, después de otras indignidades:

A mí, desde mi templo,
me obligaron a volar;
una Reina soy que, de mi ciudad,
como un pájaro me obligaron a volar.

Esta capacidad de Inanna, capacidad que también muestran otros de los principales dioses, solían reflejarla los antiguos artistas representando a los dioses -antropomórficos en todos los demás aspectos, como ya hemos visto- con alas. Las alas, tal como se puede ver en numerosas representaciones, no formaban parte del cuerpo -no eran alas naturales-, sino, más bien, un añadido decorativo de la vestimenta del dios.

Inanna/Ishtar, cuyos viajes en pos de aventuras amorosas se mencionan en muchos textos antiguos, se trasladaba entre su primer y distante dominio en Aratta y su codiciada morada en Uruk. Visitaba a Enki en Eridú y a Enlil en Nippur, así como a su hermano Utu en su cuartel general de Sippar. Pero su viaje más famoso fue el que hizo al Mundo Inferior, a los dominios de su hermana Ereshkigal. Este viaje fue objeto no sólo de relatos épicos, sino tam-bién de representaciones artísticas sobre sellos cilíndricos, donde se mostraba a la diosa con alas, para remarcar el hecho de que fue volando desde Sumer hasta el Mundo Inferior.

Los textos que tratan de este arriesgado viaje dicen que Inanna se puso, meticulosamente, siete objetos antes de emprender el viaje, y cuenta que tuvo que entregarlos en los siete pórticos que tuvo que atravesar para llegar a la morada de su hermana. Estos siete objetos se mencionan también en otros textos que tratan de los viajes aéreos de Inanna:

1. El SHU.GAR.RA se lo puso en la cabeza.
2.«Pendientes medidores», en las orejas.
3. Cadenas de piedrecillas azules, alrededor del cuello.
4.«Piedras» gemelas, sobre los hombros.
5. Un cilindro dorado, en las manos.
6. Correas, que le abrazaban el pecho.
7. La vestimenta PALA, con la que vistió su cuerpo.

Aunque nadie ha sido capaz, todavía, de explicar la naturaleza y el significado de estos siete objetos, creemos que la respuesta la teníamos al alcance de la mano desde hace tiempo. En las excavaciones que realizaron entre 1903 y 1914 Walter Andrae y sus colegas en la capital asiria de Assur, se encontró en el Templo de Ishtar una estatua muy deteriorada de la diosa, donde se podían observar diversos «artilugios» sujetos al pecho y a la espalda. En 1934, los arqueólogos que excavaban en Mari se encontraron con una estatua similar, pero intacta, enterrada en el suelo. Era la representación a tamaño natural de una hermosa mujer.

Su poco común tocado estaba adornado con un par de cuernos, señalando con ello que se trataba de una diosa. Estimando su antigüedad en unos 4000 años de edad, los arqueólogos se quedaron impresionados por el aspecto tan realista de la estatua (en una foto, resultaba difícil distinguirla de los hombres vivos). Le pusieron por nombre La Diosa del Vaso, porque sostenía en las manos un objeto cilíndrico.

A diferencia de las tallas planas o de los bajorrelieves, esta representación tridimensional y a tamaño natural de la diosa revela interesantes rasgos de su atuendo. En la cabeza no lleva un sombrero de señora, sino un casco especial; sobresaliendo de él, a ambos lados, y adaptándose a las orejas, hay unos objetos que le recuerdan a uno los auriculares de un piloto. En el cuello y sobre el pecho, la diosa lleva un collar de multitud de piedrecillas (probablemente preciosas); y en las manos sostiene un objeto cilíndrico que parece demasiado grueso y pesado como para ser un recipiente de agua.
Sobre una blusa semitransparente, dos correas le cruzan el pecho, llevando a la espalda, y sosteniendo en su lugar, una extraña caja de forma rectangular. La caja está estrechamente ceñida a la parte posterior del cuello de la diosa, firmemente sujeta al casco con una correa horizontal. Fuese lo que fuese lo que la caja llevase dentro, debió de ser algo pesado, pues el artilugio precisa del apoyo adicional de dos grandes hombreras. El peso de la caja debió de incrementarse con una manguera que está conectada a su base con una abrazadera circular. El equipo completo de instrumentos se sostiene en su lugar con la ayuda de dos series de correas que entrecruzan la espalda y el pecho de la diosa.
El paralelismo entre los siete objetos que necesitaba Inanna para sus viajes aéreos y el vestuario y los objetos que lleva la estatua de Mari (y, probablemente, también la otra mutilada que se encontró en el templo de Ishtar en Assur) es fácilmente demostrable. Vemos los «pendientes medidores» -los auriculares- en las orejas; las hileras o «cadenas» de piedrecillas alrededor del cuello; las «piedras gemelas» -las dos hombreras-, sobre los hombros; el «cilindro dorado» en las manos, y las correas que se entrecruzan en su pecho. Ciertamente, va vestida con una «vestimenta PALA» («vestimenta del soberano»), y en la cabeza lleva el casco SHU.GAR.RA, un término que, literalmente, significa «lo que hace ir lejos en el universo».
Todo esto nos sugiere que el atuendo de Inanna era el de un aeronauta o un astronauta.
El Antiguo Testamento llamaba a los «ángeles» del Señor malachim -literalmente, «emisarios», que llevaban los mensajes divinos y hacían cumplir los mandatos de Dios. Tal como se nos revela en multitud de casos, eran aviadores divinos: Jacob los vio subiendo una escalera celeste, a Agar (la concubina de Abraham) le hablaron desde el aire, y fueron ellos los que llevaron a cabo la destrucción aérea de Sodoma y Gomorra.
El relato bíblico de los sucesos que precedieron a la destrucción de las dos ciudades pecadoras ilustra el hecho de que estos emisarios eran, por una parte, antropomórficos en todos los aspectos, y, por otra, podían ser identificados como «ángeles» tan pronto se les observaba. Sabemos que su aparición era repentina. Abraham «levantó los ojos y, he aquí, que había tres individuos parados a su vera». Haciendo reverencias y diciéndoles «Mis Señores», les imploró, «no paséis de largo cerca de vuestro servidor», y los persuadió para que se lavaran los pies, descansaran y comieran.
Después de hacer lo que les pedía Abraham, dos de los ángeles (el tercer «hombre» resultó ser el mismo Señor) siguieron hasta Sodoma. Lot, el sobrino de Abraham, «estaba sentado a la puerta de Sodoma; al verlos, Lot se levantó a su encuentro y postrándose rostro en tierra, dijo: Ea, señores, por favor, desviaos hacia la casa de este servidor vuestro; hacéis noche, os laváis los pies y de madrugada seguís vuestro camino». Después, «él les preparó una comida, y comieron». Cuando la noticia de la llegada de los dos se difundió por la ciudad, «los sodomitas rodearon la casa, desde el mozo hasta el viejo, todo el pueblo sin excepción, llamaron a voces a Lot y le dijeron: ¿dónde están los hombres que han venido donde ti esta noche?»
¿Cómo eran estos hombres, que comían, bebían, dormían y se lavaban sus cansados pies, y que, no obstante, se les reconocía al instante como ángeles del Señor? La única explicación posible es que, lo que vestían -sus cascos o uniformes- o lo que portaban -sus armas-, les hacían reconocibles de inmediato. Ciertamente, es una posibilidad que llevaran unas armas muy características. Los dos «hombres» de Sodoma, a punto de ser linchados por la turba, «a los que estaban a la entrada de la casa les dejaron deslumbrados… y mal se vieron para encontrar la entrada». Y otro ángel, que en esta ocasión se le apareció a Gedeón, al haber sido elegido Juez en Israel, le dio una señal divina al tocar una roca con su bastón y hacer salir fuego de ella.
El equipo dirigido por Andrae aún descubrió otra representación atípica de Ishtar en su templo de Assur. Más como una escultura mural que como un relieve común, se veía a la diosa con un ajustado casco, con los «auriculares» extendidos, como si dispusieran de sus propias antenas planas, y llevando unas marcadas gafas que parecían formar parte del casco.

No hace falta decir que, cualquier hombre que viera a una persona – hombre o mujer – así vestida, se daría cuenta de inmediato de que se acababa de encontrar con un aeronauta divino.
Las figurillas de arcilla encontradas en lugares sumerios, y que se estima tienen 5000 años de antigüedad, bien podrían ser burdas representaciones de estos malachim con armas tipo varita mágica. En una de estas figurillas, se ve el rostro a través del visor del casco. En otra, el «emisario» lleva el clásico tocado cónico divino y un uniforme tachonado de objetos circulares cuya función se desconoce.

Los protectores oculares o «gafas» de las figurillas constituyen un detalle de lo más interesante, porque el Oriente Próximo del cuarto milenio a.C. estaba literalmente inundado de figurillas abarquilladas que representaban, de forma estilizada, la parte superior de las deidades, exagerando su rasgo más prominente: un casco cónico con visores o gafas elípticas.

Se encontraron montones de figurillas como éstas en Tell Brak, un lugar prehistórico situado a orillas del río Khabur, el río en cuyas riberas vio Ezequiel el carro divino milenios más tarde.

Indudablemente, no es una mera casualidad que los hititas, conectados con Sumer y Acad a través de la zona del Khabur, adoptaran como señal escrita para designar a los dioses el símbolo un préstamo claro de las figurillas «de los ojos».

Tampoco resulta sorprendente que este símbolo o jeroglífico del «ser divino», expresado en estilos artísticos, llegara a dominar no sólo el arte de Asia Menor, sino también el de los primitivos griegos durante los períodos minoico y micénico.

Los textos antiguos indican que los dioses se ponían este atuendo especial no sólo para sus vuelos por los cielos terrestres, sino también para ascender a los distantes cielos. Hablando de sus ocasionales visitas a Anu en su Morada Celestial, la misma Inanna explicaba que podía llevar a cabo tales viajes porque «el mismo Enlil me abrochó el divino ME-atuendo alrededor de mi cuerpo». En el texto, se citan las palabras de Enlil, que le dice a la diosa:

Has alzado los ME,
te has atado los ME a las manos,
te has ceñido los ME,
te has sujetado los ME al pecho…
Oh Reina de todos los ME, Oh luz radiante
que con la mano agarra los siete ME.

Un primitivo soberano sumerio, que fue invitado por los dioses para ascender a los cielos, recibió el nombre de EN.ME.DUR. AN.Kl, que literalmente, significa «soberano cuyo me conecta Cielo y Tierra»- Una inscripción de Nabucodonosor II, en la que se describe la reconstrucción de un pabellón especial para el «carro celeste» de Marduk, afirma que éste formaba parte de la «casa fortificada de los siete me de Cielo y Tierra».
Los estudiosos tienen a los me por «objetos de poder divinos».
Sin embargo, literalmente, el término proviene del concepto de «nadar en las aguas celestiales». Inanna los describía como partes de la «vestimenta celestial» que ella se ponía para sus viajes en el Barco del Cielo. Así pues, los me eran partes del equipo especial que había que ponerse para volar por los cielos de la Tierra, así como por el espacio exterior.
En la leyenda griega de ícaro, éste intenta volar sujetando con cera unas alas a su cuerpo. Las evidencias del Próximo Oriente de la antigüedad muestran que, aunque quizás se representase a los dioses con alas para indicar sus capacidades voladoras -o, quizás, a veces, con uniformes alados-, nunca se pretendió decir con ello que usaran alas sujetas al cuerpo para volar. Más bien utilizaban vehículos en estos viajes.
El Antiguo Testamento nos cuenta que una noche en la que el Patriarca Jacob estaba en un campo de las cercanías de Jarán, éste vio «una escalera apoyada en tierra, y cuya cima tocaba los cielos», en la que «los ángeles del Señor» estaban muy ocupados subiendo y bajando. El mismo Señor estaba de pie en la cima de la escalera. Y el pasmado Jacob, «asustado, dijo»:

Así pues, un Dios está presente en este lugar,
y yo no lo sabía…
¡ Qué temible es este lugar!
Ciertamente, esto no es otra cosa sino la Morada del Señor
y ésta es la Puerta del Cielo.

En este relato hay dos puntos interesantes. El primero consiste en que los seres divinos que suben y bajan por esta «Puerta del Cielo» lo hacían utilizando un dispositivo mecánico: una «escalera». El segundo es que la visión toma a Jacob totalmente por sorpresa. La «Morada del Señor», la «escalera» y los «ángeles del Señor» que la utilizan no estaban allí cuando Jacob se echó a dormir en el campo. Tuvo la temible «visión» de repente. Y, por la mañana, la «Morada», la «escalera» y sus ocupantes se habían ido.
Podríamos llegar a la conclusión de que el equipo utilizado por los seres divinos era una especie de nave que podía aparecer sobre un lugar, cernerse por un rato y desaparecer de la vista una vez más.
El Antiguo Testamento nos informa también que el profeta Elias no murió en la Tierra, sino que «subió al Cielo en un Torbellino». Éste no fue un suceso repentino e inesperado: la ascensión de Elias a los cielos estaba prevista. Se le dijo que fuera a Beth-El («la casa del señor») un día determinado. Ya se habían difundido rumores entre sus discípulos al respecto de que estaba a punto de ser llevado a los cielos. Y, cuando le preguntaron a su discípulo más cercano si el rumor era cierto, éste les confirmó que, de hecho, «el Señor arrebatará al Maestro hoy». Y después:

Apareció un carro de fuego,
y caballos de fuego…
Y Elias subió al Cielo
en un Torbellino.

Aún más famoso, y, ciertamente, mejor descrito, fue el carro celeste visto por el profeta Ezequiel, que vivió entre los deportados judíos de las riberas del río Khabur, en el norte de Mesopotamia.

Los Cielos se abrieron,
y yo vi las apariciones del Señor.

Lo que Ezequiel vio fue un ser de aspecto humano, envuelto en brillos y resplandor, sentado en un trono que descansaba sobre un «firmamento» de metal dentro del carro. El vehículo, que podía moverse en cualquier dirección con sus ruedas-dentro-de-ruedas y elevarse del suelo verticalmente, fue descrito por el profeta como un torbellino fulgurante.

Y vi
un Torbellino que venía desde el norte,
como una nube grande con destellos de fuego
y resplandores en torno.
Y dentro de él, en medio del fuego,
había un resplandor como el fulgor del halo.

En algunos estudios recientes sobre esta descripción bíblica (como el de Josef F. Blumrich, de la Administración Nacional Aeronáutica y del Espacio de los Estados Unidos, NASA), se ha llegado a la conclusión de que el «carro» que vio Ezequiel era una especie de helicóptero, compuesto de una cabina sobre cuatro ejes, cada uno equipado con alas rotatorias -es decir, un «torbellino».
Alrededor de dos milenios antes, cuando el soberano sumerio Gudea conmemoraba la construcción del templo de su dios, Ninurta, escribió que se le apareció «un hombre que brillaba como el Cielo… por el casco que llevaba en la cabeza, era un dios». Cuando Ninurta y dos acompañantes divinos se le aparecieron a Gudea, estaban de pie junto al «pájaro negro del viento divino» de Ninurta. Al final, resultó que el propósito principal para la construcción del templo fue el proporcionar una zona de seguridad, un recinto especial dentro de los terrenos del templo, para este «pájaro divino».
Gudea relató que, para la construcción de este recinto, se necesitaron enormes vigas y gigantescas piedras traídas de muy lejos, y la construcción del templo se dio por terminada sólo después de que el «pájaro divino» entrara en el recinto. Una vez allí, el «pájaro divino» «pudo agarrarse al cielo» y fue capaz de «reunir Cielo y Tierra». El objeto era tan importante -«sagrado»- que estaba permanentemente protegido por dos «armas divinas», el «cazador supremo» y el «asesino supremo» -armas que emitían rayos de luz y rayos que daban muerte.
La similitud entre las descripciones bíblicas y sumerias, tanto de los vehículos como de los seres en su interior, son obvias. La descripción de los vehículos como de un «pájaro», un «pájaro de viento» y un «torbellino» que podía elevarse hacia el cielo mientras emitía un resplandor, no deja lugar a dudas de que se trataba de algún tipo de máquina voladora.
Unos murales enigmáticos descubiertos en Tell Ghassul, un lugar al este del Mar Muerto cuyo nombre antiguo nos resulta desconocido, pueden arrojar algo de luz sobre este tema. Estos murales, datados en los alrededores del 3500 a.C, representan una gran «brújula» de ocho puntas, la cabeza de una persona con casco dentro de una cámara con forma de campana y dos diseños de un aparato mecánico que bien podrían ser los «torbellinos» de la antigüedad.

Los textos antiguos hablan también de algún vehículo utilizado para subir a los aeronautas a los cielos. Gudea afirmaba que, cuando el «pájaro divino» se elevaba para circundar las tierras, «hacía destellos sobre los ladrillos levantados». El recinto protegido era descrito como MU.NA.DA.TUR.TUR («lugar de descanso de piedra fuerte del MU). Urukagina, que gobernó en Lagash, decía del «pájaro negro de viento divino»: «El MU que ilumina como un fuego alto y fuerte que hubiera hecho yo». De forma parecida, Lu-Utu, que gobernó en Umma en el tercer milenio a.C, construyó un lugar para un mu, «que sale en un fuego», para el dios Utu, «en el lugar señalado del interior de su templo».
El rey babilonio Nabucodonosor II, en sus anotaciones sobre la reconstrucción que hizo del recinto sagrado de Marduk, decía que dentro de los muros fortificados, hechos de ladrillo cocido y reluciente mármol ónice,

Levanté la cabeza del barco ID.GE.UL
el Carro principesco de Marduk;
El barco ZAG.MU.KU, cuya llegada se observa,
el viajero supremo entre Cielo y Tierra,
en medio del pabellón que yo construí,
apantallando sus costados.

ID.GE.UL, el primer epíteto empleado para describir a este «viajero supremo», o «Carro de Marduk», significa literalmente «alto hasta el cielo, brillante en la noche». ZAG.MU.KU, el segundo epíteto utilizado para describir al vehículo -sin duda, un «barco» resguardado en un pabellón especial- significa «el brillante MU que es para ir lejos».
El que hubiera un mu -un objeto cónico con la parte superior ovalada- instalado de verdad en el interior del recinto sagrado de los templos de los Grandes Dioses del Cielo y de la Tierra es algo que, afortunadamente, se puede demostrar. En una antigua moneda encontrada en Biblos (la bíblica Gebal), en la costa mediterránea del actual Líbano, se representa el Gran Templo de Ishtar. Aunque aquí se muestra con la apariencia que tenía en el primer milenio a.C, los requisitos existentes para que los templos se construyeran y reconstruyeran en el mismo lugar y según el plano original hacen que lo que veamos ahora sean los elementos básicos del templo original de Biblos, diseñado milenios atrás.
La moneda retrata un templo con dos partes. En la parte frontal se encuentra la estructura principal del edificio, imponente con su pórtico columnado. Pero, detrás, hay un patio interior, o «zona sagrada», oculto y protegido por un enorme muro. Está claro que es una zona elevada, pues sólo se puede acceder a ella subiendo unas escaleras.

En el centro de esta zona sagrada hay como una plataforma que, por su entramado de vigas cruzadas, similar al de la Torre Eiffel, da la sensación de que fuera construida para soportar un gran peso. Y, de pie sobre la plataforma, se encuentra el objeto de toda esta seguridad y protección, un objeto que sólo puede ser un mu.
Como la mayoría de las palabras monosilábicas sumerias, mu tenía un significado principal; en el caso de mu, el significado era «aquello que se eleva recto». Entre sus treinta y tantos matices se incluyen los significados de «alturas», «fuego», «mandato», «período contado», así como (en tiempos posteriores) «aquello por lo cual se le recuerda a uno». Si, desde las estilizaciones asirías y babilonias del signo escrito de mu, nos remontamos hasta sus pictografías originales sumerias, nos encontraremos con la siguiente evidencia gráfica:

Vemos, claramente, una cámara cónica, sola o con una sección más estrecha añadida. «Desde una cámara-en-el-cielo dorada te vigilaré», prometía Inanna al rey asirio. ¿Acaso era este mu la «cámara celestial»?

En un himno a Inanna/Ishtar y sus viajes en el Barco del Cielo se indica, con toda claridad, que el mu era el vehículo en el cual recorrían los dioses el cielo:

Dama del Cielo:
Ella se pone la Vestimenta del Cielo;
valientemente asciende hacia el Cielo.
Sobre todas las tierras pobladas
vuela en su MU.
Dama, que en su MU
en las alturas del Cielo aletea gozosa.
Sobre todos los lugares de descanso
vuela en su MU.

Existen evidencias que demuestran que la gente del Mediterráneo oriental había visto estos objetos similares a cohetes no sólo en algún templo, sino volando de verdad. En los glifos hititas, por ejemplo, se pueden ver, contra un fondo de cielos estrellados, misiles que cruzan, cohetes montados sobre rampas de lanzamiento, y hasta un dios en el interior de una cámara radiante.

El profesor H. Frankfort (Cylinder Seáis), en su demostración sobre el modo en que se difundió por todo el mundo antiguo el arte de la elaboración de sellos cilíndricos, así como los temas representados en ellos, reproduce el diseño de un sello encontrado en Creta y datado en el siglo xiii a.C. Los grabados del sello representan, con toda claridad, un cohete que cruza el cielo propulsado por llamas que salen por su parte trasera.

Los caballos alados, los animales entrecruzados, el globo celeste alado y la deidad con cuernos en su tocado son, todos ellos, conocidos temas mesopotámicos. Ciertamente, se puede aceptar que el cohete ígneo que aparece en el sello cretense era también un objeto familiar en todo el Oriente Próximo de la antigüedad.
De hecho, se puede ver un cohete con «alas» o aletas -alcanza-ble mediante una «escalera»- en una tablilla excavada en Gezer, una ciudad de la antigua Canaán, al oeste de Jerusalén. En la doble impresión del mismo sello se ve también un cohete descansando en el suelo, junto a una palmera. La naturaleza o el destino celeste de estos objetos viene confirmada por símbolos del Sol, la Luna y las constelaciones zodiacales que adornan el sello.

Los textos mesopotámicos en los que se habla de los recintos interiores de los templos, de los viajes celestes de los dioses o, incluso, de casos en los que algún mortal ascendió a los cielos, emplean el término sumerio mu o sus derivados semitas shu-mu («lo que es un mu»), sham o shem. Dado que el término tuvo también la connotación de «aquello por lo cual se le recuerda a uno», al final se le ha dado el significado de «nombre». Pero la aplicación universal de «nombre» a los textos más primitivos, en los que se habla de un objeto utilizado para volar, ha oscurecido el verdadero significado de los registros antiguos.
Así, G. A. Barton (The Roy al Inscriptions of Sumer and Akkad) estableció la incuestionada traducción de la inscripción del templo de Gudea -que «Su MU abrazará las tierras, de horizonte a horizonte»-como «Su nombre cubrirá las tierras». En un himno a Ishkur, en el que se ensalza su «MU que despide rayos» que podían alcanzar las alturas del Cielo, se traduce asimismo: «Tu nombre es radiante, alcanza el cénit del Cielo». Sin embargo, teniendo la sensación de que mu o shem puede identificar a un objeto y no un «nombre», algunos estudiosos han tratado este término como un sufijo o fenómeno gramatical que no requiere traducción, y han optado por ignorarlo completamente.
No es demasiado difícil localizar la etimología del término, y la ruta por la cual la «cámara celeste» asumió el significado de «nombre». Se han encontrado esculturas en las que se muestra a un dios dentro de una cámara con forma de cohete, como en este objeto antiquísimo (ahora en posesión del Museo de la Universidad de Filadelfia) donde la naturaleza celeste de la cámara viene confirmada por los doce globos que la decoran.

En muchos sellos se representa, del mismo modo, a un dios (a veces, dos) dentro de estas «cámaras divinas»; en la mayoría de los casos, estos dioses en el interior de sus óvalos sagrados eran representados como objetos de veneración.
Con el deseo de adorar a sus dioses en cualquier lugar, y no sólo en la «casa» oficial de cada deidad, los pueblos antiguos establecieron la costumbre de crear imitaciones del dios dentro de su divina «cámara celeste». En los sitios seleccionados se levantaron pilares de piedra simulando la forma del vehículo oval, y se talló la imagen del dios en la piedra para indicar que estaba dentro del objeto.
Sólo era una cuestión de tiempo que reyes y gobernantes, relacionando estos pilares (llamados estelas) con la capacidad de ascender a la Morada Celeste, comenzaran a tallar sus propias imágenes en las estelas como una forma de asociarse a sí mismos con la Morada Eterna. Si no podían escapar al olvido físico, que al menos su «nombre» se recordara para siempre.

Y se puede apoyar la idea de que estos pilares de piedra conmemorativos pretendían simular a la nave celeste ígnea gracias al término por el cual se conocía en la antigüedad a estas estelas. Los súmenos las llamaban NA.RU («piedras que ascienden»). Los acadios, los babilonios y los asirios las llamaban naru («objetos que despiden luz»). Los amurru las llamaron miras («objetos ígneos» -en hebreo, ner aún sigue significando un pilar que emite luz y, de ahí, su significado actual de «vela»). En las lenguas indoeuropeas de los hurritas y los hititas, a las estelas se les llamaba hu-u-ashi («pájaro de fuego de piedra»).
Las referencias bíblicas indican cierta familiaridad con dos tipos de monumentos conmemorativos, el yad y el shem. El profeta Isaías transmitió a las sufrientes gentes de Judea la promesa del Señor de un futuro mejor y más seguro:

Y yo les daré,
en mi Casa y dentro de mis murallas,
un yad y un shem.

Si lo traducimos literalmente, lo que el Señor le estaría prometiendo a su pueblo sería la entrega de una «mano» y un «nombre». Afortunadamente, sin embargo, de los antiguos monumentos que reciben el nombre de yad y que todavía están en pie en Tierra Santa, sabemos que se les distinguía por tener la cúspide con forma piramidal. El shem, por otra parte, era un monumento con la cúspide oval. Ambos, parece evidente, comenzaron siendo simulaciones de la «cámara celeste», el vehículo que los dioses utilizaban para ascender a la Morada Eterna. De hecho, en el antiguo Egipto, los devotos peregrinaban a un templo de Heliópolis para ver y adorar el ben-ben, un objeto de forma piramidal en el que los dioses habían llegado a la Tierra en tiempos inmemoriales. Los faraones egipcios, cuando morían, pasaban por una ceremonia de «apertura de boca», en la cual se suponía que serían transportados por un yad similar o un shem hasta la divina Morada de la Vida Eterna.

Los traductores bíblicos, al insistir en el empleo de «nombre» cada vez que se encuentran con shem, están ignorando un estudio que, con visión de futuro, publicó hace más de un siglo G. M. Redslob (en Zeitschrift der Deutschen Morgenlandischen Gesellschafi) en el cual señalaba, correctamente, que el término shem y el término sha-main («cielo») provienen de la raíz shamah, que significa «aquello que está hacia lo alto». Cuando en el Antiguo Testamento se dice que el rey David «hizo un shem» para conmemorar su victoria sobre los arameos, Redslob dice que el rey David no «hizo un nombre», sino que levantó un monumento que apuntaba hacia el cielo.
El darse cuenta de que, en muchos textos mesopotámicos, mu o shem no deben traducirse como «nombre» sino como «vehículo del cielo», permite abrir la puerta a la comprensión del verdadero significado de muchos relatos de la antigüedad, incluida la narración bíblica de la Torre de Babel.
El Libro del Génesis, en su capítulo 11, nos habla del empeño de los seres humanos de elevar un shem. El relato bíblico se nos ofrece con el lenguaje conciso (y preciso) de los hechos históricos, aunque generaciones de estudiosos y de traductores hayan pretendido darle al relato sólo un significado alegórico, porque -tal como lo entendían-era un cuento que trataba del deseo de la Humanidad de «hacer un nombre». Con este enfoque se privó al relato de su verdadero significado, un significado basado en hechos reales. Nuestra conclusión en cuanto al verdadero significado de shem le da tanto sentido a la narración como debió tenerlo para las mismas gentes de la antigüedad.
El relato bíblico de la Torre de Babel trata de hechos que siguieron a la repoblación de la Tierra después del Diluvio, «al desplazarse la humanidad desde oriente, hallaron una vega en el país de Senaar, y allí se establecieron».
El País de Senaar es, como ya vimos, la Tierra de Sumer, en la vega que hay entre los dos ríos del sur de Mesopotamia. Y la gente, ya entendida en cuanto al arte de la elaboración de ladrillos y en el de la construcción de una civilización urbana, dijo:

«Vamos a edificarnos una ciudad,
y una torre cuya cúspide alcance los cielos;
y hagámonos un shem,
por si nos desperdigamos por toda la faz de la Tierra.»

Pero los planes de estos humanos no eran del agrado de Dios.

Y el Señor bajó,
para ver la ciudad y la torre
que los Hijos de Adán habían erigido.
Y dijo: «He aquí
que todos son un pueblo con un mismo lenguaje
y esto es sólo el comienzo de sus empresas.
Ahora, nada de cuanto se propongan
les será imposible hacer.»

Y el Señor dijo -a algunos colegas a los que el Antiguo Testamento no nombra:

«Ea, pues, bajemos,
y una vez allí confundamos su lenguaje,
para que no entienda cada cual el de su prójimo».
Y, desde allí, el Señor los desperdigó
por toda la faz de la Tierra,
y dejaron de edificar la ciudad.
Por eso se la llamó Babel,
porque allí embrolló el Señor la lengua de la Tierra.

La traducción tradicional de shem como «nombre» ha hecho que el relato resultará ininteligible durante generaciones. ¿Por qué los antiguos habitantes de Babel -Babilonia- se empeñaron en «hacerse un nombre»? ¿Por qué había que poner el «nombre» sobre «una torre cuya cúspide alcance los cielos»? ¿Y cómo el «hacerse un nombre» iba a contrarrestar los efectos de la dispersión de la Humanidad por toda la Tierra?
Si todo lo que aquellas gentes querían era hacerse (tal como explican los estudiosos) una «reputación», ¿por qué disgustó tanto este empeño al Señor? ¿Por qué la Deidad consideró el «hacerse un nombre» como una hazaña tras la cual «nada de cuanto se propongan les será imposible hacer»? Las explicaciones tradicionales son, indudablemente, insuficientes para aclarar por qué el Señor consideró necesario convocar a otras deidades que no se nombran para bajar y dar fin a este empeño humano.
Creemos que las respuestas a todas estas preguntas se hacen plausibles -incluso, obvias- si traducimos por «vehículo aéreo», en vez de «nombre», el término shem, que es la palabra empleada en el texto original hebreo de la Biblia. De este modo, el relato trataría de la preocupación de los seres humanos por no perder el contacto entre ellos a medida que las gentes se fueran esparciendo por la Tierra. Por esto decidieron construir un «vehículo aéreo» y levantar una torre de lanzamiento para este vehículo, con el fin de poder volar también ellos -como la diosa Ishtar, por ejemplo- en un mu «sobre todas las tierras pobladas».
Una parte del texto babilonio conocido como «La Epopeya de la Creación» cuenta que la primera «Puerta de los Dioses» la construyeron en Babilonia los mismos dioses. A los Anunnaki, los dioses de base, se les ordenó

Construid la Puerta de los Dioses…
Que se elabore su enladrillado.
Su shem estará en el lugar designado.

Durante dos años, los Anunnaki trabajaron sin descanso -«aplicaron la herramienta… moldearon ladrillos»- hasta que «elevaron a las alturas la cúspide de Eshagila» («casa de los Grandes Dioses») y «construyeron la torre de la plataforma tan alta como el Alto Cielo».
Hubo cierto descaro por parte de la Humanidad al establecer su Propia torre de lanzamiento en un lugar utilizado originariamente por los dioses para este propósito, pues el nombre del lugar -Babili-significa literalmente «Puerta de los Dioses».
¿Existe alguna otra evidencia que corrobore el relato bíblico y nuestra interpretación de él?
El sacerdote e historiador babilonio Beroso, que en el siglo III a.C. compiló una historia de la Humanidad, dice que los «primeros habitantes de la tierra, regocijándose en su propia fortaleza… se propusieron levantar una torre cuya ‘cúspide’ alcanzara el cielo». Pero los dioses y unos fuertes vientos la derrumbaron, «y los dioses introdujeron una gran diversidad de lenguas entre los hombres, que hasta aquel entonces hablaban todos el mismo lenguaje».
George Smith (The Chaldean Account of Génesis) encontró en los escritos del historiador griego Hesteo una reseña en la que se decía que, de acuerdo con «antiguas tradiciones», la gente que escapó al Diluvio llegó a Senaar en Babilonia, pero que fueron sacados de allí por una diversificación de lenguas. El historiador Alejandro Polihistor (siglo I a.C.) escribió que todos los hombres hablaban la misma lengua en un principio y que, después, algunos se propusieron levantar una enorme y noble torre con el fin de poder «trepar hasta el cielo», pero que el dios supremo confundió sus intenciones enviando un torbellino, y a cada tribu se le dio un lenguaje diferente. «La ciudad donde sucedió esto fue Babilonia».
En estos momentos, existen pocas dudas respecto al hecho de que los relatos bíblicos, así como las informaciones de historiadores griegos de hace 2000 años y de su predecesor Beroso, tengan todos un origen -sumerio- anterior. A. H. Sayce(The Religión of the Babylonians) dice que, en los fragmentos de una tablilla que hay en el Museo Británico, leyó «la versión babilonia de la construcción de la Torre de Babel». En todos los casos, el empeño por alcanzar los cielos y la subsiguiente confusión de lenguas son los elementos básicos de la versión. Existen otros textos sumerios que registran la deliberada confusión de la lengua del Hombre a cargo de un dios airado.
Presumiblemente, la Humanidad no poseía en aquel momento la tecnología necesaria para un proyecto aeroespacial de tal calibre; para ello, era esencial la guía y la colaboración de un dios entendido en el tema. ¿Hubo algún dios que desafiara a los demás ayudando a la Humanidad? En un sello sumerio se muestra una confrontación armada entre dioses, aparentemente, por la construcción humana de una torre plataforma.

Una estela sumeria que se exhibe en el Louvre, en París, puede muy bien representar el incidente del que se habla en el Libro del Génesis. Fue erigida en los alrededores del 2300 a.C. por Naram-Sin, rey de Acad, y los expertos suponen que representa al victorioso rey sobre sus enemigos. Pero la gran figura central es la de una deidad y no la de un rey humano, pues lleva un casco adornado con cuernos, la marca de identidad exclusiva de los dioses.

Además, esta figura central no parece ser el líder de los humanos, más pequeños en tamaño, sino que parece estar pasándoles por encima. Por su parte, los humanos no parecen estar metidos en ninguna actividad guerrera, sino que parecen estar marchando hacia, y adorando, el mismo objeto cónico grande sobre el cual tiene puesta su atención la deidad. Armado con un arco y una lanza, la deidad parece ver el objeto más como algo amenazador que como un objeto de adoración.

El objeto cónico se muestra como alcanzando a tres cuerpos celestes. Por su tamaño, forma y propósito parece tratarse de un shem, por lo que la escena podría estar representando a un enfurecido dios, totalmente armado, atropellando a la gente que está celebrando la erección del shem.
Tanto los textos mesopotámicos como el relato bíblico ofrecen la misma moral: las máquinas voladoras son para los dioses y no para la Humanidad. Los hombres -afirman tanto los textos mesopotámicos como los bíblicos- podrían ascender a la Morada Celestial sólo bajo expreso deseo de los dioses. Y precisamente en esto se basan muchos relatos de ascensos a los cielos e, incluso, de vuelos espaciales.

El Antiguo Testamento registra el ascenso a los cielos de varios seres mortales.
El primero fue Enoc, un patriarca antediluviano que entabló amistad con Dios y que «caminaba con el Señor». Fue el decimoséptimo patriarca en el linaje de Adán, además de bisabuelo de Noé, el héroe del Diluvio.
El quinto capítulo del Libro del Génesis hace una lista genealógica de todos estos patriarcas y dice las edades que tenían al morir, excepto en el caso de Enoc, que «desapareció porque Dios se lo llevó». Tanto por lo que se trasluce como por lo que dice la tradición, Dios se llevó a Enoc al cielo, para escapar de la muerte en la Tierra. El otro mortal fue el profeta Elias, que fue arrebatado de la Tierra y llevado al cielo en un «torbellino»
Otra referencia en el Antiguo Testamento de un tercer mortal que visitó la Morada Divina y que fue dotado allí de una gran sabiduría. Se trata de un rey de Tiro (una ciudad fenicia de la costa oriental del Mediterráneo). En Ezequiel, 28 leemos que el Señor le encargó al profeta que le recordara al rey cómo, siendo perfecto y sabio, la Deidad le había permitido que fuera a ver a los dioses:

Fuiste moldeado según un plan,
lleno de sabiduría, perfecto en belleza.
Has estado en el Edén, el jardín de Dios;
toda suerte de piedras preciosas formaban tu manto…
Eras un Querubín ungido, protegido;
y yo te había puesto en el monte sagrado;
como un dios eras,
moviéndote entre las Piedras de Fuego.

Pronosticándole al rey de Tiro la muerte «de los incircuncisos» a manos de extranjeros, aun cuando les dijera «Soy un dios», el Señor pasa a explicarle a Ezequiel el motivo: después de haberle llevado a la Morada Divina y haberle dado acceso a toda clase de sabiduría y riquezas, su corazón «se hizo engreído», hizo un uso indebido de su sabiduría y profanó los templos.

Porque tu corazón se ha engreído, diciendo
«Soy un dios;
en la Morada de la Deidad me senté,
en mitad de las Aguas»;
Aunque eres un Hombre, no un dios,
equiparas tu corazón al de una Deidad.

Los textos sumerios hablan también de varios hombres que tuvieron el privilegio de ascender a los cielos. Uno fue Adapa el «hombre modelo» creado por Ea. A Adapa, Ea «le había dado sabiduría; la vida eterna no se la había dado». Con el transcurso de los años, Ea decidió evitar el fin mortal de Adapa proporcionándole un shem con el cual llegar a la Morada Celestial de Anu, para allí comer del Pan de la Vida y beber del Agua de la Vida. Cuando Adapa llegó a la Morada Celestial de Anu, éste le exigió saber el nombre del que le había proporcionado el shem con el cual había llegado a este lugar celeste.
Existen varias pistas importantes, tanto en los relatos bíblicos como en los mesopotámicos, sobre los excepcionales ascensos de mortales a la Morada de los Dioses. Adapa, al igual que el rey de Tiro, fue hecho de un «molde» perfecto. Todos tenían que conseguir y emplear un shem -«piedra de fuego»- para llegar al celestial «Edén». Unos habían subido y habían vuelto a la Tierra; otros, como el héroe mesopotámico del Diluvio, se quedaron allí para disfrutar de la compañía de los dioses. Y fue para encontrar a este «Noé» mesopotámico, y para obtener de él el secreto del Árbol de la Vida, por lo que el Gilgamesh sumerio inició su aventura.
La inútil búsqueda del Árbol de la Vida por parte de un Hombre mortal es el tema de uno de los más largos y poderosos relatos épicos que la civilización sumeria legara a la cultura humana. Titulado por los eruditos modernos como «El Poema de Gilgamesh», este conmovedor relato trata del rey de Uruk, nacido de padre mortal y madre divina, a consecuencia de lo cual se le considera como «dos tercios de dios, un tercio humano», circunstancia que le induce a intentar escapar de la muerte, que era el destino de los mortales.
Gilgamesh se entera por la tradición de que uno de sus antepasados, Utnapistim -el héroe del Diluvio- había escapado de la muerte al ser llevado a la Morada Celestial junto con su esposa. Gilgamesh decide, entonces, encontrar ese lugar y obtener de su ancestro el secreto de la vida eterna.
Lo que definitivamente le impulsa a ir es lo que toma por una invitación de Anu. Los versos nos dejan ver algo así como una descripción de la caída a la Tierra de la fase usada de un cohete. Gilgamesh se lo Rescribe así a su madre, la diosa NIN.SUN:

Madre mía,
durante la noche me sentí contento
y me di un paseo entre mis nobles.
Las estrellas reunidas en los Cielos.
La obra de Anu descendió hacia mi.
Intenté levantarla; era demasiado pesada.
Intenté moverla; ¡moverla, no pude!
El pueblo de Uruk se reunió a su alrededor,
mientras los nobles besaban sus patas.
Cuando levanté la frente, ellos me apoyaron.
La elevé. A ti te la traigo.

La interpretación que hace la madre de Gilgamesh del incidente está mutilada en el texto y, por tanto, no queda clara. Pero, obviamente, la visión del objeto caído -«la obra de Anu»- anima a Gilgamesh a embarcarse en la aventura. En la introducción de este relato épico, el antiguo informador llama a Gilgamesh «el sabio, aquel que lo ha experimentado todo»:

Él ha visto cosas secretas,
conoce lo que está oculto al Hombre;
incluso trajo noticias
de un tiempo anterior al Diluvio.
Emprendió también el viaje distante,
fatigoso y lleno de dificultades;
Volvió, y grabó todos sus esfuerzos
en un pilar de piedra.

El «viaje distante» que Gilgamesh emprende no es otro que el viaje a la Morada de los Dioses, en el que le acompaña su camarada Enkidu. Su objetivo es el País de Tilmun pues allí Gilgamesh podría hacer ascender un shem para él. Las traducciones corrientes emplean el esperado «nombre» cada vez que aparece el sumerio mu o el acadio shumu en los antiguos textos; sin embargo, nosotros emplearemos shem, para que el verdadero significado del término -un «vehículo aéreo»- sobreviva:

El soberano Gilgamesh
dirigió su mente hacia el País de Tilmun.
Le dice a su compañero Enkidu:
«Oh, Enkidu…
Yo entraría en el País, haría subir a mi shem.
En los lugares donde los shem se elevan
yo elevaría mi shem.»

Incapaz de disuadirle, tanto los ancianos de Uruk como los dioses a los que Gilgamesh consulta le aconsejan que consiga primero el consentimiento y la ayuda de Utu/Shamash. «Si entraras en el País, informa a Utu», le advierten. «El País está a cargo de Utu», le recalcan una y otra vez. Así advertido y aconsejado, Gilgamesh le suplica a Utu su permiso:

Déjame entrar en el País,
déjame que haga subir a mi shem.
En los lugares en los que los shem se elevan,
déjame elevar mi shem…
Llévame al lugar del desembarco en…
¡Pon sobre mí tu protección!

Una desgraciada fractura en la tablilla nos deja sin saber la situación del «lugar del desembarco». Pero, fuese donde fuese, Gilgamesh y su compañero alcanzan por fin sus inmediaciones. Era una «zona restringida», protegida por temibles guardianes. Cansados y con sueño, los dos amigos deciden descansar por la noche antes de continuar.
Tan pronto les vence el sueño, algo les sacude y les despierta de nuevo. «¿Me has despertado tú?», le pregunta Gilgamesh a su cama-rada. «¿Estoy despierto?» se pregunta, pues está presenciando algo inusual, algo tan impresionante que le hace preguntarse si está despierto o soñando. Entonces, Gilgamesh le dice a Enkidu:

En mi sueño, amigo mío, la tierra de arriba se vino abajo.
Me echó abajo, y me atrapó los pies…
¡El resplandor era irresistible!
Apareció un hombre;
el más perfecto de la tierra era él.
Su gracia…
De debajo de la tierra caída me sacó.
Me dio agua para beber; tranquilizó mi corazón.

¿Quién era este hombre, «el más perfecto de la tierra», que sacó a Gilgamesh de debajo de la tierra desprendida, que le dio agua y que «tranquilizó su corazón»? ¿Y qué era el «resplandor irresistible» que acompañó al inexplicable desprendimiento de tierra? Inseguro y confundido, Gilgamesh se duerme de nuevo, pero no por mucho tiempo.

En mitad de la noche su sueño se cortó.
Se incorporó, diciéndole a su amigo:
«Amigo mío, ¿me has llamado?
¿Por qué estoy despierto?
¿No me has tocado?
¿Por qué estoy asustado?
¿No habrá pasado algún dios?
¿Por qué tengo la carne entumecida?»

Así, volviéndose a despertar misteriosamente, Gilgamesh se pregunta quién le ha tocado. Si no ha sido su camarada, ¿habrá sido «algún dios» que pasaba? Una vez más, Gilgamesh se adormece, sólo para ser despertado por tercera vez. Y así le describe a su amigo la pavorosa aparición.

¡La visión que tuve fue absolutamente aterradora!
Los cielos gritaron, la tierra tronó;
Se fue la luz del día, llegó la oscuridad.
Un relámpago brilló, una llama se encendió.
Las nubes se hincharon, ¡llovió muerte!
Después, el fulgor se desvaneció; el fuego se apagó.
Y todo lo que había caído se había convertido en cenizas.

No hace falta demasiada imaginación para ver en estos pocos versos el antiguo relato de alguien que había presenciado el lanzamiento de un cohete. En primer lugar, el tremendo golpe seco de la ignición de los motores del cohete («los cielos gritaron»), acompañado por una fuerte sacudida de la tierra («la tierra tronó»). Nubes de humo y polvo envuelven el lugar del lanzamiento («se fue la luz del día, llegó la oscuridad»), para, después, entreverse el brillo de los motores encendidos («un relámpago brilló») y «encenderse una llama», a medida que el cohete empieza a subir en dirección al cielo. La nube de polvo y cenizas se «hincha» en todas direcciones para, después, caer («¡llovió muerte!»). Más tarde, el cohete se eleva en las alturas, como un rayo hacia el cielo («el fulgor se desvaneció, el fuego se apagó»). La nave desaparece ante su vista, y los restos «que habían caído se habían convertido en cenizas».
Sobrecogido por lo que había visto, y, pese a todo, decidido a alcanzar su destino, Gilgamesh apela una vez más a Shamash en busca de protección y de apoyo. Tras vencer a un «monstruoso guardián», llega a la montaña de Mashu, donde se puede ver a Shamash «elevarse hasta la bóveda del Cielo».
Se encuentra ya cerca de su primer objetivo -el «lugar donde los shem ascienden». Pero la entrada al lugar, que, al parecer, está en el interior de la montaña, está vigilada por feroces guardianes:

Su terror es pavoroso, en sus miradas está la muerte.
Con sus trémulas luces barren las montañas.
Vigilan Shamash,
cada vez que asciende y desciende.

El dibujo de un sello  en el que se ve a Gilgamesh (el segundo por la izquierda) y a su compañero Enkidu (en el extremo izquierdo), parece representar la intercesión de un dios con uno de los guardianes de aspecto robótico, que quizás eran los que barrían la zona con luz y emitían rayos de muerte. Esta descripción nos trae a la memoria la afirmación que aparece en el Libro del Génesis y que dice que Dios puso «la espada que gira» en la entrada del Jardín del Edén, para impedir el acceso a los humanos.
Cuando Gilgamesh explica sus orígenes parcialmente divinos, el propósito de su viaje («Acerca de la muerte y de la vida le quiero preguntar a Utnapistim») y el hecho de que lo realiza con el consentimiento de Utu/Shamash, los guardianes le permiten seguir adelante. Avanzando «a lo largo de la ruta de Shamash», Gilgamesh se encuentra en la más absoluta oscuridad; «sin ver nada delante ni detrás», grita asustado. Viajando durante muchos beru (una unidad de tiempo, distancia, o el arco de los cielos), sigue sumido en la oscuridad. Pero, al fin, «creció la luminosidad cuando alcanzó doce beru».
El texto, maltrecho y desdibujado, prosigue con la llegada de Gilgamesh a un magnífico jardín donde las frutas y los árboles tienen incrustadas piedras semipreciosas. Es ahí donde vive Utnapistim. Al plantearle el problema a su antepasado, Gilgamesh se encuentra con una respuesta decepcionante: el Hombre, dice Utnapistim, no puede escapar a su destino mortal. Sin embargo, le ofrece a Gilgamesh una forma de posponer la muerte, al revelarle dónde encontrar la Planta de la Juventud -«el Hombre se hace joven en la ancianidad», es su nombre. Triunfante, Gilgamesh obtiene la planta, pero, tal como lo quiere el destino, la pierde tontamente en su viaje de vuelta, y regresa a Uruk con las manos vacías.
Dejando a un lado los valores literarios y filosóficos de este relato épico, la historia de Gilgamesh nos interesa principalmente por sus aspectos «aeroespaciales». El shem que Gilgamesh necesitaba para llegar a la Morada de los Dioses era, indudablemente, una nave espacial, uno de cuyos lanzamientos tuvo ocasión de presenciar cuando se acercaba al «lugar de desembarco». Parece ser que estos cohetes estaban situados en el interior de una montaña, y los alrededores, bien vigilados, dan la impresión de ser una zona restringida.
Hasta ahora no ha salido a la luz ninguna representación gráfica de lo que vio Gilgamesh, pero, en un dibujo encontrado en la tumba de un gobernador egipcio de un lejano país, se puede ver la cabeza de un cohete por encima del suelo en un lugar donde crecen palmeras. El cuerpo del cohete está claramente almacenado bajo tierra, en un silo hecho por el hombre con segmentos tubulares y decorado con pieles de leopardo.

En un estilo muy similar al de los modernos delineantes, los antiguos artistas nos muestran una sección transversal del silo subterráneo. Podemos ver que el cohete tiene varios compartimentos. En el de abajo, se ve a dos hombres rodeados de tubos curvos. Por encima de ellos, hay tres paneles circulares. Comparando el tamaño de la cabeza del cohete -el ben-ben- con el de los dos hombres que hay en su interior y con la gente que hay en la superficie, es evidente que la cabeza del cohete -equivalente al sumerio mu, la «cámara celeste»-podía albergar fácilmente a uno o dos operadores o pasajeros.
TIL.MUN era el nombre del país al cual se dirigió Gilgamesh. Este nombre significa, literalmente, «país de los misiles». Era el país donde los shem ascendían, un país bajo la autoridad de Utu/ Shamash, un lugar donde uno podía ver a este dios «ascender a la bóveda de los cielos».
Y, aunque el homólogo celeste de este miembro del Panteón de Doce fuera el Sol, sugerimos que este nombre no significa realmente «Sol», sino que era un epíteto que describía sus funciones y responsabilidades. Su nombre sumerio, Utu, significaba «el que entra con fulgor». Su nombre acadio derivado -Shem-Esh- era más explícito: Esh significa «fuego», y ya sabemos lo que significaba en sus orígenes shem.
Utu/Shamash era «el de las naves de fuego». Era él, nos atrevemos a sugerir, el comandante del espaciopuerto de los dioses.

La jefatura de Utu/Shamash en materia de viajes a la Morada Celeste de los Dioses, y las funciones llevadas a cabo por sus subordinados en conexión con ello, se revelan con mayor detalle aún en otro relato sumerio sobre el viaje de un mortal al cielo.
La lista de reyes sumerios nos dice que el decimotercer soberano de Kis fue Etana, «el que ascendió al Cielo». Esta afirmación no necesitaba demasiadas explicaciones, pues el relato del rey mortal que viajó a los cielos era bien conocido en todo el Oriente Próximo de la antigüedad y fue motivo de numerosas representaciones en sellos.
Se nos cuenta que Etana fue designado por los dioses para traer a la Humanidad la seguridad y la prosperidad que ía Realeza -una civilización organizada- pretendía proporcionar. Pero parece ser que Etana no podía tener un hijo que diera continuidad a la dinastía. El único remedio conocido era cierta Planta del Nacimiento que Etana podría obtener sólo si se la bajaba de los cielos.
Como Gilgamesh tiempo después, Etana recurrió a Shamash en busca de permiso y ayuda, y, tal como se desarrolla el relato, queda claro que Etana ¡estaba pidiéndole a Shamash un shem!

¡Oh, Señor, que tu boca lo ordene!
¡Concédeme la Planta del Nacimiento!
¡Muéstrame la Planta del Nacimiento!
¡Quítame esta incapacidad!
¡Haz para mí un sheml

Halagado por la oración y cebado con el cordero sacrificial, Shamash le concedió a Etana el shem. Pero, en vez de hablar de un shem, Shamash le dice a Etana que un «águila» le llevará al deseado lugar celeste.
Tras indicar a Etana el camino hasta el foso donde estaba situada el Águila, Shamash le explicó a ésta por anticipado la misión pretendida. Intercambiando mensajes crípticos con «Shamash, su señor», el Águila recibió las instrucciones: «Te enviaré a un hombre; se cogerá de tu mano… llévalo aquí… haz todo lo que él te diga… haz lo que te he dicho».
Al llegar a la montaña que le había indicado Shamash, «Etana vio el foso», y, dentro de él, «había un Águila». «Siguiendo las órdenes del valeroso Shamash», el Águila entró en comunicación con Etana. Una vez más, éste explicó su propósito y su destino, tras lo cual, el Águila dio instrucciones a Etana sobre el procedimiento para «sacar al Águila de su foso». Los dos primeros intentos resultaron fallidos, pero, al tercero, el Águila fue exitosamente elevada. Al amanecer, el Águila le anunció a Etana: «¡Amigo mío… hasta el Cielo de Anu te voy a llevar!», y, explicándole cómo agarrarse, despegó y se elevó hasta las alturas con rapidez.
Como si se tratara del informe de un moderno astronauta viendo alejarse a la Tierra a medida que su cohete se eleva, el antiguo narrador dice que la Tierra se hacía cada vez más pequeña para Etana:

Cuando lo había subido a lo alto un beru,
el Águila le dijo a Etana:
«¡Mira, amigo mío, lo que parece la tierra!
Mira al mar, a los lados de la Casa Montaña:
la tierra se ha convertido en una simple colina,
el ancho mar es como una bañera».

Cuanto más ascendía el Águila, más pequeña parecía la Tierra. Cuando llegaron al segundo beru, el Águila dijo:

«¡Amigo mío,
echa un vistazo y observa la tierra!
La tierra se ha convertido en un surco…
El ancho mar es como un cesto de pan»….
Cuando lo subió al tercer beru,
el Águila le dijo a Etana:
«¡Mira, amigo mío, lo que parece la tierra!
¡La tierra se ha convertido en la zanja de un jardinero!»

Y, entonces, mientras seguían ascendiendo, la Tierra desapareció súbitamente de la vista.

Cuando miré a mi alrededor, la tierra había desaparecido,
y mis ojos ya no podían recrearse en el ancho mar.

Según una versión de este relato, el Águila y Etana llegaron al Cielo de Anu. Pero otra versión afirma que a Etana se le enfriaron los pies cuando dejo de ver la Tierra, y ordenó al Águila que diera la vuelta y se «zambullera» en la Tierra.
Una vez más, nos encontramos con un paralelo bíblico a tan inusual relato de ver la Tierra desde una gran altura. Ensalzando al Señor Yahveh, el profeta Isaías decía de él: «Es él el que se sienta sobre el círculo de la Tierra, y sus habitantes son como insectos».
El relato de Etana nos dice que, buscando un shem, Etana tuvo que comunicarse con un Águila en el interior de un foso. El grabado de un sello nos muestra una estructura alta, con alas (¿una torre de lanzamiento?) desde encima de la cual se eleva un águila.

¿Qué o quién era el Águila que llevó a Etana a los distantes cielos?
No podemos evitar asociar el antiguo texto con el mensaje enviado a la Tierra porNeil Armstrong, comandante de la nave espacial Apolo 11, en Julio de 1969: «¡Houston! Aquí Base Tranquilidad. ¡El Águila ha alunizado!»
Estaba informando del primer aterrizaje del Hombre en la Luna. «Base Tranquilidad» era el lugar del alunizaje; Águila era el nombre del módulo lunar que se separó de la nave espacial y llevó a los dos astronautas a la Luna (para luego volver a la nave madre). Cuando el módulo lunar se separó para volar por sí mismo en la órbita lunar, los astronautas informaron al Control de la Misión en Houston con estas palabras: «El Águila tiene alas».
Pero «Águila» también podía designar a los astronautas que tripulaban la nave espacial. En la misión Apolo 11, «Águila» era también el símbolo de los astronautas, que lo llevaban como emblema en sus trajes espaciales. Al igual que en el relato de Etana, ellos también eran «Águilas» que podían volar, hablar y comunicarse.

¿Cómo hubiera representado un artista de la antigüedad a los pilotos de las naves celestes de los dioses? ¿Los habría representado, por casualidad, como águilas?
Eso es exactamente lo que hemos descubierto. ¡El grabado de un sello asirio de alrededor del 1500 a.C. muestra a dos «hombres-águila» saludando a un shem !

Se han encontrado numerosas representaciones de tales «Águilas» -los estudiosos les llaman «hombres-pájaro». En la mayoría de ellas se les muestra flanqueando el Árbol de la Vida, como para recalcar que ellos, con sus shem, establecen el vínculo con la Morada Celeste donde se encuentran el Pan de la Vida y el Agua de la Vida. De hecho, en la representación más común, se ve a las Águilas sosteniendo el Fruto de la Vida en una mano y, en la otra, el Agua de la Vida, en plena conformidad con los relatos de Adapa, Etana y Gilgamesh.

La mayoría de las representaciones de estas Águilas muestran, con toda claridad, que no eran monstruosos «hombres-pájaro», sino seres antropomórficos que llevaban trajes o uniformes que les daban la apariencia de águilas.
En un relato hitita donde se habla de la desaparición del dios Telepinu, se nos dice que «los grandes dioses y los dioses menores se pusieron a buscar a Telepinu» y que «Shamash envió a una veloz Águila» para encontrarlo.
En el Libro del Éxodo, se dice que Dios les recordó a los Hijos e Israel, «Os he llevado sobre las alas de las Águilas, y os he traído hasta mí», confirmando, por lo que parece, que la forma de llegar a la Morada Divina era sobre las alas de Águilas -justo lo mismo que se dice en la narración de Etana.
En realidad, numerosos versículos bíblicos describen a la Deidad como a un ser alado. Booz le dio la bienvenida a Rut en la comunidad de Judea por «venir bajo las alas» del Dios Yahveh. El salmista buscaba seguridad «bajo la sombra de tus alas» y describía el descenso del Señor desde los cielos. «Montó en un querubín y se fue volando; Él remontó el vuelo sobre ventosas alas». Analizando las similitudes entre el bíblico El (empleado como título o término genérico de Deidad) y el cananeo El, S. Langdon (Semitic Mythology) demostró que a ambos se les representaba, tanto en los textos como en las monedas, como dioses alados.
Los textos mesopotámicos presentan invariablemente a Utu/Shamash como al dios que está a cargo del lugar de aterrizaje de los shem i y de las Águilas. Y, al igual que a sus subordinados, se le muestra a veces llevando todos los elementos del traje de un Águila.

En calidad de responsable de los shem, es él el que podía conceder a los reyes el privilegio de «volar sobre las alas de los pájaros» y de «elevarse desde los cielos inferiores a los superiores». Y cuando se le lanzaba a las alturas en un cohete ígneo, era él «el que se desplazaba a distancias ignotas, por innumerables horas». No en vano, «su red era la Tierra, su cepo los cielos distantes».
La terminología sumeria para los objetos relacionados con el viaje celeste no se limitaba a los me que los dioses se ponían o a los mu, sus «carros» de forma cónica.
En unos textos sumerios que describen Sippar se cuenta que había una parte central, oculta y protegida por poderosos muros, en cuyo interior se levantaba el Templo de Utu, «una casa que es como una casa de los Cielos». En un patio interior de este templo, protegido también por altos muros, estaba «erguido hacia arriba, el poderoso APIN» («un objeto que surca», según los traductores).
En un dibujo encontrado en el montículo del templo de Anu en Uruk se ve uno de estos objetos. Hace unas cuantas décadas, habría sido difícil adivinar lo que era este objeto, pero, ahora, podemos reconocer en él un cohete espacial de varias etapas en cuya cúspide descansa el cónico mu o cabina de mando.

Las pruebas de que los dioses de Sumer poseían no sólo «cámaras voladoras» para recorrer los cielos de la Tierra sino también cohetes de varias etapas para ir al espacio, emergen del examen de los textos donde se describen los objetos sagrados del templo de Utu en Sippar. Se nos cuenta que a los testigos del tribunal supremo de Sumer se les hacía prestar juramento en un patio interior, junto a un pórtico a través del cual podían ver y enfrentarse a tres «objetos divinos», que tenían por nombres «la esfera dorada» (¿la cabina de la tripulación?), el GIR y el alikmahrati -un término que, literalmente, significaba «impulsor que hace ir a los navios», o lo que nosotros llamaríamos «motor».
Lo que nos encontramos aquí es una referencia a un cohete de tres partes, con la cabina o módulo de comando en el extremo superior, los motores en el extremo inferior y el gir en el centro. Éste último es un término que se ha utilizado ampliamente en relación con el vuelo espacial.
A los guardianes que se encontró Gilgamesh en la entrada del sitio de aterrizaje de Shamash se les llamaba hombres-g/r. En el templo de Ninurta, la zona interior sagrada o más vigilada recibía el nombre de GIR.SU («de donde surge el gir»).
Se admite en general que Gir era un término utilizado para describir a un objeto de bordes afilados. Una observación detenida del signo gráfico de gir nos permite comprender mejor la naturaleza «divina» de este término, pues lo que vemos es un objeto largo con forma de flecha, dividido en varias partes o compartimentos.

Que el mu pudiera cernerse por sí mismo sobre los cielos de la Tierra, o cruzar los continentes al ir sujeto a un gir, o convertirse en un módulo de mando en la cúspide de un apin de varias fases, es una prueba del alto nivel de ingeniería de los dioses de Sumer, los Dioses del Cielo y de la Tierra.
Un estudio detenido de los pictogramas e ideogramas sumerios no deja lugar a dudas acerca de que, quienquiera que fuese el que trazó esos signos, estaba familiarizado con las formas y el propósito de los cohetes con colas de fuego humeante, de los vehículos con forma de misil y de las «cabinas» celestes.

KA.GIR («boca del cohete») mostraba a un gir dotado de aletas, o cohete, dentro de un recinto subterráneo parecido a un pozo.
ESH («Morada Divina»), la cámara o módulo de mando de un vehículo espacial.
ZIK («ascender»), ¿un módulo de mando despegando?

Por último, echemos un vistazo al pictograma de «dioses» en sumerio. Esta palabra estaba compuesta por dos sílabas: DIN.GIR. Ya hemos visto lo que era el símbolo GIR: un cohete de dos fases con aletas. DIN, la primera sílaba, significaba «justo», «puro», «brillante». Al ponerlas juntas, por tanto, DIN.GIR, es decir, «dioses» o «seres divinos», transmitía el significado de: «los justos de los objetos en punta brillantes», o, de forma más explícita, «los puros de los cohetes ardientes».
El pictograma de din era éste: que nos trae fácilmente a la memoria al potente motor de un reactor que arroja llamas por la parte posterior, y con el extremo frontal desconcertantemente abierto. Pero el desconcierto se convierte en asombro cuando «deletreamos» dingir combinando los dos pictogramas. ¡La cola del gir con aletas encaja a la perfección con la abertura frontal del din!

El asombroso resultado es la imagen de una nave espacial propulsada por un cohete, con un módulo de aterrizaje atracado a la perfección -¡de la misma manera que el módulo lunar atracaba en la nave espacial Apolo 11! Es, ciertamente, un vehículo de tres fases o etapas, en la que cada parte encaja perfectamente en la otra: en la sección de propulsión estarían los motores, la sección media contendría los suministros y los equipos, y la «cámara celeste» cilíndrica que albergaría a los dingir, los dioses de la antigüedad, los astronautas de hace milenios.
¿Puede haber alguna duda de que los pueblos de la antigüedad, (al llamar a sus deidades, «Dioses del Cielo y de la Tierra», estaban queriendo decir, literalmente, que eran gentes de alguna parte que habían venido a la Tierra desde los cielos?
Las evidencias hasta ahora presentadas en lo referente a los antiguos dioses y sus vehículos no deberían dejar resquicios a la duda de que hubo una vez seres vivos de carne y hueso que, literalmente, bajaron a la Tierra desde los cielos.
Incluso los primeros recopiladores del Antiguo Testamento -que consagraron la Biblia a un único Dios- consideraron necesario reconocer la presencia en la Tierra de estos seres divinos en la antigüedad.
La enigmática sección -a la que le tienen pánico tanto los traductores como los teólogos- es la que forma el comienzo del Capítulo 6 del Génesis. Ocupa el espacio que hay entre la reseña de la expansión de la Humanidad a lo largo de las generaciones después de Adán y el relato del desencanto divino con la Humanidad que precedió al Diluvio. Afirma, inequívocamente, que, en aquel tiempo,

los hijos de los dioses
vieron que las hijas de los hombres estaban bien;
y tomaron por esposas
a las que preferían de entre todas ellas.

Las connotaciones de estos versículos, y los paralelismos que hay con los relatos súmenos de los dioses, de sus hijos y nietos, y de la descendencia semidivina resultante de la cohabitación entre dioses y mortales, se acumula mientras seguimos leyendo los versículos bíblicos:

Los nefilim estaban sobre la Tierra,
en aquellos días y también después,
cuando los hijos de los dioses
cohabitaban con las hijas de los Adán,
y ellas les daban hijos.
Ellos fueron los poderosos de la Eternidad-
El Pueblo del shem.

La traducción que figura aquí no es la traducción tradicional. Durante mucho tiempo, la expresión «Los nefilim estaban sobre la Tierra» se tradujo como «Había gigantes sobre la tierra»; pero los traductores modernos reconocen el error, optando al final por dejar intacto el término hebreo nefilim en la traducción. El versículo «El pueblo (gente) del shem», como sería de esperar, se tradujo como «la gente que tenía un nombre», y, de ahí, «los hombres famosos». Pero, como ya hemos dicho, el término shem se debe tomar en su sentido original -un cohete, una nave espacial.
Entonces, ¿qué significa el término nefilim’? Derivado de la raíz semita NFL («ser lanzado abajo»), significa exactamente lo que significa: ¡aquellos que fueron arrojados a la Tierra!
Los teólogos contemporáneos y los eruditos bíblicos han preferido evitar estos molestos versículos, justificándolos alegóricamente o, simplemente, ignorándolos por completo. Pero los escritos judíos de la _época del Segundo Templo reconocieron en estos versículos los ecos de antiguas tradiciones sobre los «ángeles caídos». Algunos de los más antiguos trabajos eruditos llegaron a mencionar los nombres de estos seres divinos «que cayeron del Cielo y estaban en la Tierra en aquellos días»: Sham-Hazzai («centinela del shem»), Uzza («poderoso») y Uzi-El («poder de Dios»).
Malbim, un destacado comentarista bíblico judío del siglo xix, reconocía estas antiguas raíces y explicaba que «en la antigüedad, los soberanos de los países eran los hijos de las deidades que llegaron a la Tierra desde los Cielos, y gobernaron la Tierra, y tomaron esposas de entre las hijas del Hombre; y entre su descendencia hubo héroes y poderosos, príncipes y soberanos». Estas historias, decía Malbim, eran de los dioses paganos, «hijos de las deidades que, en tiempos primitivos, cayeron desde los Cielos a la Tierra… ésta es la razón por la que se llamaron a sí mismos ‘nefilim’, i.e. Aquellos Que Cayeron».
Con independencia de las implicaciones teológicas, no se nos puede escapar el significado literal y original de los versículos: los hijos de los dioses que vinieron a la Tierra desde los cielos eran los nefilim.Y los nefilim eran el Pueblo del Shem -el Pueblo de las— Naves Espaciales.

A partir de aquí, les seguiremos llamando por su nombre bíblico.

 

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HERCÓLUBUS Planeta X o Nibiru y nuestra historia oculta

Sobre Hercólubus Samael Aun Weor nos dice:
Ya viene HERCÓLUBUS, se encuentra a la vista de todos los astrónomos del planeta tierra; es un mundo gigantesco, poderoso, seis veces más grande que él titán de nuestro sistema solar Júpiter, y pertenece al sistema solar de TILO. No es como muchos suponen, un planeta dislocado de un sistema solar. No, no sé a dislocado! ; gira alrededor del centro gravitacional del sistema solar de TILO.Antes de poco, aquel gigantesco mundo pasara por un ángulo de nuestro sistema solar, y entonces precipitará la catástrofe.Cuando HERCÓLUBUS pase cerca de la Tierra, obviamente precipitara la catástrofe. El gigantesco mundo posee una fuerza de atracción extraordinaria, y secuencialmente, el fuego de los volcanes saltara por aquí y por allá.El fuego líquido del interior de la tierra originará nuevos volcanes, y en general, el elemento ígneo hará que arda todo lo que es y todo lo que ha sido. Por eso dijo Pedro: “los elementos, ardiendo, serán desechos, y la tierra y todas las obras que en ellas hay, serán quemadas”.El agua hará un dúo con el fuego, la revolución de los ejes de la tierra cambiara de lecho a los mares, y perecerán todos los seres humanos”…..
“Vean ustedes, pues, que los Mayas no son ignorantes como suponen las gentes. Se equivocan: los Mayas, realmente, se pasan el tiempo haciendo cálculos astronómicos y saben que se acerca a la Tierra un mundo que los mismos hombres de ciencia ya bautizaron con el nombre de “Barnard Primero”; ese mundo pertenece a otro Sistema Solar, tiene una órbita enorme y se acerca peligrosamente a nuestro mundo Tierra.Cuando “Barnard I” sea visible a simple vista, se producirán acontecimientos catastróficos extraordinarios; esto no lo ignoran los Mayas. Entonces, tal como esta escrito en el “KATUM-13”, aquel gigantesco mundo, por fuerza magnética, atraerá hacia la superficie de nuestra Tierra todo el fuego liquido, brotarán volcanes por aquí, por acá y se producirán terribles terremotos y grandes cataclismos; esto será, según los Mayas, en el “KATUM 13” (año 2043); se están preparando para este evento y dicen: “mi hijo no lo verá, mi nieto si lo verá”.

Esa es la opinion y el mensaje que dejó Samael Aun Weor.

Lo cierto es que nuestra historia está llena de sorpresas.

Como reza el dicho, la historia es como nos la cuentan los vencedores o por defecto los que están en el poder. Desde siempre se nos ha explicado que estamos solos en el universo, en un sistema solar cerca del borde exterior de la Vía Láctea, donde supuestamente solo el tercer planeta que orbita alrededor de la estrella que denominamos Sol, reúne las condiciones para albergar vida.

Los libros de texto nos cuentan que siempre hemos estado solos en el universo, o sea que somos fruto del azar y la casualidad, somos los suertudos “chicos de oro del universo”, todo para nosotros solitos… Pero claro, esta es una historia un poco caduca y a estas alturas parece hasta irrisoria. Véase la Teoría de la Panspermia y los “recientes” descubrimientos de la NASA (la agencia nacional de mentiras espaciales americana) en Marte, Titán y Europa …

Imagen de Titán – Luna de Saturno (color simulado…¿O no?)

Nos han mantenido siempre ignorantes ante los temas que realmente importan. Y que nadie me malinterprete, cuando digo nos han mantenido, me estoy refiriendo a lo largo de la historia. Y es que cuando no existían los “Mass falsiMedia” actuaban otros mecanismos reguladores de la información. Podemos recordar entre otras la meticulosa labor de la “Santa” Inquisición en nuestro país, como la fuente oficial de creación de mitos y de ridiculización de la ciencia en aquellos oscuros tiempos. Aunque hoy en día no tenemos nada que envidiar respecto a aquel entonces, seguro que Torquemada se sentiría como pez en el agua trabajando para el Gobierno Americano o como asesor personal de Ruppert Murdoch.

No obstante la incontable lista de pruebas físicas, de nuestra interacción durante TODA la historia, con otras culturas cósmicas es absolutamente irrefutable. Es un hecho que además correlaciona con otro hecho innegable, que han existido otras humanidades, unos más grades, otros más pequeños, otros gigantes y otros diminutos (véanse los recientes documentales de Nacional Geographic y de History Channel sobre el hombre “hobbit”, sobre los seres diminutos de archipiélagos asiáticos, sobre homínidos enormes) que refuerzan que han existido otros fílums de seres humanos distintos al nuestro y que tienen a los antropólogos absolutamente perplejos. Poco a poco la desbordante avalancha de pruebas que apuntan hacia ello y que desmienten la consabida teoría de la evolución, pues nunca se ha encontrado el eslabón perdido ni nunca se encontrará, ya que somos fruto de una manipulación genética extraterrestre .

Como decía antes, nos han mantenido en Babia, por qué las implicaciones de descubrir a nivel global que NUNCA HEMOS ESTADO SOLOS, significarían el fin del “chiringuito” de los que manejan los hilos en las sombras.

Citando a Bob Dean,!Esta historia es dinamita! Desmonta todos los mitos y constructos legendarios de las sociedades modernas, que nos mantienen entretenidos y obedientes. ¿Qué me importa el futbol, cuando se que estamos interactuando con seres de otros planetas y lo que potencialmente podría ser mi vida, nuestras vidas? ¿Qué ocurriría con las religiones? Parece que el Vaticano ya se está anticipando a este extremo.

Antes de abordar las diferentes pruebas documentales que existen alrededor del mundo, os propongo un ejercicio de reinterpretación. Quien más quien menos, conoce los textos de la Biblia. A lo que quizás no estéis acostumbrados es a hablar de extraterrestres en vez de ángeles, a hablar de OVNIs en vez de carros de fuego, a hablar de contacto extraterrestre en vez de revelaciones de Dios.

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=taXD1OMTyqA[/youtube]

Si os parece interesante el tema os invito a realizar una pequeña investigación de los Evangelios Apócrifos, es decir aquellos que el Vaticano no ha reconocido como la “versión oficial”. Estamos acostumbrados solo a los Evangelios Canónicos, es decir los institucionalmente aceptados. Es curioso que estos textos Apócrifos presenten versiones de las sagradas escrituras que describen programas eugenésicos (de manipulación genética), contactos extraterrestres, avistamientos y demás anomalías. Además muchos de estos textos eran bastante más populares en los albores de la cristiandad y los gnósticos que eran una antigua rama mística de la cristiandad (sospechosamente parecidos en cuanto a su filosofía a los budistas) y que preferían estos textos, fueron convenientemente aniquilados una vez se aprobó la versión Canónica (la oficial de los textos). Más adelante dedicaré un artículo exclusivamente a temas relacionados con los textos sagrados.

Volviendo a las pruebas de contacto a través de los tiempos, existen una serie de evidencias que vistas por separado y fuera de contexto, se han considerado rarezas, objetos fuera de lo común o incongruencias y cuando el sistema de la “marginación de pruebas” no funcionaba se han inventado historias inverosímiles, ridículas o sencillamente se ha intentado demostrar infructuosamente que eran falsificaciones.

En fin las pruebas hablan por si mismas, pero vamos a dar un repaso por diferentes etapas de la historia de la humanidad y juzgad por vuestra cuenta.

Comencemos con pinturas rupestres y grabados:

Cosmonautas de Veracruz – Imagenes de seres metidos en una especie de escafandras

“Sombreros” voladores en Tanzania – Platillos voladores emitiendo alguna especie de energía

Wadjinas, los Antiguos Maestros de los aborígenes, Kimberley, Autralia – Nótese el detalle de la imágen superior izquierda, el ser está vestido con un traje de cabeja a pies y lleva guantes y un extraño calzado. En la parte exterior de la cobertura de la cabeza hay un escrito en un alfabeto desconocido.

OVNI de Samaipata, Bolivia – Complejo arqueológico de ” El Fuerte”. Según las leyendas de los Incas contadas a los españoles a su llegada, desde este lugar los Dioses ascendian a los cielos. Observar fotografía siguiente, donde se muestra el lugar desde donde despegaban.

Complejo arqueológico de ” El Fuerte”.

Petroglifos de McConkie Ranch, Utah – Una estrella en el cielo, un objeto completamente cuadrado y humanoides ¿Con antenas? …

Mas pinturas rupestres en Utah en Barrier Canyon, realizadas por los indios Ute.

Dioses del Tassili, Desierto del Sahara. Observar el detalle del traje y escafandra del dibujo en la esquina superior izquierda. Este dibujo se conoce como “El Gran Dios Marciano”. Abajo una figura con un ovoide (¿Nave?) detrás, que lleva casco y tiene un gran miembro se llev a 3 mujeres jóvenes. Una lleva a un niño en la espalda, símbolo de fertilidad.

Astronauta de Ciudad Rodrigo, España – Extraño ser con casco y escafandra que se cree que data de 2000 A.C.

Petroglifos de Death Valley, California – Las imagenes hablan por si mismas

Astronautas de Val Camónica, Italia – Dos seres con escafandra que irradian luz y portan objetos desconocidos en las manos.

Figura australiana en la piedra – humaniode con casco, traje guantes,pantalones y unas botas que le llegan hasta las rodillas.

Cosmonautas de Toro Muerto, Méjico – Nótese el parecido increible con los dibujos de Val Camónica, Italia, representado arriba a la derecha.

Más dibujos del Tassili, Sahara – Un ser de extraña apariencia que parece emitir algún tipo de energía, tiene ¿cola? y está observando una batalla estelar.

Recopilación de pinturas de cuevas del sur de Francia.

Después de este inicio, queda claro que hay algunas “cosillas” que no nos han contado sobre la vida de nuestros ancestros en las cavernas. Pero echemos ahora un vistazo a estatuas i figurillas.

Ahora podemos continuar el recorrido a través de esculturas, estatuillas y grabados de antiguas culturas del planeta.

Nave de Toprakale, Turquía – Se estima su antiguedad en unos 3000 años. Faltan la cabeza del piloto y la parte superior de la tobera de escape. La verdad es que deja poco margen de discusión.

Grabado de la tumba de Pacal Votán, Palenque, Méjico – Evidente muestra de tecnología en el arte precolombino. La imagen nos muestra la comparativa con uno de los transbordadores espaciales americanos.

Detalle del dibujo de la tumba de Pacal Votán.

Cuerpo hayado dentro de la tumba de Pacal Votán, los arqueólogos están desconcertados por qué ni las proporciones, ni las características físicas concuerdan con los antiguos Mayas. El esqueleto muestra una complexión fuerte y un gran tamaño que contrasta con las proporciones de los indígenas.

Otro detalle curioso del personaje enterrado es la máscara que muestra unas facciones más bien poco indígenas. Especialmente intereasante es el puente nasal que se prolonga hasta la frente.

Un “calentador” muy especial dentro del complejo de Palenque que es sospechosamente parecido a una tobera moderna.

Otro personaje del arte mesoamericano que parece manipular algún tipo de cápsula o de nave espacial.

Representación del Dios Quetzalcoatl, (Kukulkan Gukumatz) – Dios Maya que llegó de los cielos sobre una serpiente emplumada que escupía fuego. Nótese la similitud con el grabado anterior.

Escultura precolombina que muestra un hombre de facciones no indígenas con un casco espacial. A la derecha una imagen de un astronauta del programa espacial soviético.

Relieve precolombino denominado como “jugador de pelota” por parte de la comunidad arqueológica. Seguramente debía formar parte del equipo de futbol interestelar Maya, por eso lleva el casco con respirador y traje espacial…sin comentarios.

Más pretendidos “jugadores de pelota” con trajes espaciales incluidos, juzgad vosotros mismos. Es que da hasta vergüenza la interpretación arqueológica aceptada.

A la derecha otro “Dios de la Antiguedad” de los Mayas, Ciudad de Tikal, Guatemala. Es importante fijarse en los detalles tecnológicos del traje, como por ejemplo los tubos que salen de la base de las botas. A la izquierda la representación indú del Dios Ganesha, nótese el parecido con una máscara de piloto de caza actual.

Antiguo Dios colombiano que tiene unos 3000 años de antiguedad. Ni el casco ni la ropa concuerda con las vestimentas de la época.

Astronauta de Kiev – Tiene unos 2000 años de antiguedad y viste un extraño traje metálico con casco.

Cuchillo ceremonial precolombino – Al igual que el astronauta de Palenque parece pilotar algún tipo de artefacto mecánico.

Diferentes figuras precolombinas vestidos con cascos y escafandras. Abajo astronauta con su “nave”.

Dios Tláloc en Teotihuacan, Méjico – Imagen de un hombre de rasgos caucasianos con barba y bigote. Especialmente interesante son las “gafas” y el casco que viste.

Imágenes de los “Dioses Blancos” – A la izquierda cabeza Azteca de un Caballero Águila y a la derecha una estatuilla Olmeca que representa a un Dios Blanco barbado. Está muy claro que ambas figuras destacan por sus rasgos caucasianos, además el de izquierda luce un casco muy peculiar y el de la derecha tiene barba, en contraposición a los indígenas.

Varias estatuas precolombinas que nos muestran a antiguos dioses en posiciones curiosamente forzadas, que nos recuerdan a los astronautas del Programa Apolo dentro de la cápsula.

Otra imagen de los Caballeros Águila Aztecas. En este caso destaca mucho la forma del casco, que parece llevar respiradores o una especie de mascarilla.

Figuras de oro que represntan… ¿Aviones? ¿Existían aviones en la época de las antiguas culturas precolombinas?

Han sido calificados como representaciones de pájaros, como representaciones de insectos. Pero si nos fijamos en el centro de la colección hay una figura con ¿Hélice? ¿Alguien imagina a un pájaro o a un insecto con hélice?

Se han realizado pruebas aerodinámicas y de vuelo reales con algunas de estas formas y se ha demostrado con éxito que son perfectamente capaces de volar. ¿Pero si había aviones donde están las pistas de aterrizaje y despegue?

Pues las pistas EXISTEN, están a 3000 Km. al sur de Perú.

Más figuras de astronautas precolombinos. Es necesario destacar que varios insiders han revelado, que las líneas básicas de los diseños de los trajes espaciales del Programa Apolo, se fundamentaron en las imágenes de los antiguos atronautas representados en estas culturas.

No nos deberían sorprender estas muestras evidentes de contacto con lo que parecen ser diferentes razas estelares humanoides. Las propias historias, leyendas y mitos de las culturas de la tierra, nos hablan de los dioses antiguos que les dieron las bases de la tecnología, las leyes, les enseñaron el pastoreo y el cultivo, además del lenguaje, las matemáticas y la astronomía. Lo que está claro es que culturas como la Maya, la Olmeca, la Inca, la Azteca, la Egipcia, la Sumeria, la Babilonia, ect. no nacieron por generación espontánea; si no tendríamos que asumir que dichas culturas pasaron de ser nómadas, primitivos cazadores recolectores, a sofisticadas culturas tecnológicas, capaces de levantar ciudades e imperios absolutamente impresionantes sin ningún paso intermedio y en unos períodos de tiempo muy breves.

Para conocercon detalle la historia oculta y tecnológica de centroamérica y suramérica os dejo un libro que explica con todo lujo de detalles lo que ha acaecido en los últimos 14.000 años, desde que aterrizaran los primeros dioses, portadores de tecnología y la sabiduria. Las Crónica de Akakor fue escrita originalmente en pieles, vasijas de barro y más tarde tambien en pergaminos. Contiene sucesos culturales y económicos que alcanzan su climax en 1944 cuando una expedición de soldados alemanes llegó a aquellas tierras, precisamente buscando la conexión extraterrestre. Las sociedades secretas Vril y Thule (hablaré de ellas en próximos artículos), que controlaban las SS y estuvieron detrás del control real del Tercer Reich, destacaban por tener un gran conocimiento de lo oculto. Estas sociedades fueron las que organizaron la expedición que aparentemente consiguió sus objetivos. En fin, un libro que relata crónicas ocultas de tribus que llevan habitando ciudades subterráneas secretas desde antes que los españoles llegáramos al continente americano y que han sabido sobrevivir a 2 grandes cataclismos masivos del planeta.

Mas muestras de personajes con casco en el arte precolombino. Las facciones de la cabeza de la izquierda parecen notablemente orientales, e incluso recuerda un poco a la cara de algunos budas. En la esquina superior derecha parece llevar un respirador especial y figura de rasgos claramente caucasianos en la esquina inferior derecha.

Otro traje espacial completo y en este caso se puede apreciar el detalle del diseño del traje en las piernas y los brazos para poder mover adecuadamente las articulaciones, como en el caso de los trajes espaciales modernos (prototipo en fase experimental del nuevo traje espacial de la NASA).

Otra imagen de Quetzalcoatl, el Dios blanco de la sabiduría. Otra vez el detalle de la barba y los rasgos obligan a reflexionar al respecto.

Más estatuas con rasgos diferentes a los indígenas de la cultura Maya en Guatemala. A la izquierda una estatua hecha de cal llamada “La Blanca”, probablemente realizada en este material por el color de la piel de la mujer que evidencia rasgos entre orientales y caucasianos. A la derecha una estatua de madera con bigote, se haya en una extraña postura. Parece manipular una especie de gran collar. Tiene rasgos que parecen orientales, que recuerdan a los mongoles.

Cabezas Olmecas que denotan claramente facciones negroides. ¿Facciones orientales, caucasianas y negroides en la América precolombina? Es evidente que aquí hay algo que no encaja.

Las diferentes características étnicas de la raza humana en la Tierra, son fruto de la interacción genética hace miles de años con distintas razas humanoides de fuera de este planeta.

Nueva figura Olmeca, en esta ocasión aparte de poder distinguir perfectamente los rasgos negroides de la figura, podemos ver claramente que lleva puesto un traje espacial ajustado con casco y se pueden distinguir en la cara las finas líneas de la tela del mismo. Recuerda a la primera capa de ropa de los trajes espaciales modernos. Tambien se pueden ver con claridad los grandes guantes que viste. Está manejando algún tipo de artefacto desconocido.

Detalle de un relieve de la ciudad Maya de Tikal, donde podemos apreciar otra vez a un humaoide de facciones negroides que porta un elaborado casco con gafas y tiene una especie de pinza en vez de dedos.

Detalle de otro relieve de Tikal, donde podemos apreciar al mismo individuo enfundado por completo en el traje espacial. Cabe destacar el detalle del cableado alrededor del traje, en la base de las botas y enlazando con los saquillos que cuelgan de los laterales un tubo que sube hasta el centro del torso ¿Depósitos de oxígeno? A la altura de los hombros tambien podemos apreciar varios tubos. En este caso tambien podemos observar el detalle de las pinzas, que es la clave para reconocerlo.

Representación de los “Kappas”, unos seres que llegarón del espacio exterior y estuvieron viviendo en Japón hasta hace unos 1000 años. Esta información no hubiera despertado una reacción escéptica si no fuera por qué fue divulgada por una prestigiosa publicación, famosa por su seriedad y no hubiera sido respaldada por uno de los más prestigiosos hombres de ciencia de Japón, el profesor Komatsu Kitamura, arqueólogo e historiador de gran valía. ¿No recuerdan los humanoides con pinza de los Kappas a las representaciones de Tikal?

¿Podrían haber mezclado su ADN estos visitantes con pinzas con algunos humanos, de forma que quedara algún vestigio de ello? “The Lobster Boy” Una persona que nació con las manos y los pies con forma de pinza. Esta condición fisiológica se mantuvo durante 5 generaciones.

Detalle radiográfico de una persona con manos en forma de pinza.

En este caso tenemos una gran cabeza humana descubierta en la selva de Guatemala (Monte Alto) en 1940, de la que no se ha hecho excesiva publicidad. Destaca el tamaño descomunal de la misma, como en el caso de las cabezas Olmecas y sus evidentes rasgos caucasianos. Como referencia ver a las dos personas subidas encima de la misma y el tamaño del coche.

Otra cabeza Olmeca, en este caso tiene una forma y proporciones bastante extrañas. Es evidente que las facciones no tienen nada que ver con las indígenas del lugar, aparte parece llevar una especie de máscara que le cubre gran parte de la cara.

Dibujo precolombino que muestra una nave en forma de “puro” donde existe un centro de control con un personaje aparentemente pilotando y otros personajes igualmente sentados en diferentes compartimentos manipulando distintos controles.

Otra curiosa representación Maya a la que han butizado como “El observador astronómico”. Cabe destacar la similitud de esta dibujo con el anterior. En todo caso lo que rodea al personaje emite una especie de resplandor y lo envuelve por completo, así que parece más algún tipo de aparato emisor de energía, como una especie de campo de fuerza.

Representación Maya de una nave espacial completa, con sus diferentes compartimentos con la figura de la serpiente con tobera que escupe fuego, las diferentes secciones que manipulan controles de vuelo y hablan por intercomunicadores, asientos tecnológicos y piloto manejando la palanca de mando de la nave.

¡Pasen y vean una evidencia como un templo!

Dos naves figurillas de metal que recuerdan claramente a naves espaciales. La de arriba es tridimensional, mientras que la de abajo se trata de una vista lateral semi-bidimensional. Es interesante observar que la nave de arriba tiene un gran parecido a una nave antiquísima hallada en la luna, durante el transcurso del programa espacial secreto (ver imagen abajo).

Nave encontrada en la luna fruto del programa espacial secreto. Se ha estimado que puede tener millones de años, nótese los cráteres de impacto de meteoritos en el casco de la misma (Pronto hablaré en un artículo de ella).

Nave pilotada por un humanoide que parece llevar un elaborado casco. El traje recuerda al Caballero Aguila Azteca. Se puede apreciar como la mano a la derecha está manejando lo que parecen ser controles de vuelo. Tambien se puede apreciar claramente la forma semidiscoidal de la nave, que está provista de cola.

Otra muestra de arte precolombino “tecnológico”. Parece que estas culturas dominaban el diseño aeroespacial por lo menos 4 milenios antes.

¿Podrían haber conocido tembien la tecnología del vuelo individual, algo parecido a los jetpacks? La respuesta parece ser afirmativa si atendemos a estas estatuillas de oro macizo. Hay que destacar se hayan en una posición que denota muchas similitudes con los vuelos actuales.

En este caso tenemos otro dibujo de una nave espacial, procedente de la Puerta del Sol en Tiahuanaco. A la izquierda Quetzalcoatl, el dios que descendio de las estrellas. A la derecha la “Diosa Orejuda”(Orejona), figura humanoide con grandes orejas, con el cráneo mucho más alargado de lo normal, tambien se pueden observar claramente las manos palmípedas. La historia cuenta que Orejona vino del planeta Venus y de hecho la Puerta del Sol de Tihuanaco es un gran calendario del planeta Venus.

Craneos alargados hallados en yacimientos arqueológicos. Según la explicación científica estos cráneos fueron alargados artificialmente, lo que ya no puede explicar la “ciencia oficial” es como esto se hizo, ya que no presentan ningún tipo de marca o indicio de que fuera un alargamiento inducido. Por lo tanto si no fue algo artificial, por fuerza es algo genético, heredado. Lo que nos lleva otra vez al relieve Tihuanaco, a la figura humanoide palmípeda y de cráneo alargado. ¿No sería más lógico pensar que la interacción genética produjo estos cráneos alargados? Hay que pensar que en todos los textos sagrados de la tierra (incluida la Biblia), se habla de interacción entre los Dioses venidos del cielo y de los humanos, así pues esta sería una prueba física de dicho cruce genético.

Más cráneos “anormales”, otros cráneos encontrado en América del Sur , que por su forma demuestran una amplitud cerebral fuera de lo común.

No creáis que esto acaba aquí, hoy por hoy existen demoledoras pruebas físicas, morfológicas y geneticas al respecto.

Esqueleto encontrado en Ladonia, Tejas. Un humanoide con una apariencia bastante increible, cuencas oculares enormes reforzadas con estructura ósea, cuatro dedos en manos y pies, mandíbula extremadamente pequeña y estrecha. Fue hallado vestido con una especie de traje metálico, que se puede observar en el detalle de la fotografía inferior izquierda.

Cráneo encontrado en una cueva en Chiuaua, Mejico. Data de unos 900 años de antiguedad y según varias pruebas de ADN (pdf en inglés) encargadas por elStarchild Project (Proyecto Niño de las Estrellas), la madre sería humana y el ADN del padre es desconocido hasta el momento. Evidentemente en este caso desconocido en la Tierra, es sinónimo de extraterrestre. Los lugareños cuentan que llegaban seres del cielo que tenían hijos con sus mujeres y que volvían a buscarlos al cabo de un par de años para llevárselos. Esta sería una prueba fehaciente, física e irrefutable de estos contactos extraterrestres.

Imagen comparativa entre el cráneo Starchild y un cráneo humano normal.

Imágenes a través de rayos X de las diferenecias morfológicas entre ambos cráneos. Entre finales de 2008 y principios de 2009 acabarán los estudios de ADN más avanzados que se están realizando actualmente y podremos conocer más detalles al respecto.

Otra de las conclusiones inesperadas de este estudio ha aparecido al realizar una análisis del corte del cráneo del Starchild, revelando algunas anomalías físicas que hoy nos acercan a un tema de rabiosa actualidad, la Enfermedad de Morgellons. Concretamente se han hallado fibras muy parecidas a las que aparecen en dicha enfermedad integradas dentro del cráneo Starchild y digo integradas por que no dañan los tejidos, forman parte de ellos.

Podeís ver una explicación en Flash pulsando aquí, o ver el informe completo pulsando sobre la imagen. Tambien podeis descargar una presentación en powerpoint sobre el tema aquí.

Mientras que en los casos de la enfermedad dichas fibras aparecen atravesando los tejidos y causando lesiones, en el cráneo starchild parecen estar integradas. Sabiendo la relación que existe entre la enfermedad de Morgellons y la fumigación chemtrail, no cabría afirmar que ¿Puede existir una conexión extraterrestre entre las fumigaciones y dicha enfermedad? ¿Nos estarán fumigando ADN extraterrestre? ¿Estarán adecuando las condiciones atmosféricas para la llegada de otro tipo de seres?

Estas preguntas de momento quedan en el aire ya que no son el objetivo de este artículo, pero no cabe duda que son inquietantes y que requieren de una investigación exhaustiva. Para más información sobre la investigación del craneo Starchild, podeís visitar la magnífica página de Exopolítica España o la investigación original en inglés el Starchild Project.

En la Bilbia se habla de los Elohim, que procede de Ellu y significa “los resplandecientes”. Los resplandecientes se representan a menudo con cuernos en sus cabezas. Es un símbolo de sabiduría y tambien de liderazgo. Ese es el motivo de que muchos chamanes, sacerdotes y reyes adoptaran la convención de portar cuernos, especialmente en forma de corona. Esto primeramente indica que son descendientes de estos seres, de los antiguos reyes antediluvianos e indica su vínculo de sangre.


Otra muestra de que los Elohim, los visitantes de otros mundos hace tiempo que andan entre nosotros. Estos craneos con cuernos (se encontraron unos cuantos de ellos), fueron encontrados en Sayre ( Bradford County), Pennsylvania en 1880. Anatomicamente los esqueletos eran absolutamente normales a excepción de los cuernos. Se estimó que los cuerpos fueron enterrados aproximadamente en el año 1200 A.C. El hallazgo lo realizaron un grupo de anticuarios muy reputados, un historiador y dignatario de la Iglesia Presbiteriana y dos profesores del Museo de Investigación Americano y de la Academia Phillips de Andover, Masachussets. Los huesos fueron enviados al Museo de Investigación Americano en Filadelfia y despaprecieron misteriosamente…¿Qué casualidad no?

Miguel Angel representó a Moisés cornudo en una escultura, muy a sabiendas de lo que esto significaba, que Moisés era portador de la sangre de los Elohim, de la sangre real.

Representación Griega del Dios Zeus Ammon en una moneda, arriba a la izquierda. Abajo a la derecha representación romana. A la derecha representación del cornudo Dios egipcio Amun.

Alejandro Magno, el gran conquistador del mundo antiguo que continúa vivo en nuestro recuerdo y leyendas, representado en multitud de monedas del mundo antiguo. El mito del gran rey filósofo y sanguinario. El hijo de los dioses, con sangre real descendiente directo de dioses por rama paterna y materna, hijo de Zeus Ammon. El “resplandeciente” Alejandro, sabio y lider. Alejandro descendiente de los Elohim.

En la antigua tradición Árabe y Persa, Alejandro Magno es identificado como Dhul-Qarnayn, el de los dos cuernos. ¿Mito o realidad? ¿Podría ser que la sangre de los Elohim todavía fluyera difuminada por la raza humana y en algunos raros casos se manifestara?

“India News” – Un cuerno crece en la cabeza de un hombre

Shimla, 22 de Dic , 2003 (IANS):

“Un habitante de Himachal Pradesh está atrayendo mucha curiosidad por el cuerno que le crece en la parte trasera de la cabeza […] parece que cuando Ram se lo mostró al médico, parecía estar muy sano salvo este llamativo detalle. Soltero y célibe Ram ha servido en templos toda su vida. Declara haber tenido muchas experiencias místicas”

Abuela china Granny Zhao, con un cuerno de unos 13 cm. en el centro de la frente. Con sus 95 años parece que no le afecta en absoluto, aparte de molestarle un poco a la vista.

Ma Zhong Nan, un hombre de 98 años de China. El cuerno le crece justo desde la coronilla. Tampoco en este caso aparecen secuelas o síntomas asociados al “cuerno”.

Otro hombre “cornudo” de 88 años Zheng Zhou, de China. Otra vez nos encontramos con un cuerno que crece en edad avanzada y que no afecta negativamente a la persona. En todos los casos cuando se ha intentado cortar el cuerno, ha vuelto a crecer exactamente igual, como ocurre con otros animales que tienen cornamenta. Curioso el detalle de la edad a la que aparece, ¿En el caso de ser una herencia de ADN de los Elohim, estaría programado geneticamente para crecer en seres muy longevos? Esa sería una explicación del por qué solo aparece en ancianos de muy avanzada edad.

Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz

de la tierra y les nacieron hijas, al ver los hijos de Dios que las hijas de los

hombres eran hermosas tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.

Entonces dijo Yahvé: «No permanecerá para siempre mi espíritu en el hombre,

porque ciertamente él es carne; pero vivirá ciento veinte años».

Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se

llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres y les engendraron

hijos. Estos fueron los hombres valientes que desde la antigüedad alcanzaron renombre.

Génesis, 6, 1-4

Un esqueleto encontrado en el Sureste de Arabia Saudí por la compañía petroliera ARAMCO. El gobierno encubrió el incidente y confiscó todas las evidencias incluido un 99,9% de las fotografías. Fue combatido vía internet a través de la difusión de series de fotos falsas, para desacreditar el hallazgo.

Innegablemente una de las más auténticas fotos de gigantes que circulan hoy en día. Este gigante fosilizado fue descubierto en 1895 por Mr. Dyer durante una operación minera en County Antrim, Irlanda. La medida de los gigantes era unos 3,7 metros de altura y unos 1,37 metros de circunferencia torácica. Los propietarios y el gigante desaparecieron (otro más a la lista)

Cada vez que se hayan pruebas consistentes sobre nuestros verdaderos orígenes, los artifices de nuestra feliz ignorancia las hacen desaparecer meticulosa y sistematicamente.

En 1950 durante la construcción de una autopista en Turquía, Valle del Eúfrates, fueron descubiertas muchas tumbas que contenían restos de gigantes. Los huesos de las piernas medían 1,2 metros y gracias a esto se calcula que la altura del gigante era de unos 4,2 a unos 4,8 metros. Actualmente está expuesto en el Mt. Blanco Fossil Musseum, Tejas.

En 1911 varios restos momificados de misteriosos pelirrojos de 2-2,5 metros de altura fueron desenterrados en la cueva Lovelock, unos 112 km. al noroeste de Reno, Nevada, por una operación minera. Esto sostenía las leyendas de los indios locales los Piute que hablaban de tales seres, los Si-Te-Cashs.

Tenían 6 dedos en manos y pies, dos hileras de dientes y eran muy agresivos y sanguinarios ¿Pero solo han existido gigantes en la antiguedad? Nada más lejos de la verdad

Sus descendientes aún caminan entre nosotros, siempre lo han hecho. No obstante la sangre de los Nephilim se ha ido difuminando con el paso de los tiempos, pero ellos aún están aquí.

Sus características se expresan a través de genes recesivos y por lo tanto son dificiles de encontrar, pero cuando este gen recesivo se encuentra en el padre y en la madre, entonces se abre camino.

Pero aún hay más, existe una tribu remota de Ecuador, los Waorani, que lejos del tamaño de sus antecesores tienen una talla normal. Una tribu con seis dedos en manos y pies, una tribu con dos hileras de dientes, una tribu sanguinaria y feroz, una tribu descendiente directa de los Nephilim.

Los Waorani fueron descubiertos en 1940 por un grupo expedicionario en busca de petróleo, que fue asesinado nada más hacer contacto. Doce empleados de la Shell murieron a manos de esta feroz tribu. Fue necesaria una década para poder entablar contacto otra vez con ellos. El siguiente contacto acabó tambien en masacre a manos de los sangrientos Waorani. Despues de muchos muertos se pudo llegar a entablar un contacto pacífico y se descubrieron algunos datos escalofriantes. Los Waorani mantiene el índice de homicidios más alto de la historia de la humanidad, por encima del 50 %. Matan a sus mayores cuando ya no los soportan o acaban con cualquier recien nacido no deseado o que tenga malformaciones, llegando a enterrarlos vivos.

Por otro lado esta sanguinaria tribu registra una genética superior, siendo los seres humanos más sanos del mundo. “Medicamente los Waorani se han convertido en un enigma, no existen rastros de cancer, de enfermedades cardíacas, aumentos de tensión arterial, alergias, ni niguna de las enfermedades conocidas hasta la fecha. Además poseen manos y pies con seis dedos y dos hileras de dientes. Descendientes de una raza de gigantes que en la antiguedad se mezclaron con los indígenas, legándoles tambien una ferocidad y violencia sin parangón.

Estatua de un gigante de la antigua Sumeria, que aparte de tener seis dedos, muestra unos extraños “relojes” en las muñecas. Los hijos de los Nephilim aún están entre nosotros…

https://djxhemary.wordpress.com/

 

Los Dioses que bajaron de Sirio

El reciente descubrimiento de que Sirio es, en verdad, un sistema estelar triple, está levantando todo tipo de controversias. Y es que, lo que nuestra astronomía acaba de reconocer, era ya sabido por pueblos antiguos como los egipcios o la tribu de los dogonesen Malí. Y lo sabían, al parecer, porque un día descendieron unos “dioses instructores” de ese sistema y se lo contaron.

La noticia nos sobrecogió. Dos investigadores franceses, D. Benest y J.L.Duvent, hacían público hace escasas semanas el resultado de sus últimas investigaciones en torno a la estrella, la más brillante del firmamento y ubicada a unos 8,7 años luz de la Tierra.

Según sus conclusiones Sirio es, en verdad, un sistema estelar formado por tres estrellas y no por dos, como desde mediados del siglo pasado asegura nuestra astronomía; y lo pudieron averiguar al estudiar con detenimiento las variaciones en la órbita del sistema de Sirio desde 1862 hasta nuestros días, lo que les llevó a pensar que un tercer cuerpo estelar estaba influyendo en su recorrido.

Benest y Duvent dedujeron, además, que la nueva Sirio C es una enana roja, una clase de estrella quinientas veces menos masiva que el Sol y muy poco brillante, para cuyo descubrimiento óptico – que todavía no se ha confirmado – será necesario utilizar los más potentes telescopios en un futuro inmediato.

Pero lo que realmente nos sobrecogió de la noticia fue que la conclusión a la que han llegado estos dos investigadores galos recientemente, era ya de sobra conocida por algunos de los pueblos más antiguos de África, como los egipcios y los dogones. Estos últimos, que actualmente viven en la planicie de Bandiagara, en las montañas Hambori de Mali veneran desde tiempos inmemoriales a la estrella Sirio a la que parecen conocer hasta en sus detalles más íntimos.

En 1931 el antropólogo francés Marcel Griaule visitó por primera vez a esta tribu, descubriendo que en sus tradiciones más sagradas y secretas se hablaba de una estrella compañera de Sirio, a la que llamaban Po Tolo, y de la que sabían que tarda cincuenta años en completar una órbita en torno a ésta y que, además, es extraordinariamente densa, lo que es rigurosamente cierto. Por si esto fuera poco, los dogones sabían de la existencia una tercera estrella a la que llaman Emme Ya (y que corresponde a la recién descubierta Sirio C), de la que dicen es “cuatro veces más ligera que Po Tolo aunque que tarda el mismo tiempo que ésta en completar su órbita alrededor de Sirio A.

Aquellos conocimientos, que Griaule completó quince años más tarde con otras investigaciones de campo que realizó junto a la etnóloga Cermaine Dieterlen, fueron considerados en principio pura mitología; pero aún con todo, en medios académicos, escépticos como E.C. Krupp, director del Observatorio Criffith de Los Ángeles y uno de los mas reconocidos especialistas mundiales en arqueoastronomía, reconocieron que – además de su conocimiento sobre Sirio – era difícil explicar cómo conocían también los anillos de Saturno o las cuatro lunas galileas de Júpiter, descubiertas por Galileo Galileisiglos después de que los dogones hablasen de ellas, gracias a su primer telescopio.

Los orígenes del saber

Además de los dogones, otros pueblos vecinos como los Bambara, los Bozo de Segu y los Miniaka de Kutiala, comparten desde tiempos inmemoriales idénticos conocimientos sobre Sirio, en torno a cuyo sistema gira buena parte de la vida ritual de estas gentes. Cada cincuenta años, por ejemplo, y cumpliendo estrictamente con el “ciclo u órbita de Sirio B alrededor de Sirio A, estas tribus celebran sus ritos de renovación a los que llamanFiestas Sigui, en honor a Sigui Tolo que es como conocen a Sirio A. Es entonces cuando elaboran complejas máscaras de madera para celebrar la entrada del nuevo ciclo, que después almacenan en un lugar sagrado y donde los arqueólogos han podido encontrar piezas que datan, al menos, del siglo XV. Ahora bien, ¿de dónde obtuvieron los dogonesen ‚ época tan remota sus precisos conocimientos astronómicos?

Griaule y Dieterlen prefirieron limitarse a describir aquello que les fue transmitido porlos dogon, o jefes de cada pueblo iniciados en el secreto de Sirio, sin hacer una valoración de sus hallazgos. Pero en 1970 Cenevieve Calame-Griaule publicó en un libro que tituló Génesis Negro, algunas de las notas que su padre Marcel no se atrevió a dar a la luz. En ellas se describía como los dogones creían en un dios hacedor del Universo al que llaman Amma, que mandó a nuestro planeta a un dios menor, al que conocen comoNommo, para que sembrara la vida aquí. Nommo descendió a la Tierra y trajo semillas de plantas – describe una de las tradiciones recogidas por Griaule de boca de un dogon llamado Ogotemmeli -, que habían ya crecido en campos celestes… Después de crear la Tierra, las plantas y los animales, Nommo creó a la primera pareja de humanos, de los que más tarde surgirían ocho ancestros humanos, que vivieron hasta edades increíbles.

La conexión egipcia

De Nommo, los dogones dicen también que era una criatura anfibia – probablemente muy parecida al dios babilónico Oannes -, y que regresó al cielo en un arca roja como el fuegodespués de cumplir con su tarea. Pues bien, con todos estos datos, en 1976 Robert K.C. Temple, un lingüista norteamericano miembro de la Royal Astronomical Society británica y afincado en Londres, publicó un osado libro que tituló El Misterio de Sirio, en el que aventuró que Nommo fue un extraterrestre que dejó en la Tierra, hace entre siete y diez mil años, toda clase de pistas sobre su origen estelar. “Cualquier otra interpretación de las citadas pruebas no tendría sentido, concluyó Temple. Y quizás no le faltase razón, pues sus argumentos, lejos de haber sido refutados con el tiempo, se ven reforzados pordescubrimientos como el de Sirio C que ya anunció en su obra hace casi veinte años.

Pero el conocimiento del sistema triple de Sirio no fue patrimonio exclusivo de los dogones y de los pueblos vecinos, lo cual nos obliga a abrir aún más el radio de esa supuesta influencia extraterrestre en el pasado. Los antiguos egipcios, por ejemplo, mostraban una gran veneración hacia la “estrella del Perro” o Sirio, que se encuentra en la constelación del Can Mayor. Fue sir Norman Lockyer, astrónomo británico fundador de la revista Nature, el primero en darse cuenta de que muchos templos egipcios estaban alineados hacia Sirio, cuya aparición y desaparición en los cielos sirvió como base a uno de los dos calendarios usados en Egipto. El primero de ellos era de uso popular y de escasa complejidad matemática estableciendo la duración del año en 365 días exactos, pero el basado en Sirio además de servir para fechar cuestiones sagradas y dinásticas, se fundamentaba en observaciones astronómicas extraordinariamente precisas y establecía la duración del año en 365,25 días.

Se comprobó, por ejemplo, cómo muchos de los templos egipcios, orientados hacia el sol naciente (lo que dio pie a que los arqueólogos especulasen con la existencia de una religión solar), estaban flanqueados por dos obeliscos que, ubicados en un lugar previamente determinado, servían a los sacerdotes para ver sobre la línea del horizonte por donde salía el sol a lo largo del año, pudiendo marcar así el inicio de los solsticios de verano e invierno.

Aquel control del Sol sirvió a los egipcios para comprobar que había un día en el que Sirio y el Sol salían por el mismo punto.

Comprobaron igualmente que cada cuatro años Sirio se retrasaba un día en acudir a su cita, lo que originó el ciclo de Sirio o sóthico en honor de la diosa Isis o Sothis que se cumplía cada 1460 años; es decir, pasado ese periodo de tiempo el calendario sóthico y el vulgar volvían a coincidir al inicio del año nuevo (1460 años X 0,25 días de error = 365 días).

Este calendario sóthico ha permitido fechar con precisión acontecimientos que sucedieron 43 siglos antes de Cristo, lo cual demuestra que hace ya más de cuatro mil años los egipcios conocían estos ciclos.

¿Cuándo, pues, hicieron ‚ éstos sus observaciones de Sirio para establecer su calendario? ¿Acaso fue este un conocimiento llegado por los mismos dioses de los dogones y una nueva pista sobre su origen? La identificación de Sirio con la diosa Isis (la Señora de los Dos Fuegos), refiriéndose a sus dos estrellas más grandes, A y B, fue confirmada hace ya varias décadas por los estudiosos Otto Neugebauer y Richard Parker. Lo que nunca supieron interpretar fue el por qué‚ en la iconografía egipcia Isis iba a menudo acompañada de las diosas Anukis y Satis, que ahora, desde luego, pueden entenderse como Sirio B y Sirio C.

Otra clave simbólica puede tener que ver con Osiris, mitológicamente hermano y compañero de Isis y encarnación de la Tierra, cuyo nombre en jeroglífico es representado frecuentemente como un ojo sobre o bajo un trono, lo que podría dar lugar a pensar en la rotación de nuestro planeta (y, por ende, de todo el sistema solar) en torno a Sirio. No en vano Kant definió a Sirio como “el Sol de nuestro Sol“, hipótesis que llevó a muchos astrónomos decimonónicos a establecer la distancia entre Sirio y nosotros como “unidad astronómica. Y lo chocante es que los dogones conocían a Sirio A también como la “estrella sentada“. ¿Simple casualidad?.

Las pirámides apuntan al cielo

A ella no puede, desde luego, recurrirse cuando se averigua – como hizo el astroarqueólogo ruso Vladimir Rubtsov – que el antiguo vocablo iranio que se usaba para referirse a Sirio era Tistrya, palabra que se origina en el vocablo sánscrito Tri-Stri, y que significa tres estrellas! Es decir, que el conocimiento de que Sirio es un sistema estelar triple fue casi universal en nuestro más remoto pasado. ¿Pero por qué? ¿Quién difundió semejante “secreto”? Los egipcios posiblemente hicieron evidente ese secreto en la meseta de Giza, junto a El Cairo, precisamente gracias a las tres monumentales pirámides que allí pueden contemplarse. No en vano cada día somos más quienes creemos que la Gran Pirámide fue en verdad un templo – y no una tumba – dedicado a Isis, la diosa que encarna a Sirio A, y en cuyas medidas y proporciones fundamentales se encuentran encerrados saberes relacionados con el monumento original de la pirámide de Micerinos, antaño cubierta por losas de granito de este color.

Por la misma regla de tres, la ciencia algún día podría llegar a comprobar que las tres pequeñas pirámides satélite que hay junto a la de Keops representan tres planetas junto a Sirio A, al igual que las otras tres pirámides menores que flanquean a Micerinos(Sirio C). Curiosamente esta disposición no sitúa ninguna pirámide menor junto a Kefrén, quizá por lo que los astrónomos ya saben: el enorme peso gravitacional de Sirio B hace imposible que ningún planeta orbite en torno suyo sin ser fatalmente atraído hacia la estrella.

Frente a esta hipótesis, en el último año se ha acuñado otra no menos interesante. En 1994 los investigadores Robert Bauval y Adrian Gilbert hacían público que tres de los cuatro canales de ventilación de la Gran Pirámide estuvieron orientados hacia estrellas concretas. Así el canal norte de la cámara del Rey miró hacia Alpha Draconis, el canal norte de la cámara de la Reina hacia la estrella más baja del cinturón de Orión (las tres estrellas centrales de la constelación) , y el canal sur de esta misma cámara hacia Sirio.

Su particular “descubrimiento” les llevó a formular su aventurada “teoría de la correlación con Orión” de la que se desprende que las pirámides de Giza son una réplica exacta del cinturón de Orión y que el Nilo así como el resto de pirámides egipcias ocupan los lugares correlativos a la Vía Láctea y otras estrellas importantes.

Pero hay más. La orientación de los canales de la Gran Pirámide corresponde – segúnBauval y Gilbert – a la posición de las tres estrellas citadas en el 2450 a.C” aunque la ubicación de las pirámides marca el lugar del cénit donde estuvo Orión en el 10450 a.C.

Una estrella fascinante

Lo que proponen ambos investigadores para explicar esta diferencia cronológica es que, si bien la Gran Pirámide fue erigida en el 2450 a.C. (perpetuando así la falsa tesis arqueológica oficial de que fue construida por Keops), en cambio conmemoran un acontecimiento remoto que tuvo lugar en el 10450 a.C. Pero, ¿cual? Independientemente de cual de las dos hipótesis para la disposición de las pirámides de Giza est‚ más próxima a la verdad, lo cierto es que la vinculación de Sirio y Orión, al menos desde un punto de vista astronómico, es innegable, pues los egipcios sabían que Orión se perdía tras el horizonte una hora antes que Sirio, lo que sirvió de referencia también para el establecimiento del calendario sóthico.

En definitiva, pese a toda la evidencia expuesta, los historiadores prefieren seguir ignorando el porqué de la fascinación que ejerció sobre los egipcios (y sobre otros pueblos tan alejados de ellos como chinos o dogones) la estrella Sirio, aunque todos ellos se esforzaron en aclararnos estas dudas en sus templos y mitos: sus “dioses instructores” descendieron un día lejano de aquel sistema triple y habitaron quizá entre nuestros antepasados.

Fuente: bibliotecapleyades.net

¿Los Annunaki regresarán sobre el próximo año 2017?

alien

En primer lugar recordemos que, de acuerdo con teorías extraídas de la mitología sumeria, los Annunaki son una raza extraterrestre oriunda del planeta Nibiru.

 

Los Annunaki, narran las leyendas sumerias, llegaron a La Tierra para extraer oro. Pronto se hartaron del trabajo duro de las minas, por lo cual pasaron al Plan B que fue hacer intervenciones en el ADN de los homínidos que poblaban nuestro planeta para ese entonces.
Los Annunaki copularon entonces con los engendros que crearon genéticamente, siendo nosotros los actuales moradores de la Tierra producto de la hambruna sexual extraterrestre. De acuerdo con los sumerios, fuimos creados con el único propósito de enviar a casa a los mineros Annunaki para dejar que la nueva raza terrícola fuese quien se partiera la espalda extrayendo oro.

raza 


Esa teoría dice que estamos compuestos de genes extraterrestres, de homínidos, chimpancé, ratón y gusano. Esa mezcla explica por qué actuamos como ratas, hacemos el ridículo como chimpancés y nos arrastramos como gusanos. También conozco dos o tres que parecen extraterrestres. Un día los Annunaki se marcharon y nos dejaron a merced de nuestras miserias.   

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=zWM6OMC2r34[/youtube]

Homo Capensis ¡estan entre nosotros!

hibridos

¿Hay otra especie de seres humanos esclavizándonos a todos?
Los recientes episodios de Doctor Who han destacado una extraña raza de seres humanoides, una parte de una conspiración llamada El Silencio. Estos seres tienen pequeñas caras y enormes cráneos. Viven entre nosotros, el control de la humanidad, pero siguen siendo un secreto, porque no tienen la capacidad de ser olvidado tan pronto como se deslizan fuera de la vista.
Estos personajes siniestros no son puramente una invención de los escritores del Doctor Who. Por cerca de un siglo, ha habido gente que cree en la existencia de una segunda especie de la humanidad, el Homo Capensis, también conocido como Hombre de Boskop, y para los conocedores de la Biblia, los Nephilim.
seres
Algunos afirman que los Boskoponianos se han extinguido. Entre ellos se encuentran Gary Lynch y Richard Granger , quien escribió en su libro Big Brain, “con sus ideas tal vez sorprendentes, pueden haberse convertido en una especie de soñadores con una vida mental interna, literalmente, más allá de lo que podemos imaginar.” Ellos basan su análisis en escritos antiguos, desde la primera mitad del siglo 20, al comentar sobre los fósiles humanos individuales que se encontró que tenían una gran capacidad craneal – grandes cerebros.
Otros, incluyendo a Karen Hudes, ex asesor legal con el Banco Mundial, cree que el Homo Capensis sobrevive, y forma una raza superior, que utiliza las principales organizaciones de élite como esclavos o sin conocimiento. Hudes anunció recientemente durante una entrevista acerca de la política monetaria que, “No hay una segunda especie en este planeta. No son extraterrestres. Están muy presentes entre nosotros. Ellos han hecho mapas anteriores a la edad de hielo. Los restos de su civilización están por todos lados, en gran cantidad de tiempo a lo largo de la costa. Están sumergidos, ya que el nivel del mar ha subido más de 400 metros, pero este grupo tiene un cerebro grande. Son muy distintas de Homo sapiens. Su ADN es tan diferente que si las dos especies se apareasen, su descendencia sería estéril, y sabemos esto porque su ADN se ha comprobado. Hay cráneos en la Tierra por todos sitios, debido a que han estado entre nosotros, pero después de la edad de hielo, no quedaron muchos de ellos, por lo que se han estado escondiendo, y uno de los lugares que han sido escondite está en el Vaticano. Por eso el Vaticano están usando esas mitras. Resulta que es también lo que los sumos sacerdotes usaban en los inicios del judaísmo … No sólo es Homo Capensis tratando de mantener a los seres humanos bajo el control de divide y vencerás utilizando nuestro sistema de dinero, sino que también han estado haciendo esto con nuestras religiones, las religiones organizadas , tratando que los seres humanos odiasen a la gente de diferentes creencias religiosas de manera que se aniquilasen unos a otros, por lo que ellos podrían permanecer en la parte posterior de la manipulación de los seres humanos , ¿qué puedo decir?, utilizándonos como ganado. Eso es lo que ha estado pasando a través de nuestra historia “.
Es cierto que se han encontrado cráneos antiguos de gran capacidad craneal, pero luego, también se han encontrado cráneos antiguos con pequeña capacidad craneal. Muchas personas con capacidad craneal media están también en el registro fósil. Eso es lo que se esperaría. La gente tiene una gama de capacidad craneal.
Los creyentes en la realidad del Homo Capensis también han citado cráneos que comparten la forma craneal básicamente humana, pero también tienen deformaciones extrañas. Estos cráneos son reales y han sido encontrados en diferentes lugares de todo el mundo.
La investigación científica y antropológica ha llegado a la conclusión de que estos cráneos no provienen de una especie humana separadas, sino de los individuos humanos cuyos cráneos se han transformado . El uso de tablas de cuna y otros aparatos para niños pequeños se ha utilizado en diferentes momentos de la historia humana para crear a propósito cráneos alargados, cráneos aplastados, cráneos bulbosos y otras formas craneales inusuales. A veces, las personas nacen con los cráneos que tienen fuera de las formas ordinarias.
Para la gente, el Homo Sapiens, puede ser extraño. El paleo antropólogo John Hawks se refiere a la creencia de continuar en la existencia del Homo Capensis, existente o extinta, como “una locura completa”. Ésta es su evaluación del Hombre de Boskop: “Supongamos que tenemos la” historia de Boskop “como un cuento de hadas de la ciencia ficción – una historia que demuestra que la evolución no es sinónimo de progreso, como suponen los autores. Incluso concluye que gran parte de la otra información sobre el tamaño del cerebro en el extracto es dudosa o falsa “.
Para finalizar esta primera parte sobre la pirámide de poder -haremos una segunda parte-, exponemos a continuación la entrevista realizada por Gary Franchi de Next News Network a la ex ejecutiva del Banco Mundial, Karen Hudes:

http://www.taringa.net

HOMO CAPENSIS

En estos días se ha producido otra agradable sincronía entre dos titanes como son David Wilcock y Alfred Webre pues ambos han revelado informaciones similares sobre el mismo tema: la especie Homo Capensis, de los cráneos alargados.
Según un confidente de David Wilcock perteneciente al Programa espacial secreto, esta raza de gigantes fueron enviados a la Tierra como planeta prisión hace 5 millones de años, estableciéndose en el planeta Tiamat, que resultaría destruido y se convertiría en el actual cinturón de asteroides. Más tarde residirían en las lunas huecas de los planetas de este sistema, hasta establecerse en la Tierra, previo paso por Marte (que era una luna de Tiamat). Dado que el interior de nuestra luna estaba seriamente dañado, vivieron por algún tiempo en cúpulas de cristal en la superficie del satélite terráqueo.
Según esta fuente del gobierno, los comandantes de esta raza conocidos como “los ángeles caídos” son los bien conocidos Lucifer y Satán, de naturaleza cruel y canibalística, que entablaron batalla con los extraterrestres que trataron de defender a los humanos de estos depredadores. Siempre según esta fuente, el actual desierto del Sáhara es el resultado del impacto de un arma en estas batallas que también afectaron a las mencionadas cúpulas lunares.
Así las cosas, los Homo Capensis de cabeza cónica supervivientes en el Antiguo Egipto son la raza conocida como “Faraones” y no se sabe a ciencia cierta si subsisten hoy día en Marte, aunque los comentarios de las personas que han estado ahí los pintan como pelirrojos, y con este cráneo alargado que los caracteriza.
Wilcock confirma una información aparecida hace semanas (y desmentida) en el sentido de que el Instituto Smithsonian que se ocupa de la arqueología en Estados Unidos fue creado expresamente para destruir y ocultar los esqueletos de gigantes que todavía existen.
A continuación, la entrevista de Alfred Webre con otro investigador que apunta en la misma dirección. El cráneo de Akhenaton y otros encontrados en Sudamérica corresponderían a esta especie humana, a la que pertenece la élite gobernante (aunque se habría mezclado con nosotros).

rafapal.com

EL HOMO CAPENSIS ¿LOS DUEÑOS DEL VATICANO?

Hace tan solo unos pocos años… todo aquel que se atrevía a hablar del tema extraterreste, era ridiculizado por los medios de comunicación, hasta el punto de llegar a crear un circo mediático. Por eso no deja de sorprender la avalancha de declaraciones de personas de alto rango sobre el tema extraterreste.

El Ex -Ministro de Defensa de Canadá Paul Hellyer declaró públicamente que existían seres extraterrestes en nuestro planeta y que nos enfrentamos a una guerra intergaláctica… insistiendo que entre nosotros viven diferentes tipos de razas que están en colaboración con el gobierno de EE.UU.

También afirmó estar seguro de que al menos 4 especies llevan en nuestro planeta miles de años… que unas 80 razas (algunas son como nosotros) interactúan en el planeta.

Otra declaración reciente es la de la Ex–ejecutiva del Banco Mundial, Karen Hudes… que afirma que los extraterrestes de cabeza de cono controlan el Vaticano y el Sistema Financiero… también se refiere a una raza que controla a los Illuminati.

Asegura que la raza Homo Capensis, ha estado entre la humanidad desde la Edad de Hielo… que estos seres tienen enormes cráneos… Karen cree que esta raza está en el planeta y utiliza a las Élites para dominar el mundo.

Existen cráneos por todo el mundo, debido a que están aquí desde la Edad de Hielo.

                    Se dice que el Vaticano usa esas Mintras en honor a ellos.

Otro que relata su historia personal y la relación que mantenía con seres extraterrestes… es el político de Inglaterra Simón Parker.

Por los restos arqueológicos encontrados y distribuidos a lo largo y ancho del planeta… sabemos que desde la más remota antigüedad… entidades no humanas han existido en el planeta, y llevan gobernando y esclavizando a la raza humana desde hace milenios.

Llegados a este punto habría que preguntarse :
¿Cuantas razas están sometiendo a la humanidad ?
¿Cuantas razas tienen pactos con las Elites a cambio de su tecnología.?

Quizás algún podremos averiguar la verdad entre tanta maraña… acabar con estas razas… sus lacayos, y sus religiones… para liberar la humanidad de la esclavitud a la nos tienen sometidos.

http://www.conspiracionesocultas.es

¿Qué o quiénes fueron los nefilim?

Los nefilim (los caídos, o gigantes) fueron el producto de las relaciones sexuales entre los hijos de Dios y las hijas de los hombres enGénesis 6:1-4. Existe mucho debate acerca de la identidad de los “hijos de Dios.” Nuestra opinión es que los “hijos de Dios” eran ángeles caídos (demonios) quienes se unieron con mujeres humanas. De estas uniones resultó una raza, los nefilim, una raza de gigantes, quienes fueron “los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre” (Génesis 6:4).

¿Por qué habrían hecho los demonios tal cosa? La Biblia no nos da una respuesta específica. Los demonios son seres malos y torcidos – así que nada de lo que ellos hagan debe sorprendernos. Como una motivación diferente, la mejor especulación es que los demonios intentaban contaminar la sangre del linaje humano, a fin de impedir la venida del Mesías – Jesucristo. Dios había prometido que el Mesías vendría del linaje de Eva (Génesis 3:15) quien heriría a la serpiente en la cabeza – Satanás. Así que, los demonios posiblemente intentaron impedir esto, contaminando la sangre del linaje humano, haciendo imposible que un día naciera un Mesías sin pecado. Nuevamente, esta no es una respuesta específicamente bíblica, pero es plausible y no está en contradicción con nada de lo que la Biblia enseña.

¿Qué son los nefilim? De acuerdo a los hebreos y otras leyendas (el libro de Enoc y otros escritos no bíblicos), ellos fueron una raza de gigantes y super-héroes, quienes cometieron actos de gran maldad. Su gran tamaño y poder parecía venir de la mezcla del “ADN” demoníaco con la genética humana. Todo lo que la Biblia dice directamente acerca de ellos, es que fueron “valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.” (Génesis 6:4) Los nefilim no fueron extraterrestres, ellos fueron literalmente, seres físicos producidos por la unión de los hijos de Dios y las hijas de los hombres (Génesis 6:1-4).

¿Qué sucedió con los nefilim o gigantes? Los nefilim fueron una de las razones principales para el gran diluvio en los tiempos de Noé. Inmediatamente después de que los nefilim son mencionados, la Palabra de Dios nos dice esto, “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en Su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.” (Génesis 6:5-7) Así que Dios procedió a inundar el mundo entero, matando a todos y a todo (incluyendo esta raza de gigantes) a excepción de Noé y su familia, y los animales dentro del arca (Génesis 6:11-22).

¿Hubo nefilims o gigantes después del diluvio?Génesis 6:4nos dice, “Había gigantes en la tierra en aquellos días,…… y también después…” Parece que los demonios volvieron a repetir su pecado en algún tiempo posterior al diluvio. Sin embargo, pareciera que esto sucedió en una escala mucho menor de lo que fue antes del diluvio. Cuando los israelitas espiaron la tierra de Canaán, ellos reportaron a Moisés – “También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.” (Números 13:33). Ahora, este pasaje no dice específicamente que los nefilim o gigantes genuinamente estuvieran ahí, sólo que los espías pensaron que vieron a los nefilim. Es más probable que los espías se encontraron con gente muy alta en Canaán y por error, creyeron que eran los nefilim. O, es posible que después del diluvio, los demonios nuevamente se hubieran unido con mujeres humanas, produciendo más gigantes. Cualquiera que haya sido el caso, estos “gigantes” fueron destruidos por los israelitas durante su invasión a Canaán (Josué 11:21-22) y más tarde en su historia (Deuteronomio 3:11; 1 Samuel capítulo 17).

¿Qué impide que los demonios produzcan más nefilims o gigantes en la actualidad? Parece que Dios puso fin a las uniones de demonios con humanos al colocar en prisiones eternas a los demonios que cometieron tales actos. Judas verso 6 nos dice, “Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día.” Obviamente, no todos los demonios están actualmente en “prisiones”, así que debió haber habido un grupo de demonios que cometieron posteriormente graves pecados después de la caída original. Presumiblemente, los demonios que se unieron a mujeres humanas, son los que están en “prisiones eternas.” Esto prevendría que más demonios intentaran tales acciones.

http://www.gotquestions.org/Espanol/nefilim.html#ixzz3gPmPB7GT

Metrópolis (Anunnaki) con más de 200.000 años de antigüedad encontrada en África

Siempre han estado allí, la gente se fijó en ellos antes, pero nadie podía recordar quien los hizo ni por qué. Hasta hace poco, nadie sabía cuántos eran, ahora están por todas partes, miles no, ¡cientos de miles de ellos!, y la historia que cuentan es la historia más importante de la humanidad, pero es una que no podría estar dispuesto a escuchar.

Algo sorprendente ha sido descubierto en una zona del sur de África, a unos 150 kilómetros tierra adentro, al oeste del puerto de Maputo. Se trata de los restos de una gran metrópolis que mide en cálculos conservadores, alrededor de 1500 kilómetros cuadrados. Es parte de una comunidad incluso más grande de casi 10.000 kilómetros cuadrados y parece haber sido construido.. ¿estás listo? de 160.000 a 200.000 años aC!!

La imagen al inicio de la página es una vista cercana de unos pocos cientos de metros del paisaje tomado con google-earth. La región es muy remota y los “círculos” a menudo se enfrentan con los agricultores locales, que suponen que fueron hechas por algunos pueblos indígenas en el pasado, pero extrañamente, nadie se molestó en preguntar acerca de quien podría haberlo hecho o que edad tiene.

Esto cambió cuando el investigador y autor Michael Tellinger, se asoció con Johan Heine, un bombero local y piloto que había estado sobrevolando la región durante años observando las ruinas. Heine tenía la ventaja única de ver el número y el alcance de estos cimientos de extraña piedra y sabía que su importancia no se valoraba.

“Cuando Johan me introdujo a las ruinas de piedra antigua del sur de África, no tenía ni idea de los increíbles descubrimientos que se hicieron de en un año a dos, las fotografías, artefactos y pruebas que se han ido acumulando, sin duda, una perdida y nunca antes vista, la civilización es anterior a todas las demás, no por unos pocos cientos de años, o unos pocos miles de años … sino de muchos miles de años y estos descubrimientos son tan sorprendentes que no se digiere fácilmente por la corriente histórica , la fraternidad como ya lo hemos experimentado,se requerirá un cambio completo de paradigma en como vemos nuestra historia de la humanidad – “. Tellinger

Donde se encontró

El área es importante por la sorprendente cantidad de yacimientos de oro.“Las miles de antiguas minas de oro descubiertas en los últimos 500 años, apunta a una civilización desaparecida que vivió y excavó por el oro en esta parte del mundo durante miles de años”, dice Tellinger. “Y si esto es en realidad la cuna de la humanidad, podemos estar mirando a las actividades de la civilización más antigua en la Tierra.”

Para ver el número y el alcance de estas ruinas, le sugiero que utilice google-earth y comenzar con las siguientes coordenadas:

Carolina — 25 55′ 53.28″ S / 30 16′ 13.13″ E
Badplaas — 25 47′ 33.45″ S / 30 40′ 38.76″ E
Waterval — 25 38′ 07.82″ S / 30 21′ 18.79″ E
Machadodorp — 25 39′ 22.42″ S / 30 17′ 03.25″ E

A continuación, realice una búsqueda a baja altura en el interior del área formada por este rectángulo.¡Simplemente increíble!

¿Qué hicieron con el oro la densa población que una vez vivió aquí?
El sitio está a unos 150 km de un puerto excelente, donde el comercio marítimo podría haber ayudado a sostener una población tan grande,pero recuerde estamos hablando de hace casi 200.000 años.

Las ruinas individuales, principalmente los círculos de piedra la mayoría han sido enterrados en la arena y sólo son observables por satélite o por avión. Algunos han sido expuestos por la erosión fundiendo la arena, revelando las paredes y cimientos.

“Me veo como un tipo de mente bastante abierta, pero tengo que admitir que me tomó más de un año asimilarlo y para darme cuenta de que en realidad estábamos tratando con las estructuras más antiguas jamás construidas por el hombre en la Tierra.

La razón principal de esto es que se nos ha enseñado que nada de importancia ha llegado desde el sur de África. Que las civilizaciones del todopoderoso surgió en Sumeria y Egipto y otros lugares. Se nos dice que hasta la liquidación de los bantúes desde el norte, que debía haber comenzado en algún momento del siglo 12 dC, esta parte del mundo estaba llena de cazadores-recolectores bosquimanos y los llamados, que no hicieron importantes contribuciones de la tecnología o la civilización “-. Tellinger

Cuando los exploradores encontraron por primera vez estas ruinas, que se suponía que eran los corales de ganado realizadas por las tribus nómadas, como el pueblo bantú, ya que se trasladó al sur y se estableció la tierra de todo el siglo 13. No hubo récord anterior histórico de cualquier civilización capaz de construir mayores como una comunidad densamente poblada. Se hizo poco esfuerzo para investigar el sitio porque el alcance de las ruinas no se conocía plenamente.

En los últimos 20 años, gente como Cirilo Hromnik, Richard Wade, Johan Heine y otros han descubierto que estas estructuras de piedra no son lo que parecen, De hecho, estos ahora creen que los restos de antiguos templos y observatorios astronómicos de la pérdida de las antiguas civilizaciones se remontan a hace miles de años.

Estas ruinas circulares se extiende sobre un área enorme, sólo pueden ser verdaderamente apreciadas desde el aire o a través de imágenes satelitales modernas. Muchos de ellas están casi completamente erosionadas o han sido cubiertos por el movimiento de tierra de la agricultura y el clima. Algunos han sobrevivido lo suficiente como para revelar su gran tamaño con algunas paredes originales de pie de casi 5 metros de altura y más de un metro de ancho en algunos lugares.

En cuanto a la ciudad entera, es obvio que se trataba de una comunidad bien planificada, desarrollada por una civilización altamente evolucionada. El número de minas de oro antiguas sugiere la razón de la comunidad por esta ubicación. Encontramos caminos, algunos se extiende cientos de kilómetros que conecta la comunidad y la agricultura en terrazas, muy parecidas a las que se encuentran en los asentamientos incas en el Perú.

Pero una pregunta pide una respuesta – ¿cómo podría lograrse esto por los humanos hace 200.000 años?

Esto es lo que podrás ver en google-earth a 25 37’40 .90 “S / 30 17’57 .41 E [A]Estamos viendo la escena desde una altitud de 357 metros.

Esta no es una ubicación “especial”, sólo la elegimos al azar, dentro de la zona descrita anteriormente. Muestra los artefactos que están en todas partes y le animamos a buscar en la zona con esta tecnología de internet.

Las estructuras circulares de piedra, son evidentes a partir de este punto de vista, aunque no sea visible desde el suelo. Tenga en cuenta que hay muchos caminos muy largos [B] que se conectan con grupos de estructuras circulares y se aleja por estos “caminos” que viajan por muchos kilómetros.

El hecho de que podamos ver estas estructuras se debe principalmente a la erosión natural, se ha fundido la suciedad y los residuos que ha sido cubierto durante miles de años. Una vez expuesto al viento, las rocas se recorrieron limpias y puedne aparecer engañosamente nuevas.

Si te fijas bien en lo que aparece por primera vez que se vacía la tierra [C], te darás cuenta de muchos círculos débil, lo que indica que más viviendas se esconden hasta debajo de la superficie. En realidad, toda la zona está llena de estas estructuras y vías de conexión.

¿Cómo fue la datación del sitio?
Una vez que las ruinas fueron examinadas, los investigadores estaban ansiosos por colocar la civilización perdida en una perspectiva histórica. Las rocas estaban cubiertas con una pátina que parecía muy vieja, pero no había elementos suficientes para la datación por carbono 14, fue entonces un descubrimiento casual reveló la edad del sitio, y envió un escalofrío por la espina dorsal de los arqueólogos y los historiadores!

Encontrar los restos de una gran comunidad, con nada menos que 200.000 personas viviendo y trabajando juntos, fue un gran descubrimiento en sí mismo. La pátina pesada ​​en las paredes de roca sugirió que las estructuras eran muy viejas, pero la ciencia de la pátina que data sólo está siendo desarrollada y sigue siendo controvertida. El carbono 14 que data de cosas tales como madera quemada introduce la posibilidad de que las muestras podrían ser de los últimos incendios de pastizales que son comunes en la zona.

El avance se produjo inesperadamente como Tellinger lo describe:

“Johan Heine descubrió el Calendario de Adán en el año 2003, casi por accidente. Fue en la ruta para encontrar uno de sus pilotos que estrelló su avión en el borde del acantilado. Junto al lugar del accidente Johan notó un extraño arreglo de grandes piedras que sobresalían del suelo. Si bien el rescate de los heridos el piloto de cerca 20 metros por la ladera del acantilado, Johan se acercó a los monolitos y de inmediato se dio cuenta de que estaban alineados con los puntos cardinales de la Tierra -,norte, sur, este y oeste. hay por lo menos tres monolitos alineados hacia la salida del sol, pero en el lado oeste de los monolitos alineados había un agujero misterioso en el suelo, algo faltaba.”

Después de semanas y meses de mediciones y observaciones, Johan llegó a la conclusión de que estaba perfectamente alineado con el ascenso y la caída del sol. Él determinó los solsticios y los equinocios, pero el misterioso agujero en el suelo seguía siendo un gran rompecabezas. Un día, al contemplar por el agujero, el experto local en caballos y senderos, Christo, llegó cabalgando, rápidamente explicó a Johan que había una extraña forma en el suelo como de una piedra retirada del lugar hace algún tiempo. Al parecer, estaba en algún lugar cerca de la entrada a la reserva natural.

Después de una extensa búsqueda, Johan se encuentran la antropomorfas (forma humanoide) piedra. Estaba intacta y orgullosamente colocada con una placa pegada a ella. Había sido utilizada por la fundación Golondrina Azul para conmemorar la apertura de la reserva Golondrina Azul en 1994. La ironía es que fue removido del sitio antiguo más importante encontrado hasta la fecha y misteriosamente regresó a la reserva por razones ligeramente diferentes.

La ubicación exacta del calendario aparece en http://www.makomati.com. Los primeros cálculos de la edad del calendario se tomen con base en el aumento de Orión, una constelación conocida por sus tres brillantes estrellas que forman el “cinturón” de la mítica cazadora.

La Tierra se bambolea sobre su eje y así las estrellas y las constelaciones cambia su ángulo de la presentación en el cielo de la noche de manera cíclica. Esta rotación, se denomina precesión y completa un ciclo aproximadamente cada 26.000 años. Al determinar cuando las tres estrellas del cinturón de Orión se coloca plana (horizontal) en el horizonte, podemos estimar el momento en que las tres piedras en el calendario son visibles en la alineación de estas estrellas .

El primer cálculo aproximado fue de al menos 25.000 años atrás. Pero las nuevas y más precisas mediciones siguió aumentando la edad. El siguiente cálculo fue presentado por un maestro arqueoastronomo que desea permanecer en el anonimato por temor a hacer el ridículo por la fraternidad académica. Su cálculo se basa también en el aumento de Orión y sugiere una edad de al menos 75.000 años.
La más reciente y más exacta medición fue realizada en junio de 2009, sugiere una edad de al menos 160.000 años, basado en el aumento de Orión — plana sobre el horizonte, como también en la erosión de las piedras dolerita que se encuentran en el sitio.

Algunas piezas del marcador piedras quedaron interrumpidas y sentadas en el suelo, expuestas a la degradación natural. Cuando las piezas volvieron a poner a unos 3 cm de piedra ya se había desgastado. Estos cálculos ayudó a evaluar la edad del sitio para calcular la tasa de erosión del dolerite.

¿Quién hizo la metrópoli? ¿Por qué?

Parece que los seres humanos siempre han valorado el oro. Incluso se menciona en la Biblia, que describe el Jardín de los ríos del Edén:

Parece que los seres humanos siempre han valorado de oro. It is even mentioned in the Bible, describing the Garden of Eden’s rivers: Incluso se menciona en la Biblia, que describe el Jardín de los ríos del Edén:

Génesis 2:11 – El nombre del primer río Pisón, que fluye alrededor de toda la tierra de Havila, donde hay oro.

Sudáfrica es conocido como el país más grande productor de oro del mundo. La zona productora de oro más grande del mundo es Witwatersrand, de la misma región donde se encuentra la antigua metrópoli. De hecho, cerca de Johannesburgo, una de las mejores ciudades conocidas de Sudáfrica, también se denomina “Egoli”, que significa la ciudad de oro.

MINAS DE ORO – ¿Hace cuánto?

¿Hay pruebas de que la minería se llevó a cabo, en el sur de África, durante la Edad de Piedra? Los estudios arqueológicos indican que en efecto fue así.

Al darse cuenta de que los sitios abandonados de antiguas minas de oro puede indicar dónde se puede encontrar, empresa minera líder en el sur de África, la Anglo-American Corporation, en la década de 1970 dedicado a los arqueólogos a buscar como minas antiguas. Los informes publicados (Optima) detalle el descubrimiento en Swazilandia y otros sitios en el sur de África de las zonas mineras amplia con los ejes a profundidades de unos quince metros, objetos de piedra y carbón vegetal sigue siendo fechas establecidas de 35.000, 46.000 y 60.000 antes de Cristo para estos sitios. Los arqueólogos y antropólogos que se unieron en la datación de los hallazgos cree que la tecnología de extracción se utilizó en el sur de África “durante gran parte del período posterior a 100.000 antes de Cristo”

En septiembre de 1988, un equipo internacional de físicos llegó a Sudáfrica para verificar la edad de los hábitats humanos en Suazilandia y Zululandia. Las técnicas más modernas se indica una edad de entre 80.000 y 115.000 años.

En cuanto a las minas de oro más antigua de Monotapa en el sur de Zimbabwe, leyendas Zulu sostienen que fueron trabajadas por los “esclavos de la carne producida artificialmente y la sangre creada por las primeras gentes”, las leyendas zulúes cuentan de estos esclavos, “fue a la batalla con el hombre mono”, cuando “la estrella de la gran guerra apareció en el cielo”.

Es muy probable que la antigua metrópoli se estableciera ahí debido a su proximidad a la fuente más grande de oro en el planeta. Pero, ¿por qué los pueblos antiguos trabajaban tan duro para extraer oro? Es demasiado blando para la fabricación de herramientas, en realidad no es útil para nada, excepto para adornos y su belleza física es a la par con otros metales como el cobre o plata. Exactamente ¿por qué era el oro tan importante para los primeros Homo sapiens?

Para explorar la respuesta tenemos que mirar en el período de la historia en cuestión – 160.000 a 200.000 años a. C. – y aprender lo que estaba sucediendo en el planeta Tierra.

¿Cuáles fueron los seres humanos como 160.000 años atrás?
Los seres humanos modernos, Homo sapiens, puede rastrearse nuestra ascendencia a través del tiempo a un punto en el que nuestra especie evolucionó de otros, más primitivos, los homínidos. Los científicos no entienden por qué este nuevo tipo de humano apareció de repente, o cómo ocurrió el cambio, pero podemos rastrear los genes de nuevo a una mujer soltera que se conoce como “Eva mitocondrial”.

Eva mitocondrial (mt-MRCA) es el nombre dado por los investigadores para la mujer que se define como el ancestro común más reciente por línea materna (CMRA) para todos los seres humanos que viven actualmente. Se transmite de madre a hijo, todo el ADN mitocondrial (ADNmt) en todas las personas que viven se deriva de este individuo una hembra. Eva mitocondrial es la contraparte femenina del cromosoma Y Adán, el antepasado común más reciente por línea paterna, a pesar de que vivieron en diferentes épocas.

Eva mitocondrial se cree que vivió entre 150.000 y 250.000 años AP, probablemente en el este de África, en la región de Tanzania y las áreas al sur y al oeste inmediata. Los científicos especulan que vivía en una población de entre 4000 a 5000 tal vez las mujeres capaces de producir crías en un momento dado. Si otras mujeres tuvieron crías con los cambios evolutivos en su ADN no tenemos registro de su supervivencia. Parece que todos somos descendientes de esta mujer un ser humano.
Eva mitocondrial habría sido más o menos contemporánea con los humanos cuyos fósiles han sido encontrados en Etiopía, cerca del río Omo y en Hertho. Eva mitocondrial vivió mucho antes que la migración de África que podrían haber ocurrido hace unos 60.000 a 95.000 años.

La región de África donde se encuentra el mayor nivel de diversidad mitocondrial (verde) y los antropólogos región postuló la antigua división en la mayoría de la población humana comenzó a ocurrir (marrón claro). La antigua metrópoli localizada en esta última (marrón), región que también corresponde a la edad estimada cuando ocurrieron los cambios genéticos de repente.

¿Podría ser esto una coincidencia?

Historia antigua Sumeria describe la antigua metrópoli y sus habitantes!

Seré honesto con usted. La siguiente parte de la historia es difícil escribir, es tan impactante que la persona promedio no quiere creerlo. Si eres como yo, querrá hacer la investigación usted mismo, a continuación, dar un poco de tiempo para que los hechos puedan instalarse en su mente. A menudo se nos hace creer que los egipcios, los Faraones, pirámides, son el lugar donde comienza nuestra historia conocida. Las dinastías más antiguas se remontan a unos 3200 años BP. Que fue hace mucho tiempo. Pero la civilización sumeria, en lo que hoy es Irak, es mucho más antigua, lo que es más, hemos traducido muchos de los comprimidos de su historia, escrito en escritura cuneiforme y anteriores por lo que sabemos mucho sobre su historia y leyendas.

La imagen del sello [arriba] representa la leyenda de la “gran inundación”, que consume la humanidad. Muchas leyendas sumerias son sorprendentemente similares al Génesis. Al igual que el Génesis, la leyenda sumeria, Atrahasis, cuenta la historia de la creación de los humanos modernos – no por un Dios amoroso -, sino por seres de otro planeta que necesitaban “trabajadores esclavos” para ayudar a extraer oro en su expedición extra-planetaria !

Advirtí de que esto es difícil de creer, pero por favor, siga leyendo.

El origen de los humanos modernos

Esta historia, el Atrahasis, proviene de una temprana versión babilónica de alrededor de 1700 aC, pero sin duda se remonta a la época sumeria. Combina motivos familiares sumerio de la creación de la humanidad y la inundación posterior – al igual que el Génesis.

La historia comienza con los “dioses” – los seres de un planeta llamado Nibiru – excavación de zanjas y la minería de oro como parte de un equipo de expedicionarios. Los seres humanos modernos (Homo sapiens) no existen todavía, sólo los homínidos primitivos vivían en la Tierra. Había dos grupos de “dioses”, la clase trabajadora y la clase dominante (es decir, los oficiales). Los dioses de los trabajadores habían construido la infraestructura, así como trabajaron en las minas de oro y, después de miles de años, el trabajo fue al parecer demasiado para ellos.

Los dioses tuvieron que cavar los canales las líneas de vida de la tierra, y luego sacó el Éufrates. – (Dalley 9, Atrahasis)

Después de 3600 años de este trabajo, los dioses finalmente comienzan a quejarse, deciden ir a la huelga, quemando sus herramientas y sus alrededores el dios principal Enlil avisa a la multitud enfurecida, Enlil tiene miedo (Su cara es descrita como “cetrino como tamariscos.”) El visir Nusku aconseja a Enlil convocar a los grandes dioses, especialmente Anu (dios del cielo) y Enki (el dios inteligente de las aguas dulces). Anu aconseja a Enlil para determinar quien es el cabecilla de la rebelión, envían a Nusku a pedir a la multitud de dioses que es su líder. La multitud responde: “Cada uno de nosotros dioses ha declarado la guerra!” (Dalley 12, Atrahasis).

Puesto que los dioses de la clase alta ahora vemos que el trabajo de los dioses de la clase baja “era demasiado duro”, deciden sacrificar a uno de los rebeldes por el bien de todos. Se llevarán a un dios, matarlo, y que la humanidad mediante la mezcla de carne del dios y la sangre con la arcilla:

Belit-ili la diosa del vientre está presente,
deje que el vientre de la diosa crear descendencia,
Y que el hombre llevar la carga de los dioses!
(Dalley 14-15, Atrahasis)

Después Enki les instruye sobre rituales de purificación para el primer, séptimo y decimoquinto de cada mes, la masacre dioses Geshtu-e “, un dios que tenía la inteligencia” (su nombre significa “oído” o “sabiduría”) y de la humanidad la forma de su sangre y un poco de arcilla. Después la diosa del nacimiento mezcla la arcilla, todas las tropas de dioses, entonces Enki y la diosa de matriz toma la arcilla en “la habitación del destino,” donde el vientre de las diosas estaban reunidos.

Él [Enki] pisó la arcilla en su presencia;
Ella mantuvo recitando un conjuro,
Por Enki, permaneciendo en su presencia, le hizo recitar.
Cuando hubo terminado su conjuro,
Se pellizcó catorce pedazos de arcilla,
Y con siete piezas de la derecha,
Siete de la izquierda.
Entre ellos, ella dejó un ladrillo de barro.
(Dalley 16, Atrahasis)

La creación del hombre parece ser descrita como un tipo de clonación y lo que hoy consideramos la fertilización in vitro.

El resultado fue un híbrido o “evolución humana”, con una mayor inteligencia que podrían ejercer las funciones físicas de los dioses de los trabajadores y también se ocupan de las necesidades de todos los dioses.

Se nos dice, en otros textos, que la expedición llegó al oro y que grandes cantidades fueron extraídos y transportados fuera del planeta. La comunidad en el sur de África se llamó “Abzu” y fue el lugar principal de la operación minera.

Dado que estos eventos parecen coincidir con las fechas de “Eva mitocondrial” (es decir, entre 150.000 y 250.000 BP) y parecen estar localizado en la región minera de oro más ricas del planeta (Abzu), algunos investigadores piensan que las leyendas sumerias puede, y de hecho, se basa en hechos históricos.

De acuerdo con los mismos textos, una vez que la expedición de la minería de composición se decidió que la población humana se debe permitir perecer en un diluvio que fue predicho por los “dioses” astrónomos. Al parecer, el paso cíclico del planeta hogar de los dioses, Nibiru, que iba a llevarlo lo suficientemente cerca de la órbita de la Tierra que la gravedad haría que los océanos, aumentando las inundaciones y la tierra, poniendo fin a la especie híbrida – homo sapiens.

Según la historia, uno de los “dioses” tenía simpatía por un ser humano particular, Zuisudra, y le advirtió para construir un barco para sobrellevar la inundación. Esto a la larga se convirtió en la base de la historia de Noé en el libro de Génesis.

¿Esto realmente sucede? La otra única explicación es imaginar que las leyendas sumerias, reconociendo la vida en otros planetas y la clonación humana, fueron extraordinarios en la ciencia ficción. Esto en sí mismo sería increíble. Pero ahora tenemos pruebas de que la ciudad minera, Abzu, es real y que existió en la misma época que la repentina evolución de los homínidos al homo sapiens.

Basta con pensar en esto por un rato.

 

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