Los drones Parody se han destacado como una de las principales armas psicológicas rusas
La guerra en Ucrania es posiblemente el mayor laboratorio de la historia en el uso de drones militares. En agosto contamos que Ucrania contaba en sus “filas” con un poderoso y diminuto aliado contra los dispositivos rusos: Tsukorok, un pequeño detector de drones. En la acera contraria, Rusia cuenta, entre otros, con un avión no tripulado diferente al resto con el que “engañar” a Ucrania. Su nombre es toda una declaración de intenciones: Parody, y acaban de “cazar” uno.
La intrahistoria. Los drones «Parody» son una herramienta estratégica que Rusia ha comenzado a emplear con mayor frecuencia en sus ataques aéreos contra Ucrania. A diferencia de los de ataque convencionales que transportan explosivos, los «Parody» son una especie de dron señuelo diseñados específicamente para engañar y saturar las defensas antiaéreas ucranianas, de ahí que les llamen “drones invisibles”.
Su objetivo principal es simular la señal de radar de los drones Shahed-136 iraníes, los mismos que Rusia utiliza habitualmente para ataques reales, confundiendo así a los sistemas de defensa y forzándolos a gastar munición y recursos en objetivos falsos. Son pequeños, son aparentemente baratos, constituyen cerca del 50% de los drones usados por Rusia en sus ataques y han resultado una gran estrategia. Por eso, cuando Ucrania “cazó” uno, no ha dudado en hacerle la «autopsia».
Una sorpresa dentro. La inteligencia militar ucraniana (HUR) informó hace unas horas que tras cazar y abrir un Parody descubrieron algo que no esperaban: eran piezas de fabricación occidental dentro del dron señuelo ruso utilizado en un ataque reciente. La investigación ucraniana reveló que contenían piezas como microcontroladores, antenas y transceptores de empresas ubicadas principalmente en Estados Unidos, y el resto en Europa.
Lo sorprendente, o quizás no tanto para muchos, es que esto se da en medio de unas sanciones internacionales que buscan precisamente impedir que Rusia adquiera tecnología extranjera para su maquinaria bélica. Pese a ello, el ejército ucraniano continúa encontrando componentes occidentales en armas rusas, incluidos misiles y drones. Ahora Ucrania ha documentado todos estos hallazgos en un portal oficial, donde además ha hecho una lista con los nombres de varias compañías involucradas.
Incursiones de otros países y reacción de Moldavia. Más datos. El HUR también ha informado que, durante un ataque reciente con 145 drones, aproximadamente 62 fueron derribados, mientras que otros escaparon hacia diferentes regiones, y al menos dos terminaron estrellándose en Moldavia, un país vecino no miembro de la OTAN.
A este respecto, Mihai Popșoi, ministro de relaciones exteriores de Moldavia, condenó las incursiones en una publicación de X, describiéndolas como peligrosas para la población y una clara violación del espacio aéreo moldavo.
Implicaciones y adaptaciones en las defensas ucranianas. En cuanto al uso de drones en la contienda, el ministerio de defensa británico ha señalado en un informe reciente que Rusia ha incrementado el uso de estos aviones no tripulados de ataque en los últimos meses y que probablemente continuará con la misma estrategia debido a su capacidad de producción expandida.
Una táctica que refuerza la necesidad de que Ucrania adapte sus sistemas de defensa para enfrentar tanto a drones armados como a señuelos, manteniendo altos índices de detección y destrucción frente a un enemigo que busca confundir y debilitar sus defensas. Además, con los desvíos de algunos Parody (como los que llegaron a Moldavia, violando el espacio aéreo), no solo aumenta las tensiones en la región, sino que también subraya la amenaza que representan estos dispositivos en términos de estabilidad regional y la propia complejidad de los sistemas de control de los drones, en este caso rusos.
Imagen | Defense Intelligence of the Ministry of Defense of Ukraine