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La ONU admitió por primera vez haber estado implicada en la propagación “inicial” hace seis años de la epidemia de cólera en Haití, enfermedad que provocó la muerte de miles de personas.
La oficina del secretario general de las Naciones Unidas, Babn Ki-moon, reconoció que serán necesarias “nuevas importantes acciones” por parte de la misma ONU para afrontar la crisis en el país caribeño.
“En el último año la ONU se convenció que debe hacer mucho más frente a su implicación inicial y por el sufrimiento de las personas afectadas” por la epidemia de cólera, precisó el vocero de la organización, Farhan Haq.
El portavoz también indicó que los expertos de la ONU van a preparar una “nueva respuesta antes de dos meses”, sobre la base de un acuerdo tanto con “los Estados miembros” de la misma ONU como con “las autoridades de Haití”.
Estas declaraciones tienen lugar tras la difusión el pasado 8 de agosto de un informe de 19 páginas de un consultor de la ONU.
En el documento están señaladas las responsabilidades de los “cascos azules” de Nepal, que probablemente fueron los que llevaron la enfermedad con su presencia en el país a partir de finales del 2010.
El rechazo de la ONU en el reconocimiento de este hecho y en ofrecer un resarcimiento “es moralmente inconcebible, legalmente indefendible y políticamente contraproducente”, precisó el informe.
Pese a una gradual reducción, en el país ha habido sucesivos brotes de la enfermedad: desde su comienzo en el 2010, 730 mil haitianos se han enfermado, según datos del año pasado.
Un tema clave es por otra parte el del “acceso al agua y a los servicios sanitarios, que resultan fundamentales para poder derrotar al cólera y a otras enfermedades que se propagan a través del agua”, destacan expertos de la Organización Mundial de la Salud.
Hace unas semanas el representante de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS-OMS) en Haití, Jean-Luc Poncelet, anunció una nueva campaña de vacunación contra el cólera que beneficiará a más de 700.000 personas.
Ansa