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‘Money talks’ más que nunca ya que Estados Unidos, la hiperpotencia mundial, aspira a gestionar el planeta de acuerdo a sus intereses a través de un poder blando en el que sus multinacionales juegan un papel decisivo, especialmente las de tecnologías de la información. La diplomacia estadounidense, crecida quizás por el Brexit y los graves problemas que afronta la Unión Europea, ha dado un paso peligroso presionando a la Comisión Europea para que deje de intentar recuperar retroactivamente los miles de millones de impuestos que multinacionales como Apple han dejado de pagar en los países miembros de la UE.
El Tesoro estadounidense hizo público ayer un amplio informe denunciando las investigaciones que lleva a cabo la Comisión Europea sobre las prácticas fiscales de las multinacionales en materia de precios de transferencia entre filiales con el fin de evitar pagar impuestos para poder declarar ayuda ilegal de Estado algunos acuerdos con países como Irlanda, auténtico coladero fiscal. El informe de Washington se produce a pocas semanas de que Bruselas decida si los acuerdos fiscales que Apple tiene con Irlanda, y que han permitido a la poderosa multinacional pagar muy pocos impuestos en todos los países europeos, son ayuda ilegal de Estado.
Washington no se corta y subraya en el white paper del Tesoro que “analiza las respuestas a tomar en caso de que Bruselas siga con su estrategia” contra la elusión fiscal y le reclama que vuelva al redil. “Una salida preferida y de beneficio mutuo sería la de retomar el sistema y la práctica de la cooperación que de siempre ha potenciado la inversión estadounidense en los países de la Unión Europea”, sostiene el Tesoro estadounidense, que “sigue dispuesto a continuar colaborando con la Comisión para asegurar que el sistema fiscal internacional sea eficaz, equitativo y predecible”.
Entre las acusaciones más graves que hace el informe del Tesoro es la de que “la investigación parece que apunta desproporcionadamente a las compañías estadounidenses”, cuando lo cierto es que son las multinacionales con sede oficial en Estados Unidos las campeonas de la elusión fiscal. ‘La Celosía’ se hizo eco en octubre del año pasado de un estudio, Offshore Shell Games 2015, de la organización civil estadounidense Citizens for Tax Justice, en el que se denunciaba que Apple acumulaba en paraísos fiscales más de 180.000 millones producto de beneficios que apenas pagaron impuestos allí donde debieran.
El informe de la organización estadounidense, que lucha por conseguir justicia y equidad fiscal muestra que el medio millar de las multinacionales de la mayor potencia económica mundial, que componen el índice Fortune 500, tienen un tesoro de 2,1 billones de dólares, más o menos dos veces la deuda pública de España, en países y plazas financieras offshore (paraísos fiscales). Una caja guardada allí exclusivamente por motivos fiscales a la espera de que los gobiernos de turno permitan la repatriación a cambio de un tipo impositivo muy bajo, del tipo de medida que aplicó el Gobierno de Mariano Rajoy en la última amnistía fiscal, donde la Hacienda sólo cobraba el 10% por el blanqueo.
De estas 500 empresas multinacionales, una treintena, entre las que figuran Apple y las grandes de internet, Google, Amazon, Microsoft, Facebook, etc, son los propietarios de la mayor parte de este tesoro, el 65%, que equivale a 1,4 billones de dólares, mucho más que el PIB de España. Las cuentas que presenta Apple en España son una broma y está siendo investigada, al igual que en otros países y otras compañías, como Google, por el fisco.
El Tesoro estadounidense básicamente ataca al Ejecutivo europeo por “querer imponer sanciones con carácter retroactivo con una nueva y expansiva interpretación de las reglas de la ayuda estatal”, por dañar potencialmente a los ingresos fiscales de Estados Unidos en una negociada repatriación del dinero que acumulan sus multinacionales en otras jurisdicciones ya que “en al menos algunas de las investigaciones (el informe describe varias) apunta a unos ingresos que los países de la UE no tienen derecho a gravar fiscalmente bajo estándares fiscales internacionales bien asentados”. La última acusación es que las investigaciones que lleva a cabo la Comisión, se centra en Apple, Amazon, Starbucks y Fiat Chrysler “podrían socavar los tratados fiscales bilaterales de Estados Unidos y los países miembros”.
Referencia a los casos españoles de Autogrill y Lico Leasing
Una de las justificaciones ‘legales’ que el gobierno de Obama, ya casi de retirada, hace en defensa de los intereses de sus multinacionales, cuya tarea brutal de lobby en el Senado y en el Gobierno parece que da resultado, es que en diversos casos juzgados en Europa, entre ellos dos españoles, se ha puesto en cuestión el principio que defiende la Comisión. “Aunque los juicios de Autogrill España y Lico Leasing han sido apelados ante el Tribunal Europeo de Justicia, sí han puesto en cuestión la declaración de la Comisión de que ‘los tribunales de la UE han establecido una amplia jurisprudencia de que bajo las normas de ayudas de Estado, los países miembros no pueden dar a grupos multinacionales un tratamiento fiscal más favorable que a las empresas individuales’”, dice el informe tratando de rebatir la jurisprudencia europea.
Da la sensación de que lo que quiere Estados Unidos y casi seguro que lo conseguirá con sus amenazas es ahorrar a sus empresas un pago retroactivo, que en el caso de Apple, según algunas informaciones, que citan a análisis de JP Morgan, el banquero de los estadounidenses, podría alcanzar los 17.500 millones de euros en el peor escenario si se le obligara a satisfacer el 12,5% de tipo imponible que rige en Irlanda. Al final todo apunta a que habrá una sanción de menos de 1.000 millones, con la que Bruselas salvaría la cara y Apple apenas sufriría un rasguño en su coraza financiera.