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La alemana Fresenius, primer grupo europeo de sanidad privada y nuevo dueño de Quirónsalud, el líder en España, ha reconocido que el negocio más rentable de su nueva adquisición, la antigua Capio, procede de los conciertos que tiene firmados con la sanidad pública, especialmente, la madrileña.
“Probablemente les sorprenda, pero los ingresos del lado público son más rentables que los del lado privado”, indicó a los analistas el pasado martes Stephan Sturm, consejero delegado de Fresenius, tras anunciar la compra de Quirónsalud por 5.760 millones de euros al fondo de capital riesgo CVC.
Las colaboraciones público-privadas (PPP, por sus siglas inglesas) no son la principal vía de ingresos de Quirónsalud, pero sí la más lucrativa, señaló Sturm en respuesta a una analista de Goldman Sachs. La condición de empresa cotizada de Fresenius (presente en el DAX alemán, equivalente al Ibex 35) ha revelado datos hasta ahora desconocidos de Quirónsaud. Según Sturm, de los 2.372 millones que facturó la española en 2015, un 34% (más de 800 millones) procede “sobre todo” de cinco acuerdos con la Administración pública para gestionar y operar hospitales (cuatro en Madrid y uno en Catalunya) que estarán vigentes en su mayoría hasta 2041.
La joya de Quirónsalud en Madrid es la Fundación Jiménez Díaz, cuya gestión se adjudicó en 2003. Además, gestiona tres hospitales en la Comunidad de Madrid que se adjudicó a mediados de la pasada década, con Esperanza Aguirre como presidenta: el Hospital Infanta Elena, en Valdemoro (en 2006); el Hospital Universitario Rey Juan Carlos (Móstoles), en abril de 2010, y el Hospital de Villalba, en septiembre de 2010.
Quirónsalud gestiona esos centros mediante acuerdos PPP por los que su titularidad es pública pero la gestión está en sus manos. En Catalunya, su principal concesión mediante este modelo es el Hospital General de Catalunya.
Con estas concesiones a largo plazo, recordó Sturm, Quirón recibe una remuneración per cápita de la Administración en función del área sanitaria cubierta y un pago “adicional” por los pacientes que, sin estar en su área de cobertura, quieren tratarse en sus centros a través del sistema de libre elección de hospital.
Sturm citó esta vía de ingresos como especialmente rentable. “Hemos encontrado un balance positivo muy estable, sostenible, de pacientes que vienen a los hospitales de Quirónsalud de fuera de sus zonas de cobertura”. Tendencia que “esperamos que continúe”, indicó.
“Márgenes superiores”
Esa es una de las claves que explican, según Sturm, que Quirónsalud tenga “márgenes superiores a los que vemos en Helios”, la marca alemana de Fresenius, y la también germana Rhoen, que adquirió en 2014.
Con Quirónsalud, Fresenius integra 43 hospitales en España, 39 centros de atención al paciente y unos 300 centros de prevención de riesgos laborales que atienden a unos 4 millones de empleados y realizan más de 1,7 millones de reconocimientos médicos al año. Estos centros aportan el 12% de la facturación de Quirón.
La principal actividad por ingresos (43% del total), que no la más rentable, es el negocio estrictamente privado: pacientes con un seguro médico atendidos por su red, entre la que destacan el hospital Ruber Internacional (Madrid) o el Teknon (Barcelona). “El número de pacientes con ese perfil ha crecido, se espera que aumente”. “La mayoría” de esos clientes “son relativamente jóvenes, y sólo con el tiempo entrarán en la edad en que la propensión a la hospitalización crecerá”, indicó.
Quirónsalud (35.000 empleados) facturará este año, según Fresenius, 2.500 millones, y gestiona unas 6.600 camas. “Estarán preguntándose cómo es posible generar tanta facturación con tan pocas camas”, expuso Sturm. La razón es que “el mercado español es distinto al de Alemania, y también a muchos otros países de Europa. Gran parte [de los ingresos] procede de los pacientes externos, más que de los hospitalizados”, explicó. Si en Quirónsalud el número de pacientes externos (9,4 millones) es muy superior al de la alemana Helios (3,4 millones), los hospitalizados en España son apenas 320.000 por año, frente a 1,3 millones en Alemania.
Fresenius considera que tiene margen para crecer en España dada la baja densidad de camas de hospital por habitante (3,2 por cada 1.000) en comparación con Alemania (8,3). “Hay una demanda no satisfecha”, indicó Sturm. En España, cuyo gasto sanitario se financia con impuestos, hay 9,4 millones de personas con sanidad privada (20% de la población), frente a 8,8 millones en Alemania (11% del total), que lo financia con cotizaciones sociales. Sin embargo, en España el gasto sanitario es del 9% del PIB, inferior a la media europea. “Hay un potencial de crecimiento respecto a Alemania y Francia”, donde ronda el 11% del PIB, señaló.
Según el ejecutivo, el acceso a la sanidad privada es mucho más fácil en España que en Alemania, “donde, en primer lugar, necesitas un nivel determinado de ingresos” (unos 56.000 dólares anuales). “La otra diferencia clave” es que la sanidad privada es “sustancialmente más barata” en España: la prima de una póliza estándar ronda los 70 euros mensuales, frente a los 240 euros de Alemania. Si allí la cobertura privada es “completamente alternativa, los seguros privados en España tienen que ser vistos como complementarios a tu cobertura pública básica”. En España, “muchos servicios todavía los cubre el sistema público; en particular, los medicamentos”.
El ejecutivo celebró que el nivel de regulación del sector sanitario en España sea “sustancialmente menor” al de otros países. “Nos proporciona más oportunidades que riesgos”.
Quirónsalud nació tras la fusión en 2014 de IDC Salud (antigua Capio) y Quirón, entonces, primer y segundo operador en España, respectivamente, con ventas de 926 millones anuales (IDC) y 823 millones (Quirón). Con una cuota de mercado del 14%, es el cuarto operador europeo y líder en España. Tras ella está Vithas, la primera de capital nacional y cuyos dueños, la familia Gallardo (propietarios de los laboratorios Almirall), legalizaron 113 millones de euros con la amnistía fiscal de Cristóbal Montoro, como desveló la investigación de Los Papeles de la Castellana.
La venta de Quirónsalud ha sido un pelotazo en toda regla para sus accionistas. Según El Economista, CVC logrará plusvalías de 2.600 millones en apenas dos años, tras comprar en julio de 2014 el 61% que el fondo Doughty Hanson poseía en Quirón. Con la venta, el ex médico deportivo Víctor Madera, consejero delegado del grupo español, recibirá un bonus de 400 millones en acciones de Fresenius que podrá vender dentro de dos años.
Ellos aprietan el botón y la máquina funciona sola con el 99% de la sociedad que está programada.