El New York Times reporta sobre el caso de la renombrada profesora feminista Avital Ronell de la Universidad de Nueva York, quien fue suspendida de su puesto recientemente por acosar al estudiante Nimrod Reitman cuando éste cursaba su maestría. La periodista Zoe Greenberg sugiere que es un caso de acoso familiar, lo que ha abundado en los medios en tiempo reciente, sólo que invertido del sentido usual: es una mujer en una posición de poder la que aparentemente llevó a cabo el acoso. Greenberg se pregunta sobre la respuesta del movimiento #MeToo cuando algo como esto sucede.
La investigación universitaria de 11 meses encontró que Ronell fue culpable de acoso sexual tanto físico como verbal y perturbó el ambiente de aprendizaje del estudiante Reitman. Como evidencia se mostraron correos electrónicos en los que la profesora llamaba reiteradamente a Reitman de manera sexual, incluido el adorable mote de «cock-er spaniel«. Reitman, de 34 años, señaló que Ronell lo besó, se metió a su cama, lo obligó a dormirse en la misma cama, lo asedió constantemente con mensajes y lo amenazó, diciendo que no trabajaría con él si no accedía a sus propuestas. Reitman es gay y está casado.
Su denuncia fue posterior a su estancia académica, según él porque tenía miedo del poder que tenía su profesora. En los mails que el Times pudo ver, la profesora le hace diferentes propuestas de tono sexual. Ronell niega el acoso sexual y argumenta que Reitman carecía de inteligencia y eso lo hizo vengativo.
Al ser una prestigiosa académica, Ronell ha sido defendida con gran entusiasmo por sus colegas. Una de las feministas más influyentes del mundo académico, Judith Butler, salió en su defensa señalando que se trata de una campaña maliciosa en su contra, ya que Ronell tiene credenciales impecables. Otras académicas feministas han argumentado que la dignidad «y el compromiso intelectual» de Ronell merece que se le trate acorde a ello. Todo esto suena lógico y justificado, pero como señala la periodista del Times, el tema es que es casi una calca de casos similares en los que las mismas voces criticaron el privilegio y la posición de poder de ciertas personas que eran acusadas, lo cual sólo revela lo complicadas que son estas situaciones.
Otra académica feminista, Diane Davis, remarcó su molestia por el hecho de que Reitman haya usado Title IX, una herramienta de denuncia feminista, en contra de una feminista.
Actualmente, tanto Reitman como Ronell y la universidad se encuentran en un pleito legal.
Imagen: NYT
https://pijamasurf.com/2018/08/que_le_sucede_a_metoo_cuando_una_feminista_es_acusada_de_acoso_sexual/