El autoconocimiento es aquella rama de la filosofía, a nuestro parecer la más importante, que tiene por finalidad encaminar al individuo, a través de sí mismo, hacia aquella verdad que alberga y le define; es decir, hacia su propia esencia. Este sendero le permite hacerse real: tanto realizarse, hacer efectiva su naturaleza, como deslindar en sí mismo lo aparente, transitorio y superfluo de lo real y verdadero.
No trata de encontrar en uno mismo nada particular, subjetivo o individual, sino más bien, y paradójicamente, el camino hacia uno mismo consiste en desvelar esta malla de creer ser alguien, de creernos ser alguien. El camino es, por tanto, crítico con la tendencia a apegarnos a una idea central a través de la identificación/apego que, veremos, no tiene ningún fundamento, más allá del hábito, el miedo y la ignorancia.
El sendero filosófico del autoconocimiento se concreta, principalmente, como una tarea de desvelo que, desfundando lo aparente, permite acercarnos a la profundidad que habita en nosotros. Esta profundidad o esencia ha sido nombrada con infinidad de nombres: Verdad, Iluminación, Contento, Uno, Amor, etc. Todos ellos recogen tanto la universalidad del camino como lo común del destino.
Hemos mostrado en otros libros cómo se realiza un camino que tiene como motivación el autoconocimiento y que puede llevarse a cabo a través del paradigma del acompañamiento filosófico (1) y/o del estoicismo (2). Éste quiere ser un libro que muestre una forma en particular de este mismo recorrido, concretamente a través de la visión estoica de Spinoza.
Ésta es, por tanto, la primera finalidad del libro. Mostrar un sendero, a través de un pensamiento lógico, para provocar esta tarea de desvelo. Para dejar de creer en aquello sobre lo que reposan la mayoría de nuestras acciones, pensamientos y emociones. Dejar de ser lo que creemos y desvelar aquello que realmente somos. Un recorrido anamnésico, un recordar platónico de lo que verdaderamente somos. Spinoza nos acompañará para descubrir nuestro Contento*, la vibración interna de sabernos en comunión con la Naturaleza (término que aquí refiere a Realidad, Dios o Verdad).
* Hemos querido poner en mayúsculas ciertas nociones de la obra de Spinoza. El motivo es fundamental para evitar cualquier connotación subjetiva o individual que puedan tener y resaltar, como veremos, su naturaleza no-dual y universal. A la vez, tenemos muy presente el poema de Benedetti «Defensa de la Alegría» (en mayúscula).
Por otro lado, en el subtítulo de este libro hemos optado por dar prioridad al término Alegría, ya que creemos que tiene mayor capacidad de interpelación que Contento. A lo largo de la obra, mantenemos esta segunda noción, pues permite diferenciarla de la noción de alegría que comúnmente utilizamos. La delimitación entre ambas nociones la desarrollamos más adelante.
Veremos que esta con-unión es en realidad la revelación de que sólo hay una Unidad y, por tanto, no es tanto que se produzca una unión o un estar con, sino que se desvanece la sensación de individualidad y separación. En este sentido, ésta es la segunda finalidad del libro, la de poner en paralelo la filosofía de Spinoza con la corriente de filosofía no-dual. Veremos que, si bien no hay un decir tan claro, sí podemos afirmar que hay muchas similitudes, tantas que permiten hacer esta comparación y, como espero argumentar, la inclusión o cercanía con ellas.
Decimos que Spinoza muestra un recorrido lógico y, efectivamente, así es. No obstante, en este camino, estas páginas quieren destacar el papel, en su obra, de lo corporal. Esta es la tercera finalidad del libro, resaltar la dimensión corporal que, en la tradición filosófica occidental, ha quedado marginada o menospreciada. Spinoza es una excepción y todavía lo es más por otorgar un papel relevante a lo corporal en una filosofía que se encamina hacia el desvelo de la Unidad. En nuestra tradición dual, expresada también con el conflicto mente-materia, encontrar un pensador que se atreve a igualar mente y materia y hacer de esta última, con el cuerpo, un camino de descubrimiento del Contento, más allá del interés filosófico, nos parece, sencillamente, bello. Bello porque, como veremos, Spinoza, como buen filósofo no-dual, no rechaza nada de lo que hay o aparece, no juega con dualismos maniqueos. Bello, también, porque permite adentrarnos en su filosofía a través de nuestro propio cuerpo y habitar una dimensión que tenemos olvidada (y apropiándonos del lenguaje, con la que nos olvidamos de nosotros). En este sentido, en el apartado del olvido del Impulso vital, proponemos ir un poco más allá de Spinoza para integrar otras disciplinas que, de una forma más concreta, se han adentrado en el corporal para resaltar este olvido y división interna que culturalmente seguimos encarnando. Este ir más allá tiene la intención de hacernos más fácil el camino de autoconocimiento que Spinoza abre con nuestra dimensión corporal.
Una cuarta finalidad del libro, somera y soterrada, es mostrar a Spinoza como un filósofo estoico. Soterrada porque no hay una comparativa expresa entre ambas filosofías, sino llanamente la inclusión de Spinoza en esta escuela. Somera porque espero que queda condensada a través de esta breve explicación. Veremos que Spinoza desarrolla, en su Ética, una filosofía que enlaza Lógica, Ética y Física, las tres disciplinas estoicas. Las tres son lenguajes diferentes para expresar y encaminarnos hacia una misma naturaleza, la de la Realidad, Logos, Ser, Dios o Naturaleza. La filosofía estoica es también una filosofía no-dual, aunque menos explícita y coherente que la de Spinoza, que busca la correspondencia con la Naturaleza de la misma manera que Spinoza nos descubre el Contento. Voy a considerar a Spinoza como el estoico más depurado de la tradición filosófica occidental.
El quinto propósito es mostrar la alegría o el Contento. Celebrar y honrar que, en la tradición occidental y en pleno Barroco, aparezca la figura valiente, honesta y humilde de un filósofo que señale el Contento como la característica y el modo de vibrar de la propia realidad. Spinoza nos parece un entusiasta del abismo.
Defendemos que el pensamiento de Spinoza aspira continuamente hacia el entusiasmo, recogiendo el significado etimológico de la palabra entheos (en-Theos, «estar en Dios») y, como veremos, engarza con la tradición filosófica más radical, siendo fiel a la máxima délfica, que señala que el conocimiento de uno mismo supone el conocimiento del Universo (Dios-Verdad). El amor que lo imprime y dirige, el amor a la sabiduría, descubre a aquel que se encamina por su senda como un philo-sophos, fundamentalmente, alguien que se corresponde con el Logos o Ser.
No obstante, para llegar a ser un verdadero entheos, es imprescindible asomarse al abismo que cada uno de nosotros albergamos. Acercarnos a él supone desprendernos de todo aquello que creemos y, fundamentalmente, de nosotros mismos. Es ésta una tarea titánica, puesto que un abismo, de nuevo etimológicamente, no tiene fondo, abythós.
Spinoza es un entusiasta del abismo.
Finalmente, es voluntad del libro mostrar una dimensión de la filosofía que a lo largo de la tradición occidental ha quedado relegada. La historia la escriben los vencedores. Éste también es el caso del relato filosófico. De esta narrativa hegemónica, construida principalmente a partir de la Edad Moderna y la Ilustración, quiero destacar la relevancia que se le ha dado al conocimiento especulativo, a la metodología lógico-formal y al academicismo. Esta construcción se ha desarrollado de espaldas al autoconocimiento, menospreciando y olvidando la vida práctica y filosófica; la voz femenina; el rechazo respecto a la interdependencia con la naturaleza y el Kosmos, y la desafección respecto a la sabiduría perenne no-dual y la intuición o actitud contemplativa que la acompaña.
La obra de Spinoza puede ser caracterizada como un caleidoscopio, etimológicamente, una bella imagen que contemplar. De su lectura se desprenden muchos caminos e interpretaciones. Las líneas que siguen son un posible recorrido y tienen ganas de seguir aprendiendo.
- Nacho Bañeras. Acompañamiento filosófico. Ed. Comagegra, Barcelona, 2017.
- Nacho Bañeras. Caminos hacia la actitud estoica. Ed. Siglantana. Barcelona, 2023.