El Alzheimer es una de las enfermedades más terribles que puede padecer una persona ya que poco a poco su “yo” se va difuminando, hasta que se pierde en las tinieblas de la mente. Desgraciadamente, se trata de la causa de demencia más común.
Ahora mismo, 44 millones de personas en el mundo sufren Alzheimer, y los expertos pronostican que este problema llegará a convertirse en la enfermedad más importante del siglo XXI ya que para el 2050 afectará a 135 millones de personas, algunas de las cuales podríamos ser nosotros mismos.
Ante estas cifras, no es extraño que esta enfermedad se esté investigando desde todas las perspectivas posibles, incluida la psicológica. De hecho, investigadores de la Universidad de Gotemburgo han descubierto que existe un rasgo de la personalidad profundamente vinculado a la aparición del Alzheimer.
El neuroticismo, un factor de riesgo para desarrollar Alzheimer
El estudio en cuestión dio seguimiento a 800 mujeres a lo largo de 38 años, analizó sus características de personalidad y evaluó el riesgo de que desarrollaran demencia. Los neurocientíficos apreciaron que el neuroticismo era uno de los principales predictores del Alzheimer.
El neuroticismo es un rasgo de la personalidad que incluye marcados cambios de humor, así como un estado constante de preocupación y ansiedad. En sentido general, las personas que tienen rasgos neuróticos suelen tener una mayor tendencia a la ansiedad, la depresión, los celos y la envidia.
Las participantes también se sometieron a pruebas de memoria, ya que se trata de uno de los principales síntomas de la demencia, así como a un test para evaluar su nivel de estrés. Los resultados indicaron que mientras más alto puntuaban en las pruebas de neuroticismo, mayores niveles de estrés presentaban y más aumentaban las probabilidades de desarrollar Alzheimer.
De las mujeres que participaron en el estudio, el 25% de quienes puntuaron muy alto en la escala de neuroticismo desarrollaron Alzheimer. En comparación, solo el 13% de quienes presentaron un bajo nivel de neuroticismo desarrollaron esta enfermedad.
¿Puede realmente el neuroticismo causar Alzheimer?
El Alzheimer, al igual que la inmensa mayoría de las enfermedades, sobre todo las de índole psiquiátrica y neurológica, depende de numerosos factores. No obstante, los aspectos psicológicos, sobre todo aquellos que influyen en nuestro estilo de vida, son otra variable a considerar en esa compleja ecuación.
Las personas con rasgos neuróticos tienen una tendencia a:
- Experimentar más emociones negativas
- Sentirse ansiosas e irritables
- Experimentar más inestabilidad emocional
- Sentirse de mal humor, tristes o deprimidas
- Se estresan o enojan fácilmente
- Tienen dificultades para gestionar asertivamente el estrés
- Presentar una preocupación crónica por múltiples cosas
- Hacen una tormenta en un vaso de agua
- Presentar dificultades para controlar los impulsos y emociones
- Interpretar situaciones neutrales como amenazantes
- Falta de resiliencia o dificultad para recuperarse después de la adversidad
Estas características propias del neuroticismo a menudo sumen a la persona un círculo vicioso. Si alguien tiene más probabilidades de percibir las situaciones como amenazantes o desafiantes y presenta una mayor sensibilidad al estrés, experimentará emociones negativas más intensas y frecuentes, lo que no la ayudará precisamente a afrontar esas situaciones. Como resultado, tendrá más dificultades para afrontar los estresantes cotidianos y presentará una mayor vulnerabilidad a los trastornos de salud mental.
De hecho, estudios previos habían demostrado que el cerebro de las personas con un alto nivel de neuroticismo presenta patrones de actividad indicativos de estrés crónico y dificultad para regular las emociones. Por ejemplo, suelen tener una amígdala más reactiva, una región del cerebro involucrada en el procesamiento de emociones como el miedo y la ira. Además, presentan una menor conectividad entre la amígdala y la corteza prefrontal, que es responsable de funciones cognitivas superiores como la toma de decisiones y el control de los impulsos. Esas personas también suelen tener un volumen reducido de materia gris y un menor volumen cerebral total.
Esos cambios a nivel estructural y funcional en el cerebro, sumados a un estado de estrés crónico, el cual se ha vinculado con dañinos procesos inflamatorios, podrían, efectivamente, aumentar el riesgo de padecer Alzheimer, sobre todo cuando confluyen otros factores.
La buena noticia es que el neuroticismo no es una condena de por vida. Aprender técnicas de gestión emocional puede ayudarnos a aliviar el estrés y reducir las preocupaciones para encontrar ese equilibrio que nuestro cerebro necesita para funcionar de manera más saludable.
Referencias Bibliográficas:
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El rasgo de la personalidad que duplica el riesgo de padecer Alzheimer, según los neurocientíficos