La palabra proviene de una raíz Indoeuropea que significa, “tomar medidas adecuadas”; en Latín es meditare ó meditatio y relaciona esta práctica con un ejercicio que puede ser, intelectual,espiritual, ó religioso.
El fin de la meditación es variado, pero el camino es la contemplación que se hace a través de un viaje interior profundo.
Lo que se está realizando en este blog es “Un estado de concentración profunda y consciente para iluminar con nuestros mejores deseos e intenciones llegar a iluminar el planeta y sus habitantes.
No importan aquí las ideologías ó tendencias, solo la buena intención y el deseo de que todo lo que nos llegue, sea lo mejor, sin distinción de razas, ni de credos.
La meditación es solo una herramienta mas para usar las energías conscientes a través del amor por el planeta.
Para la filosofía Zen, los Maestros dicen que “meditar el bien es llegar a tocar el corazón”.
Una colaboración de Lalunagatuna
No sé porque lo llaman «meditar» cuando en realidad se trata de todo lo contrario. Este tipo de cosas nunca se explican bien y crea mucha confusión.
La mayoría de la gente piensa que la mente tiene dos estados: despierto y dormido, pero no es correcto. Existe un tercer estado que sólo se logra con la meditación: estás consciente y alerta ante los estímulos exteriores y al mismo tiempo totalmente relajado.
En la meditación no se trata de «meditar» sobre algo, ni siquiera de hacer introspección. El objetivo es no pensar absolutamente en nada o por lo menos intentarlo. Como es muy difícil o casi imposible, si nos vienen pensamientos a la cabeza los dejamos pasar pero sin seguirlos, simplemente dejarlos irse. Esto creo un estado de relajación profunda, confirmado por mediciones de las ondas cerebrales, que favorece la autoreparación del cuerpo. Es sanísimo desactivar nuestros pensamientos durante un rato (aunque sean pocos segundos) para permitir que tu cuerpo se autorepare.
Está demostrado científicamente que las personas que practican regularmente la meditación son capaces de desactivar ciertas zonas del cerebro relacionadas con el estrés, la ira, la violencia, la depresión, etc.
¿Cómo consiguió Buda terminar con el sufrimiento humano? Ignorándolo, así de siemple: «si tu problema tiene solución porqué te preocupas, y si no la tiene porqué te preocupas».
Estimado Luis:
El artículo que aparece todos los días a las 23.00 hora española en el blog, es una invitación para todos los lectores que deseen meditar.
A mi parecer, para meditar son precisas dos fases bien diferenciadas.
En la primera fase doy por sentado que la persona está sujeta a las influencias del mundo occidental, el estrés, los horarios, las preocupaciones….
es necesaria entonces una relajación profunda que pare y aísle todos esos estímulos del día.
Así pues, una música o una meditación guiada, el sonido de una fuente con agua, una posición cómoda en un lugar tranquilo… nos ayudaran a liberarnos de todo ese estrés que nos ha invadido durante el día.
Aunque prefiero no dar consejos ya que hay muchos niveles en la meditación, lo cierto es que concentrarse en la respiración e iniciar una visualización en la que por ejemplo nos elevemos sobre nosotros y salgamos de nuestro cuerpo para poner distancia entre ese cuerpo y nosotros resulta muy apropiado.
En esta etapa la música nos ayuda como un elemento mas.
En la segunda etapa es cuando se lleva a cabo la meditación propiamente dicha
La música habrá acabado y estaremos lo suficientemente relajados para que nuestro cuerpo no nos oponga una resistencia tenaz.
Es entonces cuando como usted dice, intentaremos no pensar.
dejar la mente en blanco y sentir el parón que esto representa, penetrar en un estado nuevo que si no hemos realizado bien la primera etapa, tendrá rápidamente unos intentos de salir de él.
Pero si estamos relajados y hemos puesto una distancia entre nuesto cuerpo y nuestra mente, entonces podremos permanecer en ese estado y sentir.
Hay personas que sólo escucharan la música, otras buscaran hacer una relajación inicial nada más, otras se abran informado y ademas de la primera parte pasaran a la segunda.
Yo no deseo decir lo que hay que hacer,
como he dicho muchas veces, sólo quiero ofrecer la alternativa y que luego cada uno elija
Las palabras y la ortodoxia o las reglas no pertenecen a la meditación, porque cada uno es diferente de los otros y un mundo en si mismo.
Un saludo
La sinfonía de una diosa del agua recostada en las rocas con un vestido blanco acompañada de una pequeña jirafa que recibe de la mano de su diosa agua. Armoniza el suave sonido de la flauta para resaltar la más sutil y delicadas melodías. Gracias Lalunagatuna.