Los lagos chinos abocados a una desaparición prematura

Sigue la guerra climática.

El lago Poyang, el mayor de agua dulce en China, ha perdido casi el 90 por ciento de su volumen a consecuencia de la sequía que azota la cuenca del Yangtzé, y que es la peor en medio siglo, informó hoy el diario «South China Morning Post».

Gran parte del lecho del lago es actualmente una planicie de barro o hierba, lo que coloca en una crítica situación a los habitantes de los alrededores del lago, que dependen de su agua para regar sus cultivos, destacó el periódico.

Según la prensa oficial, el lago tiene actualmente 0,74 millones de kilómetros cúbicos de volumen, un 87 por ciento menos de lo habitual o incluso menos, ya que en épocas húmedas el lago puede tener hasta 25 millones de kilómetros cúbicos de agua.

El segundo lago más grande del país, el Dongting (también en la cuenca del Yangtzé) está asimismo parcialmente seco, y su actual área (unos 900 kilómetros cuadrados) es menos de la mitad de la superficie habitual, según expertos de la zona afectada.

La sequía afecta a una cuenca en la que viven 400 millones de personas, casi la tercera parte de la población china, y la situación es especialmente dramática en las provincias del curso medio y bajo (Anhui, Hunan, Jiangxi, Zhejiang y Jiangsu), donde las lluvias este año han sido entre un 40 y un 50 por ciento menores de lo normal.

De acuerdo con la Oficina Estatal de Control de Inundaciones y Sequías, la situación afecta directamente a 3,29 millones de personas y a 6,96 millones de hectáreas de campos de cultivo, equivalentes al 5 por ciento de las tierras cultivables en el país.

Por este motivo, el Centro Meteorológico Nacional ha declarado la «alerta amarilla» por sequía, ya que en los próximas días no se prevén grandes precipitaciones en el área afectada, donde también han sufrido la escasez de agua 950.000 cabezas de ganado.

Medios como el independiente «South China Morning Post» culpan a factores humanos, como la presa de las Tres Gargantas en el curso alto del Yangtzé, de empeorar la situación.

El Gobierno ha admitido que el mayor proyecto hidráulico del mundo podría haber perjudicado la navegación, irrigación y abastecimiento de agua en el río más largo de Asia, y en las últimas dos semanas ha descargado agua del inmenso embalse para intentar paliar la falta de ésta en el curso medio y bajo.

La presa, que antes descargaba unos 10.000 metros cúbicos de agua por segundo, ha aumentado ese flujo a 12.000 metros cúbicos por segundo en un intento de mejorar la dramática situación río abajo.

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