Funcionarios estadounidenses cuentan con ministros, altos funcionarios y diplomáticos irlandeses entre las fuentes “confidenciales” y protegidas (hasta hoy) que informan a la embajada de EE.UU en Dublín. Sus actividades se describen en los más de 1.900 cables clasificados obtenidos en exclusiva por el diario Irish Independent después de llegar a un acuerdo con Julian Assange para su publicación. Varias páginas de la edición de papel del periódico, a modo de suplemento especial, acompañarán a partir de hoy al prestigioso diario irlandés.
Una de las primeras filtraciones publicaciones revela como Mary Hanafin, la ex ministra y actual vicepresidente del tradicional segundo partido irlandés (Fianna Fáil) informaba a la Embajada de Estados Unidos de las tensas relaciones (y negociaciones) por las que pasaba su coalición de gobierno con Los Verdes. Llamará la atención como la vicepresidenta del gobierno se permite hacer una serie de comentarios despectivos sobre sus socios de coalición cuando informa al embajador. La palabra ‘PROTECT’ aparece al lado del nombre de la ex ministra en los cables que se envían a Washington para llamar la atención sobre la conveniencia de proteger su identidad y sus informaciones.
También llama la atención el cable en el que la embajada en Dublín informa a Condoleezza Rice sobre la financiación del movimiento Libertas. Libertas es el movimiento antieuropeísta promovido por el multimillonario irlandés Declan Ganley que en España se presentó con Ciutadans y la candidatura del ex presidente de la ONCE a las elecciones europeas. Las empresas tecnológicas de Declan Ganley suministran equipos y programas al comando norte del ejército de EE.UU, la Guardia Nacional en 16 estados y tres agencias federales.
Otros cables revelarán la facilidad de acceso que EE.UU. tiene para obtener información (altamente sensible) en los más altos niveles de los sucesivos gobiernos irlandeses, antes de ser conocida por la oposición y la opinión pública o publicada. Mucha de esta información fue filtrada a EE.UU. por altos funcionarios civiles y diplomáticos irlandeses. Quedará en evidencia los rigurosos esfuerzos que por mantener la identidad de estos contactos se hicieron en la comunicación permanente (y confidencial) entre la embajada en Dublín y Washington.
Nada diferente al caso español aunque aquí se ha sido más sutil y se ha pasado página, si bien es notoria la identidad de la amplia y también ‘protegida’ topera nacional sin necesidad de llegar a la habitación que, por lo pronto, ya se ha descubierto con los topillos dentro en Noruega.
En otros países habrá que esperar a la publicación de lo que Julian Assange llama cables utrasecretos para descubrir que lo imaginado todavía puede ser un poco peor. Tanto por la identidad de los topos en otros países como por las barbaridades que son capaces de hacer. Lo que un patriota llamaría traición a la patria y un defensor de los derechos humanos traición a la carta universal que España dice defender a pesar de la actuación de algunos españoles en el Caso Couso, los vuelos de la CIA o el asesinato de españoles en Ruanda sobre los que casi nadie quiere saber en las instancias del poder político y mediático.
Vía | independent.ie