• Horace Walpole: “El castillo de Otranto”
• Gregory Lewis: “El espectro del castillo”
  
• Ann Raddclife
• Margaret Oliphant: “La puerta abierta”
• Charlotte Riddel: “La casa deshabitada”
• Nathaniel Hawtorne: “La casa de los 7 tejados”
• Allan Poe
• Algernoon Blackwood: “La casa vacía”
• Lord Dunsany: “La torre vigía”
• Oscar Wilde: “El fantasma de Canterville”
• Dickens
• Bram Stocker
• Oswell Blackeston: “El miedo del lago
• Henry James: “Otra vuelta de tuerca”
• William H.Hodgson: “La casa en el límite”
• Cortazar: “La casa tomada”
• Maupassant: “El horla”
• Fritz James O’Brien : “ ¿Qué es eso?”
• E.F.Benson: “La otra cama”
• M.R.James
• Ambroce Bierce: “Los otros huéspedes”
• Richard Matheson: “La casa infernal”
• Stephen King

Entre otros muchos títulos y autores. En el cine destacan entre otras:

• “Poltergeist” de Tobe Hooper 

• “Darkness” de Balagueró 

• “Los otros” Amenabar

• “El resplandor” Kubrick

• “La leyenda de la casa del infierno” de John Hough

• “El horror de Amityville” de Stuart Rosenberg

• “El ente” de Sydney J.Furie

• “Al final de la escalera” de Peter Medak 

  Respecto a las teorías se pueden agrupar en 4 tipos. Sucesos especialmente intensos emotivamente habrían empapado con su energía emocional un objeto, en este caso una casa. Y esa energía en movimiento daría lugar a los fenómenos típicos. Esta teoría implicaría la fascinante consecuencia de los objetos animados. Cosas bañadas con la energía de sus dueños que serían algo así como paralelos psicológicos de las personas que los usaron. Aquí entrarían no sólo casa sino las leyendas nefastas sobre determinadas piedras preciosas, coches (como el aparentemente maldito en el que se estrelló James Dean, que siguió después su “carrera” peligrosa), ropa, ascensores, barcos, etc. Y también se relacionaría, indirectamente, con el rito egipcio de animación de estatuas.

  También se especula con el poder de la mente humana cuando su inconsciente está circunstancialmente alterado. En ese caso los fenómenos están directamente relacionados con la presencia de la persona emisora, cesando en su ausencia. Al tratarse de algo inconsciente estaría fuera del alcance de la voluntad de las personas implicadas. Esto supondría un enorme y desconocido poder mental; el cual, por otro lado, ha sido investigado en laboratorios estudiando aparentes capacidades especiales de ciertas personas, como la telepatía, la telequinesia (movimiento de objetos), etc., ejercidos voluntariamente por la persona estudiada (sobre todo en la antigua URSS y en Estados Unidos).

  Luego estarían las teorías espiritistas que tratan de explicar esos fenómenos como comunicación con el mundo de los muertos. En ese caso serían espíritus que se han quedado en este plano de realidad por múltiples razones personales (apego intenso a un lugar o persona, asunto sin resolver, ignorancia de su propio estado de muerte quizá por una muerte repentina…) y tratarían de comunicarse con este plano de vivos.

  Por último existe la hipótesis de la existencia de comunicación con otros planos, pero no el de los muertos sino mundos paralelos que a veces se entrecruzarían con el nuestro, dando lugar a los fenómenos típicos de casa encantada, y además abarcaría los encuentros y las apariciones de seres sorprendentes (por ejemplo el “hombre polilla”, extraterrestres, seres criptozoológicos, etc.).

  En cualquier caso todas las teorías tendrían en común el punto de partida: la existencia de mecanismos desconocidos, dentro y fuera de nosotros, un sentido abarcante que desbordaría nuestro mundo (como a una hormiga al pie de una montaña le resultaría imposible verla e identificarla), una energía común a todo lo existente que daría vida absolutamente a todo. Bases que sustentan las visiones animistas y mágicas de todas las culturas “primitivas”.

  http://www.twakan.com/numero6/Mitos6.htm