Curioso caso el de la Virginidad. Ya que dependiendo de la época y el lugar, puede ser tanto un símbolo de orgullo como un símbolo de un deber no cumplido, como… llamémosle una «vergüenza«.
Antes de nada hay que definir que es la virginidad, porque aunque parezca que no,tomamos su significado de una forma muy restringida. La palabra virginidad significa que una persona está en estado virgen, palabra que viene del latín «virgo«, y que significa según la primera definición del DRAE «Persona que no ha tenido relaciones sexuales.»
Pero sin embargo, normalmente se considera virgen a una mujer que no ha mantenido relaciones sexuales mediante la penetración vaginal y al hombre, si no ha realizado dicha penetración.
Este giro o recorte del significado, es lo que lleva a muchas mujeres y hombres a mantener relaciones sexuales con penetración anal o utilizando la masturbación para mantenerse vírgenes. Saltándose y manteniendo a la vez, la prohibición cultural -del momento- de llegar virgen al matrimonio.
Lo curiosos del caso es que se «cree» popularmente que se puede saber si una mujer es virgen o no, cosa que no pasa con el hombre del cual solo te puedes fiar de su palabra. Por otro lado, generalmente en casi todas las culturas, es la virginidad de la mujer la que preocupa de un modo u otro. Pero esto es una creencia falsa, no se puede saber si una mujer es virgen o no.
Me explico, la prueba que se toma para la virginidad en la mujer, es la rotura o no del himen , el cual es una fina membrana de tejido conjuntivo (que varía en elasticidad y espesor según la mujer) que cierra parcialmente la entrada de la vagina. Pero debido a su elasticidad, se puede dar el caso de mujeres que mantengan relaciones sexuales con penetración y no se les rompa el himen, y al contrario, que aún no habiendo tenido ninguna penetración sí se les rompa, por ejemplo; por causa de realizar algún deporte violento o practicar regularmente la equitación, por poner un par de casos.
Por consiguiente, como decía, el tener o no intacto el himen, no indica absolutamente nada sobre la virginidad de la mujer, aunque sea examinada por un médico. Como nota interesante, hay que decir que no solo la mujer tiene himen sino que también lo tienen el topo y la hiena.
Todo esto me lleva a decir, que la virginidad no es tanto un estado físico como mental. Si una mujer dice que es virgen (sea o no verdad) esa es la única realidad que hay, al igual que en el caso del hombre.
Pero a pesar de todo la virginidad casi es una moda, porque como decía al principio tenemos aptitudes totalmente opuestas frente a la virginidad de la mujer, que es la que parece ser que preocupa o interesa más a la sociedad, sea cual sea esta sociedad.
Indico unos cuantos casos enfrentados:
Tomemos el caso de las vestales (en la antigua Roma), que eran sacerdotisas de la diosa del hogar: Vesta. Debían ser vírgenes y muy guapas. Su función era guardar el fuego sagrado en el templo. Su tiempo de servicio era de 30 años, durante los cuales debían mantenerse vírgenes. Si no cumplían este requisito, se enfrentaban a penas como la lapidación, decapitación o ser enterrada viva, dependiendo de la tendencia del momento.
En contra, tenemos en tiempos helénicos, la prostitución sagrada. En el templo de Venus (Afrodita), la mujer debía ofrecer su virginidad a la diosa, por lo que debía mantener relaciones sexuales con los sacerdotes del templo o con un forastero, el cual tenía que pagar una cantidad al templo para su mantenimiento. Con el tiempo, esto degeneró en una prostitución simple sin nada de divino, porque parte del dinero no solo se quedaba en el templo.
Un caso mezcla de los dos anteriores lo tenemos en la cultura sumeria, donde el culto a la diosa Inanna, requería de unas sacerdotisas que entraban vírgenes al servicio del templo, pero que debía posteriormente ofrecer su virginidad y continuar prostituyéndose con todo aquel que dejara una ofrenda económica al templo.
Y aunque parezca lo contrario no siempre es conveniente ser virgen. Por ejemplo en la época de Tiberio (42 a.C. – 37 d.C.), en la antigua Roma, había un mandato que prohibía la ejecución de una virgen, así que Tiberio mandó que antes de ser ejecutadas fuesen violadas por el verdugo, solucionando el problema de la prohibición.
Y hay casos en donde ser virgen no solo es un inconveniente, sino que es un problema. Como ocurre en el Océano Pacífico, concretamente en la isla de Guam, donde una mujer no se puede casar si es virgen. Y como, donde hay un problema surge un negocio, hay hombres que tienen como oficio (y trabajo duro) mantener relaciones sexuales completas con las mujeres que se quieran casar, para quitarles el estigma de la virginidad, y que se puedan casar sin la vergüenza de ser virgen.
Por supuesto, hay muchísimos más ejemplos de posiciones contrapuestas frente a la virginidad. Hoy días se está viviendo una dualidad similar, donde por un lado hay un sector de la sociedad (obviamente joven) que no parece importarles no llegar virgen al matrimonio y por otro lado hay otro sector de la sociedad (mayoritariamente -por no decir exclusivamente- religioso) donde se ensalza la virginidad como un objetivo para llegar al matrimonio, lo que permite a muchas vírgenes hacer de todo lo que quieran en el ámbito sexual, mientras mantengan intacto el himen. Entrando en un juego de auto engaño, manipulación y adaptación de su realidad.
Pero para aquellas que no se han podido contener o por cualquier otra razón tienen roto el himen y quieren casarse en una cultura que lo penaliza, pueden recurrir a la himenoplastia . Ya que como dije antes; donde hay un problema surge un negocio, con dinero se puede volver a ser virgen.