La reunión extraordinaria de la Eurozona de hoy podría traer novedades, ya que los líderes europeos podrían dar un giro radical al enfoque con el que han afrontado la crisis soberana y aceptar un default de Grecia. De esta forma reconocerían lo evidente: el país heleno nunca podrá devolver al completo toda su deuda. Ahora sí que no queda dinero: rescatar a Italia costaría 1 billón de euros.
Según publica el diario financiero británico Financial Times, la nueva estrategia también podría incluir nuevas concesiones de los líderes europeos a Grecia para que pueda reducir su deuda, como rebajar (de nuevo) los intereses de los préstamos de los rescates y un programa amplio de recompra de bonos.
Además, parece que el plan de Francia para que los inversores privados reinviertan «voluntariamente» parte de la deuda de Grecia va a quedar descartado.
«El objetivo básico es reducir la carga de la deuda de Grecia mediante acciones tanto a nivel público como a nivel privado», explicó un funcionario europeo que está participando en las negociaciones al periódico. Con todo, las fuentes señalan que todo está en fase embrionaria, por lo que los detalles finales podrían no conocerse hasta finales del verano.
En cualquier caso, supondrá un cambio radical: altos cargos de la Comisión Europea y el BCE, así como los principales gobernantes de la Eurozona han repetido como un mantra en el último año y medio que no iba a haber un default de Grecia, miedosos de un posible contagio a economías más grandes, especialmente España e Italia.
Esos sí, voces como la de Jean Claude Juncker, presidente del Eurogrupo, advirtieron de la posibilidad de una reestructuración suave, aunque la idea fue rechazada inmediatamente, idea que ahora se podría retomar en Bruselas.
Abandonando el plan de Francia
El lobby bancario, representado por Instituto Internacional de Finanzas (IIF), ha ido gradualmente descartando el plan francés y se ha inclinado por algunos elementos del plan alemán, que aboga por un intercambio de parte de la deuda actual por otra a más largo plazo.
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, abogó a comienzos de junio por esta idea, que retrasaría el vencimiento de los bonos griegos en siete años.
«Hay bastante acuerdo en la comunidad bancaria hacia un plan más realista que el plan francés, que estaba fuera de este mundo», señalaron las fuentes al FT.
Ahora, los bancos han presionado por un nuevo plan de recompra de deuda griega a cambio de un programa de reestructuración, argumentando que solo si se reduce el grueso total de la deuda de Grecia, el país podrá tener una recuperación sostenible.
El plan alemán, impulsado entre otros por Deutsche Bank, vería como al menos el 10% de la deuda griega actual sería recomprada por el gobierno heleno en el mercado abierto.
Dado que los bonos griegos están cotizando actualmente por debajo de su valor nominal, estas compras implicarían una quita voluntaria: los tenedores de bonos aceptarían una cantidad inferior a lo que deberían recibir por esta deuda.
Otro de los puntos que falta por negociar es como se financiaría esta recompra de bonos griegos. La Comisión Europea aboga por utilizar los fondos del programa de rescate actual, pero Berlín se opone a ello.
Fuente: https://selenitaconsciente.com