domi TECNOLOGÍA FUTURISTA DEL PASADO

El descubrimiento casual, realizado por un granjero algodonero del área de Phoenix, de elementos compuestos de un solo átomo en los años 1970 puede haber abierto la puerta a: la energía libre ilimitada, la cura del SIDA y el cáncer, longevidad, velocidades más rápidas que la de la luz, antigravedad y mucho más, quizás incluso viajes en el tiempo o ínter-dimensionales.

¿Pero puede precipitar este descubrimiento nuevas políticas e incluso la guerra en la lucha para ganar el control sobre esta nueva tecnología? Y además, mientras este hallazgo ha sido asombroso para la ciencia moderna, parece que no es nada nuevo.

Como afirmaba el Eclesiastés 1:9 (Edición Nueva Internacional),

“Lo que ha sido será otra vez, lo que ha sido hecho será hecho otra vez; no hay nada nuevo bajo el sol.”

Hoy en día, varios eruditos han relacionado este alucinante descubrimiento con la mitología y las leyendas del pasado más lejano, especialmente las de la antigua Mesopotamia conocida actualmente como Irak.

El interés por esta nueva tecnología creció rápidamente y allá por el 2003, algunos investigadores incluso estaban afirmando que la invasión de Irak había tenido que ver más con este nuevo descubrimiento que con el petróleo, las armas de destrucción masiva o con un cambio de régimen. Esta historia de hallazgos nuevos asombrosos, su conexión con los relatos del pasado antiguo y el posible papel que todo esto juega en los acontecimientos mundiales actuales esta ganando más y más el interés del publico.

Parece como si estos secretos primordiales fueran perdidos hace siglos, aunque vestigios de este conocimiento pueden haber sido conservados a través de los años por una serie de sociedades secretas.

La presente historia empezó con David Hudson, un algodonero de Phoenix Arizona, que se definía a si mismo como Republicano conservador. A mediados de los 70, Hudson había encontrado arando en el suelo cocido y seco una tarea dura. Empezó a buscar otras maneras de darle vida al suelo incluso empezó inyectando ácido sulfúrico dentro del suelo en un intento de abrir la corteza seca.

Descubrió que rociando sus muestras de suelo con una solución de cianuro, podía obtener trazas de metales de la mena, incluso de oro.

“Habíamos estado haciendo análisis del suelo [cuando se nos ocurrió] esta idea de literalmente amontonar la mena en una pieza de plástico y rociarla con una solución de cianuro, que disuelve el oro selectivamente y lo saca de la mena,” dijo Hudson al publico congregado en Dallas en 1995.

“Este se escurre de la mena hasta que golpea el plástico y entonces se vierte en el estanque de sedimentación. Es bombeado hacia arriba a través de carbón activado donde se adhiere al carbón y entonces la solución liquida vuelve al montón… La idea parece bastante simple. Decidí, como saben muchos granjeros tienen avionetas, otros muchos caballos de carreras, otros muchos coches de carreras… Yo decidí que iba a tener una mina de oro.”

Después de comprobar varios lugares, incluyendo minas de oro abandonadas, Hudson encontró cerca de Phoenix el sitio que estaba buscando.

“Tenía un montón de palas excavadoras, camiones cisterna, maquinas niveladoras, orugas (tipo de maquina excavadora) y ese tipo de cosas que se tienen en una granja y tenia también a los operarios, así que decidí que iba a preparar uno de esos sistemas de filtración con cianuro.”

Hudson obtuvo más de lo que había imaginado.

“Empezábamos a recuperar el oro y la plata y llevaríamos el carbón a nuestra granja. Lo extraeríamos con una solución de hidróxido de sodio y cianuro caliente. Lo haríamos pasar a través de una “célula de ganancia-eléctrica” para sacar el oro fuera. Y entonces haríamos lo que se llama un “ensayo de fuego”, donde lo diriges a un horno de reducción para obtener cuentas (bolitas) de oro y de plata… Este es el procedimiento honrado por el tiempo para recuperar oro y plata y básicamente se ha utilizado durante 250-300 años. Es el estándar aceptado en la industria,” explicó.

Pero, junto con pequeñas cantidades de oro y plata, Hudson también recuperó pequeñas cuentas de un material que frustraba los intentos de análisis.

“Algo que no podíamos explicar se estaba recuperando con el oro y la plata” dijo.

Este “algo” resultaron ser elementos hasta ahora desconocidos para la ciencia moderna, elementos compuestos por un solo átomo. Esta materia monoatómica se encuentra prácticamente en cualquier cosa a nuestro alrededor incluido los alimentos que comemos y el agua que bebemos. Hudson descubrió que estos elementos podían ser recuperados de los metales nobles como el oro, plata, cobre, cobalto y níquel junto con el platino, paladio, rodio, iridio, rutenio y osmio.

También descubrió que el núcleo de esta materia monoatómica se comportaba de una manera insólita. Bajo determinadas circunstancias, empezaban a girar y creaban extrañas formas deformadas. Extrañamente, cuando estos núcleos giraban empezaban a separarse por si solos.

Se encontró, por ejemplo, que en el elemento Rodio 103, el núcleo se deformaba en proporción de dos a uno, el doble de largo que ancho parecido a una botella de coca-cola y entraba en un estado de alto espín*.

“Es algo inherente al material”, anoto Hudson. “No es algo que tu hagas desde el exterior.”

* espín. (Del ingl. to spin, girar como un huso). m. Fís. Momento intrínseco de rotación de una partícula elemental o de un núcleo atómico.

Después de estudiar durante dos años este material, un químico analítico de Arizona informó a Hudson,

“Puedo decirte, sin lugar a duda, que no es ninguno de los elementos de la Tabla Periódica.”

Refiriéndose a una muestra el químico dijo,

“Tenemos aquí algo que sé que es rodio puro y aun así ninguno de estos análisis espectroscópicos muestran que sea rodio… Esto no tiene ningún sentido. Esto desafía todo lo que me han enseñado en la universidad, todo lo que me han enseñado en la licenciatura. Voy a enviar esto a mi profesor de licenciatura en el estado de Iowa.”

Sin embargo, el erudito profesor de la universidad no pudo identificar el material de la muestra.

Una muestra fue enviada a los laboratorios Harwell en Oxfordshire, Inglaterra, para realizar un análisis de activación por neutrón pero también ellos fracasaron a la hora de identificar el elemento. Hudson finalmente encontró una fuente de información en la Academia de las Ciencias Soviética en Rusia. Mediante equipos especializados, los científicos determinaron que esta misteriosa sustancia blanca estaba compuesta enteramente por metales del grupo del platino en una forma desconocida hasta entonces por la ciencia moderna.

Algo claramente nuevo e inaudito estaba revelándose.

Trabajando con “United Technologies” (Tecnologías Unidas), el nuevo material de Hudson se colocó en pilas de combustible desarrolladas recientemente. Aunque los análisis mostraban que el material no contenía rodio, cuando se añadía a carbón y se colocaba en una pila de combustible, se comportaba como solamente podría hacerlo el rodio.

Se le dijo a Hudson que si podía explicar como obtener su extraño polvo blanco a partir de materiales disponibles comercialmente, podría patentar el proceso . En 1988, hizo exactamente eso, cumplimentando patentes tanto de EE.UU. como del resto del mundo sobre 11 elementos monoatómicos.

Acuñó el término “Orbitally Rearranged Monatomic Elements” or ORMEs (Elemento Monoatómico Reordenado Orbitalmente) para describir esta nueva materia encontrada. Este material en un estado puro monoatómico forma una sustancia en polvo blanca como la nieve, que se parece a la harina para cocinar común.

Entonces el estudio de este raro material tomo un giro todavía mas extraño.

“Lo asombroso del asunto”, explicó Hudson, “es el peso del material. Era muy difícil pesarlo… en la oficina de patentes quieren cosas muy precisas [pero] no podíamos obtener resultados consistentes con el material. Se mantenía ganando peso y ganando peso.”

Utilizando análisis-termo-gravimétricos, se descubrió que cuando se redujeron muestras del material al estado de polvo blanco, este perdió el 44 por ciento de su peso original. Respectivamente al calentar o al enfriar el material, este ganaría o perdería peso.

“Mediante enfriamientos y calentamientos repetidos podíamos hacer que el material pesara menos que el peso de la cacerola en la que estaba», dijo Hudson.

«…O podíamos hacer que su peso fuera 300 o 400 veces su peso inicial dependiendo de si lo estábamos calentando o enfriando… si tomas este polvo blanco y lo pones en un recipiente de cuarzo y lo calientas hasta el punto en el que se fusiona con el cuarzo, se vuelve negro y vuelve a ganar todo su peso. Esto no tiene lógica, es imposible, no puede pasar. Pero así es.»

A principios de la década de 1990, fueron publicados documentos científicos por el Instituto Niels Bohr, «Argonne National» y «Oak Ridge National Laboratories» que apoyaban la existencia de estos elementos monoatómicos de alto-espín y su poder como superconductores.

Hudson también se reunió con el Dr. Hal Puthoff director del Instituto de Estudios Avanzados de Austin, Texas. Puthoff realiza investigación puntera en los campos de la energía de punto-cero y la gravedad como fuerza de fluctuación de punto-cero. Tanto él como otros científicos han teorizado que existe energía suficiente en los átomos contenidos en el espacio de una taza de café vacía para hervir todos los océanos de la Tierra si se utilizara totalmente.

Puthoff también había teorizado que una materia al reaccionar en dos dimensiones debería perder sobre un 44 % de su peso gravitatorio, exactamente la pérdida de peso hallada por Hudson.

Cuando se halló que los elementos de Hudson, al calentarlos, podían acumular una atracción gravitatoria menor que cero, Puthoff concluyó que el polvo era «materia exótica» capaz de curvar el tiempo y el espacio. Las propiedades antigravitatorias del material fueron confirmadas cuando se mostró que un platillo de pesaje pesaba menos cuando se ponía el polvo en él que cuando estaba vacío. La materia había pasado sus propiedades anti-gravitatorias al platillo.

Para su mayor asombro, se halló que cuando el polvo blanco era calentado hasta cierta temperatura, no solo su peso desaparecía sino que el polvo se desvanecía de la vista. Cuando fue utilizada una espátula para remover en el plato, aparentemente no había nada allí. Sin embargo, cuando se enfrió el material, reapareció en la misma forma que tenía originalmente cuando se depositó en el plato. El material no había desaparecido simplemente se había movido dentro de otro plano dimensional.

Como si todo esto no fuera lo suficientemente mágico, un pariente orientó a Hudson hacia un libro de alquimia. Como era un hombre practico, un granjero, un metalúrgico, Hudson desdeño cualquier referencia a lo oculto. Sin embargo rápidamente quedó intrigado por las similitudes entre sus elementos monoatómicos recientemente descubiertos y las descripciones del pasado.

La Alquimia es un intento de siglos de antigüedad de descubrir la relación existente entre el hombre y el universo y beneficiarse de la comprensión de los principios básicos de la vida.

La teoría Alquimica determinó que debe existir alguna sustancia que puede ocasionar la transmutación de ciertos metales. El principal entre estos metales era el oro. Este misterioso catalizador fue llamado algunas veces como «la tintura», pero más a menudo como «el polvo». Este término, cuando pasó de la lengua Arábiga al Latín, pasó a ser conocida como el «elixir de la vida» y más comúnmente como la «Piedra Filosofal».

Según la Enciclopedia Británica, esta piedra «que no es una piedra» era llamada a veces,

«una medicina para la purificación de los metales «base» o «malos», y de ahí había un pequeño paso para verla como una medicina para la curación de las enfermedades humanas.»

Esta visión fue confirmada por Eirenaeus Philalethes, un alquimista del siglo XVII, que escribió,

«Nuestra Piedra no es nada más que oro disgregado al más alto grado de pureza y fijación sutil…»

Todo el mundo sabe de la búsqueda de los alquimistas de la formula para cambiar los metales viles en oro pero pocos se han preguntado porque realmente querían oro. Se ha asumido que los alquimistas querían riquezas.

Pero un estudio más profundo de la alquimia y del ocultismo revela que estos hombres y mujeres del pasado estaban intentando recuperar el conocimiento antiguo perdido hacia mucho en las neblinas del tiempo.

¿Acaso había David Hudson hallado la deseada Piedra Filosofal?

El granjero de Phoenix se asombró todavía más cuando consultó al rabino local,

«¿Ha oído hablar alguna ver del polvo de oro blanco?»

«Oh, si,» fue la respuesta inesperada, «pero según nuestro entendimiento nadie ha sabido como hacerlo desde la destrucción del primer templo [El Templo de Salomón]. El polvo blanco es la magia, que puede ser usado tanto para la magia blanca como magia negra.»

Por el año 2004, David Hudson había desaparecido de la vista después de prometer al público que se proponía producir su polvo blanco monoatómico para el beneficio de toda la humanidad.

Su desaparición de la escena pública generó mucha especulación. ¿Había sido solo un estafador que se deslizó en las sombras antes de que fuera descubierto? ¿O había descubierto, la gente que tenía mucho que perder con su descubrimiento, la manera de neutralizarlo? ¿O se había tomado un poco de su maravilloso polvo áureo y se había elevado hacia otra dimensión?

Entre tanto, la conexión entre su polvo de oro y las leyendas antiguas capturaron la atención de un creciente numero de eruditos e investigadores.

El autor Británico Laurence Gardner en un reciente libro titulado «Lost Secrets of the Sacred Ark» (Secretos Perdidos del Arca Sagrada), escribió que el libro completo más antiguo del mundo – El libro Egipcio de los Muertos – habla de los faraones comiendo «el pan de la presencia», también llamado «comida schefa», cuando realizaban el viaje ritual a la otra vida.

En cada nivel, el faraón preguntaría, «¿Que es esto?»

Se ha comparado esto con el relato Bíblico de Moisés y los Israelitas en el desierto continuando el éxodo desde Egipto. Para mantenerse en el desierto, Moises y su gente comieron una sustancia blanca en polvo que llamaban «manna». Este manna era molido en pequeños pasteles o hervido.

En hebreo, manna literalmente significa «¿Que es esto?»

Gardner remarcó que tiene una importancia extraordinaria que, independientemente de toda la investigación intensa y costosa actual en el área de estos elementos monoatómicos, los secretos de este misterioso polvo eran conocidos hace varios miles de años atrás.

«Sabían que eran superconductores intrínsecos en el cuerpo humano», escribió Gardner. «Sabía que tanto el cuerpo físico como el cuerpo de luz [el espíritu o alma] tenían que ser alimentados para aumentar la producción de hormonas y el mejor alimento para lograr esto era nombrado shem-an-na por los Babilonios, mfkzt por los Egipcios y manna por los Israelitas.»

El relato del Éxodo narra como Moisés estalló en ira al regresar de la montaña donde había recibido las Tablas de la Ley de Dios. Al parecer en su ausencia los Israelitas habían tomado la mayor parte del oro que poseían y lo habían fundido para hacer un becerro que entonces adoraron.

Éxodo 32:20 [Edición Nueva Internacional] afirma,

«Y él [Moisés] tomó el becerro que ellos habían fabricado y lo quemó en el fuego; luego lo molió hasta hacerlo polvo, lo esparció en el agua y hizo que los Israelitas lo bebieran.»

Como beber oro molido hubiera sido mortal, obviamente Moisés, que había sido bien educado en el conocimiento esotérico Egipcio, conocía el secreto para fabricar polvo de oro monoatómico de alto espín.

La confirmación de que esto era así vino en 1904 cuando el arqueólogo Británico Sir William Flinders Petrie descubrió una gran fundición en el Monte Horeb, situada en extremo sur de la Península del Sinaí. Algunos eruditos creen que Horeb es la localización real de la montaña de Moisés mencionada en la Biblia.

Fue en Horeb donde Petrie descubrió un templo cerrado que comprendía patios adosados, santuarios y habitaciones, todas rellenas con relieves, con columnas y estelas que representaban a la nobleza Egipcia y mencionaban el misterioso mfkzt. Lo más sorprendente fue el hallazgo de un crisol (recipiente de fundición metalúrgico) junto con una cantidad considerable de polvo blanco puro oculto ingeniosamente bajo unas losas de piedra. Como no tenía interés por el polvo, Petrie permitió que saliera volando con los vientos del Sinai.

Varios relieves de este templo antiguo describen a diferentes dirigentes Egipcios, entre estos Tuthmosis IV Amenhotep III junto con el bueno de Hathor. En estos relieves varias personas están ofreciendo al rey un pan cónico. ¿Era este el legendario polvo blanco conocido como mfkzt?

La respuesta parece ser que sí, como la figura que ofrece el polvo puede ser identificada como un tesorero Egipcio llamado Sobekhotep, descrito en otra parte como el hombre que «trajo la noble Piedra Preciosa a su majestad.»

Esto nos lleva a la conexión con Irak. Es evidente para muchos investigadores y eruditos hoy en día que la civilización Egipcia, lejos de ser la primera gran cultura del mundo como popularmente se creía, era de hecho un mero remanente de una cultura mucho más antigua y fascinante – los Sumerios

Se le puede seguir el rastro a todos los secretos más profundos del mundo hasta volver a Sumer en Mesopotamia, la primera gran civilización conocida que estaba situada entre los ríos Tigris y Éufrates a las orillas del Golfo Pérsico. En los tiempos bíblicos, se la llamaba Caldea o Shinar. Hoy se la conoce como Irak.

La cultura Sumeria parece aparecer de la nada hace mas de 6000 años y antes de que se desvaneciera extrañamente, tuvo una gran influencia en la vida tan lejos hacia el Este como el Río Indus, que fluye desde los Himalayas pasando por Pakistán hacia el mar Arábigo, y en el Nilo en los reinos Egipcios posteriores.

Casi nada se sabía sobre los Sumerios hasta hace unos 150 años cuando los arqueólogos, espoleados por los escritos del viajero italiano Pietro Della Valle a comienzos del siglo XVII, comenzaron a excavar en los extraños promontorios que salpicaban el campo al Sur de Irak. Empezando con el descubrimiento del palacio de Sargón II cerca de la actual Khorsabad por el francés Paul Emile Botta en 1843, los arqueólogos encontraron ciudades enterradas, palacios destruidos, objetos y miles de tablillas de arcilla que detallaban todas las facetas de la vida Sumeria.

A finales del siglo XIX, el Sumerio había sido reconocido como un lenguaje original y estaba siendo descifrado. A pesar del conocimiento actual, al público en general aun se le ha enseñado poco sobre esta primera gran civilización que se materializó repentinamente en Mesopotamia.

Es fascinante darse cuenta que puede ser posible conocer más sobre esta civilización de 6000 años de edad que lo que podremos conocer sobre los más recientes Egipcios, Griegos y Romanos. La explicación yace en la escritura cuneiforme Sumeria.

Mientras que los papiros de los otros imperios antiguos se desintegran con el tiempo o se destruyen por los incendios de la guerra, la escritura cuneiforme se grababa en tablillas de arcilla fresca con un estilete creando una marca en forma de cuña. Estas tablillas entonces se secaban, se cocían y se guardaban en amplias bibliotecas. Alrededor de 500.000 de estas tablillas de arcilla han sido halladas hasta ahora y han suministrado a los investigadores modernos un conocimiento incalculable sobre los Sumerios.

El conocimiento de Sumeria fue llevado a Egipto por el Patriarca Bíblico Abraham por medio de conocimiento inteligentemente codificado hallado en la Torah y otros textos antiguos Hebraicos como el Sefer Yezirah (Libro de la Creación) y el Sefer HaZohar (Libro de la Luz). Estos libros anteceden al Talmud, una compilación de las leyes Judías y tradiciones más antiguas escritas por primera vez en el siglo V d.C., y fueron elaborados siglos antes del tiempo de Jesús.

De acuerdo con el Libro de la Luz, le fueron entregados por Dios a Adán «misterios de sabiduría» cuando aun estaba en el famoso Jardín del Edén. Estos secretos antiguos fueron transmitidos a través de los hijos de Adán a Noe hasta Abraham mucho antes de que los hebreos existieran como un pueblo diferenciado. De acuerdo con la Biblia, Abraham era un Sumerio originario de Ur de Caldea, el antiguo nombre para Irak.

Otros Sumerios viajaron frecuentemente y extensamente y se piensa que han traído su tecnología avanzada sobre la construcción de barcos y cartografía a los primeros Fenicios que se establecieron a lo largo de las costas Mediterráneas orientales en lo que es ahora el Líbano.

Su conocimiento de los cielos era asombroso y enigmático.

«Todo el concepto sobre astronomía esférica, incluyendo el circulo de 360 grados, el cenit, el horizonte, los ejes celestiales, los polos, la eclíptica, los equinoccios, etc., todo surgió repentinamente en Sumer» remarco el escritor Alan Alford.

El Conocimiento Sumerio sobre los movimientos del sol y la luna dio lugar al primer calendario del mundo, utilizado durante siglos posteriormente por los Semitas, los Egipcios y los Griegos.

Poca gente se da cuenta de que no solo debemos nuestra geometría sino también nuestro sistema para medir el tiempo al sistema matemático de los Sumerios (basado en unidades divisibles por 60).

«El origen de los 60 minutos que hay en una hora y los 60 segundos en un minuto no es arbitrario, sino basado en un sistema sexagesimal (múltiplo del numero 60)», informó Alford, añadiendo que el zodiaco moderno era una creación Sumeria basada en sus 12 «dioses».

Lo usaban para hacer un mapa del gran ciclo precesional – la división de la vista de 360 grados (del cielo nocturno) desde el Polo Norte de la Tierra durante su orbita de 12 meses alrededor del sol en 12 partes iguales – o casas – de 30 grados cada una.

Teniendo en cuenta el ligero balanceo de la órbita de la Tierra, el movimiento de este ciclo completo dura 25,920 años, un suceso conocido como el Año Platoniano, llamado así por el erudito Griego Platón que inspiró las posteriores sociedades secretas como los Caballeros Templarios, los Illuminati y las Tablas Redondas de Cecil Rhodes.

«La pregunta incómoda que los científicos han esquivado es: ¿como pudieron los Sumerios, cuya civilización solo duró 2.000 años, haber observado y registrado el ciclo celestial que tarda 25.920 años en completarse? y ¿por qué su civilización comienza en la mitad del periodo zodiacal? ¿Es esto una pista de que su astronomía fue un legado de sus dioses?» preguntó el autor Alford.

Su pregunta podría ser ampliada para preguntar ¿como se transformaron los primeros humanos primitivos de hace casi 6.000 años de repente de pequeños grupos de cazadores-recolectores en una civilización completamente madura – avanzada incluso para los estándares actuales?

Incluso los redactores de la Nueva Enciclopedia Británica reconocen que quedan cuestiones serias (a debatir) en relación a las historias de los Sumerios y explicó cautelosamente que esas cuestiones,

«son presentadas desde el punto de vista de la civilización del siglo XX y en parte están teñidas por connotaciones éticas, así que las respuestas solo pueden ser relativas.»

Dado que ahora tenemos miles de tablillas Sumerias traducidas junto con sellos cilíndricos grabados, quizás deberíamos dejar que los Sumerios se explicaran por si mismos. La respuesta es que ellos afirman que todo lo que alcanzaron vino de sus «dioses».

«Todos los pueblos antiguos creyeron en dioses que habían bajado a la Tierra desde los cielos y que podían elevarse hacia los cielos a voluntad».

Explicó el estudioso del Medio Oriente Zecharia Sitchin en el prólogo a su primer libro de una serie que detallaba sus traducciones e interpretaciones de los cuentos Sumerios sobre su origen e historia.

«Pero nunca se les concedió credibilidad a estos cuentos, habiendo sido calificados como mitos por los eruditos desde los primeros tiempos».

Reconociendo que incluso el investigador más instruido antes del cambio de siglo XX no podía posiblemente haber empezado a pensar en los términos que aceptamos como algo común hoy en día, razonaba Sitchin,

«Ahora que los astronautas han aterrizado en la Luna, y que naves no tripuladas exploran otros planetas, ya no es imposible creer que una civilización de otro planeta más avanzado que el nuestro fuera capaz de llevar a sus astronautas al planeta Tierra tiempo atrás en el pasado.»

Es muy significativo que los Sumerios nunca se refirieran a los seres que les trajeron el conocimiento como «dioses».

Esta fue una interpretación posterior hecha por los Romanos y los Griegos, que dieron forma a sus propios «dioses» siguiendo las tradiciones orales más tempranas. Los Sumerios los llamaban los Anunnaki o seaAquellos que Vinieron a la Tierra desde Los Cielos.

Fueron los Annunaki los que entregaron a los primeros humanos el conocimiento de la escritura, la agricultura, la astrología e incluso la política. También fueron ellos, casi seguro, la fuente del conocimiento relacionado con el milagroso oro blanco en polvo.

Dado que algunos expertos citados creen que el oro blanco en polvo puede regenerar el DNA humano, se teoriza que también podría suministrar la cura para enfermedades e incluso para la vejez. Si esto es cierto, las historias bíblicas sobre un Matusalén que vivió cerca de 1.000 años podrían no ser tan improbables como algunos creen.

Antigravedad, longevidad, cura para el SIDA y el cáncer, energía libre ilimitada, viaje espacial a velocidad superior que la luz— no hay duda de que ciertas personas irían a cualquier lugar para obtener, u ocultar, ese conocimiento.

Como se detalla en el «bestseller underground» de Jim Marrs Rule by Secrecy, Estados Unidos ha sido gobernado desde hace mucho tiempo por hombres relacionados con las sociedades secretas como las siguientes:

Se puede seguir el rastro hacia atrás en el tiempo hasta sociedades mucho más antiguas, todas con un interés particular en la alquimia y lo oculto.

Bien puede haber sido este interés y conocimiento el que incitó a ciertos líderes de los EE.UU. con conexiones con las sociedades secretas a desear mandar tropas a Irak en el 2003.

Este deseo puede haber sido intensificado después de que ABC News informó de que se habían hallado casi 400 objetos antiguos sumerios en Irak en 1999 en la ciudad Irakí de Basmyiah, a unas 100 millas (unos 161 Km.) al sur de Bagdad. La Nueva Agencia Iraquí dijo que los objetos iban desde «juguetes» con forma humana y de animales, a tablillas cuneiformes e incluso «armas antiguas».

Al menos un sello cilíndrico representaba a una persona alta que se piensa representa al antiguo Rey Gilgamesh.

Las antigüedades fueron datadas en torno al año 2500 a.C., afirmó el líder del equipo de excavación Riyad al-Douri. Se hicieron descubrimientos posteriores en Irak en el año 2002 y a principios del 2003 por los arqueólogos del departamento Bávaro de Monumentos Históricos de Munich, Alemania, utilizando tecnología cartográfica digital.

Como afirmó el portavoz Jorg Fassbinder, se utilizó un magnetómetro para localizar muros enterrados, jardines, palacios y una sorprendente red de canales que habrían hecho de Uruk la «Venecia del desierto». Este equipo también localizó una estructura en la mitad del Río Éufrates que el equipo de Fassbinder creyó que era la tumba de Gilgamesh, el rey antiguo que afirmaba ser dos tercios divino y solamente un tercio humano.

Un poema épico que describe la búsqueda de Gilgamesh del secreto de la inmortalidad fue grabada en tablillas de arcilla hace más de 2.000 años y se piensa que es uno de los libros más antiguos de la historia.

En base al informe, tanto el equipo arqueológico Alemán como el Francés hicieron otros hallazgos asombrosos durante el tiempo en que Saddam Hussein les dio permiso para excavar.

Vale la pena remarcar que Alemania y Francia fueron las naciones más contrarias a la invasión de EE.UU. del año 2003.

Los nuevos descubrimientos fueron añadidos a aquellos almacenados en el Museo Nacional Irakí en Bagdad, que había sido cerrado al público desde la primera Guerra del Golfo en 1991. Eruditos de todo el mundo lamentaron la perdida de antigüedades de valor incalculable en aquel país. Ya habían lamentado anteriormente la perdida de objetos y escritos antiguos como consecuencia de la Guerra del Golfo de 1991 y el consiguiente embargo de Irak.

Mc Guire Gibson, y el Instituto Oriental de la Universidad de Chicago, deploraban,

«El periodo posterior a la guerra fue testigo del saqueo y, algunas veces hasta el incendio, de nueve museos regionales y de la perdida de más de 3.000 objetos, de los cuales solo unos pocos han sido recuperados.»

«La perdida de los objetos, aunque grave, no fue tan destructiva como el cambio que el ataque de los museos tendrá en la futura relación de los museos con el pueblo de Irak. Parece que nunca más habrá un esfuerzo de educación pública sobre arqueología a la escala que representaban aquellos museos regionales.»

Añadió que casi toda la búsqueda arqueológica en Irak se redujo a la mitad debido a la guerra y al embargo internacional.

Además de la destrucción de objetos históricos, como las bombas americanas que cayeron sobre el gran ziggurat de Ur y las perdidas debidas a las construcciones hechas por las tropas estadounidenses en Tell al-Lahm, las condiciones económicas causadas por el embargo americano han originado un incremento en el comercio ilegal de objetos antiguos de Irak.

Lo más intrigante para algunos investigadores es ser conscientes de que Irak, con toda probabilidad la cuna de la civilización humana si no el punto de partida de toda la humanidad, es hoy en día justo el único lugar del planeta al que los ciudadanos libres de América no pueden visitar.

A mediados de 2002, el Presidente George W. Bush estaba claramente decidido a invadir Irak a pesar de las garantías de que Irak no tenía armas de destrucción masiva dadas por el inspector jefe de armamento de las Naciones Unidas Hans Blix, la Agencia Internacional sobre Energía Atómica e incluso de Scott Ritter, quien había dimitido como Inspector de Armas de EE.UU.

Fueron transmitidas manifestaciones de protesta en casi todas las ciudades Americanas principales y una encuesta dirigida por el New York Times y la CNN a primeros de 2003 mostraba que la mitad de los encuestados estaban disconformes con la posibilidad de la guerra con Irak.

Nada de esto pareció preocupar al Presidente Bush que anunció,

«Si las Naciones Unidas no actúan, si Saddam no se desarma, nosotros lideraremos una coalición para desarmarle»

El 20 de Marzo del 2003, Bush hizo buenas estas palabras lanzando a las tropas de EE.UU. a través de las fronteras Iraquíes. Al revés que en campañas militares previas en las que los ejércitos toman las ciudades clave, y luego consolidad sus fuerzas antes de moverse hacia el nuevo objetivo, las tropas de EEUU formaron una ilógica línea recta hacia Bagdad, atravesando la mayor parte del país.

Una vez que la capital estaba en manos de los americanos a finales de Abril del 2003, al menos 50.000 objetos y tablillas de valor incalculable fueron robados del Museo Nacional de Irak por saqueadores. La evidencia indica que algunos de estos saqueadores estaban altamente organizados con su propia agenda.

Desdeñando los intentos anteriores para alertar a los oficiales militares Americanos del peligro de perder objetos de arte de 7.000 años de antigüedad, las autoridades Americanas fracasaron a la hora de prevenir el saqueo total de los tesoros más antiguos de la humanidad.

«tenía la impresión de que el Departamento de Defensa había tomado medidas para salvaguardar los monumentos y los museos», se lamentaba Maxwell Anderson, presidente de la Asociación de los Directores de Museos.

Anderson era uno de los que había alertado, en Junio del 2003, al Pentágono y a los oficiales del Departamento de Estado de la importancia de estas antigüedades. Es más, de acuerdo a un reportaje de Associated Press, los ladrones tenían las llaves del museo y de sus cámaras.

Gibson dijo que lo que parecía ser un saqueo al azar fue realmente un robo cuidadosamente planeado.

«Parece como si parte del robo fuera una acción planeada, muy, muy deliberada.» afirmo.

«Fueron capaces de obtener las llaves para las cámaras de algún modo y fueron capaces de llevarse lo mas importante, el mejor material. Tengo la sospecha de que fue organizado por gente de fuera del país. De hecho, estoy bastante seguro de que así fue.»

«Creo que era gente que sabía lo que quería» anotó el Dr. Dony George, director del Museo Nacional de Bagdad.

«Han pasado de largo ante la copia del Obelisco Negro. Esto significa que deben de haber sido especialistas. No tocaron las copias

«Se encontraron en el museo corta vidrios no disponibles en Irak y un busto de bronce enorme que pesaba cientos de libras… habría requerido una carretilla elevadora para llevárselo lo que indica que ladrones profesionales de objetos de arte bien organizados se mezclaron con la muchedumbre» anotó Christopher Bollyn de la Agencia de Prensa Libre Americana.

El hecho de que algunas vitrinas estaban vacías sin estar rotas indicaba que parte del valioso material puede haber sido sacado antes de que los saqueadores llegaran.

«era casi como si los perpetradores del saqueo estuvieran esperando a que Bagdad cayera para hacer su movimiento,» comentó un escritor para el BusinessWeek.

Todo esto fue confirmado por el Coronel Matthew Bogdanos a principios del 2004.

El Coronel Bogdanos encabezó una investigación sobre el saqueo como director suplente para el «Joint Interagency Coordination Group» (Grupo de Coordinación Entre-Agencias Unidas) originalmente encargado de buscar las armas de destrucción masiva en Irak. Después de obtener el permiso del General Tommy Franks, el grupo investigó el saqueo del museo.

En una entrevista publicada en el número de Enero-Febrero de la revista «Arqueology», el Coronel Bogdanos fue interrogado sobre lo que aun está perdido del Museo Nacional Iraquí.

Respondió,

«Tenemos la galería pública de la que se robaron 40 objetos expuestos. Hemos recuperado 11. Volviendo a los almacenes, de las que fueron robadas unas 3.150 piezas, y eso es casi seguro obra de saqueadores indiscriminados y fortuitos. De aquellas, hemos recuperado 2.700. Así que hay alrededor de 400 de estas piezas, piezas de excavaciones, perdidas.

«El grupo final pertenece al sótano. El sótano es lo que hemos denominado el trabajo interno. Y lo repetiré siempre como un mantra: es inconcebible para mí que el sótano fuera atravesado y los objetos robados sin el conocimiento preciso del personal del museo. De allí fueron robadas unas 10.000 piezas. Solo hemos recuperado unas 650, aproximadamente.»

Cuando comenzó el saqueo el 17 de Abril del 2003, un arqueólogo Iraquí llamó a las tropas de EE.UU. para que protegieran el museo nacional.

Cinco Marines acompañaron al hombre al museo y persiguieron a algunos saqueadores disparando al aire por encima de sus cabezas. Sin embargo, después de 30 minutos, se les ordenó a los soldados que se retiraran, y los saqueadores pronto regresaron.

Por lo visto el único edificio de Bagdad que recibió total protección por parte de los americanos fue el Ministerio del Petróleo.

«Ni cuando los talibanes se embarcaron en su orgía de destrucción contra los Budas de Bamiyan y las estatuas del museo de Kabul – quizás ni desde la Segunda Guerra Mundial – tantos tesoros arqueológicos han sido hechos añicos sistemática y maliciosamente,» informó el periodista británico Robert Fisk, que recorrió el museo poco después del incidente.

El saqueo evitable provocó que tres miembros del Comité Consejero de Propiedades Culturales de la Casa Blanca dimitieran, asqueados de que los militares americanos alertados hubieran fracasado a la hora de proteger los tesoros de Mesopotamia.

«Esta tragedia no fue evitada, debido a la inacción de nuestro país», escribió el presidente del comité Martin E. Sullivan en su carta de dimisión.

Ha sido ampliamente divulgado que Saddam Hussein se creía la reencarnación del Rey Nabucodonosor, que realizó logros asombrosos en la construcción como los Jardines Colgantes de Babilonia, en un intento de comunicarse con los dioses Mesopotámicos antiguos provenientes de los cielos.

Para conseguir su propósito, en el Libro de Daniel se afirma que Nabucodonosor construyó una estrecha y alta estructura de oro de 27 metros de altura y 2,7 metros de ancho cerca de Babilonia aunque fue inefectiva. Cuando tres eruditos/sacerdotes Hebreos que habían sido designados para administrar en Babilonia, como dice el profeta Daniel, Shadrach (Ananías), Meschach (Misael) y Abednego (Azarías), se negaron a servir a sus dioses, ellos fueron arrojados en un horno cercano.

Pero después de vestirse con sombreros, abrigos y «otros vestimentas», el trío sobrevivió al fuego.

Todavía más extraño, fue cuando Nabucodonosor miró para comprobar si los tres estaban muertos, y dijo,

«OH, veo a cuatro hombres relajados, caminando en medio del fuego, y no tienen heridas; y la apariencia del cuarto es como el Hijo de Dios.
[Biblia del Rey James]”

Aunque no se hace mayor mención de este cuarto personaje de apariencia divina, los tres Israelitas fueron honrados por el rey y prosperaron durante su reinado.

Obviamente, hay mucho más en el oro que la joyería ornamental y la riqueza.

  • ¿Puede la veneración por el oro de milenios de antigüedad tener más que ver con el conocimiento antiguo de su poder intrínseco que con su valor monetario?

  • ¿Pudo Sadam Hussein haber estado trabajando para descifrar los secretos del oro en polvo blanco?

  • ¿Pudo, la posibilidad de que tuviera éxito, haber contribuido a las prisas por entrar en guerra con Irak?

  • ¿Y tuvo algo que ver esa guerra aún inacabada con obtener el control sobre ese descubrimiento recientemente hallado, y quizás incluso tecnología que podría deshacer los monopolios modernos en la religión y la tecnología?

El Dr. Michael E. Salla, que ha impartido clases en la Universidad de Washington DC., en la Universidad Nacional Australiana de Canberra y en la Universidad George Washington, cree que efectivamente este es el caso.

«Organizaciones de gobierno clandestinas están luchando, mediante procuradores suyos puestos en el poder, para tomar el control de tecnología extraterrestre (ET) antigua que existe en Irak», escribió en un estudio sobre una investigación del año 2003.

Los hallazgos recientes de los extraños elementos monoatómicos, la búsqueda a lo largo de los siglos del oro y sus secretos alquímicos, los textos antiguos que hablan del polvo que da la vida y la proximidad de Irak a la fuente del conocimiento relacionado con todo esto proporciona un posible motivo para la invasión y el saqueo de Irak.

La intensa búsqueda de la antigravedad también juega un papel en todo esto.

Todo esto puede haber empezado en los tiempos modernos durante los días decadentes de la Segunda Guerra Mundial.

http://www.bibliotecapleyades.net/ciencia/esp_ciencia_futuretechnology_sp.htm

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