El Destino del Cuerpo y Alma en la Muerte de acuerdo a las Fuentes Gnósticas

Dentro de los remanentes redactados de los tempranos textos Nazarenos y dentro de las tradiciones orales relativamente intactas del temprano Nazarenismo conservadas por la secta gnóstica sobreviviente de Irak de los Mandeos, hemos conservado muchas enseñanzas Nazarenas y Gnósticas originales acerca del alma, su origen y su destino después de la muerte. Incluidas en estas transmisiones imperfectas de temprano pensamiento hay enseñanzas y prácticas que se relacionan con la muerte, el internamiento y la ascensión del alma o almas al cielo. Estas tradiciones reflejan las tradiciones del Cristianismo más temprano ANTES de la falsificación que ocurrió en siglos posteriores por la escuela Católica.

“¿Qué hay de bueno (en erigir una tumba)? ¡El cuerpo es suciedad y basura una vez que el alma lo ha dejado!” – de Mandaeans of Iraq & Iran, pg. 184

“Despierten, hermanos, ustedes elegidos, durante este día de la salvación de las almas, el decimocuarto día del mes de Mihr, sobre el cual Jesús, el Hijo de Dios, entró en Paranirvana. – Fragmento Maniqueo M104 en Parto de Turfan.

En el temprano pensamiento Nazareno la Creación del Hombre era vista como una creación de seres oscuros trabajando a través de la evolución. Esto está en contraste con la escuela bíblica que afirma que su Dios creó la raza humana en el jardín del Edén, del polvo. Como los Gnósticos no creían en los orígenes divinos del cuerpo humano, no veían necesidad alguna de reclamar aquel cuerpo después de la muerte. El Cristianismo Romano reverenciaba el mundo material y su forma mientras que los Gnósticos lo evitaban y toda su creación material. Esto no significa que el gnóstico desatendiera el cuerpo, al contrario, las escuelas Gnósticas más puras eran muy cuidadosas en el empleo y tratamiento de la forma humana. Aunque lo consideraban un reflejo débil del más puro traje de luz usado en el cielo, los gnósticos atados todavía a la tierra trataban su cuerpo con respeto.

Los Gnósticos puros sobrevivían con una dieta pura vegana y rechazaban que cualquier forma de carne entrara en sus bocas y los profanara. Los Maniqueos llamaban a esto el sello de la lengua y era tomado muy en serio. Pero cuando este cuerpo humano, que también llamaron el tocón apestoso, había alcanzado el término de su empleo era enterrado en una tumba no marcada. Era considerado que estaba unido con las almas durante tres días y para aquel período de tiempo cierto respeto le era pagado. Tres anillos concéntricos eran dibujados en el suelo alrededor de la tumba y cuatro impresiones hechas en sus cuatro cuartos impresionando un sello de talismán en el fango mojado.

Después de tres días estos sellos eran rotos y la tumba era ignorada. En este punto el alma comenzaba su viaje por los reinos purgatorios. Los amados ayudaban a este viaje celebrando festines por los espíritus en partida y haciendo una Misa Ceremonial especial, llamada Masqitha en Arameo, que estaba diseñada para ayudar a unir los niveles diferentes del alma y prepararlos para combinarse en un cuerpo glorioso de luz llamado un Traje. Esto es similar al concepto Budista del Cuerpo de Arco iris o el cuerpo Sambhogakaya del Buda. El Pagra, o el Tocón Apestoso de carne en putrefacción, nunca se consideraba que fuera usado otra vez. Este cuerpo Nirmanakaya de Yeshu era considerado un vehículo temporal para obtener el cuerpo Sambhogakaya más verdadero de Yeshu-Ziwa, o Jesús el Esplendoroso. Esta indiferencia relativa por la forma temporal física de Yeshu condujo a las acusaciones de las escuelas no gnósticas de que los Maniqueos y otros Gnósticos negaban la encarnación física de Cristo. Ellos no negaban su cuerpo Nirmanakaya, pero lo consideraban irrelevante en comparación con su cuerpos más gloriosos, el Sambhogakaya y Dharmakaya.

El viaje Nazareno del alma de 49 días después de la muerte está codificado en nuestro Ginza izquierdo y también está reflejado en la tradición Bön y cristalizada en el Libro Tibetano de los Muertos. Estas enseñanzas Tibetanas probablemente tienen su fuente en el movimiento Maniqueo que dominó esta región antes de que el Budismo se hiciera firmemente enraizado en el Tíbet. Este movimiento Maniqueo siguió las tradiciones Nazarenas más tempranas del destino del alma y el cuerpo en la muerte.

En las enseñanzas Nazarenas, las almas Napsha, Ruha y Nishimta deben ser purificadas y combinadas y luego envueltas en un Traje de Arco Iris glorioso llamado Mana. Esto ocurre en las Puertas de la Tierra de Luz cuando Abathur, el Padre de todos los Bodhisattvas, pesa las almas contra las de Sethil y deja entrar aproximadamente a una por cada mil. Todas las otras son enviadas a reinos purgatoriales y enviadas de regreso a matrices terrenales para la reencarnación.

Muerte Gnóstica