Aida. «Portales Orgánicos» – La «Otra» Raza-Parte I

Uno de los conceptos más difíciles que tratamos en esta página es el del Portal Orgánico. En el transcurso de los años, hemos recibido muchos e-mails llenos de odio, principalmente por parte de seguidores de las grandes religiones o de creyentes de la Nueva Era, pero recibimos aún MÁS cartas de personas que casi gritaron de alivio al recibir finalmente una explicación posible de lo que habían estado observando durante toda su vida. Lo que parece ofender es el concepto de que puede haber más de un tipo de ser humano. Permítasenos aclarar este punto: no nos estamos refiriendo a lo que común y tradicionalmente se entiende por raza, y aborrecemos todo intento por etiquetar o crear listas. Lo que queremos decir exactamente será extensamente aclarado dentro de este artículo.

Los lectores frecuentes de este sitio estarán conscientes de que los eventos del último año han traído al psicópata como una consecuencia desagradable para aquella parte del Gallinero de la 3ª Densidad conocida como Cassiopaea.org. Laura ha escrito extensamente acerca de ello en la Serie Las Aventuras [The Adventure Series] y hay hipervínculos a más material en nuestra página de psicópatas.

Pero incluso con todo lo que habíamos aprendido y experimentado de primera mano, aún había una sorpresa o dos esperándonos.

A medida que nuestra investigación sobre psicópatas continuaba, y especialmente al leer el trabajo de H. Cleckley, La Máscara de la Cordura[The Mask of Sanity], llegamos a la conclusión de que existe lo que llamamos psicópata de «variedad de jardín». Este es el psicópata que es «exitoso» en el sentido de que no es sorprendido. Opera invisiblemente en la sociedad. Se ve y actúa igual que «nosotros», pasando a través de las actividades de la vida diaria, y aún así algo «falta». Según lo describe Cleckley:

El observador es confrontado con una convincente máscara de cordura. Todas las características externas de esta máscara están intactas; no puede ser removida o penetrada por preguntas dirigidas hacia niveles de personalidad más profundos.
El examinador nunca da con el caos que a veces se encuentra al buscar bajo la superficie exterior de un esquizofrénico paranoico.

Los procesos mentales retienen su aspecto normal bajo investigaciones psiquiátricas y en pruebas técnicas diseñadas para encontrar evidencia oculta de desequilibrio mental.

El examen revela no meramente una máscara bidimensional sino lo que parece ser una imagen estructural sólida y sustancial de la personalidad sana y racional.

Podría pensarse de él, en el completo sentido literario, como un ejemplo de lo que Trélat quiso dar a entender con su expresivo término, la folie lucide.
Más aun, esta estructura de personalidad funciona en todas las situaciones teóricas de un modo aparentemente idéntico a aquel de funcionamiento normal y sano.

Los procesos de pensamiento lógico pueden ser observados en perfecta operación sin importar cómo son estimulados o tratados bajo condiciones experimentales.

Más aun, el observador encuentra expresiones verbales y faciales, tonos de voz, y todas las otras señales que consideramos que implican convicción y emoción y la experiencia normal de la vida como la conocemos nosotros mismos y como asumimos que es en otros.

Todos los juicios de valor y evaluación emocional son sanos y apropiados cuando el Psicópata es puesto a prueba en exámenes verbales.

Sólo muy lentamente y por medio de una estimación compleja basada en una multitud de impresiones pequeñas es que llegamos a la convicción de que, a pesar de estos procesos racionales intactos, estas afirmaciones emocionales normales, y su consistente aplicación en todas direcciones, estamos tratando no con un hombre completo sino con algo que sugiere una máquina de reflejos construida sutilmente que puede imitar la personalidad humana perfectamente.

Este aparato psíquico que trabajo eficientemente reproduce consistentemente no sólo especimenes de buen razonamiento humano sino también simulaciones apropiadas de emoción humana normal en respuesta a casi toda la variedad de estímulos de la vida.

Tan perfecta es esta reproducción de un hombre completo y normal que nadie que lo examine en un contexto clínico puede señalar en términos científicos u objetivos por qué, cómo, no es real.

Y aun así eventualmente llegamos a saber o sentir que sabemos que la realidad, en el sentido completo y sano de experimentar la vida, no se encuentra aquí.

Cleckley está describiendo a una persona que es capaz de imitar la personalidad humana, pero que deja la impresión de que algo no está allí. Tienen una estructura de personalidad que «funciona de una manera aparentemente idéntica a la del funcionamiento normal y sano» y aun así cuando todo ha sido dicho y hecho, «estamos tratando aquí no con un hombre completo en lo absoluto sino con algo que sugiere una máquina de reflejos construida sutilmente que puede imitar la personalidad humana perfectamente» al punto de que «nadie que lo examine en un contexto clínico puede señalar en términos científicos u objetivos por qué, cómo, no es real.»

Aquellos de ustedes que hayan visto la película El Hombre que No Estaba Ahí (The Man Who Wasn’t There) de los hermanos Coen y protagonizada por Billy Bob Thornton reconocerán la descripción.

Más aun, debemos recordar que Cleckley está tratando con casos clínicos, el psicópata que ha sido sorprendido, que tiene un programa defectuoso, de otro modo no habría estado en su oficina. Estas personas, incluso con defectos menores, pueden pasar casi imperceptiblemente entre nosotros.

Pero existen otros, y han sido llamados «Portales Orgánicos» (por razones que quedarán claras), que son los psicópatas exitosos. Estas son personas cuyas habilidades de imitación están tan desarrolladas y son tanto una parte integral de quienes son, que sólo pueden ser descubiertas luego de años de observación. Pueden nunca romper la ley y convertirse en criminales porque lo más probable es que ellos estén haciendo esas leyes. Pueden nunca robar, porque muy bien pueden estar dirigiendo los bancos. El reciente artículo describiendo un discurso del Dr. Robert Hare ilustra el punto. [Nota: El artículo fue publicado en la edición del 29 de Agosto de 2002 del Nacional Post. El hipervínculo al artículo ha expirado, pero un resumen en inglés se encuentra aquí]

En efecto, la mayoría de los Portales Orgánicos no tienen ninguna inclinación de romper la ley, de hecho la mayoría no tiene inclinaciones reales en lo absoluto aparte de seguirlas «influencias A» (término de Mouravieff), también conocidas como normas sociales, tales como dinero, sexo, matrimonio, fama, y cualquier otra variedad de «ideales» por los cuales se nos anima a esforzarnos desde temprana edad. Alcanzar estas metas es considerado por la sociedad global como la culminación de la búsqueda de la felicidad, aun así es evidente por el estado de nuestro mundo hoy en día que la verdadera felicidad permanece tan ilusoria y escurridiza como siempre… al menos para aquéllos que tienen una vaga idea de que hay «algo más».

¿Entonces de dónde vienen estas «metas de vida» que nos caen tan mal? ¿Es posible que sean de hecho las ideas y metas de alguien más para nosotros… es el interés de alguien más que la mayoría de nosotros gaste nuestras energías y esfuerzos en una búsqueda infructuosa de felicidad quimérica?

Bueno, este no es un concepto nuevo en cassiopaea.org y por lo tanto es una idea que no será extraña para lectores regulares del sitio, pero lo que es nuevo y en efecto muy extraño es la idea de que podría haber un «ejército» de estos Portales Orgánicos cuya única función sea mantener esta búsqueda infructuosa encaminada a la «selva y el desierto» como el modus operando estándar para este planeta y como tal, asegurar la continua producción de «loosh» [energía emocional] de 6 mil millones de seres humanos continuamente frustrados. Debe notarse aquí que no estamos hablando aquí de alguna forma de malicia o maldad de parte de los Portales Orgánicos, más bien parecería que simplemente están haciendo y actuando de acuerdo con sus naturalezas, que parece ser en gran medida «sin alma».

A medida que la investigación, ideas y pensamientos se desarrollaron fue una revelación tras otra, y pronto quedó claro cómo fue posible que este gran plan pudiera ser implementado:

Tal parece que hay posiblemente 3 mil millones de portales orgánicos compartiendo el planeta, esto es, una de cada dos personas sobre el planeta pueden estar efectivamente carentes de alma.

Las Razas Adámica y Pre-Adámica

En el Libro III de Gnosis, Mouravieff describe lo que llama «humanidad pre-adámica» y «humanidad adámica». Aquí hay unos fragmentos de lo que Mouravieff tiene que decir:

En el primer volumen de Gnosis, nos referimos varias veces a la coexistencia de dos razas esencialmente diferentes: una de Hombres, y otra de Antropoides. Debemos enfatizar el hecho de que desde el punto de vista esotérico el último término no tiene significado despectivo.

… Las Escrituras contienen más de una referencia a la coexistencia en nuestro planeta de estas dos humanidades – que son ahora similares en forma pero distintas en esencia. Incluso podemos decir que la totalidad de la dramática historia de la humanidad, desde la caída de Adán hasta hoy día, sin excluir el prospecto de la nueva era, está eclipsada por la coexistencia de estas dos razas humanas cuya separación ocurrirá sólo en el Juicio Final (p. 107)

… La paja humana, la raza antropoide, son los descendientes de la humanidad pre-adámica. La diferencia principal entre el hombre pre-adámico y el hombre adámico – una diferencia que no es percibida por los sentidos – es que el primero no posee los centros superiores desarrollados que existen en el último que, a pesar de que han sido cortados de su conciencia despierta desde la Caída, le ofrecen una posibilidad real de evolución esotérica. Aparte de esto, las dos razas son similares: tienen los mismos centros inferiores, la misma estructura de la Personalidad y el mismo cuerpo físico, aunque muy a menudo éste es más fuerte en el hombre pre-adámico que en el adámico; en cuanto a la belleza, no debemos olvidar que el hombre y la mujer pre-adámicos fueron creados por Dios en el sexto día, a Su imagen y semejanza, y que las hijas de esta raza eran bellas. (pp. 108-109)

Identificándose con el «Yo» de la Personalidad, Adán perdió conciencia de su verdadero «Yo» y cayó del Edén que era su condición original a la misma condición de los pre-adámicos… Las dos humanidades, viniendo de dos procesos de creación distintos, más tarde se mezclaron en el nivel de vida orgánica en la Tierra… A partir de entonces, la coexistencia de estos dos tipos humanos, y la competencia que fue el resultado de esto, se volvió la norma… podemos ver que a través de los siglos, incluso en nuestra propia época, los adámicos en su condición posterior a la Caída han estado y están generalmente en una posición inferior a los pre-adámicos.

…Por el momento nos limitaremos a repetir que el hombre adámico contemporáneo, habiendo perdido contacto con sus centros superiores y por lo tanto con su verdadero «Yo», parece prácticamente igual que su contraparte pre-adámica. Sin embargo, a diferencia del último, aún tiene sus centros superiores, que aseguran que tiene la posibilidad de seguir el camino de evolución esotérica. En el presente, el hombre pre-adámico se encuentra privado de esta posibilidad, pero le será otorgada si la humanidad adámica se desarrolla como debe durante la era del Espíritu Santo. (p. 129)

Mouravieff nos está diciendo que originalmente hubo DOS razas que evolucionaron en la tierra, y que estas dos razas, mientras son físicamente casi idénticas, eran muy diferentes desde el punto de vista del alma. Al parecer una tenía el potencial de desarrollar un alma soberana e integral durante esta vida, mientras que la otra era como un cilindro vacío en comparación y estaba destinada a esperar otra «vuelta de la rueda» o ciclo cósmico. La raza adámica es la que sufrió la Caída, lo que implicó el rompimiento de la conexión entre los centros superiores (dando acceso a conocimiento/conciencia superior) y los centros inferiores (que gobiernan la existencia física), lo que dejó al hombre adámico en el mismo «terreno de juegos» que el hombre pre-adámico (¡como arrojar al gato entre las palomas!)

Adicionalmente, la definición de Mouravieff de las dos razas y las aparentes diferencias entre ellas es espeluznantemente parecida a la descripción de Cleckley de cómo el psicópata, citado arriba, se compara con un ser humano con alma. ¿Podría ser que el pequeño algo que le falta al psicópata esté relacionado con el potencial de uno para contactar los centros superiores?

La descripción de Mouravieff de la «Caída» de la raza adámica también sigue las mismas líneas de la descripción dada por los Cs donde vemos que ésta es una versión simbólica de la «Caída» de nuestra unidad de conciencia:

P: Bueno, este es uno de los problemas con los que me estoy enfrentando al intentar escribir esta historia de la humanidad. Como lo entiendo, o como estoy tratando de comprenderlo a partir de la literatura, antes de la ‘Caída del Edén’, la humanidad vivía en un estado de 4ª densidad. ¿Es correcto?
R: Semi/del tipo.
P: Por favor sean más específicos.
R: 4ª densidad en otro reino, como serie continua tiempo/espacio, etc.
P: Okay, entonces este reino cambió, como parte del ciclo; varias decisiones fueron tomadas: la raza humana fue a través de la puerta tras el ‘oro’, por decirlo así, y se volvió alineada con las Lagartijas después de que la ‘energía femenina’ se asociara con el lado equivocado, por decirlo así. Esto es lo que han dicho. Esto tuvo como resultado una serie de efectos: el rompimiento del ADN, la separación de los hemisferios del cerebro…
R: Única razón para esto: si juegas en el lodo, te vas a ensuciar.
*
P: (T) ¿Qué éramos antes de la «Caída»?
R: SAO de 3ª densidad.
P: (T) ¿Somos SAS [Servicio a Sí mismo] ahora debido a lo que ocurrió entonces?
R: Sí.
[…]
P: (T) Éramos SAO [Servicio a Otros] de la 3ª densidad en esa época. ¿Esto fue después de la batalla que ocurrió? En otras palabras, ¿estábamos solos en ese punto, en contraste con antes?
R: Hubo batalla.
P: (L) ¿La batalla fue en nosotros?
R: A través de ustedes.
P: (T) La batalla fue a través de nosotros con respecto a si caminaríamos a través de este portal… (L) La batalla fue luchada a través de nosotros, nosotros éramos literalmente el campo de batalla. (T) ¿La batalla fue por si nosotros cruzábamos o no a través de esa puerta?
R: Cerca.
P: (T) Okay, nosotros éramos SAO en ese punto. Ustedes han dicho antes que en esta densidad tenemos la elección de ser SAS o SAO.
R: ¡Oh Terry, la batalla siempre está ahí, es «cuándo» escoges lo que cuenta!
P: (T) Esto debe de tener que ver con por qué las Lagartijas y otros extraterrestres le siguen diciendo a la gente que han dado su consentimiento para ser abducidos y demás. Éramos SAO y ahora somos SAS.
R: Sí, «Cuando» fueron por el oro, dijeron «Hola» a las Lagartijas y todo lo que ello implica.
P: (T) Okay, eso es a lo que estaba tratando de llegar. Ustedes dijeron que las Lagartijas, o las fuerzas de SAS abrieron la puerta.
R: No. No debimos decir abrieron. Dijimos «abrieron» sólo para introducirlos al concepto, para que entendieran.
P: (L) Entonces dejemos la parte de que alguien «abrió» la puerta. (T) La puerta estaba ahí y siempre abierta. Sólo estaba tratando de trabajar con la analogía. Así que, el concepto es que, como seres SAO teníamos la opción de ir por el oro o no. Al ir por el oro, nos volvimos seres SAS porque ir por el oro es SAS.
R: Sí.
P: (T) Y, al hacerlo, terminaos alineándonos con los Seres Lagartijas de la 4ª densidad…
R: Sí.
P: (T) ¿Y al hacerlo dimos permiso al SAS de la 4ª densidad para hacer lo que quieran con nosotros?
R: Cerca.
P: (T) Así que, cuando nos dicen que les dimos permiso para abducirlos, tal y como mucha gente ha reportado de sus experiencias de abducciones, ¿es a esto a lo que se refieren?
R: Cerca.
P: (J) Regresa a lo que dijeron antes: «El libre albedrío no hubiera podido ser limitado si ustedes no hubieran complacido». (T) Nosotros, como raza humana, usamos nuestro libre albedrío para cambiar de SAO a SAS. (L) Así que, en cierto nivel hemos elegido el desastre en el que estamos y esa es la Leyenda Súper Antigua del Ángel Caído, Lucifer. Eso somos nosotros. Caímos al caer en esa puerta, por decirlo así, al ir tras la olla de oro, y cuando caímos a través de la puerta, ¡la serpiente nos mordió!
R: Pero este es un síndrome que se repite.
P: (L) ¿Es un síndrome que se repite sólo para la raza humana o es un síndrome que se repite a través de la creación?
R: Es lo último.

La raza adámica con su juego completo de ADN, con su conexión a los centros superiores en su lugar y funcionando, es lo que los Cs describen aquí como SAO de 3ª densidad viviendo en un estado «semi/del tipo» de 4ª densidad alineado con SAO de 4ª densidad. Debe haber sido lindo…

Al tomar la elección de experimentar mayor físico, la unidad de conciencia se fractura y «Cae» del estado de SAO, pierde su conexión con los centros superiores, y se encuentra más o menos al mismo nivel que la raza pre-adámica, aquellos que no tienen posibilidad de alcanzar los centros superiores porque el hardware de ADN no está en su lugar. Sin embargo, debido a que esta nueva existencia de SAS de 3ª densidad no era el «hábitat natural» para un cuerpo con el potencial de alcanzar los centros superiores, la raza caída se encuentra en desventaja comparada con los pre-adámicos.

Habiendo visto las similitudes entre la descripción de Mouravieff de las dos razas y la descripción del psicópata, Laura decidió plantear unas cuantas preguntas a los Cs.

Cassiopaea.org

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