Los peligros ocultos en el lavavajillas

Aparte de dejar sus platos y la ropa impecablemente limpia, los lavavajillas y lavadoras también crean las condiciones ideales para que medren hongos patógenos.

Los investigadores tomaron muestras de la goma de las puertas de 189 lavavajillas de viviendas particulares, en 101 ciudades de los seis continentes. Los lavavajillas oscilaban entre los 6 meses a los 15 años de edad, y su uso variaba entre una vez al mes a tres veces al día.

«Los lavavajillas combinan las altas temperaturas, una alta alcalinidad, la salinidad y una alta carga orgánica, por lo que parecía un lugar perfecto para el desarrollo de patógenos», señalaba el profesor-Nina Gunde Cimerman de la Universidad de Ljubljana.

El grupo de Gunde-Cimerman fueron los primeros en descubrir hongos extremófilos en el agua hipersalina y los glaciares del Ártico, y más tarde, centraron su atención en buscar extremófilos en ambientes domésticos, y los encontraron, han publicado sus resultados en Fungal Biology.

El uso de métodos moleculares y exploración por microscopía electrónica, descubrió un 62% de las muestras que dieron positivo en la flora de hongos potencialmente patógenos, de estos, un 56% contenía las poli-extremo-tolerantes levaduras negras Exophiala dermatitidis y la E. phaeomuriformis.

Ambientes húmedos y calurosos son característicos de los lavavajillas y las lavadoras, y las ambas cepas de Exophiala mostraron una notable tolerancia a las altas temperaturas, entre 60 ºC y 80 ºC, que se producen de forma intermitente en un ciclo de lavado, además, resistieron las altas concentraciones de sal, detergentes agresivos y toleraban tanto las aguas ácidas como las alcalinas. Esta combinación de propiedades extremas no se había observado anteriormente en los hongos.

La invasión de estas levaduras negras en nuestros aparatos domésticos representa un riesgo potencial para la salud, incluso para la gente más sana. La E. dermatitidis se halla raramente aislada de la naturaleza, pero se encuentra con frecuencia como agente de la enfermedad humana, tanto en personas en riesgo como saludables. Está implicada en la colonización pulmonar de los pacientes con fibrosis quística, y en ocasiones, causa infecciones mortales en humanos sanos.

El descubrimiento de esta presencia tan extendida de hongos extremófilos en los aparatos domésticos comunes, como lavadoras, lavavajillas, incluso en las máquinas de café, sugiere que estos hongos han evolucionado, y podrían plantear un riesgo significativo para la salud humana en el futuro. Los hongos, en ocasiones, han sido aislados en saunas, pero deshacerse de ellos requiere más estudios, señalaba Gunde-Cimerman.

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