Ya sea por el folclore o por nuestras propias creencias, muchas personas afirman que nuestras mascotas pueden detectar presencias inexplicables o invisibles, predecir eventos futuros o incluso en muchas ocasiones se comportan como si pudieran leer nuestras mentes guiados por un sexto sentido animal. Expertos parapsicólogos afirman que los animales no tienen las mismas creencias culturales que los seres humanos, por lo que no están expuestos a la manipulación social. No existen animales escépticos, ni hay animales que creen en lo paranormal. Los animales reaccionan a lo que pueden ver o sentir. Si algo es amenazante o amistoso reaccionarán acorde con las circunstancias. Así que se podría decir que los animales son los mejores detectores para el mundo paranormal. ¿Las mascotas tienen una habilidad que les permite entender las acciones humanas, sus ondas cerebrales o incluso ver en el futuro, o simplemente los animales están más en sintonía con su entorno que sus amos humanos?

¿Habilidades psíquicas en las mascotas? 

Existe una gran controversia sobre si los animales tienen habilidades psíquicas o son muy sensitivos a su medio ambiente. Probablemente el ejemplo más común es el del perro que se anticipa a un evento antes de que ocurra, como si supieran exactamente cuando sus dueños están regresando a casa. El biólogo Rupert Sheldrake afirma que la evidencia más convincente sobre la telepatía entre las personas y los animales proviene del estudio de los perros que saben cuándo sus amos están regresando a casa. Este comportamiento anticipatorio es muy común. Sheldrake investigó más de 500 casos en los que los perros parecen anticipar la llegada de su propietario. Afirma que esto no se debe a ninguna alguna habilidad innata del propio animal, ya que los perros parecen prever estos acontecimientos, incluso cuando el tiempo no es regular o predecible. Y no puede ser debido a sus oídos sensibles que recogen el sonido de un vehículo familiar, ya que se anticipan al regreso de su propietario con horas de antelación incluso cuando la persona llega a pie en autobús o en taxi. El famosos psíquico Uri Geller dijo que cuando está a punto de hacer un viaje, sus perros 3 o 4 días antes se colocan al lado de su maleta, mostrando caras tristes.

Algunas personas incluso van más allá, afirmando que envían órdenes mentales a la mascota y en muchas ocasiones los propietarios afirman recibir mensajes telepáticos de los animales. Esto ya fue probado en algunas investigaciones, donde el remitente y el receptor estaban separados en los experimentos de telepatía. Esta distancia de separación no parecía ser un inconveniente importante para los mensajes emocionales. Otro punto a tener en cuenta es a la capacidad de algunos perros para regresar junto con sus dueños perdidos a través de enorme distancia, aunque existen dudas sobre el origen psíquico de esta capacidad.

El “sexto sentido” de los animales para escapar de los desastres naturales

Los animales poseen un “sexto sentido” que en muchos casos se utilizan como sistema de alerta que pueden salvar muchas vidas. El 26 de diciembre de 2004, un terremoto de magnitud de 9,0 grados en la escala de Richter en el Océano Índico generó un tsunami que se cobró cientos de miles de vidas humanas. Pero, entre tanta destrucción no hubo muertes masivas de animales. A lo largo de la costa de la India murieron miles de personas, mientras que los búfalos, cabras y perros fueron encontrados sanos y salvos. Alrededor de una hora antes de que las olas gigantes golpearan las costas, los animales salvajes y domésticos huyeron, los flamencos abandonaron sus criaderos y volaron hasta los bosques, los murciélagos volaron frenéticamente lejos de las costas, los animales del zoológico se pusieron muy nerviosos, los elefantes se pusieron agresivos y comenzaron a llorar. Muchos animales rompieron sus cadenas para intentar escapar. Leopardos, tigres, jabalíes, ciervos, búfalos, monos, pequeños mamíferos y reptiles todos lograron escapar del tsunami.

A lo largo de la historia, los informes sobre el extraño comportamiento animal antes de los desastres han sido parte de investigaciones y de debates. Un documento antiguo griego de 2.400 años de antigüedad relataba como animales como las serpientes y las ratas abandonaron la ciudad de Helike antes de que un terremoto la destruyera. Y, entre los animales domésticos, el documento también relataba como las gallinas no ponían huevos, las vacas no daban leche o como las abejas abandonaban las colmenas días antes del terremoto. O en 1923, en Tokio el bagre saltaba fuera del agua poco antes de un gran sismo. Aunque existan pruebas más que precisas sobre esta capacidad en los animales, muchos de los llamados “expertos” no creen que los animales puedan predecir los terremotos con cierta precisión.

La ciencia explica

Para muchos científicos los animales no tienen ningún tipo de habilidad psíquica o sexto sentido ya que ellos lo consideran “un funcionamiento altamente mejorado de los cinco sentidos existentes”. Los científicos afirman que a pesar de que percibimos el mundo que nos rodea principalmente en términos visuales, sin embargo, los animales tienen el sentido olfativo y auditivo mas desarrollado, en el caso de los perros es cuatro veces más poderoso que el nuestro, detectando sonidos en frecuencias que los humanos no pueden escuchar. Sobre si los animales pueden predecir desastres naturales los científicos afirman que el extraño comportamiento animal es debido a los cambios radicales en el campo magnético de la Tierra que interfieren con las aves migratorias y mamíferos marinos “capacidad de navegar”. Estos cambios son molestos para los animales, los cuales detectan la perturbación en los campos magnéticos. La ciencia no cree en las capacidades psíquicas ni en los animales ni en las personas, pero sí que intentan reproducir esta capacidad que todos tenemos. Recientemente, los científicos han desarrollado una forma de telepatía en animales, permitiendo a dos ratas pasarse instrucciones solamente con la mente, y por supuesto, utilizando microchips implantados en su cerebro para comunicarse y dando otro paso a su anisada “globalización”. La ciencia debe saber que por mucho que ellos quieran nunca van a poder reproducir unas capacidades que animales y humanos compartimos, las capacidades psíquicas.

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