En el Talmud hay enseñanzas contrarias a Cristo y los cristianos, obligando a los judíos a perseguir y matar a los cristianos, sin embargo en el año 1631 decidieron suprimir todo lo referente a Cristo y los cristianos para poder así vivir en paz pero en su lugar poner un O y que dichos pasajes se enseñaran sólo verbalmente y para que los hombres de ciencia cristianos no le reprochen nada.
A continuación pueden ver cuales son estas enseñanzas suprimidas en la versiones impresas del Talmud y cómo a través de los siglos han perseguido y obrado en contra de los cristianos y el cristianismo y como creando logias y manejando un gran poder económico han sido artífices de grandes acontecimientos de la historia como la revolución francesa, la revolución rusa entre otros.
La ley contenida en el Talmud, que rige al judío, le manda, a despreciar y odiar a todos los pueblos, en especial a los cristianos, y no parar hasta dominarlos y sujetarlos como esclavos.
Paulus L. B. Drach, el célebre rabino del siglo XIX convertido al cristianismo, en su famosa y rara obra De l’harmonie entrel’Eglise et la Synagogue, Paul Melier, Libraire-éditeurs, Paris, 1844. Dice Drach que el Talmud designa el gran cuerpo de doctrina de los judíos, en el que trabajan sucesivamente, en épocas diferentes, los más acreditados ministros de Israel. Es el código completo, civil y religioso, de la sinagoga. Su objeto es explicar la ley de Moisés conforme al espíritu de la tradición verbal, y encierra las discusiones de los diversos doctores.
El Talmud contiene las tradiciones reales, que están confiadas a un cuerpo de setenta doctos, el sanhedrín, que era mirado como legítimo sucesor de Moisés. Allí se mezcla lo religioso con lo profano, sobre todo después que los judíos fueron llevados cautivos a Babilonia (586 a. C.). La autoridad de los rabinos desplaza entonces a Moisés y los profetas. Las prescripciones para el acrecentamiento temporal del pueblo judío adquieren más importancia que los preceptos del mejoramiento religioso.
El Talmud adquirió singular virulencia después de la aparición del cristianismo. Allí se estamparon las más insolentes y sacrílegas infamias contra Cristo y los cristianos. Esto determinó que los libros del Talmud fueran entregados a las llamas por orden de los Romanos Pontífices o de los príncipes cristianos. Fue entonces cuando un Sínodo judío, reunido en Polonia en 1631, ordenó suprimir cuanto se refiere a Cristo o a los cristianos, en los siguientes términos: «Por tales razones, os ordenamos que de ahora en adelante, cuando publicareis una nueva edición de estos libros, dejéis en blanco los pasajes donde se habla de Jesús de Nazareth, haciendo un circulo como éste O; y todo rabino, como cualquier otro maestro, tenga el cuidado de enseñar tales pasajes a sus fieles sólo verbalmente. De este modo los hombres de ciencia cristianos no tendrán nada que reprochamos al respecto, y podremos evitar que nos sobrevengan las más grandes calamidades y nos será posible vivir en paz».
En 1892, de la tipografía de la Academia de Ciencias de San Petersburgo salía la mejor y más cuidadosa antología de máximas talmúdicas referentes a Cristo y los cristianos. Su autor era Mons. I. B. Pranaitis, titular de la cátedra de hebreo de la Universidad Imperial y tenía por título: «Christianus in Talmude Judaeorum, sive Rabbinicae doctrinae de christianis secreta». (El cristiano en el Talmud de los judíos, o los secretos de la enseñanza rabínica acerca de los cristianos). El libro llevaba, el texto hebreo de las prescripciones rabínicas con su traducción en latín. Pero los ejemplares desaparecieron casi completamente. Sólo algunos pocos se salvaron. De esa edición aparecida en los Editores Tunminelli y Cía., Milán, Roma, 1939, proviene los siguiente:
SOBRE CRISTO :
Se le llama con desprecio: «este hombre», «un quídam»,»hijo del carpintero», el «colgado». Se enseña que es hijo espúreo, de una mujer menstruada. Que tenía en sí el alma de Esaú, que era tonto, prestidigitador, seductor, idólatra, que fue crucificado, sepultado en el infierno, y que hasta ahora es un ídolo para sus secuaces. Como seductor e idólatra, no pudo enseñar otra cosa que el error y la herejía, y ésta irracional e imposible de cumplir.
SOBRE LOS CRISTIANOS
Son llamados Notsrim, Nazarenos, y se les aplica todos los nombres con los cuales se designa a los no judíos. Abada zara, es decir, cultivadores de la idolatría; acum, adoradores de las estrellas y de los planetas; Obdé Elilim, siervos de los ídolos; Mínim, herejes; Edom, idumeos; Goim, gentiles; Nokhrim, extranjeros, forasteros; Ammé Aarez, pueblos de la tierra, ignorantes; Apicorosim, epicúreos; Cutim, samaritanos.
Se dice de los cristianos lo más abominable que se pueda imaginar. Que son idólatras, hombres pésimos, peores que los turcos, homicidas, libertinos,animales impuros, indignos de llamarse hombres, bestias con forma humana, contaminantes a manera del estiércol, bueyes y asnos, puercos, perros, peores que los perros; que se propagan a modo de las bestias, que son de origen diabólico; que sus almas proceden del diablo y que han de volver al diablo en el infierno después de la muerte; que el cadáver de un cristiano muerto no se distingue de los restos de una bestia extinta.
Del culto de los cristianos se dice que es idolátrico, que sus sacerdotes son sacerdotes de Baal, que sus templos son casas de fatuidad e idolatría, y que todos los aparatos que hay en ellos, cálices, libros, sirven a la idolatría; que sus preces privadas y públicas son pecados que ofenden a Dios y que sus fiestas son días de calamidades.
La segunda parte de los preceptos del Talmud sobre los cristianos encierra tres capítulos: los cristianos deben ser evitados, deben ser destruidos, deben ser matados.
LOS CRISTIANOS DEBEN SER EVITADOS:
Según el Talmud, por lo mismo que el judío viene de un linaje escogido y recibe la circuncisión, está dotado de tan alta dignidad que nadie, ni siquiera un ángel, lo puede igualar. (Chullin 91 b).Aún más, se le considera casi igual a Dios. Quien golpee al israelita en la mejilla, dice R. Chemina, es como si da una bofetada a la Divina Majestad.(Sanhedrin 58 b). El judío es siempre bueno, a pesar del número y cantidad de los pecados, que no alcanzan a contaminarle, al modo que el barro no contamina el núcleo de la nuez sino sólo su cáscara. (Chagigah 15 b). Sólo el israelita es hombre; de él es todo el universo y a él deben servirle todas las cosas, principalmente los animales que tienen forma de hombre. Siendo esto así, se hace manifiesto que todo comercio con los cristianos mancha a los judíos. y desdice grandemente a su dignidad. Deben, por tanto, mantenerse lejos de todas las costumbres y actos de los cristianos.
Los cristianos deben ser evitados porque son inmundos. El AbhodahZarah 72 b cuenta que una vez un hebreo trasvasó vino por medio de un sifón con dos cañas, una y otra .sumergidas en los vasos. Vino un cristiano y tocó el sifón, y de repente quedó contaminado todo el vino. Deben ser evitados porque son idólatras y perniciosos. y así no es lícito al judío usar nodriza cristiana, ni preceptor, ni médico, ni peluquero, ni obstetriz cristianos.
LOS CRISTIANOS DEBEN SER DESTRUIDOS
.
A los discípulos de «aquel hombre», cuyo mismo nombre entre los judíos suena a «bórrese su nombre y su memoria», no se les puede desear otra cosa sino que perezcan todos, romanos, tiranos, los que llevan en cautiverio a los hijos de Israel, de suerte que los judíos puedan librarse de ésta su cuarta cautividad. Está obligado, por tanto, todo israelita a combatir con todas sus fuerzas aquel impío reino de Idumea, propagado por el orbe. Pero como no siempre y en todas partes y a todos es posible este exterminio de cristianos, manda el Talmud combatirlos al menos indirectamente, haciéndoles daño de todas las maneras y así disminuyendo su poder y preparando su ruina. Donde sea posible, puede el judío matar a los cristianos y debe hacerlo sin ninguna misericordia. Vamos a detenernos en este último punto trayendo los textos de la obra de Pranaitis. Abhodah Zarah 26 b: Los herejes y traidores y apostatas deben ser tirados en un pozo de donde no puedan ser sacados.
Si añadimos a éstos los tiranos que ahora reducen en cautiverio a Israel, tendremos los cuatro géneros de los que deben ser matados por los judíos; es, a saber: los traidores, los apostatas, los tiranos y todos los herejes-cristianos, sin ninguna excepción, ni aunque fueran los mejores de los hombres.
I) Son considerados como los mayores enemigos de los judíos aquellos que revelan los secretos del Talmud o causan daño pecuniario a los judíos aunque sea de poca importancia -Noseroth- traidores.
Choschen Hammischpat 388, 10. Es lícito matar al delator aun en nuestro tiempo, en todo lugar en que sea encontrado. Puede ser matado antes de la delación, tan pronto como haya dicho que él quiere traicionar a alguien en sus bienes de vida o de riqueza, aunque éstas sean pequeñas y no le produzca mucho daño, ya pronunció contra si mismo suficiente causa de muerte, Avísenle y díganle: «No quieras delatar». Pero si imprudentemente dice: «No, manifestaré esto», debe ser muerto; y cuanto más pronto alguien le matare, tanto mayor mérito tendrá. Si faltare el tiempo de avisarle, el aviso no es necesario. Hay quienes dicen que el traidor debe ser matado sólo cuando sea imposible librarse de él privándole algún miembro. Si fuera posible librarse de él, por ejemplo, quitándole la lengua o los ojos, entonces no es lícito matarle, porque no es peor que los otros perseguidores.
Choschen Hammischpat 388, 15: Si se hubiera probado que alguien ha traicionado por tres veces a Israel, o ha hecho que su dinero pasara a manos de cristianos, será necesario buscar un medio prudente y astuto de suprimirlo del haz de la tierra. Sanhedrín 59 a: Dice R. Jochamam: el cristiano que escruta la ley es reo de muerte.
II) Deben ser matados los judíos que reciben el bautismo. Iove Dea 158, 2 Hagah: Los prevaricadores que se pasan a la parte de los cristianos y que se contaminan entre los cristianos, dando culto a las estrellas y a los planetas como ellos hacen, son semejantes a aquellos que prevarican para irritar a Dios; por eso deben ser echados al pozo y no sacados.
III) Deben ser matados los cristianos porque son tiranos, restos de los amalecitas, a los que manda destruir la ley antigua.Zohar I, 219 b: Cierto es que nuestra cautividad debe durar hasta que sean borrados de la tierra los príncipes cristianos que adoran a los ídolos.
IV) Deben ser matados todos los cristianos, sin exceptuar los mejores de entre ellos.
Abhodah Zarah 26 b. Tosephoth: El mejor entre los goim merece ser muerto.
V) El judío que mata a un cristiano no peca, sino que ofrece un sacrificio aceptable. Sepher Or Israel 177 b. Borra la vida del cristiano y mátale. Es agradable a la majestad divina como el que ofrece un don de incienso.Ibid. fol. 180. El israelita está obligado a poner todo su empeño en quitar las espinas de la viña esto es, en arrancar y en extirpar a los cristianos de la tierra; no se puede dar alegría mayor a Dios bendito que ésta que hacemos exterminando a los impíos y a los cristianos de este mundo.
VI) Después de la destrucción del templo de Jerusalén no hay sacrificio más grande que el exterminio de los cristianos. En el Zohar III, 227 b., dice el buen pastor: No hay otro sacrificio fuera del que consiste en quitar del medio la parte inmunda.Mikdasch Melech en el Zohar f. 62, dice: El cabrón que mandaban el día de la expiación a Azaziel nos enseña que también nosotros debemos suprimir del mundo a los cristianos.
VII) A los que matan a los cristianos se les promete el supremo lugar en el paraíso. Zohar I, 38 b. y 39 a. En el cuarto palacio del paraíso están todos los que lloraban a Sión y a Jerusalén y todos los que han destruido los restos de las naciones idólatras… Y como la púrpura es el vestido honorífico y distintivo de Dios, así serán honrados y distinguidos todos los que habrán matado a los otros pueblos idólatras.
VIII) No se deben hacer las paces con los cristianos, sino que hay que exterminarlos.
Hilkhoth Akum 10, 1. No hagan las paces con los idólatras; de suerte que les concedan permiso de adorar a los ídolos… sino que los aparten de su culto y los maten.
IX) Todos los judíos están obligados a obrar concordemente para destruir a los traidores sus enemigos; si no con la acción directa, al menos con todos los medios. Choschen Hammischpat, 388, 16: Todos los habitantes de la ciudad están obligados a resarcir los gastos hechos para matar al traidor, aun aquellos que pagan por otro concepto sus tributos. Pesachim 49 b: Dice R. Eliezer: Es lícito estrangular al hombre idiota en la fiesta de la expiación, aun si caiga en día sábado. Le dijeron sus discípulos: Rabbí, di más bien inmolar. A lo que les respondió: De ningún modo; porque inmolando es necesario recitar ciertas preces, y estrangulando no son necesarias.
* Registros históricos de los judíos ajusticiando cristianos:
San Justino, en su famoso Diálogo con el judío Trifón, dice repetidas veces que los judíos, después de haber matado al Justo, y antes de Él a los Profetas, ahora deshonran y alzan increpaciones contra los cristianos, y cuando pueden aun les quitan la vida (XVI, CXXXIII).
San Basilio afirma que antes los judíos y los paganos han luchado entre sí, pero ahora tanto unos como otros luchan contra el cristianismo. Y así vemos a los judíos en Esmirna, en 155, reclamando suplicios para San Policarpo (Martyrium Sancti Policarpi); el 250 los vemos insultar a los cristianos que se niegan a apostatar (Passio S. Pionié); el 304 se los encuentra entre los más violentos de los que quieren obligar a sacrificar a los ídolos a San Felipe y su diácono Hennes en Heraclea (Passio S.Philippi Heracleensis), y asimismo en las Actas de los martirios de San Poncio de Cimiez el año 261 y San Marciano de Cesarea; en Mauritania el año 303 figuran los judíos excitando a los paganos contra los Santos Mártires. Ellos son, asimismo, los que levantan las calumnias contra los cristianos para suscitar persecuciones de parte de los paganos, como afirman San Justino, Tertuliano (Ad. Marcionem III, XXIII), Orígenes (C. Cels. VI, XXVII) Y San Gregorio Nacianceno (Oratorio n contra Jul.).
Los judíos colaboran gozosos con Juliano el Apóstata en las terribles persecuciones contra los cristianos (Sócrates, Hist. Ecl. III, XVII). En Persia, dicen las Actas de San Simeón- bar-Sabae, Patriarca de Seleucio, la persecución de Sapor es fomentada por los judíos, estos perpetuos enemigos de los cristianos que se encuentran siempre en los tiempos de tempestad, tenaces en su odio implacable y que no retroceden ante ninguna acusación calumniosa. En Singara, el año 390, el niño judío Abdul Masich, que se había convertido al cristianismo, es degollado por su padre; el año 524, el rey Dhon Nowas, de los Hyniaritas, judío, desencadena, a instigación de los judíos, una persecución criminal contra los cristianos (H. Leclerc, Les Martyrs, París 1905,t. IV, p. CIII). En Antioquía, el año 603, los judíos se precipitan sobre los cristianos, matan un gran número y queman los cadáveres. En Palestina, el año 614, masacran a los cristianos por millares e incendian las iglesias y conventos. (Ver el artículo de F. Ver net, «Juifs et Chrétiens» en Dictionnaire d’Apologétique).
Desde el siglo XII en adelante disminuyen estas persecuciones, no porque se amengüe el odio, sino porque, dada la vigilancia de la Iglesia y del Estado, disminuyen las posibilidades de realizarlas. Sin embargo, vemos a los judíos aliados con los herejes en la destrucción del cristianismo. Con sus intrigas deciden a León Isáurico en su campaña iconoclasta. Los judíos inspiran y se alían con Cátaros y Valdenses. Una ordenanza de Felipe el Hermoso, del 6 de junio de 1299, nos enseña que los judíos escondían a los herejes fugitivos (Donais, L’Inqusition, París 1906), y en1425 el duque de Baviera castigó a los judíos de su ducado, que habían proporcionado armas a los hussitas contra los cristianos.
No es aventurado afirmar, con el judío Darmesteter, Les Prophétesd’lsrael, que todos los revolucionarios del espíritu (herejes, por tanto) vienen a él, en la sombra o en plena luz, a recoger el arsenal criminal de razonamientos y blasfemias que legará luego a la posteridad. (Ver Luis Dasté, Les SocietésSecrètes et le juifs, París, 1912).
Los judíos, si quieren la desaparición del cristianismo, también deben trabajar para el extermino de los Estados cristianos. Y no sólo los cristianos, sino que ellos al considerarse la estirpe elegida por Dios menosprecian a todo pueblo como se puede ver alrededor de la historia.
La acusación del ministro Amán al rey Asuero contra los judíos cautivos en Babilonia señala: Hay un pueblo -dice- esparcido por toda la tierra, que se gobierna por leyes propias y que, oponiéndose a la costumbre de todas las gentes, menosprecia las órdenes de los reyes y altera con su discusión la concordia de todas las gentes.Nación contraria a todo el linaje de los hombres, que sigue leyes perversas y perturba la paz y concordia de las provincias. (Est. 13, 4).
En España, los judíos, de acuerdo con sus hermanos de África, traman el año 694 una conjuración para abrir la península a los árabes; el 711 se alían con los árabes, que invaden y conquistan a España. El 852 entregan Barcelona. En Francia, por el año 507, acusan a San Cesáreo, obispo de Arlés, de querer entregar a los francos la ciudad ocupada por los visigodos, mientras un judío, en nombre de sus correligionarios, se ofrece a los sitiadores para introducirlos en la plaza. Hasta el siglo XII duró en Tolosa la práctica de la colafisación: el viernes santo el representante de la comunidad judía debía recibir en presencia del conde una bofetada en castigo de la traición hecha por los judíos en favor de los musulmanes. Igual práctica existía en Béziers.El año 845 la ciudad de Burdeos fue entregada a los normandos por los judíos, y a fin del siglo XIII se habrían entendido con los mongol es en contrade los cristianos de Hungría.
En el año 1338 el Emperador Luis de Baviera concede a los burgueses de Francfort, a fin de que protejan a los judíos de la ciudad y velen por su seguridad con mejor corazón, un privilegio especial, gracias al cual podrán obtener empréstitos de los judíos al 32 1/2 % al año, mientras que con los extranjeros están autorizados a prestar hasta el 43 por ciento. El Consejode Maguncia contrajo un empréstito de 1.000 florines y les permitió reclamar el 52 por ciento. En Ratisbona, Augsburgo, Viena y otras partes, el interés legal subía frecuentemente hasta el 86 por ciento.
Pero los intereses más vejatorios eran los que exigían los judíos por préstamos mínimos contraídos a corto plazo, préstamos a los que estaba obligado a recurrir el pequeño comerciante y el campesino. Los judíos saquean y despellejan al pobre hombre, dice el coplero Erasmo de Erbach (1487).
Hay más de cien casos perfectamente registrados, algunos tan famosos como San Guillermo de Inglaterra, niño de 12 años, afrentosamente martirizado por los judíos en1144. San Ricardo de París, asesinado el día de Pascua de 1179, el Santo Dominguito de Val, crucificado en Zaragoza el año 1250. El beato Enrique de Munich, que fue desangrado y herido con más de 60 golpes, el año 1345. Elbeato Simón, martirizado en Trento el año 1475.
Más recientemente el Padre Tomás de Calangiano, martirizado en Damasco, con su criado, el año 1840; caso famoso éste, en que los asesinos confesaron su crimen y fueron condenados a muerte por Chérif-Pachá, gobernador general de Siria. Pero intervino la judería universal en favor de los culpables, influyendo sobre Mehemet-Alí para que revocase la sentencia del gobernador de Siria. Cremieux, judío, vicepresidente del Consistorio francés no tardó en tomar la defensa de los culpables, y en una carta aparecida en el Journal des Débats del 7 de abril de 1840 no dudó en atribuir este odioso asunto a la influencia de los cristianos de Oriente Los judíos de todos los países se agitaron en favor de los santos y de los mártires; es decir, de los asesinos de Damasco… Inmensas sumas fueron ofrecidas a los empleados de los consulados y a los testigos… para obtener la conmutación de la pena y la no inserción en los Procesos verbales de las tradiciones de los libros judíos y de las explicaciones dadas por el rabino Mouza-Abu-el-afich
Y el hecho es que Mehemet-Alí, en vista de la inmensa población judía que por medio de Montefiore y de Crémieux reclama en favor de los asesinos, decretó su libertad.
* La enseñanza de la Iglesia respecto a los judíos, muchos Papas hablaron a los cristianos del cuidado que debían tener de los judíos, pero nunca como lo hace el Talmud, mandaron a ajusticiar a los judíos.
Inocencio III ha resumido la doctrina y jurisprudencia con respecto a los judíos: Son ellos -dice el Papa- los testigos vivos de la verdadera fe. El cristiano no debe exterminarlos ni oprimirlos, para que no pierda el conocimiento de la Ley. Así como ellos en sus sinagogas no deben ir más allá de lo que su ley les permite, así tampoco debemos molestarlos en el ejercicio de los privilegios que les son acordados. Aunque ellos prefieran persistir en el endurecimiento de sus corazones antes que tratar de comprender los oráculos de los Profetas y los secretos de la Ley y llegar al conocimiento de Cristo, sin embargo no tienen por eso menos derecho a nuestra protección. Así lo reclaman nuestro socorro, Nos acogemos su demanda y los tomamos bajo la égida de nuestra protección, llevados por la mansedumbre de la piedad cristiana; y siguiendo las huellas de nuestros predecesores de feliz memoria,de Calixto, de Eugenio, de Alejandro, de Clemente y de Celestino, prohibimos,a cualquiera que fuere, de forzar al bautismo a ningún judío. «Ningún cristiano debe permitirse hacerle daño, apoderarse de sus bienes o cambiar sus costumbres sin juicio legal. Que nadie les moleste en sus días de fiesta, sea golpeándolos, sea apedreándolos, que nadie les imponga en esos días obras que puedan hacer en otros tiempos. Además, para oponernos con toda nuestra fuerza a la perversidad y a la codicia de los hombres, prohibimos, a cualquiera que fuere, el violar sus cementerios y desenterrar sus cadáveres para sacarles el dinero. Los que contravinieren estas disposiciones serán excomulgados.
EL GHETTO
Pero si los judíos deben ser respetados en el ejercicio de sus legítimosderechos, no hay que desconocer su peligrosidad ni hay que dejar de reprimirla. Y así la Santa Sede puso en vigor, con energía, la disciplina del ghetto, es decir, el aislamiento de los judíos y la restricción de los derechos civiles.El dominico Ferraris ha resumido la legislación sobre el ghetto, cuando escribe: «Todos los judíos deben habitar en un mismo lugar; y si éste no fuera capaz, en dos o tres o los que sean necesarios, contiguos, los que deben tener sólo una puerta de entrada y de salida». Los judíos no podían domiciliarse fuera de los ghettos, y aun no podían ausentarse de ellos desde el toque del Ave María al atardecer hasta la madrugada.Tres ventajas importantísimas se derivaban de este régimen: (Constant,Les juifs devant l’Eglise):
1ª El Estado tenía constantemente número e identidad de los judíos, lo que facilitaba su vigilancia.
2ª El sentimiento de esta vigilancia mantenía al judío en el recto proceder, ya que el judío se rige por el temor, de acuerdo a lo que enseña SanPablo, quien dice, hablando de ellos, que han recibido el espíritu de servidumbre en el temor.
3ª Atendiendo a que la noche es cómplice del malhechor, Qui maleagit odit lucem (el que obra mal, odia la luz.), se prevenían las perversidades de los judíos durante la noche.
Además de la reclusión en los ghettos, los judíos debían someterse a la obligación de llevar una escarapela o cinta amarilla que los distinguiese de los no-judíos, para que en esta forma, perfectamente individualizados, no pudiesen hacer daño más que a los cristianos tontos que se pusiesen en relaciones con ellos.
Santo Tomás de Aquino, consultado por la duquesa de Brabante sobre si era conveniente que en su provincia los judíos fueran obligados a llevar una señal distintiva para diferenciarse de los cristianos, contesta: Fácil es a esto la respuesta, y ella de acuerdo a lo establecido en el Concilio general (Cuarto de Letrán, año 1215, c. 68), que los judíos de ambos sexos en todo territorio de cristianos y en todo tiempo deben distinguirse en su vestido de los otros pueblos. Esto les es mandado a ellos en su ley, es a saber,que en los cuatro ángulos de sus mantos hayan orlas por las que se distingan de los demás.
RESTRICCIONES CIVILES
Además de la obligación de recluirse en los ghettos, había otras restricciones que limitaban los derechos civiles de los judíos dentro de las sociedades cristianas. Así, por ejemplo, no podían tener nodrizas, ni sirvientes cristianos, de ambos sexos; no podían dedicarse al comercio de mercaderías nuevas; de modo particular les estaba vedada la confección de seda de toda especie y género, y la compra o venta, aun indirecta, de seda nueva, tejida o no,debiendo limitarse a la compra-venta de ropa usada o a un comercio definido y limitado de alimentos necesarios para la vida. (Benedicto XIII, Aliasemanarunt). Se les prohibía el ocupar cátedras en las universidades; y no podían ser promovidos al doctorado, ni ejercer la medicina entre los cristianos, ni ser farmacéuticos, ni hoteleros, ni ejercer la magistratura ni la carrera de las armas. Se les permitían, en cambio, las profesiones de banqueros, proveedores de los reinos, joyeros, impresores, corredores, profesiones ellas, que no implicaban un peligro directo para los cristianos, y en las que mostraban los judíos singulares aptitudes, ya por las inmensas riquezas de que disponían, ya por su cosmopolitismo, que les permitía el rápido desplazamiento de la riqueza.
Tanto el Renacimiento como la Reforma Protestante, el Enciclopedismo del siglo XVIII, la Revolución Francesa, el Capitalismo, la contaminación de los pueblos con el Liberalismo y el Socialismo, el Comunismo, la Revolución Soviética, han sido en gran parte fraguados por los judíos y han servido ciertamente de beneficio a los judíos en detrimento de los pueblos cristianos.
En otras palabras: desde el Renacimiento hasta el Comunismo se desenvuelve un proceso uniforme de descristianización de los pueblos y de su sometimiento a los judíos, que de siervos que eran en la Edad Media pasan a amos y reyes. Y este proceso es en gran parte obra de los judíos.
El judío Darmesteter ( Coup d’oeil sur l’histoire du Peuple juif ) dice: El judío se ocupa en descubrir los puntos vulnerables de la Iglesia, y tiene a su servicio para descubrirlos, además de su inteligencia de los libros santos, la sagacidad terrible del oprimido. Es el doctor del incrédulo, todos los sublevados del espíritu vienen a él en la sombra o a cielo abierto. Él está en obra en el inmenso taller del blasfemo del gran Emperador Federico y de losPríncipes de Suavia o de Aragón; es el que forja todo ese arsenal criminal de razonamiento y de ironía que legará a los escépticos del Renacimiento, a los libertinos del gran siglo, y el sarcasmo de Voltaire no es más que su último y resonante eco de una palabra murmurada seis siglos antes en la sombra del ghetto y más antes aún en tiempos de Celso y de Orígenes, en la cuna misma de la religión de Cristo.
Y es otro judío, Bernard Lazare, quien dice ( L’Antisémitisme, I, 222) que durante los años que anuncian la Reforma el judío llega a ser el educador y quien enseña el hebreo a los sabios, los inicia en los misterios de la Cábala después de haberles abierto las puertas de la filosofía árabe; él los equipa,contra el catolicismo, de la temible exégesis que los rabinos habían cultivado y fortificado durante siglos; esta exégesis de la que se serviría el Protestantismo y más tarde el Racionalismo.
No hay duda (aunque no sea fácil aportar las pruebas documentales precisas) que todas las sectas y sociedades secretas, ocultistas y cabalistas que pululan por todas partes al final de la Edad Media en forma más o menos disfrazada, algunas de ellas bajo las apariencias de las célebres Academias Italianas de los siglos XV y XVI; otras, como la misteriosa Orden de los Templarios, extinguida por Felipe el Hermoso y Clemente V, eran reductos de conspiración contra la Iglesia y los Estados cristianos, manejados hábilmente por la mano judaica.
Un francmasón, el H. Ludwig Keller, consejero íntimo de los Archivos de Berlín, ha aprovechado los documentos que le estaban confiados para tratar a fondo esta cuestión ( Les Academies italiennes au XVIII siécle et les comencements de la Francmasonnerie dans les pays latins et les pays duNord ), y llega a la conclusión de que las de los siglos XV y XVI, las Compañías de los siglos XVII y XVIII como la «Truelle» de Florencia, las sociedades filarmónicas como el «Apollon» de Londres, fueron humanistas y han conservado, por tanto, desde el comienzo el carácter judío y pagano del Renacimiento. (Ver Mons. Jouin, La Judéo-Masonnerie et l’Eglise Catholique ).
Por otra parte, Werner Sombart, el autorizado historiador del Capitalismo, que no es ni católico ni antisemita, en su documentado libro «Los judíos y la Vida Económica» demuestra cómo algunas sectas protestantes, y en especial el puritanismo ( Les juifs et la Vie Economique, pág. 321), son judaicas, de suerte que puede justificarse lo que presentía el judío Enrique Heine: ¿Los Escoceses Protestantes – pregunta en sus Confesiones – no son hebreos con nombres bíblicos, su canto no tiene algo de hierosolimo fariseo, y su religión no es en el fondo el judaísmo, con la diferencia que están autorizados a comer cerdo?.
Se conocen las relaciones íntimas que durante la Reforma Protestante se establecieron entre el judaísmo y ciertas sectas cristianas, y el furor que se declaró entonces por la lengua y los estudios hebraicos; se sabe también que en la Inglaterra del siglo XVII los puritanos rodeaban a los judíosde un culto casi fanático y que los «Levellers», Niveladores, que se decían judíos, exigían la promulgación de una ley que hiciese del Thora de los judíos el código inglés; se conoce, además, que los oficiales de Cromwell, también gran judaizante, le propusieron componer su Consejo de Estado de 70 miembros, a ejemplo del Sanhedrín de los judíos, y que en el año 1629 se propuso en el Parlamento reemplazar el feriado del domingo por el del sábado.
Pero cualquiera sea la influencia de los judíos en el Renacimiento y en la Reforma Protestante, lo cierto, certísimo, es que los judíos se beneficiaron de uno y otra. El judío Ber nard Lazare ha podido decir ( L’Antisémitisme, I, 225) que el espíritu judío triunfó con el Protestantismo.
En expresión del Talmud, dé a los judíos el cetro del mundo, de suerte que todos los pueblos y todos los reinos les serán sometidos. Entonces cada judío tendrá 2.800 servidores y 310 mundos. ( Jalgut, fol. 56. Bachai, fol. 168). La venida de este Mesías será precedida de una gran guerra en la cual perecerán dos terceras partes de los pueblos, de modo que los judíos necesitarán siete años en destruir las armas conquistadas . (Abardanel, Masmia Jesua, fol. 4-9, a).
El célebre rabino Maimónides cree también en el imperio universal de los judíos, quienes dicen que cuando éste se entronice, los dientes de los antiguos enemigos de Israel saldrán de sus bocas y alcanzarán una longitud de 22 varas. ( Othioth del Rabbi Agiba, 5, 3), y que entonces el Mesías recibirá los dones de todos los pueblos y no rehusará sino el de los cristianos. (Tract.Pesachim, folio 118 b). El famoso Drach, gran rabino convertido, dice que el Mesías que los judíos se obstinan en esperar, a pesar de que éste se obstina en no venir, debe ser un gran conquistador que hará a todas las naciones del mundo esclavas de los judíos. Estos volverán a la Tierra Santa triunfantes, cargados con las riquezas de todos los infieles. Jerusalén será adornada con un nuevo Templo, y sus más pequeñas piedras serán de diamantes. ( De l’ harmonie entre l’ Eglise el la Synagogue ).
El judío Isaac Wise en «The Israelite» del 3 Y 17 de agosto de 1855: La Masonería -dice- es una institución judía, cuya historia, reglamentos, deberes, consignas y explicaciones son judías desde el comienzo al fin, con excepción de alguna regla secundaria y algunas palabras en el juramento.
Por los numerosos documentos secuestrados de los Archivos masónicosde Budapest en 1919 ( La Franc-Masonne rie en Hongrie, Preface de CharlesWolf, Budapest, 1921) aparece claro que la masonería es una obra eminentemente judía. Así, por ejemplo, el libro que contiene la Constitución dela Gran Logia Simbólica de Hungría, impreso en Budapest en 1905, lleva la fecha de la era judía 5886. El texto de los votos pronunciados por los miembros está concebido en lengua hebraica. Las consignas, que cambian cada seis meses o cada año, son igualmente hebreas. La lista publicada al fin del libro nos muestra que el 92% de los miembros de las Logias son judíos; no son sino nombres como Abel, Bloch, Berger, Fuchs, Herz, Levy, Pollak, Rosenthal, Schon, etc., o bien nombres judíos magiarizados como Kun, Ka dar,etc. (Ver Mons. Joum, La Judeo-Masonnerie et l’Eglise Catholique ).
La afirmación de Gougenot des Mousseaux (Le juif et la judaisation des peuples, 1869) de que en el Consejo universal y supremo, pero secreto, de la Masonería, compuesto de nueve miembros, se han de reservar cinco asientos para los representantes de la nación judía.
La francmasonería es obra de los judíos. La Revolución Francesa, a su vez, es obra de la francmasonería. Por otra parte, la Revolución Francesa se hizo contra la Iglesia, en beneficio exclusivo de los judíos. El Padre José Léhmann, célebre judío del siglo pasado, convertido, ha estudiado en forma concluyente la entrada de los judíos en la Sociedad Francesa y en los Estados cristianos. La obsequiosidad de la Masonería -dice-
para con el judaísmo no tardó en manifestarse. Los francmasones llevaron a la Constituyente la emancipación de los judíos, y ellos se encargaron de hacerla pasar. Es Mirabeau quien le prestará el apoyo perseverante de su elocuencia, y Mirabeau es francmasón de los altos grados, íntimo con Weishaupt y sus adeptos. Y cuando, después de dos años de titubeos, la Asamblea Constituyente, llegada a su última hora y en su penúltima sesión titubee aún, el francmasón y jacobino Duport exigirá el voto sin más trámite y con la amenaza en los labios.
Bajo la apariencia de ritos y fórmulas judaicas inofensivas, con el pretexto de «trabajar por el mejoramiento material y mora1 en el perfeccionamiento social e intelectual de la humanidad» (E. Plantagenet, La Franc-Masonnerie francaise ), se buscará destruir cuanto la Iglesia Católica había hecho en el mundo. (A. Preuss, Etudes sur la F. M. Américaine).
El problema de la Masonería es un fantasma hay pruebas abundantes y sólidas de la acción mortífera de ésta. Son éstas, sobre todo, los documentos masónicos incautados, como los del «Iluminismo de Baviera», caídos en manos de la Policía en 1785, los de «La Alta Venta Romana», llegados a poder del Vaticano en 1845, los Archivos masónicos de Budapest, incautados en 1919 cuando la caída de Bela Kun en Hungría.
Werner Sombart ha escrito un voluminoso libro donde documenta con abundancia abrumadora como los judíos han creado el capitalismo y cómo sin ellos no se podría explicar este régimen económico. ( Les juifs et la Vie Economique, traduit del’Allemand avecl’autorisation de l’auteur par le Dr. S. Jankélévitch, Payot, París, 1923). Henry Ford, el rey del automóvil, aporta datos interesantísimos en » El judío internacional «, datos sobre todo relacionados con el poderoso capitalismo norteamericano, que demuestran la influencia jamás sospechada de la Banca judía internacional.
Que el socialismo sea judaico no sólo se demuestra porque sus pro hombres fueran judíos, tales como Marx, Engels,Lasalle, Kurt Eisner, Bela Kun, Trotsky, León Blum, sino, sobre todo, como hace notar el judío Alfredo Nossig (Integrales Judentum, El Judaísmo integral), porque el socialismo y el mosaísmo no sólo no se oponen, sino que, por el contrario, entre las ideas fundamentales de ambas doctrinas hay unaconformidad sorprendente.
Está comprobado quién es el que ha proporcionado, al menos como agente directo, el oro que ha favorecido, fraguado y financiado la Revolución Soviética en Rusia: Jacobo Schiff, jefe de la fabulosa Banca Kuhn, Loeb and Cº, fallecido en octubre de 1920.
A. Netchvolodow ha demostrado en su libro L’Empereur Nicholas II et les juifs cómo Jacobo Schiff adelantó fondos al Japón para la guerra con Rusia,cómo Schiff financió la propaganda revolucionaria entre los prisioneros de guerra rusos internados en Japón, cómo Schiff, el 14 de febrero de 1916, promete dinero a los revolucionarios rusos residentes en Nueva York, y cómo el mismo Schiff, según la relación secreta del Alto Comisario francés en Wáshington a su gobierno, en la primavera de 1917 proporciona subsidios a Trotsky para establecer en Rusia el comunismo. Leamos parte de esta relación secreta, extraída de los archivos de una de las principales instituciones gubernamentales de la república francesa y que fue publicada por vez primera en el número 1, del 23 de septiembre de 1919,en el diario «A Moscú», -editado en Rostow-sobre-el-Don. Dice así:
I. – En febrero de 1916 se supo por primera vez que se tramaba una revolución en Rusia; se descubrió que las personas y casas infrascritas estaban comprometidas en esta obra de destrucción:
1. Jacobo Schiff, judío.
2. Kuhn, Loeb and Cº, casa judía.
Dirección: Jacobo Schiff, judío
Félix Warburg, judío
Otto Kahn, judío
Mortimer Schiff, judío
Jerónimo H. Hanauer, judío.
3. Gugenheim, judío
4. Mar Breintung, judío.
Apenas hoy duda de que la revolución rusa, que estalló un año después de la información ante dicha, fue lanzada y fomentada por influencias claramente judías. De hecho, Jacobo Schiff hizo una declaración pública en abril de 1917 diciendo que gracias a su apoyo financiero había tenido éxito la revolución rusa.
II – En la primavera de 1917 comenzó Jacobo Schiff a pedir al judíoTrotsky ayuda para hacer la revolución social de Rusia… De Estocolmo, el judío Mar Wartburg comanditaba igualmente a Trotsky y compañía, y asimismo pedía ayuda al sindicato Westfaliano-Renano, importante negocio judío, lo mismo que al judío Olef Aschberg, de la NyeBanken de Estocolmo, y al judío Jivotovsky, cuya, hija se casó con Trotsky. Así se establecieron las relaciones entre los multimillonarios judíos y los judíos proletarios.
III. – En octubre de 1917 la revolución social tuvo lugar en Rusia, gracias a la cual ciertas organizaciones de los soviets tomaron la dirección del pueblo ruso. En estos soviets se destacaron los individuos siguientes: (sigue una listade 29 judíos y de Lenín, ruso de madre judía).
IV. – Si observamos el hecho de que la firma judía Kuhn, Loeb and Cº está en relaciones con el Sindicato Westfaliano-Renano, firma judía de Alemania; los hermanos Lázare, casa judía de París; y también la casa de banca Ganzburgo, casa judía de Petrogrado, Tokio y París; si observamos además que esos negocios judíos están en estrechas relaciones con las casas judías de Speyer y Cía., de Londres, Nueva York y Francfurt, lo mismo que con la Banca Nye, negocio judío bolchevique de Estocolmo, se verá que el movimiento bolchevique como tal es, en cierta medida, la expresión de un movimiento general judío, y que ciertas casas de banca judías están interesadas en la organización de este movimiento
Y desgraciadamente los judíos no sólo han desempeñado un papel en el desarrollo de la revolución bolchevique, sino que han sido los principales actores en cada uno de los peores crímenes de esta revolución. En los anales del terrorismo hay cuatro nombres que surgen siniestramente: Jankel Yurovski, fue el que asesinó a los once miembros de la familia imperial en los sótanos de la casa Ipatief en Yekaterinburgo, incluso las cuatro hijas del zar; Moisés Uritsky, el primer, ejecutor en jefe de la Tcheka; Bela-Kun, el verdugo de Budapest y de Crimea; Djerdinsky, el ejecutor general de laTcheka. De estos cuatro nombres, ni uno solo es ruso; uno de los cuatro, polaco; los otros tres, judíos. (Ch. Sarolea, Impression of soviets, Rusia)
– Con el capitalismo los judíos se apoderan de las riquezas de todos los pueblos.
– Con el liberalismo y el socialismo esparcen sus ideas
– Con el comunismo los judíos exterminan a sus opositores y sujetaban a los cristianos a un yugo de esclavos imposible de romper.
El objetivo el sueño dorado de los judíos es ser dueños del mundo, con Jerusalén por capital, entonces, sueñan, ha de venir el Mesías, el gran conquistador que hará «a todas las naciones del mundo esclavas de los judíos» (Drach, De l’harmonie entre l’Egliseet la Synagogue ) y que recibirá los dones de todos los pueblos y sólo rehusará el de los cristianos.
http://www.conspiracionesysociedadessecretas.com/search/label/Cristianismo
hay que ser pulcro con las ideas y con lo que se escribe, que estamos de vuelta con la Inquisicion?
Terrible. Una apologia siniestra, embadurnada con mentiras y falsedades. Puajjjj!!!
Esto es totalmente revulsivo.