Si quieres malcriar a tu hijo solo tienes que seguir las pautas detalladas a continuación. Es importante seguirlas porque un niño malcriado no nace, se hace.
1. Amenázale cada vez que puedas. Pero no lleves esas amenazas a la práctica. La clave está en hablar y no actuar. Las amenazas deben ser desproporcionadas, ilimitadas y agresivas.
2. No le expliques nunca por qué lo castigas, y levántale el castigo antes de tiempo.
3. Dile que “sí” a todo, dale todo lo que te pida. Ya tendrá tiempo de aprender la tolerancia a la frustración cuando crezca.
4. Cuando se comporte de manera agresiva justifícalo con un “son cosas de niños”, réstale importancia y ríele las gracias.
5. No te olvides de chantajearle emocionalmente: “me vas a matar a disgustos”.
6. Haz todo por él. No permitas que sea autónomo. No dejes que recoja la mesa, ni los juguetes. No te atrevas a dejar que se vista solo.
7. Cuando tenga una rabieta dale lo que te pida para que se calme. Una y otra vez.
8. Compárale con el resto (“tu hermano lo hace mejor que tú”). Que sepa que los demás hacen todo mejor que él.
9. Contradice a tu pareja. No se pongan de acuerdo en las normas, castigos y refuerzos a aplicar.
10. Da mal ejemplo. Pídele que cumpla una norma, pero no la cumplas. La incoherencia es fundamental.
Si por el contrario decides educarlo, dale la vuelta a todas estas pautas.