«La Luna para la astrología esotérica»

Lluna

Introducción

En este artículo vamos a reflexionar sobre el significado que la Luna tiene para la astrología esotérica junto con sus diferentes posibilidades según sea el tipo de conciencia rectora que hay tras la fuerza lunar.
Las+tres+gunas

 
Las tres gunas versusel ascendente el sol y la Luna.

 

Como bien sabemos, a través de las explicaciones que nos da Krishna en el Bhagavad Gita, las Tres Gunas son los tres tipos de cualidades naturales fundamentales de las que está compuesto el universo manifestado.

Estas tres fuerzas entrelazadas (una no puede vivir sin las otras dos) están presentes en mayor o menor grado en todo tipo conciencia manifestada.

La característica principal de cada guna es:

Guna Sattva: es la cualidad generadora de armonía, vinculada con la bondad, la constructividad , la belleza, la amistad, cordialidad, calma, sacrificio o renuncia, solidaridad, la unión, comprensión, el altruismo, desapego, sintesis, amor.
Sattva está relacionada con las nobles tendencias más cercanas al Alma; y por tanto en un horóscopo la podemos relacionar con la cualidad del Signo Ascendente y su regente Esotérico.

Guna Rajas: es la cualidad productora de actividad, vinculada con la pasión, los deseos, las dudas, el entusiasmo, el arrebato, las preferencias, el sufrimiento, celos, frenesí, la agresividad, fortaleza, posesión, dominio, generosidad interesada, apego.
Rajas está relacionada con las tendencias o deseos centralizados (egoístas) de la Personalidad y su poder motivador-activo; y por tanto en un horóscopo la podemos relacionar con la fuerza del Signo Solar y su regente Exoterico.

Guna Tamas: es la cualidad generadora de pasividad vinculada con la inercia de la oscura materia densa, es la ignorancia que genera la indolencia, apatía, negligencia, dejadez, abandono, reflejo o engaño, escrúpolos o manías, suspicacia, inconsciencia, debilidad, torpeza, comodidad, capricho, inmovilidad.
Tamas está relacionada con las herencias del pasado, las limitaciones o desventajas reflejadas en el “testarudo” cuerpo físico; y por tanto en un horóscopo la podemos (tal y como lo entendemos desde la astrología esotérica) vincular con la Luna y su posición por casas (no tanto por signo) y aspectos con los nodos lunares y planetas.

Piscología de la Luna
 
Desde la astrología esotérica entendemos que la forma lunar es la fuerza más arraigada a la densa materia-Madre.
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Por tanto para nosotros, “la vieja dama” en el horóscopo de un nativo, es la regente de su mundo físico. Forma física que concentra todo el “equipaje” (mezcla de cuerpo-emoción-mente inferior ) heredado del pasado.

“Ella, en propias palabras de Alice Bailey-DK, reencarna el aspecto tamásico de la materia o lo que “retiene y – que si se permite su indebida influencia – producirá inercia

Por definición la inercia “es la resistencia que opone la materia a modificar su estado” o “el poder de un cuerpo para permanecer en su propio estado”. Es decir, psicológicamente hablando, la luna es aquella conciencia básica que, si no es activada por una conciencia superior, tiende a ser pasiva (incluso regresiva) y sin posibilidad de cambio.

La Luna o triada lunar es pues aquella forma mental más básica y cristalizada (muy poco flexible) y creadora, a su misma vez, de las singulares tendencias emocionales y reflejos físicos que suelen aparecer en la “raiz” de una muy temprana edad.

La Luna es el reflejo inconsciente o primera impresión reactiva inherente en la forma física, de ahí la necesidad de que la conciencia, que reside dentro de este cuerpo lunar, se erija como la rectora de estas tendencias lunares inconscientes, ya que si no es así, se corre el peligro de “caer” en las inercias (desventajas, limitaciones y obstáculos de un pasado ya caduco), propias del instintivo y primitivo mundo físico.

En orden descendente (“del cielo a la tierra”) podemos decir que la luna no es la inteligente y amorosa energía constructora de equilibrio y belleza, esto pertenece al alma, tampoco es la poderosa fuerza activa de la pasión, algo que pertenece a los deseos de la personalidad, sino que el cuerpo lunar es más bien aquel último escalón, muy cercano a la Madre – Materia, aquella síntesis física que permite a los dos primeros (alma-personalidad) adquirir experiencia a través del mundo material.

Desde el aspecto más impersonal no es importante que la Luna se muestre más o menos positiva en un horóscopo, lo importante es que la conciencia superior entienda y acepte que la inteligencia inferior o instintiva de la Luna, sea cual sea su posición en el horóscopo, es el único medio del que dispone para manifestarse y experimentar en el mundo de las formas materiales.

Como sabemos lo mayor siempre incluye lo menor y en este sentido, la inteligencia (menor) de la materia simbolizada en la Luna, siempre debe estar regida o por la inteligencia mayor de la personalidad o, si cabe por derecho evolutivo, por la inteligencia suprema del Alma.

Se suele decir que “la Luna es la prisión del alma”, en el sentido de que ella es el símbolo de aquel “oscuro lugar” o recipiente material en el que el alma ha reencarnado y con el qué está obligada a “lidiar” si quiere avanzar en el camino de la purificación a través de la materia.

La Luna, la madre de todas la formas, es el cuerpo físico o forma a través del cual la divina voluntad puede ser manifestada.

La Luna y su conciencia rectora

 

Cuando en una conciencia la cualidad de Rajas domina sobre la Sattvica, es claro que lo poderes lunares o Tamásicos estarán dirigidos por Raja o el poder del deseo activo. Sobre este tipo de conciencia con un poder tan centralizado o personal no vamos hacer referencia en este último apartado, sino que sólo vamos a centrarnos en aquel tipo de conciencia donde la cualidad Satwica o el poder de ejercer la armonía es la dominante “promesa” para el avance espiritual.
luna

Para la astrología esotérica la esencia lunar está regida fundamentalmente por la cualidad del IV Rayo de Armonía a través del Conflicto, ya que son las fuerzas lunares las que promueven el conflicto que derivará, si es bien solucionado, en una mayor armonía.

Alice Bailey en su esplendido libro Astrología Esotérica, concretamente al final del capitulo de Escorpión, nos dice:

La Luna ayuda a crear esas condiciones que conducen a la grandiosa transformación crítica del instinto en intelecto.

                                                                                             Alice Bailey – DK en A.E.

En esta pequeña frase podemos entrever que las tendencias lunares son la oportunidad para que la conciencia superior pueda demostrar su poder para regir, transformar, dirigir, inhibir, comprender, aceptar, reajustar, razonar o integrar sus tendencias más básicas a través de la luz del conocimiento. Es claro que en “el sendero que nos conduce al cielo” éste es un paso muy necesario, porque sin la paz de los mundos inferiores (paz lograda a través de la luz de la razón intelectual), uno no puede tener acceso a los mundos superiores a través de la luz de la intuición. Como ya hemos dicho más de una vez, no se puede alcanzar el segundo escalón sin pasar por el primero.

La Luna velando a Vulcano, Neptuno o Urano

 

Como hemos dicho en el último apartado, son las condiciones (creadas por la Luna) las causantes de evocar en la conciencia la necesidad de transformar para mejorar. En este sentido y desde la astrología del Alma, en un horóscopo distinguimos tres tipos de Luna según sea en la conciencia la necesidad dominante:

§ 1. Luna o condiciones lunares que evocan en la Conciencia la necesidad de construir un cuerpo purificado como el fiel reflejo de un noble carácter.

Cuando esto ocurre, la astrologia esotérica considera que la Luna está velando a Vulcano. Es decir, las condiciones creadas por la Luna amagan la oportunidad para que la conciencia que debe regir dichas condiciones se polarice o tenga la necesidad de reconocer el poder de Vulcano, el “dios” forjador, aquel que trabaja con las fuerzas internas del denso cuerpo físico con el propósito de moldear un carácter divino.

§ 2. Luna que evoca en la Conciencia la necesidad de lograr la expresión del amor espiritual como reflejo de la paz en el corazón.

En este caso la Luna está velando a Neptuno, las condiciones creadas evocan la necesidad de que la conciencia se centre en el significado que trae consigo “el dios de las aguas”. La necesidad de alcanzar “el silencio en el corazón” necesariamente pasa por comprender (pacificar) el cuerpo psíquico o emocional (plexo solar) de sensibilidad y expresión y este proceso pertenece a Neptuno, “la fuerza del caballo” o “el barco que surca el mar” en busca de su Ideal: el amor incluyente del corazón.

§ 3. Luna o condición lunar que evoca en la Conciencia la necesidad de aquietar la mente con la intención de “captar” la voluntad espiritual.

Cuando esto tercero ocurre la astrología esotérica considera que la Luna esta velando (siendo regida) por Urano, “la mente cosmica”. Desactivar el exceso de mente propia necesariamente pasa por ser sensible a las ideas divinas. La mente sólo puede percibir los mundos superiores cuando ha silenciado su propio ego. Éste es el poder de Urano, “el dios del cielo”: la intuición o razón divina capaz de materializar en los cuerpos lunares a su disposición el propósito espiritual.

Hacia el final de esta tercera etapa, donde lógicamente el estado evolutivo es muy avanzado, la inercias tamásicas o lunares ya están bajo el poder rector de la conciencia del Alma. En esta etapa la Luna se ha convertido en la herramienta perfecta para el servicio, el recipiente material o forma lunar es tan transparente que sólo puede reflejar la luz del Alma. El Cuenco Dorado es el reflejo perfecto del Sol.

En esta etapa se ha ascendido a otro escalón, donde la luz del intelecto deja paso a la luz de la intuición. Gracias a la mente intuitiva, el cerebro o cuerpo físico es el fiel reflejo del propósito del alma.

Los 4 signos del zodíaco donde la Luna ejerce su poder

La Luna, la madre de todas las formas tiene su exaltación en Tauro, el signo donde la la madre naturaleza exhibe la plenitud de sus exuberantes y sensuales formas.

La madre de todas las formas tiene su regencia exotérica en Cáncer, el signo de la reencarnación, la sensible puerta a través de la cual las formas vienen a la manifestación. El apego a las formas vinculadas con las herencias, tradiciones o costumbres del pasado son la clave de la Luna en Cáncer.

La madre de todas la formas tiene su regencia esotérica en Virgo, el signo que al reconocer, cuidar y alimentar el germen de conciencia divina que reside en el interior de toda forma está construyendo lo que será una forma superior. El calor de la tierra protege a la semilla. La Virgen Madre protege al Hijo.

La madre de todas las formas tiene su regencia jerárquica en Acuario, el signo donde las formas purificadas expresan el servicio altruista. Acuario es la expresión objetiva del trabajo subjetivo hecho por Virgo.

La Luna

 

La blanca luz de la noche, Isis, la vieja dama, la madre de todas las formas, el rincón del la infancia, la gran tradición, el reflejo del sol, la primera impresión, la diosa de la naturaleza, la inteligencia del instinto, la luz de la materia, el calor que acoge la semilla, el cuerpo Virgen, el útero, el canal para el agua de vida…

      ….. la Luna: aquellos tiempos lejanos que en el presente se sintetizan en el Cuenco, el lugar que acoge a la Conciencia que quiere experimentar al SER.



Publicado por: José Miguel Gomez
hermandadblanca.org

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