Por supuesto que cuando decimos higiene natural no nos referimos a lavarnos los dientes o nuestro cuerpo por fuera sino una determinada manera de enfocar el cuidado y el mantenimiento del cuerpo humano.
Esta disciplina se remonta a la antigua Grecia. Cuatrocientos años antes de Cristo, Hipócrates enunció con toda precisión: «en tu alimentación está tu curación». En los tiempos modernos fue un norteamericano, el Doctor Herbert Shelton, el continuador de su famosa Escuela de Salud.
La palabra higiene significa limpieza; y la palabra natural se refiere a un proceso no obstaculizado por fuerzas artificiales. Su fundamento es que nuestro cuerpo está continuamente luchando por mantener la salud y de que lo logra limpiándose continuamente de desechos nocivos.
Así aprender la importancia que tiene la alimentación sobre la duración y la calidad de la vida, y centrada en la prevención y en mantener la vida sana mas que a combatir los efectos de una constante violación de las leyes naturales enseñándonos a eliminar la causa de los problemas.
La higiene natural tiene su manera especial de enfocar la salud, nos enseña que el cuerpo tiene la capacidad de auto-depurarse, auto-curarse, y auto-mantenerse; que todo el poder del Universo se encuentra de la misma manera dentro de nuestro cuerpo; de que la naturaleza es siempre correcta y no admite que se la mejore; por lo tanto, no desvirtúa ninguna de sus propias operaciones.
Solo tenemos problemas de mala salud, por ejemplo dolor, estrés…. cuando violamos las leyes naturales. Esta higiene natural es el despertar de cada uno de nosotros a cualidades innatas tales como el sentido común, la intuición, la lógica, el razonamiento, la observación, etc. La autocrítica que todos traemos al nacer pero que con el tiempo dejamos de confiar en estos atributos.
Nuestro mayor don es el cuerpo humano y una inmensa inteligencia lo dirige, es la creación más completa de la naturaleza y su adaptabilidad no tiene límites. Por ejemplo:
El corazón humano late unas 100.000 veces cada 24 horas. Consideremos su sistema de bombeo que los científicos han intentado reproducir sin éxito; bombea 5,5 libros de sangre a través de más de 154.000 Km. de vasos sanguíneos, lo que equivale a bombear 23.940 litros por día. Esto significa casi 437 millones de litros en solo 50 años.
Seguimos. Los 5,5 litros de sangre están hechos además de 25 billones de glóbulos que cada día hacen entre tres y cinco mil viajes por todo el cuerpo; y en cada segundo que pasa, se producen 7 millones de glóbulos nuevos. Este sistema impresionante tiene la capacidad de trabajar sin descanse durante años y años y sin saltarse un solo latido, y esto no es mas que el sistema circulatorio.
Los Ciclos Fisiológicos del Cuerpo Humano
Existen unos ciclos fisiológicos, unos ritmos en el funcionamiento de nuestro organismo.
Diariamente:
Ingerimos alimentos (ingestión).
Absorbemos y usamos parte de ellos (asimilación).
Nos libramos de lo que no usamos (eliminación).
Es obvio que comemos (ingestión) durante las horas de vigilia o atención y si vamos dejando la hora de la comida el hambre tiende a ir en aumento a medida que transcurre el día. Cuando dormimos y el cuerpo no tiene que hacer ningún otro trabajo manifiesto está asimilando lo que tomó durante el día. Por la mañana cuando nos levantamos tenemos mal aliento y en ocasiones la lengua sucia porque el cuerpo está en la mitad del proceso de eliminación de lo que fue usado de los desechos corporales.
¿Habéis notado alguna vez lo que sucede cuando cenáis tarde? Cuando os despertáis os sentís atontados, con pesadez porque se ha interrumpido el ciclo de asimilación que se produce después de que la comida haya salido del estómago: Fisiológicamente nuestro cuerpo quiere comer temprano por la noche de manera que puedan pasar por lo menos tres horas antes de acostarnos, por lo que haya pasado el tiempo necesario para que la comida salga del estómago y el ciclo de asimilación pueda empezar a su hora.
Como los alimentos no han sido digeridos porque habéis cenado muy tarde no están listos para ser asimilados, habéis alargado y extendido el ciclo de ingestión mucho más allá de sus límites y habéis postergado el ciclo de asimilación extendiéndolo hasta la hora en que el cuerpo quiere estar eliminando. Los ciclos naturales de 8 horas se han alterado, y como se ha obstaculizado el funcionamiento natural del cuerpo uno se despierta con pesadez, como drogado.
De la misma manera si uno se salta alguna vez el desayuno lo más probable es que aguante hasta el almuerzo, porque el cuerpo está eliminando y no le pedía comida. Sin embargo, pasada la hora del almuerzo sin comer, sería molesto porque el cuerpo ya había pasado al ciclo de ingestión y estaría preparado para aceptar alimento.
Ahora podemos entender que quienes están librando la batalla contra el volumen son los que más deben preocuparse por el ciclo de eliminación, que somos la mayoría de nosotros porque a todos nos gusta comer indiscriminadamente. Debemos facilitar este ciclo en vez de obstruirlo, así tendremos garantizado el éxito, ya que nuestros hábitos tradicionales de alimentación han obstruido persistentemente la importantísima función de eliminación, es decir:
Que hemos venido alimentándonos (y de qué manera) y usando la parte que necesitamos de esos alimentos pero «no» nos hemos ido deshaciendo de lo que no podemos usar. Como somos tantos españoles que hacemos un desayuno sustancioso, un almuerzo sustancioso y una cena sustanciosa es mucho mayor el tiempo que se dedica al ciclo de la ingestión que al de la eliminación. ¿Qué tiene de asombroso que seamos tantos los que vivimos con exceso de peso? De modo que para no tener exceso de peso, para estar saludable, para no ir acumulando residuos, el secreto está precisamente en irse liberando de esos desechos tóxicos porque estamos en desequilibrio metabólico.
¿Que sería lo ideal?
La digestión funciona entre las 12:00 del medio día hasta las 8:00 de la noche.
La asimilación funciona entre las 8:00 de la noche hasta las 4:00 de la mañana.
La eliminación funciona entre las 4:00 de la mañana hasta las 12:00 del medio día.
Únicamente fruta y agua por la mañana.
Estas funciones no se cumplen exactamente cada ocho horas. Uno de los ciclos puede tomar mas o menos tiempo que los otros dos. También la demarcación de tiempo entre ciclos no es rígida y abrupta sino más bien fluyente. Por ejemplo, algunas personas tienen un ciclo de eliminación que comienza las 3:00 de la mañana y un ciclo de digestión que comienza 10:00 de la mañana.
También hay algunas personas cuyo ciclo de asimilación comienza a partir de 10:00 de la noche y hay algunas personas que tienen una digestión muy fuerte hasta medianoche. Todo esto esta determinado por nuestro estilo de vida y nuestros pensamientos.
Ingerimos alimentos y los digerimos. Después de la digestión nuestro organismo asimila los diversos nutrientes. Después de la asimilación nuestro cuerpo elimina los productos de desechos de la digestión y la asimilación.
Se debe recalcar que el ciclo de eliminación contiene la clave para la eficiente expulsión de las sustancias tóxicas del organismo así como para una eficiente pérdida de peso. El Dr. Herbert Shelton de EE.UU presentó este concepto.
http://www.lauradoria.com/la-higiene-natural-los-ciclos-fisiologicos-del-cuerpo-humano/