Había una vez colgado un disco gigantesco en un gran templo en Lemuria, que sirvió como una representación simbólica de nuestro lugar de origen, de la Hermandad de los Siete Rayos, éste era el Gran Sol Central.

Siempre que fue golpeado por un sumo sacerdote, este disco solar establecería ciertas condiciones vibratorias que puedan producir grandes terremotos e incluso un cambio en la rotación de la Tierra misma.

Conocido como el Disco Solar de Oro, este disco fue hecha de oro transmutado y se levanto por medio de cuerdas, que también se hicieron de oro, el disco refleja los rayos del Sol en el templo en el que se puso de pie frente a ella, ardía la Divina Luz eterna de la Creación.

Cuando el continente de Lemuria se desintegró durante la destrucción de la Atlántida, la cordillera de los Andes surgió a lo largo de la costa oeste de América del Sur, en ese momento, no había una antigua ciudad en lo que hoy es el país de Bolivia, durante los cataclismos posteriores, esta ciudad se elevó por encima del nivel del mar, causando un lago para formarlo a sus pies, con más de 3600 metros sobre el nivel del mar, el lago Titicaca es ahora el lago navegable más alto del mundo entero.

Uno de los grandes sabios de Lemuria y el guardián de los rollos sagrados durante estos últimos días fue nombrado Aramu Muru, después de la caída del hombre, se le delega para construir un monasterio alto de las montañas de los Andes, donde podrían ser preservados nuestra antigua sabiduría y el conocimiento espiritual.

Allí, en un valle sagrado cerca del lago, se construyó el monasterio de enormes bloques de piedra que eran con un corte de precisión usando la Luz, el monasterio se convirtió en la sede de la Hermandad de los Siete Rayos.

La isla de Og fue originalmente una colonia de Lemuria que, con el tiempo, llegó a estar bajo el control de la Atlántida, cuando la Atlántida y Lemuria finalmente se hundieron en los océanos, los incas construyeron su sociedad espiritual encima de las ruinas, en Bolivia, Ecuador y Perú, la Hermandad de los Siete Rayos se transfromo en la potencia principal en su vida espiritual, así que con el tiempo, Aramu Muru entregó a los Incas el uso del Disco Solar de Oro.

En Un Valle Sagrado Cerca del Lago Titicaca Se Construyó Un Monasterio de Enormes Bloques de Piedra que Se Convirtió en La Sede de la Hermandad de los Siete Rayos.

Los incas colocaron el Disco Solar de Oro dentro de su Templo del Sol, en la ciudad peruana de Cusco, lo utilizaron para recibir información directamente del Dios Sol, Tiki Viracocha, la Mente Universal en el centro de la galaxia.

Este enorme disco estuvo en el Templo del Sol, hasta el año 1500 cuando los conquistadores españoles desembarcaron en el Perú y destruyeron el templo. En ese momento, Aramu Muru se trasladó al lago Titicaca donde permaneció oculto bajo las aguas, en un templo bajo tierra en el monasterio sagrado de la Hermandad de los Siete Rayos.

Los pueblos indígenas de América del Sur están pacientemente esperando el Pachacuti, el regreso al Amor Incondicional, el retorno del Sol Interior, hay un mecanismo que nos permite alcanzar el nivel del Amor Incondicional, es un vórtice de energía que lleva en una forma de energía y teje en otro, estos tejedores son discos solares, que se encuentran en varios lugares alrededor del mundo, son objetos de perfección que una vez fueron utilizados para regular la sinergia de las fuerzas fundamentales de la Tierra con la de la humanidad y los reinos celestiales.

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Publicado por: Hermann
hermandadblanca.org