En anteriores artículos hemos hablado de algunas leyes o principios universales, conceptos que son parte de los procesos y «reglas» que rigen todo lo creado. En este tema, que muchas veces debe ser procesado de forma abstracta y genérica, para ser comprendido intuitivamente, creo que no hemos incursionado nunca en cómo, estas mismas leyes o principios, pueden llegar a tener aplicación o interpretación por el ser humano, convirtiéndolas en aquello que no son y, en algunos casos, dándoles la vuelta por completo, para llegar a conseguir que, algo que tiene una «base» correcta en un principio «universal», se convierta en decenas de “restricciones” y limitaciones para el manejo de nuestra sociedad, bajo el nombre de “normas”, que se nos fuerza a cumplir por parte de las estructuras bajo las que vivimos.
Principios naturales vs leyes artificiales
Un principio natural es una verdad “universal” que proporciona libertad de acción a quien lo entiende y/o aplica. Una ley artificial es una aplicación restrictiva que promueve alguna faceta de la esclavitud y control del ser humano. Los principios naturales describen la realidad, son las leyes cósmicas, universales y aplicables en todos los ámbitos. Un principio natural te proporciona conocimiento y herramientas de crecimiento. Una ley artificial, en cualquier sentido, limita y se opone a ese crecimiento. Las leyes que dictamos se disfrazan de autoridad y “necesidad” del bien común, para impersonar a los principios naturales. Cuando los seres humanos nos regimos por leyes impuestas y no por principios, nuestra libertad se recorta. Cuando los seres humanos tomamos por verdades la idea y necesidad de autoridad de unos sobre otros, nuestras habilidades y potenciales se ven sistemáticamente disminuidos.
Entendiendo los principios naturales que rigen la vida adquirimos más conocimiento y expandimos nuestra consciencia. Los principios naturales nos ayudan a entender y poder trabajar con las fuerzas de la naturaleza, el planeta, el cosmos. La aplicación de esos principios nos empodera en aplicaciones que nos ayudan en nuestra vida. Una ley artificial, como por ejemplo el sistema de clases sociales y élites existente en todo el planeta, crea una división entre aquellos que nacieron como iguales, disminuye el valor del ser humano donde unos pueden tener más que otros por tener un título o un “estatus”, que no existe definido en ningún principio natural, así como auto dotarse de una autoridad sobre otros que ningún otro principio natural les ha concedido.
Principio vs ley de autoridad
No existe poder en la Tierra que pueda ejercer ninguna autoridad sobre el ser/mónada que eres para gobernar tu vida de forma artificial. Es un principio natural inmutable. Nacido en este planeta, eres el único propietario, dueño y responsable de tu cuerpo y de tu vida. Cualquier autoridad inventada, manipulada, insertada en el sistema bajo el que vivimos, para hacernos creer lo contrario u obligarnos a lo contrario está basada en el arquetipo de la esclavitud y el control, en cualquiera de sus facetas y mascaras bajo la que esta se disfraza (sistema económico, religioso, jurídico, sanitario, educativo, social, cultural, político, etc.,) y es opuesto a los principios básicos naturales que rigen la existencia del ser que somos cada uno de nosotros. La autoridad que debe mantenerse por la fuerza, forma parte de los mecanismos para mantener al ser humano alejados de los principios naturales que nos rigen. Los que gestionan desde siempre el sistema bajo el que vivimos lo hacen bajo la ilusión de una autoridad inexistente que se les ha concedido por engaño sin que ningún principio natural lo secunde. Tú, como tu propio ser, eres el único dueño de tu destino. La convivencia, de ser a ser, no necesita de autoridad ni de leyes, se rige por principios universales y cósmicos que se respetan sin imposición ni coacción por ninguna de las partes.
Principio vs leyes de libertad vs esclavitud
La libertad es expansiva. La esclavitud es limitante. Todo aquello que promueve las limitaciones del ser humano y nos trata de inculcar que somos seres finitos o sin poder alguno (lo que realmente no somos en nuestra esencia), subyace bajo un precepto contrario al arquetipo que define la libertad infinita del ser que si somos. Entender el concepto de libertad es entender uno de los conceptos que subyacen bajo el arquetipo de ser humano. Como ser humano, no hay limite a nuestra naturaleza creativa y expansiva. No hay limite a tu capacidad para ser feliz o para obtener conocimiento. Como ser humano, no requieres de permiso de nadie para crecer o evolucionar. Como seres humanos, naturalmente, tendemos a buscar la felicidad y el mayor deseo que tenemos es aquel de vivir en amor y armonía. Todo lo que va en contra de estas tendencias y cualidades innatas naturales son imposiciones para coartarlas y tender a la esclavitud de nuestra especie.
Principio vs leyes sobre la verdad
La verdad es siempre simple. Todo el mundo puede sentir y reconocer intuitivamente aquello que es verdad en su interior, a través de su ser. Es naturaleza del sistema bajo el que vivimos inflar la verdad y rodearla de ideas artificialmente complejas, con el objetivo de ocultarla y ofuscarla, así como de insertar filtros y programas que la distorsionen. Hay una verdad “general” y “real”, que nosotros percibimos de forma limitada y que luego decodificamos de forma subjetiva. Si uno remueve las complejidades, programas, filtros mentales y miedos de uno mismo, uno descubre en sí el acceso cada vez más fácil hacia la información consciente que forma el concepto real que subyace antes de toda decodificación subjetiva humana y lo siente en su interior como “la verdad” que, aunque no haya sido expresada o analizada, ha sido “sentida” y captada.
Principio vs leyes conceptuales “de moda” y “culturas sociales”
Las tendencias que aparecen y desaparecen como “modas”, las culturas artificiales hacia esto o lo otro, han sido creadas para proteger las estructuras de poder y redirigir a las masas hacia pensamientos y comportamientos determinados. Las modas y las tendencias “que se ponen de actualidad” en un momento determinado se usan para grabar diferentes tipos de arquetipos en la mente humana, así como patrones de comportamiento en el tablero rúnico de nuestra psique. El arquetipo moral define lo que percibimos como correcto o incorrecto, como bueno o malo en la sociedad, como moral o inmoral. Continuamente se nos regraba de forma artificial según los golpes de timón que se requieran para mover el barco de la raza humana en una dirección u otra. El arquetipo moral también limita al arquetipo conceptual de la libertad pues evita la expansión hacia aquello que en algún momento se considera “negativo” en un lado o influye en la dirección de la gente hacia aquello que se vende como “positivo” por otro.
Otra forma de entender el mundo
Estos pequeños ejemplos de “conceptos abstractos”, que luego se manifiestan de diferentes maneras en nuestra realidad física, son los que nos proporcionan, a cada uno de nosotros, la noción de comprender, desde un punto más elevado, el tablero de juego en el que estamos llevando a cabo esta partida de nuestra existencia. El desarrollo de una forma de ver la vida a partir de la compresión y entendimiento de los principios naturales que la rigen, cambian todo para el individuo, que modifica con ello así su “concepto mental” del mundo, su programación, su sistema de creencias, sus paradigmas y programas, etc. Es un trabajo paulatino pero profundo y, como todo, tarde o temprano necesario para seguir adelante en el camino.
Un abrazo, David Topí.
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davidtopi.com