De entrada he buscado qué significa realmente el término «providencia» antes de ver dónde está la providencia: «1. Dícese de la disposición anticipada, o prevención que se toma para lograr un fin o remediar un daño, 2. Suprema sabiduría de Dios que rige el mundo y a los hombres y cuida de ellos».
¡Ufff, qué chungo empieza eso de la providencia!
– Seguro que coincidirás conmigo en que para ti tenía un significado distinto, ¿no?
– Sí.
– ¿Dijiste, sí? ¡Vaya! Entonces eres de esos que piensan que la providencia es eso que dice el diccionario, ¿no?
– Sí
– ¡Vaya!, vuelves a decir que sí. Entonces ¿eres de lo que piensan que la providencia – tu dios – te proveerá?
– Sí
– Ufff, más delicado se pone este tema.
Seguir pensando para un alma encarnada en 4D que la providencia es algo externo en lo que esperar, si es que se le antoja o no, socorrerle cuando le venga en gana o no, es más bien propio de un alma encarnada en realidad de 3D.
He escuchado miles de veces eso de “dios proveerá” y quedarse esperando (con la frustración posterior cuando nada llega) a que venga el mensajero de dios, un ángel, quizá, a traer los panes y los peces, o los euros que te hagan falta; incluso que un arcángel celestial llegará a secarte las lágrimas cuando lloras desconsoladamente porque te has encontrado una cana.
Te digo muy en serio, es una de las cosas que más me enervaba en aquella realidad pasada de 3D, es escuchar a la gente diciendo que la providencia (algo externo a ell@s) llegaría, quizá algún día, pues no había seguridad, en que les proveería de lo necesario, aunque más bien esperaban que les proveyera de los deseos que no podían colmar con inmediatez. Recuerdo aquellos recuerdos… Me enojaba demasiado. Les miraba con cierta tristeza al comprobar que en nada creían en ell@s mism@s. No sabían que todo su poder lo contenían dentro. Y por mucho que les hablaba explicándoles que la providencia no estaba fuera sino dentro de uno, no había forma de que lo comprendieran. Pese a argumentarlo. Ahora no tengo la más mínima intención de convencer de nada a nadie. Sólo manifiesto esto que escribo y lees.
El problema es remoto, para aclararnos en este temita. El ser humano fue acostumbrado a creer en deidades que le darían una buena cosecha. Incluso se inventaron rituales para que dios hiciera llover, y unas veces llovía y otra no. Claro que eran otros tiempos y la meteorología no había avanzado tanto como para predecir con un porcentaje de acierto muy elevado. Así que lo de llover parecería, en aquellos tiempos, un capricho divino. Claro que luego llegaba aquello de “lo que dios mande”, y se cerraba el capítulo argumentando, de esta forma, que dios no había proveído porque era su santa voluntad y tú te tenías que aguantar, más que nada porque no podías hacer otra cosa contra la teórica voluntad divina.
¿Acaso no te has puesto a mirar a esos pájaros que siempre tienen dónde beber agua o de dónde sacar alimento sin necesidad de esperar a la providencia? ¿Es que la naturaleza no se regenera a sí misma, pese a los destrozos de los humanos antiguos de 3D? Aún no conozco a un árbol, una nube o un soplo de viento clamando a la providencia por su razón de existencia. Sólo el humano de 3D está en esa constante de mirar y suplicar a la providencia que está allí fuera, aunque no se sabe muy bien dónde.
La cuestión es que un ser multidimensional en realidad de 4D ya aprendió que él/ella mism@ es quien se provee a sí mismo desde la confianza plena en su divinidad encarnada en un plano físico. Pero si esto no lo sabes, no lo entiendes, no lo comprendes, lo dudas o incluso te deja perplej@, directamente tienes dos opciones, o eres almita en realidad de 3D a la espera de que dios te provea y todo esto te parece una tontería, como mínimo, de un loco que escribe en Internet, o bien vives en realidad de 4D pero sigues con remanente que te anclan en la imposibilidad de crecer en una vibración de Amor mucho más plena.
Definitivamente la providencia eres tú, y no otra cuestión o forma externa. Cuando esperas algo de la providencia siendo un ser de 4D, lo que quieres expresar es que crees en ti, en tus posibilidades, en crear tu realidad, en manifestar tus capacidades, en no limitarte en nada, con la fe total en ti de que estás aquí, como mínimo, para ser feliz, y que todo lo que sea necesario en tu vida lo vas a tener en su momento, sin carencias; al contrario, desde la manifestación interna de abundancia en tu Divinidad reconocida internamente.
¿Queda claro dónde está la providencia a estas alturas? Pues sé consecuente y deja de esperar milongas celestiales, que el cielo lo llevas dentro, en tu Ser Divino encarnado en ser humano de 4D.
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