Piloto sirio en un caza ruso MiG-21 (izqda.) y un piloto ruso se sube a un avión militar SU-25M en una base aérea en la provincia siria de Latakia (noroeste).

Las fuerzas aéreas de Rusia y Siria coordinan los ataques contra las posiciones de los terroristas en el territorio sirio en un estado mayor conjunto en Hama (oeste de Siria), según las fuentes militares.

“Después del despliegue de las fuerzas aéreas de Rusia fue establecido un estado mayor especial con el fin de mejorar la coordinación de las misiones”, informó el comandante sirio de la referida base militar, en condición de anonimato.

Después del despliegue de las fuerzas aéreas de Rusia fue establecido un estado mayor especial con el fin de mejorar la coordinación de las misiones”, informa el comandante sirio de la referida base militar, en condición de anonimato.

En declaraciones citadas el sábado por la agencia rusa de noticias RIA Novosti, el mando militar ha precisado que el estado mayor conjunto tiene el deber de distribuir los objetivos terroristas a ser atacados entre los pilotos de Rusia y Siria.

“Si un operativo se lleva a cabo en un mismo territorio, los pilotos rusos y sirios toman alturas distintas», detalla.

Mientras los pilotos rusos cuentan con los aviones militares más avanzados para luchar contra el terrorismo en Siria, sus colegas sirios han tenido que rediseñar y usar los cazas soviéticos, que a su juicio, todavía son “resistentes y seguros” para destruir las posiciones de los grupos terroristas como EIIL (Daesh, en árabe).

Como ejemplo, la aviación siria ha utilizado con éxito los MiG-21, un caza interceptor supersónico con limitada capacidad de ataque a tierra, para efectuar fuertes bombardeos contra los terroristas.

Desde el pasado 30 de septiembre, Rusia realiza operaciones militares contra los grupos terroristas en Siria a petición del país árabe.

Pilotos rusos se suben a un avión de combate Sujoi Su-30 en una base aérea en la provincia siria de Latakia (noroeste). 22 de octubre de 2015.

En el marco de estas operaciones, el Ejército sirio también ha hecho significativos avances frente a los terroristas que, desde 2011, tratan sin éxito alguno de derrocar al Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, aumentando las esperanzas para poner fin a una crisis que ya se ha saldado con más de 250.000 muertos.

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