Así lo asegura un análisis que la Fundación “La Caixa” ha presentado en Madrid. La cifra, que supone más del doble del porcentaje registrado en los países escandinavos (30%), se enmarca dentro del estudio social ”Individualización y Solidaridad Familiar”, que profundiza en los efectos que la crisis económica ha producido en las relaciones familiares y en comparación con otros países.
El trabajo ha sido elaborado por el catedrático del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid, Gerardo Meil, que ha destacado como principal conclusión el significativo apoyo familiar que se mantiene en tiempos de crisis, cuando el paro, la quiebra o el ahogo de las deudas han tomado carta de naturaleza.
Unas circunstancias por las que el 23% de los ciudadanos ha tenido que donar dinero a un familiar con el que no convive para ayudarle a sufragar gastos corrientes. En la misma línea, el estudio pone de manifiesto que el 33% de los españoles que han comprado una vivienda en los últimos años lo ha hecho con la ayuda económica de familiares, principalmente de padres, que les han prestado dinero sin intereses o avales.
De los que han conseguido emanciparse, sólo un 31% vive a más de cinco kilómetros de distancia de sus padres, mientras el porcentaje restante se beneficia de las ventajas que esa proximidad conlleva. Y no son únicamente económicas: el tiempo juega un papel fundamental. Favorece que las familias se ayuden, por ejemplo, evitando gastos de guardería o niñeras.
Un ejemplo de esta situación queda reflejado en el porcentaje de abuelos que contribuyen al cuidado de sus nietos, que ha crecido más de un 10% desde 1993. También es significativo que dos de cada tres de las familias con niños menores de tres años cuenten con el tiempo de los abuelos para sacar adelante a sus hijos.
Prestaciones sociales
El trabajo arroja luz sobre la importancia que los españoles confieren a la familia como instrumento de apoyo, sobre todo en comparación con otros países, donde recurren más a las prestaciones sociales. Mientras el 32% de los alemanes y el 30% de los franceses consideran que los familiares están en su deber de contribuir a sus carencias, en España el porcentaje se eleva al 56% de los entrevistados.
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