Primero tuvieron que huir de Afganistán cuando estalló el conflicto con las fuerzas de ocupación de la Unión Soviética. Después escaparon de una cruenta guerra civil y de la persecución religiosa por parte del régimen del Talibán.
Hoy el pueblo de los hazara, una minoría étnica en Afganistán y Pakistán, huye del autodenominado Estado Islámico (EI), del Talibán, al Qaeda y otros movimientos radicales sunitas.
Recientemente, en una de las manifestaciones más grandes que se han visto en la capital afgana, Kabul, miles de personas marcharon hacia el palacio presidencial para protestar contra el secuestro y asesinato de siete ciudadanos hazara (cuatro hombres, dos mujeres y una niña de 9 años).
Se informó que algunas de las víctimas fueron degolladas.
Aun no está claro quién llevó a cabo los asesinatos.
El gobierno afgano dijo que fueron víctimas de «terroristas que no eran locales».
Facciones sunitas
Los cuerpos fueron encontrados en la provincia de Zabul, en el centro del país, donde los enfrentamientos entre facciones del Talibán -una de las cuales está apoyada por EI- se han incrementado.
Durante la protesta, los manifestantes cargaron los ataúdes de los muertos por las calles de la ciudad.
«Hoy nos mataron a nosotros, mañana los matarán a ustedes», gritaban algunos. Otros llevaban fotos de las víctimas y clamaban «Muerte al Talibán».
No es la primera vez que ocurren estos hechos contra los hazara.
«Decenas de ellos han sido secuestrados en meses recientes, se cree que por grupos radicales que buscan intercambiarlos para liberar a sus compañeros o familiares que han sido secuestrados», dice el editor del servicio afgano de la BBC, Waheed Massoud.
Los hazara, formados principalmente por musulmanes chiitas, son un pueblo unido y políticamente activo, de habla persa y que vive principalmente en el centro y sur de Afganistán.
Son la tercera minoría étnica en Afganistán, después de los pastunes y los tayikos. Pero también viven en la provincia de Balochistán, en Pakistán y en Mashad, Irán.
Diferencia marcada
Los hazara son descendientes de los mongoles y su cultura distintiva y sus características físicas orientales y piel clara los diferencian marcadamente en la región.
Debido a su adherencia al chiismo islámico han sido víctimas de persecusiones y masacres desde hace siglos.
En décadas recientes han sido víctimas del Talibán, al Qaeda y grupos extremistas sunitas como Estado Islámico.
En 2013, la ciudad de Quetta en el norte de Pakistán -donde viven unos 600.000 hazaras chiitas- fue escenario de una sangrienta campaña de extremismo contra este pueblo.
En dos ataques suicidas en un solo día, estallaron dos bombas en un salón de billar matando a unas 120 personas, principalmente hazaras, lo que dio inicio a una campaña estratégicamente planeada contra la comunidad.
Cinco semanas después otra bomba fue detonada en un mercado en la ciudad matando a unas 90 personas, principalmente mujeres que hacían la compra y niños que salían del colegio.
«Herejes»
Los hazara han sido declarados «herejes» por los grupos islamistas sunitas, como Lashkar-e-Jhangvi (Ejército de Janghvi), un movimiento basado en Pakistán que se responsabilizó por ambos ataques.
El grupo publicó una declaración en la que decía que convertiría a Quetta en un «cementerio de chiitas».
Muchos de los jóvenes hazaras de Quetta han buscado refugio en Australia y Europa, intentando escapar de la violencia.
Gobiernos sucesivos de Pakistán y de Afganistán han sido duramente criticados por su incapacidad para detener la violencia contra la población.
En Afganistán, los hazara han sido principalmente víctimas de secuestros.
Aunque en este país siempre han existido tensiones entre los afganos sunitas y la minoría de musulmanes chiitas, la mayoría de las víctimas habían sido funcionarios del gobierno o miembros de las fuerzas internacionales en el país.
Pero con el retiro de las tropas internacionales el año pasado las cosas están cambiando.
En febrero de este año, 30 hombres hazara que viajaban en autobús desde Irán a Zabul, en Afganistán, fueron secuestrados en el sur del país.
Se dijo que los secuestradores iban armados y llevaban el rostro cubierto y uniformes militares negros. Forzaron a los hombres a subir a dos autobuses.
Tres meses después, 19 rehenes fueron liberados.
Tal como informó el corresponsal de la BBC David Lyon, un grupo radical islamista llamado Movimiento Islámico de Uzbekistán (MIU) publicó un video en el que aparentemente se mostraba la decapitación de uno de los rehenes, lo que sugería la participación del movimiento.
Posteriormente uno de los negociadores del rescate le dijo a la BBC que los 19 liberados habían sido intercambiados por «22 hijos de las familias de insurgentes uzbecos», quienes habían estado detenidos en prisiones del gobierno.
«El MIU (que combatía junto con el Talibán) es notablemente más violento que el Talibán», indicó David Lyon.
«Ha habido informes de varios lugares en el país de que el MIU ahora ha jurado alianza a Estado Islámico», agregó.
Y también se dice que está extendiendo sus zonas de control más allá de su antiguo bastión en el norte de Pakistán.
Afganistán sigue enfrentando una sangrienta insurgencia del Talibán. Y hay temores de que la influencia de Estado Islámico se está extendiendo por el país.
En el pasado los hazaras afganos en general no habían sido blanco de los grupos extremistas sunitas que operan en ambos países.
Pero los hechos de las últimas semanas sugieren que la violencia contra esta minoría podría estar aumentando.
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/11/151112_afganistan_pakistan_hazara_pueblo_rechazado_men