Facebook afirma que ha “reparado” unas cookies que recopilaban información de los usuarios aunque cerraran su sesión. Hace unos días, un ingeniero informático, Nik Cubrilovic, colgó en su blog personal información acerca de un cambio en la compañía de Mark Zuckerberg. Según sus indagaciones, la red social usaba unas cookies que rastreaban la actividad de los usuarios aunque no estuvieran conectados en Facebook.
El objetivo del movimiento es sencillo: recopilar información de los usuarios. Qué se hace con esa información ya es otro cantar, aunque en la empresa aseguran que no la venden a terceros. Sea como sea, los ingenieros de Facebook han arreglado el asunto mediante la “reparación” de las cookies en cuestión. Cubrilovic asegura que, en estos momentos, cuando los usuarios cierran sesión en Facebook ya no son rastreados.
En su explicación sobre el asunto, Facebook asegura que no se trataba de un problema de seguridad, lo cual corrobora la teoría de que la empresa puso las cookies expresamente para hacer un seguimiento de la actividad online de sus usuarios. Según la compañía de Zuckerberg, la finalidad era mejorar la seguridad y el rendimiento de la red social, aunque se hace difícil de creer que para hacer eso se necesite recopilar la información de las personas registradas, más si tienen la sesión cerrada.
Pero no es el único cambio que ha introducido Facebook en cuanto a la privacidad. Hasta hace unos días, era relativamente sencillo configurar qué información queremos compartir con nuestras amistades online. Sin embargo, con la inclusión del ticker justo encima del chat se crea una especie de vacío que no podemos controlar de forma directa. En ese ticker, nuestros contactos pueden ver comentarios y otras acciones que hacemos en contenidos que cuelgan nuestros amigos en sus perfiles. Esa información, y la de nuestros amigos, queda al descubierto y no se puede configurar su privacidad. La única forma de evitarlo es que nuestras amistades eliminen la suscripción de los ‘Comentarios y Me gusta’ de forma voluntaria.
Y los problemas con los cambios de privacidad en Facebook no terminan aquí. Con la actualización de Open Graph por la que apostó Facebook hace unos días en el evento f8, las aplicaciones de terceros que usemos podrán colgar información de forma automática, sin nuestro permiso. El ejemplo más evidente es Spotify: si lo tenemos vinculado con nuestra cuenta de Facebook, algo que será obligatorio para las nuevas altas, Spotify enviará a Facebook las canciones que estemos escuchando de forma automatizada. Igual que ocurre con Spotify puede pasar con otras aplicaciones que utilicen la sesión de Facebook para retroalimentarse.
Aunque en Facebook aseguran que no ha habido cambios en la gestión de la privacidad, varios abogados y asociaciones ya se han quejado por las novedades que ha introducido la red social. La renovación del perfil de usuario que lanzaron los de Zuckerberg parece que, tras su bonito diseño, trae de nuevo quebraderos de cabeza sobre un asunto tan controvertido como es la privacidad online.
Más información | The Washington Post
http://www.nacionred.com/privacidad/facebook-y-la-gestion-de-la-privacidad-vuelven-los-problemas