Ni la mejor farmacia o laboratorio puede igualar la química que nuestro organismo puede elaborar. ¿No lo crees? Prueba. Nada pierdes. Nuestro cerebro tiene una capacidad creativa que realmente te sorprenderá cuando veas los resultados. Se usa aproximadamente el 8% del cerebro, cuando tiene una capacidad de 100%. Y la capacidad curativa es uno de los dones más grandiosos y menos aprovechados que tenemos.
La primera clave: fe y creencias
La clave principal para empezar unacuración con tu mente es la fe. Por eso, a muchos les resulta en verdad algo fuera de lógica y muy difícil, porque tener fe es lo que más cuesta en este planeta y algo que no se puede comprar por más oro que tengas. La falta de fe sucede porque en nuestra cultura no se nos han mostrado, en este caso, nuestras habilidades curativas de una forma que la podamos atestiguar para poderla asumir como verdad. Estamos acostumbrados a que la enfermedad es mala y hay que quitarla rápido o pagar mucho o hacer mil malabares para conseguirla. Pues no. No tiene que ser así. Podrías decir simplemente a tu cuerpo que deseas verlo sano, fuerte y en equilibrio, y así tendría que empezar a suceder en lugar de hacerle caso a la primera reacción y salir a comprar medicamentos.
La reacción es una de las cosas con la que tienes que trabajar para tener fe. El cuerpo está hecho de muchas reacciones: el enfado, el miedo, el rechazo o el entusiasmo. Todas las emociones son reacciones. Y las reacciones realmente son hábitos que tenemos ahí por mucho tiempo y que nacen de nuestras creencias y formas de ser, de pensar o ver la vida. Si reaccionas con miedo, estrés, depresión o alegría ante una enfermedad, es que así estás preparado para responder ante lo que te pasa. Lo más seguro es que te hayan hecho creer que la enfermedad es mala y todo eso que hemos dicho.
Pero si alguien te dice: Calma, te puedes curar. No tomes medicamento que no es necesario, entonces puede que se entre en un gran conflicto, porque tus creencias, que son siempre dominantes sobre las creencias nuevas, te estarán diciendo una cosa mientras tu quizá quieras probar a curarte tu mismo y conocer nuevas rutas y poderes en tu mente. Así que hay que empezar por atenuar tus creencias dominantes.
Para cambiar las creencias dominantes necesitas empezar por dominar tus reacciones primero. Si no cambias tus reacciones, estas te dominaran, y no podrás sembrar nuevas actitudes ni formas de ver la vida, y no podrás entonces dominar tu cuerpo.
¿Cómo cambiar una reacción en la enfermedad?
Lo primero es aceptar plenamente la forma en que reaccionas. Por ejemplo: cuando estés enfermo de algo, cuando te duela la cabeza o tengas unaenfermedad que alguien te dijo era incurable, simplemente observa todo lo que sientes: ¿Tienes miedo? ¿No te gusta? ¿Te enfada? Observa y apunta todo lo que piensas respecto a la enfermedad. Y trata de apuntar todo lo que te dijeron acerca de ella. Observa si creciste con medicamentos, o junto a algún enfermo, o si te dijeron que era algo terrible. Es muy importante que apuntes todo lo que viste y crees respecto a la enfermedad. Luego, lee muy bien tu escrito y empieza a analizarlo: ¿Quién puso esta creencia en mí? ¿Por qué tiene que ser así? ¿Quién dice que no es posible curarse? ¿Y todos esos milagros que suceden? ¿Cómo es que hay gente que se ha curado de esto? ¿Qué hizo exactamente?
Recuerda que todo lo que te dijeron y has escuchado, de quien sea, son solo creencias. Y las creencias pueden cambiarse cuando tu decidas. Tu cuerpo quizá se resista y tenga miedo a cambiar algo nuevo, pero si empiezas a tomar consciencia, entonces poco a poco lo iras convenciendo de que existe nuevas formas de curación. Dite a ti mismo: “Claro que puedo curarme, entiendo que en mi cabeza hay una química maravillosa capaz de crear o darme la medicina o los elementos que necesito. La condición del cuerpo es la salud y el equilibrio, y si yo decido pasar este mensaje al cuerpo, así sucederá”
Si sientes muy absurdo esto, o fuera de lógica, es porque aun tus creencias están muy fuertes. Sigue insistiendo y pasa a la segunda clave.
Segunda clave: desbarata la energía estancada en tu cuerpo
Detecta donde está el problema, debilidad o enfermedad en tu cuerpo, pues es aquí donde tu energía está más baja de frecuencia y de alguna forma bloqueada. Necesitas descubrir que es lo que le está impidiendo fluir. Así que escribe que es lo que te sucede, los síntomas, si hay dolor, que tan fuerte es, si hay inflamación, irritación, etc. Luego de que detalles bien esto, pregunta a esta parte de ti porque se siente tan mal, que es lo que te quiere decir. Recuera que la enfermedad nunca aparece nada más porque si, de alguna forma nos quiere decir el cuerpo algo que no estamos escuchando o atendiendo. Si lo haces consciente, entonces, el cuerpo dejara de decirlo. Hay dos preguntas que son indispensables: ¿Estoy realmente siendo feliz? ¿Qué siento no me deja ser libre o actuar como quiero? Estas dos preguntas pueden tocar la profundidad de tu enfermedad.
Practica estas dos claves las cuales son la base inicial para empezar a aumentar tu confianza y credibilidad curativa, y eso significa que aumentas tu fuerza y fe en ti y en tu cuerpo, ya que tu cerebro empezara a hacer nueva química al probar nuevos caminos y aumentar su comprensión. No te desesperes. Mientras practicas esto, inicia una dieta curativa que te ayudara sin duda también a cambiar hábitos que pueden estar siendo nocivos. Hay muchas dietas que puedes seguir y cada una para una enfermedad especifica. Búscalas en esta pagina o escribenos para orientarte mejor.
Espera la segunda parte de este artículo.