El 11 de marzo de 2011, un enorme tsunami provocado por un terremoto de magnitud 9,0 en el noreste de Japón, causó una de las mayores catástrofes de nuestra historia. El resultado final fue de 492.000 personas evacuadas, 11.600 fallecidos y 16.450 desparecidos. Y 5 años después, cientos de residentes en las ciudades más afectadas aseguran haber sido testigos de lo imposible, avistamientos de los fantasmas de todos aquellos que murieron en el terremoto. En algunos casos, las reconstrucciones de las zonas más afectadas tuvieron que ser paralizadas debido a la gran cantidad de fenómenos paranormales. Pero ahora, los taxistas japoneses que trabajan en una de las zonas más afectadas por el desastre aseguran haber llevado en sus vehículos a “clientes fantasmas”.
¿He muerto?
Ése no es el tipo de comentario que un taxista esperaría tener de un pasajero, pero eso es sólo uno de la serie de comentarios espeluznantes que los conductores que trabajan en Ishinomaki le dijeron a Yuka Kudo, una estudiante de sociología que entrevistó a conductores de taxi para una tesis. Cerca de 6.000 residentes de Ishinomaki murieron como consecuencia de la catástrofe del 2011, por lo que es una de las zonas más afectadas y la razón por la que Yuka lo eligió para su estudio.
Un área de Ishinomaki después del desastre
¿Ha tenido alguna experiencia inusual después de la catástrofe?
Ésa fue la pregunta que Yuka hizo a más de 100 conductores durante su año de investigación. Ella informó respuestas desde la indiferencia a la ira. Pero siete conductores voluntariamente compartieron sus escalofriantes experiencias con los fantasmas.
Un conductor dijo que recogió a un joven de unos 20 años y le preguntó a dónde quería ir. El hombre siguió apuntando hacia adelante y repetía «Hiyoriyama», que significa montaña. Cuando llegaron allí, el joven había desaparecido del asiento trasero. Otro recogió una joven que le dijo que quería ir a una zona que fue abandonada. Cuando el conductor le señaló esto, ella le preguntó: «¿He muerto?» Cuando volvió a mirar por encima de su hombro, la chica se había ido.
Kudo oyó historias similares de otros conductores, que consideraban que son experiencias espirituales. En cada caso, se verifican sus historias, mostrando sus registros que habían iniciado sus medidores, lo que significaba que eran responsables de colectar una tarifa … una tarifa que ellos tuvieron que pagar de sus bolsillos cuando los pasajeros desaparecieron.
Yuka Kudo (pronto a ser socióloga) parece creer que eran definitivamente fantasmas de adultos jóvenes que perecieron en el desastre.
Los jóvenes se sienten fuertemente disgustado [con su muerte] cuando no pueden juntarse con las personas que aman. A medida que quieren transmitir su amargura, pueden que hayan elegido los taxis, los cuales son como habitaciones privadas, como un medio para hacerlo.
Yuka piensa que estos eran fantasmas que estaban esperando su taxi para cruzar por un puente diferente. ¿Podría ser algo más que fantasmas? Aquí hay otro escenario de un psiquiatra de Ishinomaki Keizo Hara.
Creemos que los fenómenos como los avistamientos de fantasmas son, quizás, una proyección mental del terror y las preocupaciones asociadas con esos lugares. Se necesitará tiempo para el trastorno por Estrés Postraumático (TEPT) emerja en muchas personas que viven en albergues temporales para los que nada ha cambiado desde el terremoto.
¿Será que estos taxistas recogieron fantasmas reales o sólo estaban alucinando debido al estrés postraumático?
—
conspiraciones1040.blogspot.