LOS HALLAZGOS MUESTRAN QUE LA EXTRACCIÓN DEL TINTE ESTABA ESTANDARIZADA
El hallazgo de una factoría de púrpura en el islote de Lobos, frente a la costa de Fuerteventura, vino a cambiar el mapa de la Roma imperial. Ahora, una exposición recién inaugurada en Tenerife viene a mostrar las piezas más significativas de las excavaciones, que no sólo están relacionadas con la extracción del tinte, sino que también muestran evidencias de actividad doméstica a partir de la cerámica, y revelan una presencia romana permanente en el islote entre los siglos I a.C. y I d.C.
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Una selección de cerámicas y de utensilios hallados en el islote de Lobos (Fuerteventura) muestra cómo hasta el siglo I de la era se situó allí un taller romano de explotación de púrpura, lo que amplía hasta el archipiélago los límites del imperio y abre una aportación fundamental para investigar la colonización de Canarias.
Un hallazgo casual en la playa de La Calera abrió la puerta a la excavación de este yacimiento, que ha supuesto toda una sorpresa en la arqueología canaria.
Ánforas, anzuelos, punzones, yunques, ollas y jarras, además de la reproducción de un conchero de «Stramonita haemastoma» -el molusco que da origen a la púrpura- se exhiben en la exposición «Un taller romano de púrpura, Lobos 1», que se acaba de inaugurar en el Museo de la Naturaleza y el Hombre del Cabildo de Tenerife.
La exposición, que estará abierta hasta el 3 de abril, presenta una selección de las piezas encontradas en la primera campaña de excavación en Lobos, un islote que pertenece al municipio de La Oliva de Fuerteventura, en donde se realizan excavaciones desde 2012 en colaboración entre los cabildos de dicha isla y el de Tenerife, dirigida por personal científico de ambas instituciones y de la Universidad de La Laguna.
La primera campaña se realizó en la playa de la Calera o de la Concha, al suroeste del islote, y según indicó en rueda de prensa hoy la consejera de Museos del Cabildo de Tenerife, Amaya Conde, hay «muchísimo material» que se está estudiando en este yacimiento, que refleja la presencia «fija» de un taller de explotación de púrpura, un elemento de «lujo» en la antigüedad.
Conrado Rodríguez, director del Museo Arqueológico de Tenerife, recordó que la institución ha colaborado con Fuerteventura desde hace más de veinte años y destacó que el hallazgo de estos vestigios en Lobos fue «fortuito», cuando un visitante avistó una vasija en una duna.
Lo descubierto hasta ahora indica que este yacimiento arqueológico es de una potencia «muy grande», apuntó Rodríguez, pues se han encontrado materiales de manufactura romana, de la época del Alto Imperio (entre el siglo I antes de Cristo y la primera centuria de la era).
Entre el material encontrado hay cerámicas realizadas a torno, como ánforas, materiales metálicos de hierro y bronce -anzuelos, punzones, agujas de coser redes- y líticos que están relacionados con el procesado de la púrpura, como morteros, yunques y guijarros para machacar el producto.
También hay cerámicas «espectaculares» de cocina, entre ellas, contenedores de alimentos y ollas, y jarras y fuentes para la mesa que revelan una actividad «doméstica» en el enclave.
Explicó además el director del Museo Arqueológico de Tenerife que la púrpura era usada por el emperador, la familia imperial y la nobleza romana y el hecho de encontrar este taller en Lobos hace que varíen los límites del Imperio, que hasta ahora se situaban en la isla de Mogador.
Resulta asimismo un hallazgo «de muchísima importancia» para las líneas de investigación sobre la colonización del archipiélago, y supondrá «una piedra» muy relevante para el estudio de los asentamientos humanos en las islas, por lo que también se están realizando dataciones de carbono 14.
La consejera de Museos del Cabildo de Tenerife, Amaya Conde, explicó que la púrpura ha sido «el producto más caro de la historia», lo que justifica que su procesado tan lejos del Mediterráneo, donde luego era vendido, siguiera siendo rentable. El material que se está encontrando en Lobos manifiesta que Roma no solo utilizaba a Canarias para obtener este material «sino que había una presencia fija».
Según estableció María del Carmen del Arco, una de las investigadoras que dirige el proyecto, se han encontrado más de 59.000 ejemplares de este tipo de moluscos en los yacimientos ubicados en la zona suroeste del islote, que a su vez, debido al proceso de extracción de la glándula que produce el tinte, están fragmentados en piezas mucho más pequeñas. «Hemos podido observar que se repiten los modelos de rotura, por lo que estaba estandarizado el trabajo para poder extraer mejor la glándula», explicó del Arco.
La arqueóloga y catedrática de la Universidad de La Laguna, señaló posteriormente que encontrar este yacimiento de Lobos ha sido «una gozada» y la investigación será «para largo», posiblemente hay tres concheros más y otro «que se insinúa» en el terreno.
Además aún está pendiente de excavar en el interior del perímetro de un muro que podría haber albergado una construcción, pues el yacimiento es «complejo», y en cuanto a por qué no se ha habían encontrado antes estos vestigios, explicó la arqueóloga que la cerámica indígena canaria estaba hecha a mano por lo que al hallar material confeccionado a torno, se pensaba que había sido traído por los conquistadores.
El hallazgo de una factoría de púrpura en el islote de Lobos, frente a la costa de Fuerteventura, vino a cambiar el mapa de la Roma imperial. Ahora, una exposición recién inaugurada en Tenerife viene a mostrar las piezas más significativas de las excavaciones, que no sólo están relacionadas con la extracción del tinte, sino que también muestran evidencias de actividad doméstica a partir de la cerámica, y revelan una presencia romana permanente en el islote entre los siglos I a.C. y I d.C.
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Una selección de cerámicas y de utensilios hallados en el islote de Lobos (Fuerteventura) muestra cómo hasta el siglo I de la era se situó allí un taller romano de explotación de púrpura, lo que amplía hasta el archipiélago los límites del imperio y abre una aportación fundamental para investigar la colonización de Canarias.
Un hallazgo casual en la playa de La Calera abrió la puerta a la excavación de este yacimiento, que ha supuesto toda una sorpresa en la arqueología canaria.
Ánforas, anzuelos, punzones, yunques, ollas y jarras, además de la reproducción de un conchero de «Stramonita haemastoma» -el molusco que da origen a la púrpura- se exhiben en la exposición «Un taller romano de púrpura, Lobos 1», que se acaba de inaugurar en el Museo de la Naturaleza y el Hombre del Cabildo de Tenerife.
La exposición, que estará abierta hasta el 3 de abril, presenta una selección de las piezas encontradas en la primera campaña de excavación en Lobos, un islote que pertenece al municipio de La Oliva de Fuerteventura, en donde se realizan excavaciones desde 2012 en colaboración entre los cabildos de dicha isla y el de Tenerife, dirigida por personal científico de ambas instituciones y de la Universidad de La Laguna.
La primera campaña se realizó en la playa de la Calera o de la Concha, al suroeste del islote, y según indicó en rueda de prensa hoy la consejera de Museos del Cabildo de Tenerife, Amaya Conde, hay «muchísimo material» que se está estudiando en este yacimiento, que refleja la presencia «fija» de un taller de explotación de púrpura, un elemento de «lujo» en la antigüedad.
Conrado Rodríguez, director del Museo Arqueológico de Tenerife, recordó que la institución ha colaborado con Fuerteventura desde hace más de veinte años y destacó que el hallazgo de estos vestigios en Lobos fue «fortuito», cuando un visitante avistó una vasija en una duna.
Lo descubierto hasta ahora indica que este yacimiento arqueológico es de una potencia «muy grande», apuntó Rodríguez, pues se han encontrado materiales de manufactura romana, de la época del Alto Imperio (entre el siglo I antes de Cristo y la primera centuria de la era).
Entre el material encontrado hay cerámicas realizadas a torno, como ánforas, materiales metálicos de hierro y bronce -anzuelos, punzones, agujas de coser redes- y líticos que están relacionados con el procesado de la púrpura, como morteros, yunques y guijarros para machacar el producto.
También hay cerámicas «espectaculares» de cocina, entre ellas, contenedores de alimentos y ollas, y jarras y fuentes para la mesa que revelan una actividad «doméstica» en el enclave.
Explicó además el director del Museo Arqueológico de Tenerife que la púrpura era usada por el emperador, la familia imperial y la nobleza romana y el hecho de encontrar este taller en Lobos hace que varíen los límites del Imperio, que hasta ahora se situaban en la isla de Mogador.
Resulta asimismo un hallazgo «de muchísima importancia» para las líneas de investigación sobre la colonización del archipiélago, y supondrá «una piedra» muy relevante para el estudio de los asentamientos humanos en las islas, por lo que también se están realizando dataciones de carbono 14.
La consejera de Museos del Cabildo de Tenerife, Amaya Conde, explicó que la púrpura ha sido «el producto más caro de la historia», lo que justifica que su procesado tan lejos del Mediterráneo, donde luego era vendido, siguiera siendo rentable. El material que se está encontrando en Lobos manifiesta que Roma no solo utilizaba a Canarias para obtener este material «sino que había una presencia fija».
Según estableció María del Carmen del Arco, una de las investigadoras que dirige el proyecto, se han encontrado más de 59.000 ejemplares de este tipo de moluscos en los yacimientos ubicados en la zona suroeste del islote, que a su vez, debido al proceso de extracción de la glándula que produce el tinte, están fragmentados en piezas mucho más pequeñas. «Hemos podido observar que se repiten los modelos de rotura, por lo que estaba estandarizado el trabajo para poder extraer mejor la glándula», explicó del Arco.
La arqueóloga y catedrática de la Universidad de La Laguna, señaló posteriormente que encontrar este yacimiento de Lobos ha sido «una gozada» y la investigación será «para largo», posiblemente hay tres concheros más y otro «que se insinúa» en el terreno.
Además aún está pendiente de excavar en el interior del perímetro de un muro que podría haber albergado una construcción, pues el yacimiento es «complejo», y en cuanto a por qué no se ha habían encontrado antes estos vestigios, explicó la arqueóloga que la cerámica indígena canaria estaba hecha a mano por lo que al hallar material confeccionado a torno, se pensaba que había sido traído por los conquistadores.
articulo publicado en:http://arqueologia-paleoramaenred.blogspot.com.es/2016/02/exponen-piezas-procedentes-de-la.html