El 25% de los niños españoles menores de 16 años sufre malnutrición, según los cálculos de diversas entidades del tercer sector social, que atribuyen este dato a la crisis económica, que hace que muchas familias no puedan comprar carne, pescado y fruta para alimentar a los más pequeños. Según un informe de Eurostat, España es el séptimo país con mayor riesgo de pobreza entre su población.
La vicepresidenta de Fedaia, Conxi Martínez, señala que esta malnutrición infantil se da en familias castigadas por el paro y con graves problemas económicos que les impiden ofrecer una dieta equilibrada a los más pequeños.
Entidades como Fedaia, que aglutina 78 entidades que atienden a más de 35.000 niños y jóvenes, han visto incrementada su demanda en los últimos meses y, según ha avanzado Martínez, estas cifras de malnutrición y pobreza infantil «aumentarán considerablemente cuando se actualicen los datos».
Por ello, entidades del tercer sector como la citada federación, Cáritas (que ha denunciado el aumento de la pobreza en España) y la Cruz Roja han pedido al Gobierno de Cataluña que refuerce las becas comedor puesto que seguir la dieta diaria en la escuela es «la única garantía para muchas familias para alimentar de forma equilibrada a sus hijos», según destaca un informe de Cáritas Diocesana de Barcelona.
De hecho, el 17% de los niños que vive bajo el umbral de la pobreza sufre obesidad infantil, el doble que los menores sin dificultades económicas, enfermedad que se deriva de una alimentación que carece de frutas y verduras, según ha destacado Martínez.
El representante de ECAS en el grupo ‘Pobreza y exclusión social de la infancia y la adolescencia’ de la Conselleria de Bienestar Social y Familia de Barcelona, Jordi Collado, ha explicado que las familias españolas acechadas por la crisis se ven obligadas a privarse de lo más básico, como la alimentación y la higiene.
También ha remarcado que los que más sufren en este proceso son los niños, que «no son responsables de su sufrimiento y no disponen de suficientes mecanismos para defender sus intereses y necesidades».
Falta de ropa adecuada
El perfil de la pobreza infantil en España corresponde a niños que no disponen de ropa adecuada, no comen correctamente, no gozan de espacio para hacer los deberes ni jugar en sus casas, ya que sus padres se ven obligados a compartir piso, y no acuden a actividades extra escolares ni de ocio por la falta de recursos de sus padres, según ha avanzado Martínez.
«Esta situación desencadena problemas psicológicos, que a su vez repercuten en el fracaso escolar y, por lo tanto, genera una espiral de exclusión social que se debe parar», ha asegurado Martínez.
El 30% de los hijos de familias que subsisten con menos de 640 euros al mes no consigue el graduado escolar, según destaca el informe de UNICEF y la Fundación Pere Tarrés.
Las entidades del tercer sector han reclamado en un acto al Gobierno de Cataluña que los recortes no afecten a las ONG y que elabore «un proyecto claro y conciso entre todas las partes», según ha asegurado Collado, coincidiendo con el Día Mundial para la Erradicación de la Pobreza, que se celebra este lunes.
En este sentido, Fedaia inició una campaña el pasado mes de junio para concienciar a todos los agentes políticos, económicos y sociales, de que la crisis agudiza la pobreza más extrema en aquellos colectivos más frágiles y vulnerables, especialmente los niños, y para potenciar la apertura de centros abiertos, dónde las familias puedan llevar a sus hijos en caso que no los puedan atender.
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