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Olvidados al comienzo de los tiempos y considerados por los investigadores como producto de la imaginación de pueblos primitivos, algunos dioses reclaman hoy su autenticidad. Lejos de ser un producto fantástico, los Shemsu Hor de Egipto pudieron haber gobernado Egipto hace miles de años para sorpresa de muchos académicos.
Las cronologías de muchos pueblos antiguos entre los que destacan los mesopotámicos o los egipcios, hablan de la presencia de entidades que desempeñaron el papel de gobernantes en tiempos muy antiguos.
Pero ¿quiénes eran los Shemsu Hor , los compañeros de Horus mencionados en el papiro de Turín que gobernaron Egipto durante unos seis mil años?
La presencia de estos personajes data en tiempo muy anterior antes de la primera Dinastía, se dice de ellos que fueron los diseñadores estelares de la Gran Esfinge y las pirámides de Guiza, también se dice que eran los intermediarios entre los Dioses y Hombres.
Según Gaston Maspe, arqueólogo francés, eran una estirpe de seres semidivinos y predinásticos que, según las creencias de los antiguos egipcios, habían gobernado esta región miles de años antes que los faraones históricos .Estas ideas por supuesto no fueron del agrado de la arqueología oficial.
Como hemos escrito anteriormente el Papiro de Turín habla de ellos, pero al igual que otros no dudo de la labor histórica de este pergamino, en el que se nos ofrece una relación de todos y cada uno de los reyes que gobernaron el Valle del Nilo desde el comienzo de los tiempos.
Los Shemsu Hor son mencionados por Maneton en su obra Aegyptíaka.Hace referencia a los semidioses que gobernaron después de los primeros dioses, entre ellos el propio Horus. Si bien el sacerdote grecoegipcio no hace referencia tácita a los Shemsu Hor, el período del reinado (6.000 años) y el puesto en la lista real de estos semidioses, parecen identificarlos con ellos.
Si realizamos una pequeña suma con la duración de los reinados de los sucesores de los Shemsu Hor, podremos llegar a la conclusión de que, de haber existido, esta especie de semidioses tendrían que haber gobernado la Tierra en algún momento alrededor del año 10000 a. C.
Según Bauval y Hancock en su libro Guardián de Génesis, el deseo de los Seguidores de Horus, era alcanzar la conquista de un gran proyecto cósmico que durante los siglos venideros sirviera de acicate a generaciones y generaciones de egipcios hasta su total consumación. Este proyecto no sería otro que el gigantesco plan cósmico que supone la construcción sobre el Valle del Nilo de una réplica en piedra de la constelación de Orión, grupo de estrellas que estaba identificado con el dios Osiris; precisamente la divinidad para la cual los Shemsu Hor se unieron a su señor Horus con el fin de vengar su muerte. Al parecer, este plan se consumó, no sabemos si con éxito o no, pero lo que nadie puede dudar es que, después de la llamada Era de las Pirámides, desaparecieron del panorama arquitectónico todas aquellas construcciones que requerían una serie de conocimientos astronómicos y matemáticos extraordinarios.
Egipto fue fundado y habitado por una civilización, hoy ignorada, miles de años antes de lo que afirman las cronologías de la arqueología oficial.