La decisión supuestamente «voluntaria» de los cierres está provocada por los límites impuestos a las granjas en materia de emisiones contaminantes.
La Comisión Europea acaba de aprobar «modificaciones de los regímenes neerlandeses de ayudas estatales para reducir la deposición de nitrógeno en las zonas de conservación de la naturaleza». Se trata de uno de los primeros y más claros pasos tendentes a la reducción de la producción agrícola y ganadera, bajo el argumento de la contaminación producida por las granjas. Ya no es un amenaza, ya es una realidad.
La Comisión Europea ha aprobado, en base a la propia normativa ecologista de la UE sobre ayudas estatales, modificaciones de «dos regímenes neerlandeses existentes para compensar a los ganaderos por el cierre definitivo voluntario de la ganadería destinados a reducir la deposición de nitrógeno en zonas protegidas Natura 2000 sobrecargadas», indica una comunicación de la UE.