El avión de combate ruso Su-24 fue derribado por un caza turcoen los cielos de Siria bajo los auspicios de la OTAN, afirmó a Sputnik el ex vicepresidente de la Asamblea de la OSCE y exdiputado del Bundestag —Parlamento Federal alemán—, Willy Wimmer.
«Según la información que manejo, en eso también participaron un avión estadounidense y uno saudita de alerta temprana y control aerotransportado [AWAC, por sus siglas en inglés].
Un avión como el bombardero ruso no es fácil de derribar: hace falta dirigir la aeronave hacia el objetivo. Lo pueden hacer solo los aviones AWACS», argumentó.
Asimismo, Wimmer precisó que el avión estadounidense despegó desde Chipre, mientras que el de Arabia Saudí salió de una base ubicada en el territorio del reino.
El alto responsable explicó que la OTAN tiene instrucciones sobre cómo actuar en caso de violación de la frontera.
Por lo general, los organismos civiles de control de vuelos establecen contacto con el intruso, llaman la atención del piloto sobre la violación y lo instan a aterrizar.
«Si esto no resulta suficiente, se involucran las estructuras militares, cuyas medidas extremas en tiempo de paz consisten en forzar a la nave al aterrizaje», señaló el exparlamentario.
«Lo que pasó allí no corresponde de ninguna manera con las normas internacionales. Derribaron el caza ruso porque querían hacerlo», consideró Wimmer.
También sugirió que los intereses políticos fueron la causa del incidente, es decir, el deseo de destruir las relaciones entre Turquía y Rusia.
Según Wimmer, «ahora la parte turca subraya de todos los modos posibles que entre los pilotos que tomaron la decisión de derribar el Su y el Gobierno turco hay una gran distancia».
«Al afirmar que la decisión de atacar al avión fue una responsabilidad del piloto, el Gobierno se distancia al máximo de sus propias Fuerzas Armadas, por lo que queda suponer que los pilotos actuaron de modo inconsulto desde la base aérea de Incirlik», observó el ex político.
Wimmer alegó que «el reciente intento golpista mostró que dentro de la Fuerza Aérea turca tenían lugar procesos que obligaron a las autoridades turcas a tomar medidas cruentas; a quien se atreve a un golpe de Estado no le temblará la mano para derribar un avión ruso».
«¿Qué más le quedaba al presidente turco en esa situación que decir que todo sucedió por orden del Gobierno de su país? Políticamente se trata de algo muy complejo; después de esto podemos comprender algunas declaraciones de Erdogan, que no desperdició ni una sola ocasión para tratar de acercarse al presidente ruso», concluyó el exdiputado alemán.