Luna D – www.lunadominante.com
En tiempos turbulentos conviene repasar las enseñanzas escondidas en los más insospechados rincones.
La palabra Maktub está llena de significado trascendente. Es un término árabe que se traduce como “estaba escrito” y nos habla de destino, pero también de oportunidad.
Porque muchas veces confundimos destino con maldición y creo que es nuestra propia lengua la que nos lleva a equivocarnos. Mientras que en inglés existen vocablos tan diversos como destiny (destino), fate (suerte) y doom (fatalidad), en español, solemos englobarlos todos dentro del mismo saco y prostituimos la palabra “destino” sin ningún tipo de miramiento.
Una cosa es pensar que lo que llamas destino está predeterminado desde que naces y que por mucho que luches contra él, no tienes escapatoria. Y otra, muy diferente, creer que naciste con un propósito y dejarte la piel para cumplirlo.
En la carta natal hablamos de “promesas”, no de “yugos”. Ya os lo he dicho muchas veces antes. Por supuesto cada uno es libre de entender la vida como quiera y, de hecho, hay muchos astrólogos extremadamente deterministas que no conceden el más mínimo margen a la libertad de acción. Para mí es un grave error… Si nacemos con un propósito, precisamos de la autonomía necesaria para cumplirlo. Somos responsables, no víctimas. No hemos venido a recibir premios y palos, sino a ganárnoslos y aprender. ¿No es inmensamente más bonita y esperanzadora esta perspectiva? ¿No tiene muchísimo más sentido? Los hay que presumen de nihilismo y no saben ni quién es Sartre.
El caso es que encuentro una belleza infinita en la palabra Maktub. Encierra una connotación absolutamente esperanzadora. Lo que “está escrito” no es otra cosa que tu propósito. Nadie te encadena, nada te determina… por su puesto que hay condicionantes, pero siempre eliges cómo afrontas las tormentas.
Simplemente naciste con una “misión”, con un “destino” en el sentido menos esclavizante del término. Estás aquí por una razón y cada uno de tus pasos ha de acercarte más a la meta, tú los eliges… Nadie te exime de tus acciones ni te quita el peso de la responsabilidad. Solamente tú puedes cumplir tu propósito: Confía en que el universo te allanará el camino 😉
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